Lenguaje figurado
Figuras de retórica o de construcción.
I. Introducción.
A. Jesús dijo (Juan 16:25), "Estas cosas os he hablado en alegorías" ("lenguaje figurado", La Biblia de las Américas). Las figuras son como ornamentos que embellecen la expresión bíblica. Se usan para dar más énfasis y más fuerza al lenguaje. Muchas de las figuras de la Biblia son las que se encuentran en otros idiomas, pero algunas son peculiares al lenguaje bíblico. El inglés usa figuras y modismos que no tienen el mismo sentido en castellano y el castellano usa figuras y modismos que no tienen el mismo sentido en inglés. De la misma manera la Biblia usa figuras y modismos que no tienen el mismo sentido en otros idiomas. Por lo tanto, tales figuras y modismos requieren mucho estudio.
B. Hay muchos ejemplos del lenguaje figurado en las Escrituras. Como todo lector de la Biblia sabe, Jesús y los apóstoles usaron mucho el lenguaje figurado. Dice Marcos 4:34, "Y sin parábolas no les hablaba". En este tratado examinaremos varias figuras: la símil, la similitud, la alegoría, la metáfora, la metonimia, etc. También los "hebraísmos" o "modismos judaicos", desconocidos en los idiomas nuestros, son lenguaje figurado. Si queremos usar bien la palabra, debemos entender que el lenguaje figurado no siempre "dice" lo que parece decir en español.
C. Por lo tanto, es necesario estudiar el lenguaje figurado con mucho cuidado. Recordemos que el Antiguo Testamento abunda en tipos, sombras y figuras (Heb. 8:5). Muchos entienden mal la naturaleza del Antiguo Testamento por no reconocer lo típico de la ley de Moisés. Otros no "usan bien" las parábolas de Jesús. El no entender el lenguaje figurado impide mucho la comprensión de la Palabra y resulta en creencias y prácticas erróneas. El lenguaje figurado no expresa una idea explícitamente (en tantas y cuantas palabras), sino implícitamente (implica o sugiere indirectamente el significado). El oyente o lector tiene que pensar, razonar y deducir o inferir el significado, y su deducción debe ser una inferencia necesaria y no arbitraria. El clero romano interpreta mal 2 Ped. 1:20 ("ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada") diciendo que la gente no puede entender la Escritura, pero el siguiente versículo dice, "porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo"; es decir, Pedro no dice que la gente no puede interpretar la Escritura, sino que el origen de la Escritura no es humano sino divino, que no procede del pensamiento humano.
D. En este tratado examinaremos algunos abusos del lenguaje figurado. Por ejemplo, dijo Jesús (Jn. 2:19), "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré". El ver. 21 dice, "Mas él hablaba del templo de su cuerpo", pero los falsos testigos dijeron, "Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo" (Mat. 26:61). Esto demuestra el abuso del lenguaje figurado. De la misma manera muchos maestros religiosos, y hasta hermanos en Cristo han abusado del lenguaje figurado; por ejemplo, hay hermanos que enseñan que se debe usar una sola copa en la cena del Señor porque Mat. 26:27 habla de "la copa". Estos también entienden mal el lenguaje figurado, porque la palabra "copa" no se refiere al recipiente, sino al "fruto de la vid" (Mat. 26:29). Por lo tanto, es necesario estudiar con cuidado el lenguaje figurado.
E. ¿Cómo se puede saber que cierto texto usa lenguaje figurado? (1) Si el texto dice que es lenguaje figurado, Juan 16:25; Mar. 4:34; Gál. 4:24; 2 Ped. 2:22, etc.; (2) si el sentido del contexto lo indica; (3) si el significado literal indica una imposibilidad; (4) si el sentido literal contradice otro texto; (5) sobre todo, por medio del uso del sentido común se reconoce el lenguaje figurado, porque lo usamos todo el tiempo en nuestro propio idioma.
