El corazón: tesoro bueno o malo
(Luc. 6:45)
Introducción.
A. El corazón es la fuente de toda actividad, Prov. 4:23.
B. De la abundancia del corazón la boca habla, Mat. 12:34.
I. ¿Qué es el corazón?
A. El intelecto.
1. El corazón piensa, Gén. 6:5; Prov. 23:5.
2. El corazón razona, Mar. 2:8.
3. El corazón entiende, Mat. 13:15.
4. El corazón cree, Rom. 10:9, 10.
B. Las emociones.
1. El corazón desea, Rom. 10:1.
2. El corazón ama, Mat. 22:37.
3. El corazón confía, Prov. 3:5.
C. La voluntad.
1. El corazón tiene intenciones, Heb. 4:12.
2. El corazón propone, 2 Cor. 9:7.
3. El corazón obedece, Rom. 6:17.
D. La conciencia, 1 Jn. 3:20.
II. El hombre bueno, del buen tesoro del buen corazón saca buenas cosas.
A. Porque su intelecto es puro.
1. Tiene pensamientos buenos, Fil. 4:8
2. Entiende la voluntad de Dios, Efes. 5:17.
3. Con el corazón se cree para justicia, Rom 10:9, 10.
B. Tiene emociones puras.
1. Ama a Dios y a los hermanos, Mat. 22:37, 39.
2. Con propósito de corazón permanece fiel al Señor, Hech. 11:23.
3. Ama la obediencia porque Cristo es el Salvador de los que le obedecen, Heb. 5:9.
III. El hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
A. El intelecto (el entendimiento) del hombre malo está entenebrecido (Rom. 1:21; Efes. 4:18).
B. Ha sido corrompido por los pensamientos malos, Mat. 9:4; 15:19.
B. Las emociones no están en armonía con la voluntad de Dios.
1. Algunos aman al mundo, 1 Jn. 2:15, 16.
2. Hay avaricia en el corazón, pues aman el dinero, Jos. 7:21; Hech. 5:3; 1 Tim. 6:9.
3. Hay odio en el corazón, 2 Sam. 6:16.
3. Hay amargura en el corazón, Efes. 4:31.
4. Hay temor en el corazón, Mat. 10:28; Mat. 26:56; 2 Tim. 4:16.
5. Hay envidia y malicia en el corazón, Mat. 15:19; Gén 4:8; 39:4, 11; Mat. 27:17; 1 Jn. 3:15.
C. La voluntad del malo es rebelde e inflexible.
1. Es culpable de codiciar, 2 Sam. 11:2,3; Mat. 5:28; 2 Ped. 2:14.
2. Es rebelde, Jer. 5:23.
3. Es impenitente, Rom. 2:5.
IV. Del corazón mana la vida, Prov. 4:23; 23:7; Mat. 12:34; 15:18, 19; Sant. 1:14, 15.
V. Por lo tanto, es necesario guardar tu corazón, Prov. 4:23.
A. Esdras lo preparó, Esd. 7:10.
B. "Rasgad vuestro corazón", Joel 2:13.
C. "Haceos un corazón nuevo", Ezeq. 18:31.
D. Se debe guardar el corazón Para poder practicar el dominio propio, 2 Ped. 1:6.
E. Se debe guardar el corazón para poder enseñorearse del espíritu, Prov. 16:32.
F. Si el hombre guarda el corazón, las acciones serán correctas.
Conclusión.
A. Dios conoce el corazón, 1 Sam. 16:7; Sal. 44:21.
B. Por lo tanto, cada quien debe examinar y guardar el corazón.
B. Se debe obedecer de corazón, Rom. 6:17, 18.
Al Estudio Anterior: Paciencia - sobrellevar, permanecer bajo | Al Siguiente Estudio: El cristiano y la sociedad (1 Pedro) |