La Humildad
Introducción:
La humildad es "modestia de espíritu," mansedumbre. Los humildes son los que saben que son débiles, indignos y necesitados de la gracia de Dios.
I. La humildad es mandada
A. Es una de las tres cosas que Dios requiere del hombre - Miqueas 6:8.
B. "Revistíos de humildad" - 1 Ped. 5:5, 6.
C. "Alábate el extraño, y no tu boca" - Prov. 27:2.
D. "Siéntate en el postrer lugar" - así manifestando su humildad - Lucas 14:10; Mat. 23:6.
E. "No seáis arrogantes" - Rom. 11:25.
F. "No tengas más alto concepto de sí que el que debe tener" - Rom. 12:3.
G. "En cuanto a honra, prefiriéndoos" - Rom. 12:10.
H. "No altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión"- Rom. 12:16.
I. "Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los otros en amor" - Ef. 4:2.
J. "Vestíos... con... humildad" - Col. 3:12.
II. La humildad ejemplificada por Cristo
A. Cuando dejó el cielo y llegó a ser hombre - Fil. 2:3-8.
B. Cuando se lavó los pies de sus discípulos - Juan 13:3-15.
C. Cuando sufrió persecuciones y muerte - Isa. 53:7, 8.
III. La humildad no debe confundirse:
A. Con la humildad falsa - Col. 2:18-23 que es "una especie de velo que cubre el orgullo espiritual, y consiste en sujetarse el hombre voluntariamente a cosas no mandadas por Dios."
B. Con la cobardía o la timidez. Cristo siempre era humilde - nunca cobarde ni tímido.
IV. La humildad resulta en:
A. Una multiplicidad de bendiciones - Mat. 5:3.
B. Ser ensalzado
1. Así prometió Cristo - Lucas 18:10-14; Sant. 1:9.
2. Cristo fue exaltado y ensalzado después de humillado - Fil. 2:9-11; Heb. 2:9.
3. El más humilde ocupa el lugar más alto en el reino - Mat. 18:1-4.
C. De la humildad resulta la salvación - Job. 22:29; Sal. 149:4.
D. Ser atendido por Jehová - Sal. 138:6.
E. Ser guiado y enseñado por Dios - Sal. 25:9; Lucas 10:21.
F. Recibir gracia de Dios - Sant. 4:6.
G. Sabiduría - Prov. 11:2.
H. Alegría - Isa. 29:19.
V. Como mantener la humildad
A. "Me fue dado un aguijón en mi carne... para que no me enaltezca sobremanera" - 2 Cor. 12:7.
B. Nos humillamos cuando nos acordamos de los tiempos antiguos - Deut. 32:7.
1. Eramos rebeldes - Tito 3:3-5.
2. Estábamos sin Dios - perdido - Ef. 2:11-13. El ver el contraste entre nuestra vida antigua y la nueva vida en Cristo nos hace humildes. El pensar en lo que éramos y luego en lo que somos nos hace humildes.
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