F. A veces se usa una figura pero no toda palabra en el texto es figurada. Por ejemplo, 1 Cor. 10:4, "roca espiritual" es figura pero Cristo es literal. En 1 Ped. 3:20, 21, la salvación de Noé y su casa por agua es figura de nuestra salvación por el bautismo, pero el agua en los dos casos es agua literal, como también la salvación. Hech. 22:16, "bautízate, y lava tus pecados"; en esta frase "lava" es figura porque los pecados no pueden ser lavados literalmente con agua, pero el agua del bautismo es literal y el perdón de pecados (representado como un lavamiento) es literal también. Los evangélicos dicen que el bautismo de 1 Ped. 3:21 y Hech. 22:16 es "símbolo" de la salvación. Dice el pastor evangélico que el bautismo es como una fotografía: muestra la foto de su esposa y dice que la foto no es su esposa, sino solamente la representación de su esposa, y afirma que la foto es como el bautismo. Hablan así los evangélicos porque no entienden o no distinguen el uso del lenguaje figurado.
G. 1 Cor. 3:9, Pablo representa a la iglesia como un edificio: "vosotros sois ... edificio de Dios". Pablo puso el fundamento del edificio y exhorta a los edificadores a tener cuidado acerca de los materiales que usen en la construcción. El describe materiales que duran y otros que no duran. Esta figura es violada por aquellos que interpretan estos materiales como diversas doctrinas, porque Pablo dice claramente que los miembros son el edificio. Con esto concuerda 1 Ped. 2:5.
I. Ejemplos del lenguaje figurado.
A. La parábola. Mar. 4:34, "Y sin parábolas no les hablaba". Las parábolas de Jesús son ejemplos hermosos del lenguaje figurado. Una parábola es una historia terrenal con significado celestial. La parábola es una historia o ilustración tomada de los eventos y actividades diarios de la gente. La parábola no es una fábula en la cual los animales y aun cosas inanimadas hablan, etc. (Jueces 9:8, "Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros".) Luc. 16:19-31 no es una parábola, porque este texto habla de un individuo específico llamado Lázaro, pero en las parábolas no hay nombres de individuos específicos. La parábola --al igual que otras figuras--, es un medio eficaz de enseñar, porque es fácil recordarla (¿quién no sabe la historia del hijo pródigo y la de las diez vírgenes?) Sin embargo, Jesús explica (Mat. 13:10-13) que también la parábola ocultaba la verdad. Además, vemos en Mat. 21:45 que una parábola era como un espejo para los fariseos ("entendieron que hablaba de ellos").
B. La alegoría, "ficción que presenta un objeto al espíritu, de modo que despierte el pensamiento de otro objeto" (Larousse); "allegoreo, hablar, no según el sentido primario de la palabra, sino que los hechos afirmados se aplican a ilustrar principios. El significado alegórico no anula el significado literal de la narración. Puede ser que encontremos más de un significado alegórico, aunque, desde luego, sólo haya un solo significado literal. Las historias de las Escrituras representan o incorporan principios espirituales, y estos se llegan a conocer no por el vuelo de la imaginación, sino por la recta aplicación de las doctrinas de las Escrituras" (Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento, por W. E. Vine). Gál. 4:24, "Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres (Sara y Agar) son los dos pactos ...", es decir, estas mujeres representan dos pactos. Aquí cabe una advertencia: no es correcto escoger alguna historia del Antiguo Testamento y afirmar que representa cierto aspecto de la religión de Jesucristo; por ejemplo, la Biblia no dice que el arca de Noé representa la iglesia. Es necesario dejar que la Biblia misma nos diga qué cosas del Antiguo Testamento son típicas. Las parábolas de Jesús son alegorías, pues hablan de personas, cosas y eventos terrenales para enseñar lecciones espirituales. Son relatos terrenales con significado celestial.
C. La símil es la figura más común en la Biblia y se reconoce al ver las palabras "como" y "semejante". Salmo 1:3, "Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas"; Mat. 9:36, "Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor"; Mat. 23:27, "sois semejantes a sepulcros blanqueados"; 1 Ped. 1:24, "toda carne es como hierba"; 1 Ped. 2:25, "erais como ovejas descarriadas". Esta figura es muy común en la Biblia como también en español o en inglés, y no debe entenderse mal, pero algunos maestros religiosos abusan de esta sencilla figura; por ejemplo, Apoc. 14:2 dice, "y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas". Al leer esto algunos afirman que habrá arpas literales en el cielo.
D. La similitud es la forma más larga de la símil, por ejemplo, Mat. 7:24-27.
E. La metáfora es una representación. No es simplemente una semejanza como la símil, sino una representación. En la símil se dice que cierta cosa es como o semejante a otra cosa, pero en la metáfora se dice que cierta cosa es la otra cosa. Mat. 5:13, "Vosotros sois la sal de la tierra"; Jn. 14:6, "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida" (también la puerta, la vid, la resurrección, etcétera).
