Hechos 14:23

 

  Ancianos en cada congregación

 

Verdad:

          A.  Este texto es importantísimo con respecto a la organización de la iglesia local.  Sin lugar a dudas, cada iglesia local es total­mente independiente y autónoma (bajo Cristo se gobierna sola).

          B.  Nada de iglesia madre. Según este texto, no puede haber (con la aprobación de Dios) alguna iglesia patrocinadora, "iglesia madre", u otra clase de iglesia especial o elevada en alguna forma sobre las otras.

          C. Son iguales todas las iglesias.  La Biblia enseña claramente que todas las iglesias de Cristo son iguales e independientes. La iglesia de Jerusalén era iglesia importante; también la iglesia de Antioquía. Pero estas iglesias -- por grandes o por importantes que hayan sido -- no se exaltaron para tener señorío sobre las demás iglesias.

          D.  La autonomía tiene que ver con la función de la congre­gación; es decir, el concepto de autonomía tiene que ver con lo que la congregación hace, el papel que desempeña, en llevar a cabo la obra del Señor.

          E.  Iglesias no autónomas. Si alguna congregación, por cualquier motivo, no funciona fiel y cumplidamente en todo as­pecto de su debido servicio a Dios, no debe llamarse "autónoma".  Si entrega una parte de su ofrenda, obra y respon­sabilidad a alguna iglesia patrocinadora o a alguna institución, en eso deja de funcionar ella misma, y entrega esa parte de su autonomía a otros.

Error y su refutación:

          A.  Los hermanos liberales predican la autonomía, y profesan practicarla. Predican la independencia de cada congregación, y profesan practicarla. Sin embargo,  dicen que la "cooperación", la que ellos practican, no viola la autonomía porque las iglesias man­dan su dinero voluntariamente a la iglesia patrocinadora.

          B.  Las Iglesias Bautistas, Iglesias Cristianas y otras dicen la misma cosa.  Dicen que cada congregación es independiente, que voluntariamente cooperan con su organización eclesiástica, que pueden suspender su ayuda en cualquier momento, que hacen sus propias decisiones, etc.  Los pastores de estas de­nominaciones se jactan de la autonomía de la iglesias locales, aunque estas estén bien ligadas en alguna organización eclesiás­tica.

          C. La responsabilidad en el hogar.  Los padres también pueden voluntariamente dejar que otros se encarguen de su res­ponsabilidad; es decir, pueden hacer lo mismo que hacen las igle­sias. En lugar de enseñar y disciplinar a sus hijos pueden en­tregar esta obra importante a los abuelos, tíos, etc., pero al ha­cerlo pecan.

          D. La autonomía tiene que ver con la función. Recuérdese que la autonomía de la congregación no solamente se refiere a su independencia de otras congregaciones en cuanto a gobernarse sola, sino también a su actividad o función en llevar a cabo sus obligaciones en toda categoría:  en la adoración a Dios, en la edifi­cación de sí misma, en el evangelismo, y en la benevolen­cia.

          E. Entregar dinero a otra iglesia equivale a entregarle su au­tonomía. La congregación, pues, que entrega una parte de su ofrenda y su propia obra (de evangelismo, de benevolencia, o de edificación) a otra congregación, o a alguna institución, tam­bién entrega esa misma parte de su autonomía a otros. (Un ejemplo de entregar una parte de su obra de edificación a otra iglesia o a al­guna institución es cuando una congregación envía a alguno de sus jóvenes a una escuela para predicadores).

          F.  Toda Iglesia Cristiana y toda Iglesia Bautista  tiene gobierno local.  Los hermanos liberales hablan de la Iglesia Cristiana y de la Iglesia Bautista como si perdieran todo control local debido a sus sociedades misioneras, etc., pero esto no es cierto.  Siguen funcio­nando localmente como cualquier iglesia de Cristo.

                   1. ¿Control? De presión y de influencia. El control sobre las iglesias ejercitado por las instituciones y sociedades no es como el control ejercitado por la policía, sino es el control de presión y de influencia. Las iglesias que no "cooperan" pierden cierta posición e influencia entre las demás. Pierden ciertos privilegios y "bendiciones".

                   2. Pueden separarse. Los hermanos liberales aparente­mente piensan que las iglesias sectarias están amarradas irrevo­cablemente en sus organizaciones, pero esto no es así. Cualquier Iglesia Cristiana o cualquier Iglesia Bautista puede dejar de coop­erar con sus sociedades centrales el día que quiera (y muchas de ellas lo hacen), si está dispuesta a sufrir las consecuencias.

                   3. Las iglesias sectarias profesan tener autonomía. Esta verdad se olvida a veces. Recuérdese que muchas iglesias de­nominacionales también profesan tener autonomía local, aunque "cooperen" con sus sociedades centrales. Además, se jactan de su autonomía, en la misma manera que lo hacen los hermanos liberales. Por lo tanto, el argumento de que las igle­sias sectarias pierden su autonomía local cuando mandan dinero a sus so­ciedades misioneras no tiene ningún peso a menos que tales her­manos admitan que las iglesias de Cristo hacen lo mismo. (La ver­dad es que tanto las iglesias de Cristo como las iglesias sectarias lo hacen).

 

 

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