1. Mat. 26:26-28, "esto es mi cuerpo ... esto es mi sangre" es una metáfora y significa que el pan representa su cuerpo y que la copa ("el fruto de la vid") representa su sangre. La teología católica dice que la palabra "es" significa que literalmente el pan llega a ser el cuerpo de Cristo y el fruto de la vid llega a ser la sangre de Cristo. Esta doctrina falsa se llama "la transubstanciación". Enseñan este error por no entender o por no aceptar el significado de lenguaje figurado. Muchos miles murieron por no aceptar esta teología falsa de Roma. Tampoco entendió esta metáfora Martín Lutero quien rechazó la doctrina católica, pero inventó otro error semejante ("la consubstanciación").
2. Lamentablemente algunos hermanos en Cristo no entienden esta figura. Por ejemplo, algunos dicen que cuando damos gracias por la cena no debemos usar la palabra "representar", sino que debemos usar la palabra "es", y que aunque no lo entendemos, debemos aceptarlo por fe. Esto también demuestra la falta de entendimiento del lenguaje figurado. Recuérdese que Jesús no habló castellano (ni tampoco inglés). No hay nada misterioso ni místico acerca de este texto. Es sencillamente una metáfora, una representación. Una cosa representa otra cosa. Es como 1 Cor. 3:16, "sois templo de Dios".
3. Tipos. El tipo es una clase de metáfora. Los tipos no son simplemente palabras sino personas, hechos y eventos que apuntan hacia personas, hechos y eventos del Nuevo Testamento. Hebreos 8:4, 5 se refiere a los "sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales". Heb. 9:8, 9, al hablar del Lugar Santísimo dice, "Lo cual es símbolo para el tiempo presente". Heb. 5:5, 6, Melquisedec era tipo de Cristo. El velo del templo era tipo de la carne de Cristo, Heb. 10:20. Dice 1 Ped. 3:20, 21 se refiere a la salvación de Noé y su casa por agua y agrega: "El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva". La palabra "corresponde" viene de la palabra antitupon, antitipo, es decir, la persona, cosa o evento representado por el tipo. Juan 3:14 explica que la serpiente era tipo. Mat. 12:40, Jonás era tipo, como también Salomón (ver. 42). Pablo habla del primer Adán (Rom. 5:14). Pero es importante observar que ha habido abusos de tipos; por ejemplo, se oye decir que el arca era tipo de la iglesia, pero la Biblia no dice esto. No nos conviene designar algo como tipo a menos que el Nuevo Testamento lo haga.
F. La implicación (hypocatastisis), una figura que implica que una cosa es semejante o que representa otra cosa. (La símil habla de una semejanza; la metáfora dice que una cosa es (representa) otra cosa; pero hay mucho lenguaje figurado que solamente implica que una cosa es como otra cosa o que representa otra cosa. Mat. 15:13, "Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada"; en este texto Jesús no usa las palabras "como" o "es", sino implica que las tradiciones humanas serán condenadas por Dios. Juan 2:29, "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré"; no dice "como" ni "es", sino implica que su cuerpo es como un templo que sería destruido (crucificado) por los judíos y que en tres días resucitaría. Hechos 20:29, "después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces" (falsos maestros). Mat. 15:26, "No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos". En estos textos se implica cierto pensamiento.
G. La metonimia, "figura de retórica que consiste en designar una cosa con el nombre de otra". Esta figura no se basa en la semejanza como la símil ni en la representación como la metáfora, sino en la relación.
1. Usar el nombre del recipiente para indicar su contenido. Deut. 28:5, "Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar" (dice canasta pero se refiere a la cosecha, lo que llena la canasta; dice artesa de amasar, pero se refiere al pan). Luc. 22:17, "la copa" significa su contenido. En todos los textos que hablan de "la copa" de la cena del Señor se emplea esta figura. "La copa" es la bebida, el fruto de la vid. Los textos mismos lo indican claramente: Mat. 26:26-29, la copa "es mi sangre", "este fruto de la vid"; lo mismo en Mar. 14:22-25; en Luc. 22:17 la copa se reparte (se divide); 1 Cor. 10:16, la copa es la comunión de la sangre de Cristo; la copa se bendice; en el ver. 21, se bebe; 1 Cor. 11:25, 26, se bebe. Compárense Jer. 49:12, ("los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente") y Ezeq. 23:32, ("Beberás el hondo y ancho cáliz de tu hermana"). La persona que no acepta esta verdad obvia, de que Jesús emplea una figura, está obligada a enseñar también que "la mesa" de la cual todos participamos (1 Cor. 10:21) es una mesa literal, y otro elemento sagrado en la cena del Señor. Algunos hermanos insisten en que el recipiente del fruto de la vid es el tercer elemento de la cena, y que simboliza el nuevo pacto. El error de estos falsos maestros ilustra la necesidad de estudiar y entender el lenguaje figurado. Estos, al igual que los católicos, los mormones y otros sectarios, han corrompido la cena del Señor y han dividido la iglesia.
2. Nombrar la causa para indicar el efecto. Luc. 16:29, "A Moisés y a los profetas tienen, óiganlos"; tenían los escritos (el efecto) de Moisés y los profetas (la causa). Hech. 7:51, "resistís siempre al Espíritu Santo"; resistían el testimonio (la obra o el efecto) del Espíritu Santo (la causa). 1 Cor. 14:12 dice literalmente, "anheláis espíritus"; anhelaban dones (el efecto) del Espíritu Santo (la causa). 1 Tes. 5:19, "No apaguéis al Espíritu"; no apaguéis los dones (ver. 20) (el efecto) del Espíritu (la causa). Nadie puede literalmente resistir ni apagar al Espíritu, pero puede resistir el testimonio y apagar los dones del Espíritu. Efes. 5:18, "sed llenos del Espíritu"; ¿ser llenos de qué? Gál. 5:22, 23 explica: "el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, etcétera". Al recibir al Espíritu (la causa) recibimos los efectos que El lleva a cabo en nosotros (las bendiciones y privilegios de la salvación, la santificación, la fuerza espiritual, y la participación en las cosas de Dios, "la comunión del Espíritu Santo", 2 Cor. 13:14; Heb. 6:4). Muchos están confusos con respecto al papel del Espíritu Santo no solamente en la conversión, sino también en la vida del cristiano, pero al reconocer la figura de la metonimia -- de poner la causa por el efecto -- se elimina la confusión. Algunos hermanos tienen el concepto medio-pentecostal de una morada literal y personal del Espíritu Santo en el cristiano, pero los textos que hablan de morar o habitar el Espíritu Santo en nosotros ponen la causa por el efecto (el Espíritu, por lo que el Espíritu hace). Otro ejemplo muy conocido de la figura de metonimia que pone la causa por el efecto son los muchos textos que dicen "lengua" o "boca" para hablar de las palabras pronunciadas, o el idioma hablado, por la lengua o boca, Sal. 5:9, 10; Prov. 10:20; 15:15; Jer. 18:18; Hech. 2:4, etc.
3. Una opinión acerca de cierta cosa se pone en lugar de la cosa misma. 1 Cor. 1:21, "agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación". ¿Creía Pablo que la predicación es locura? Desde luego que no creía tal cosa, pero usó la figura de metonimia al poner la opinión de otros por la cosa referida.
4. Otros ejemplos de la figura de metonimia:
a. 2 Cor. 5:21, "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado". ¿Llegó a ser pecado Jesús? Llegó a ser el sacrificio por el pecado. En este texto el pecado se pone por el sacrificio por el pecado. Compárese Efes. 5:2; Isa. 53:10.
b. Heb. 13:4, "lecho" (cama) se refiere a relaciones sexuales. "koite ... el lecho matrimonial, He 13:4; en Ro 13:13 se usa de la relación sexual. Por metonimia, donde la causa se pone en lugar del efecto, denota concepción, Ro 9:10" (Vine).
c. Luc. 3:6, "Y verá toda carne la salvación de Dios"; "carne" se refiere a la raza humana.
H. La elipsis, "figura de construcción que consiste en suprimir en la oración aquellas palabras que no son indispensables para la claridad de la misma: "¿Qué tal?" "Así, así", "¿Y aquello, qué?" son oraciones elípticas". Hay elipsis en 2 Ped. 1:5-7. Es muy posible que 1 Cor. 15:29 sea un ejemplo de esta figura. Dice Pablo, "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?" La doctrina del "bautismo vicario" (que alguno puede bautizarse por algún antepasado muerto que murió sin bautizarse) contradice todos los textos claros y sencillos que requieren la obediencia individual.
1. La palabra "por" traduce la palabra griega huper, que significa por, en pro de, a consideración de, con respecto a. En el mismo capitulo, ver. 3, "Cristo murió por (huper) nuestros pecados", la palabra significa "con respecto a"; en Rom. 9:27 se traduce "tocante a"; en Juan 1:30 se traduce "de" y significa "concerniente". Si Pablo hubiera enseñado el bautismo vicario, habría escrito anti en lugar de huper (como lo hizo en 1 Cor. 11:15, "en lugar de velo"). En el capitulo 15 Pablo menciona varias consecuencias tristes para los cristianos si no hay resurrección: léanse los versículos 12-19. Los versículos 20-28 son un paréntesis, y luego en los versículos 29-32 el continúa la explicación de las consecuencias si no hay resurrección.
2. El bautismo tiene mucho que ver con la muerte y la resurrección tanto en sentido físico como en sentido figurado. En el bautismo no solamente nos unimos simbólicamente con Cristo, sino también nos unimos con los que han muerto en Cristo y esperan la resurrección. Pero si éstos no resucitan, entonces ¿por qué nos unimos con ellos en el bautismo? El bautismo simboliza la muerte, la sepultura y la resurrección; por lo tanto, si no hay resurrección, el bautismo pierde su significado. Recuérdese que en el ver. 12 Pablo pregunta, "¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?" Algunos negaban la resurrección, pero no se dice que éstos habían dejado de bautizar gente. Por eso Pablo les está mostrando su inconsecuencia, porque sin la resurrección el bautismo no tiene sentido. La persona que es bautizada en agua para perdón de los pecados, sabe que aunque muera, por haber resurrección de los muertos, será resucitada a la vida eterna, como los ya muertos en Cristo.
3. Es posible, pues, que el ver. 29 contiene una elipsis que la gente de aquel entonces entendía pero causa problema para nosotros. Es posible que significa lo siguiente: "¿que harán los que se bautizan con respecto a los muertos (y su resurrección), si en ninguna manera los muertos resucitan?" Esta interpretación armoniza con el contexto (el tema de la resurrección). Si es correcta esta interpretación, entonces hay una elipsis, y las palabras "y su resurrección" pueden suplirse.
I. La hipérbole, "figura de retórica que consiste en exagerar para impresionar el espíritu: un gigante, por un hombre muy alto..." Por ejemplo, Deut. 1:28, "ciudades amuralladas hasta el cielo"; Sal. 119:136, "Ríos de agua descendieron de mis ojos"; Juan 21:25, "ni aun en el mundo cabrían los libros". En esta figura no hay nada de representación falsa, y la exageración es obvia. Se usa simplemente para dar más fuerza al dicho.
J. La ironía, "burla o sarcasmo que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice". 1 Reyes 18:27, Elías empleó la ironía para burlarse de los profetas de Baal: "Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle". Pablo la empleó en 2 Cor. 11:5, "pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles" (no se refiere a los apóstoles verdaderos, sino a los falsos apóstoles mencionados en este mismo capítulo, vers. 11-15). Otro ejemplo se encuentra en 1 Cor. 4:8, "Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis".
K. La sinécdoque, "figura de retórica que consiste en tomar una parte por el todo, o el todo por una parte, o la materia de una cosa por la cosa misma: a tanto por cabeza ..."
1. Esta figura se usa comúnmente en el Nuevo Testamento con respecto a los requisitos para ser salvo: una cosa, un acto de obediencia, representa la obediencia completa (tomar una parte por el todo). Muchas veces se afirma que la fe nos salva (Juan 3:16 y muchos otros textos), y la mayoría de las iglesias humanas se basan en estos textos para enseñar la salvación por la fe sola. Es un error trágico que contradice muchos otros textos que enseñan otros requisitos.
2. Pedro nos dice que el arrepentimiento nos salva: "¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" (Hech. 11:18). ¿Somos salvos por el arrepentimiento solo? En Rom. 10:10 Pablo dice, "Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación"; ¿somos salvos por la confesión sola? Pedro también dice que "el bautismo ... ahora nos salva" (1 Ped. 3:21). ¿El bautismo solo nos salva? Cristo dice, "por tus palabras serás justificado" (Mat. 12:37). ¿Seremos justificados solamente por hablar buenas palabras?
3. Estos textos toman "una cosa por el todo"; es decir, el requisito nombrado representa la obediencia al evangelio. Santiago refuta la doctrina de "salvación por la fe sola" al decir, "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe" (2:24).
4. Esta figura de tomar "una cosa por el todo" se usa repetidas veces para indicar la cena del Señor: Mat. 26:29, "no beberé más de este fruto de la vid"; Hech. 2:42, "el partimiento del pan"; Hech. 20:7, "partir el pan"; 1 Cor. 10:21, "la mesa del Señor".
L. El eufemismo, "modo de expresar con decoro ciertas ideas". La palabra "cruz" trae a la mente un instrumento horrible de tortura; es posible que la palabra "madero" se emplee a veces para no hablar siempre de la cruz (Hech. 5:30; 10:39; 13:29; etcétera). Otro ejemplo de lo mismo se halla en Jn. 11:11 ("Lázaro duerme") y en Hech. 7:60 (Esteban "durmió"), "dormir" en lugar de "morir".
M. La paradoja, "opinión contraria a la comuna". Cristo empleó esta figura varias veces: Luc. 18:14, "cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido"; Mat. 10:39, "el que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará"; Mat. 20:16, "los primeros serán postreros, y los postreros, primeros".
N. La personificación, "acción de atribuir a una cosa inanimada o a un ser abstracto la figura, los sentimientos, el lenguaje de una persona". Por ejemplo, Isa. 55:12, "los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso". Rom. 6:9-18, el pecado y la justicia se representan como amos; Prov. 8:1, la sabiduría "clama" como persona.
O. La pregunta retórica, la pregunta que no requiere y no espera contestación: Gén. 3:9,"¿Dónde estás tú?"; Mat. 16:26, "¿Que aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?"; 1 Cor. 14:36, "¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?"
P. El proverbio, "paroimia ... un refrán, una máxima, o un enigma, 2 P 2:22" (Vine), "El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno". Mat. 19:24, "es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios"; este texto se ha discutido mucho y algunos han propuesto la idea de que había en Jerusalén una puerta llamada "ojo de aguja" por la cual un camello podía pasar si estaba arrodillado. Tales explicaciones solamente confunden el asunto; lo que Jesús dijo es un proverbio, bien entendido por todos. Mat. 24:28, "dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas"; Jesús habló este proverbio sencillo para indicar que Israel era corrupto como un cuerpo muerto y, por eso, atraía su propia destrucción (véase Mat. 23:37, 38). Luc. 9:62, "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios", proverbio acerca del doble ánimo; el que ara mirando hacia atrás tendrá un surco muy chueco.
Q. El antropomorfismo, figura en que se atribuye a Dios características humanas. 1 Ped. 3:12, "los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones". Hay muchos textos bíblicos que usan esta figura, y los mormones afirman que, por eso, Dios tiene un cuerpo de carne y hueso. En una discusión que tuve con ellos sobre este tema, agregué Sal. 17:8, "Escóndeme bajo la sombra de tus alas", y no les gustó.
R. La paranomasia, figura que repite una palabra pero con otro significado. Mat. 8:21, 22, "Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos" (que los que están muertos espiritualmente entierren a los que están muertos físicamente). El ver. 18 dice que Jesús "mandó pasar al otro lado", es decir, estaban saliendo de ese lugar. Los que le acompañaban tenían que estar muy resueltos a poner a Cristo y su reino primero en su vida. Los apóstoles ya habían dejado todo para seguirle (Mat. 4:18-22; 19:27). No conviene tratar de cambiar el sentido obvio de este requisito del Señor. Para suavizar esta enseñanza algunos dicen que el hombre quería cuidar de su padre ancianito hasta que muriera y entonces seguir a Jesús, pero no es posible probar que esta explicación sea correcta. Este concepto implica que los familiares de éste todavía serían incrédulos cuando el padre muriera, cosa que no debemos suponer, pues los hermanos incrédulos de Jesús (Jn. 7:5) pronto llegaron a ser creyentes (Hech. 1:14). Mat. 8:22 no es un dicho más duro que Mat. 19:21 o Luc. 14:33. Jesús conoció el corazón del joven rico y del individuo de Mat. 8:21 y lo que les dijo era necesario para ellos. Los que siguen a Jesús no pueden ser de doble ánimo.
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