1 Corintios 15:58

Introducción.

          A. Dice esto después del estudio sobre la resurrección.

          B. Da otra exhortación al concluir la carta: 16:13, 14.

          B. Expresa la confianza de Pablo, la que todos debemos poseer.

          C. Había muchos errores y dificultades en la iglesia de Corinto.

          D. Muchos cristianos del primer siglo aceptaron estas exhortaciones, y aun murieron por la fe, la cual es ganancia (Fil. 1:21).

I.  ¿A quién o a quiénes escribió Pablo estas exhortaciones?

          A. "... y a todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar..." (1 Cor. 1:1, 2).

          B. "Hermanos míos amados."

               1. Hermanos indica la comunión fraternal de los cristianos. Tenemos el mismo Padre. Nacimos otra vez en la misma familia, la casa de Dios. (Juan 3:3, 5); "Yo os engendré por el evangelio."  (1 Cor. 4:15); "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la  palabra de Dios, que vive y permanece para siempre" (1 Ped. 1:23). Llevamos la misma imagen (la de Dios). "Y  revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno" (Col. 3:10). Somos participantes de la misma naturaleza, la naturaleza divina, (2 Ped. 1:4).

              2. Los Hermanos están unidos (atados) en amor (Efes. 4:15, 16).

II. Estad firmes, fijos, en las cosas "que pertenecen a la salvación" (Heb. 6:9), las cosas permanentes.

          A. "Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído" (Col. 1:23).

          B. Hay que tener convicción. "Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta  manera peleo, no como quien hiere el aire" (1 Cor. 9:26); "Por lo cual asimismo padezco esto: mas no me avergüenzo porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día" (2 Tim. 1:12). Lamentablemente hay hermanos que no tienen convicción respecto al plan de salvación, la iglesia, la santidad, etc., aunque hayan sido miembros por muchos años.

III. Constantes, inmóviles.

          A. No movidos por el temor de los hombres (Lucas 12:4, 5).

          B. No movidos por las asechanzas del diablo (Efes. 6:10, 11).

          C. No movidos por el mundo y sus atracciones y placeres (1 Jn. 2:15-17).

          D. No movidos por la tristeza o el sufrimiento por causa del nombre de Cristo. "Para que nadie  se conmueva por estas tribulaciones porque vosotros  sabéis que nosotros somos puestos para esto" (1 Tes. 3:3); "Todos los que quieren vivir   piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Tim. 3:12).

IV. Creciendo en la obra del Señor siempre.

          A. A la iglesia de Efeso Jesús dijo: "Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete y haz las primeras obras..." (Apoc. 2:5).

          B. A la iglesia de Tiatira Jesús dijo, "Yo he conocido tus obras, y caridad, y  servicio, y fe y tu paciencia y que tus obras postreras son más que las primeras" (Apoc. 2:19).

V. Sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.

          A. Los resultados nos pueden desanimar.

               1. Algunos no nos hacen caso. No quieren oír.

               2. Hay muy poco interés entre los oyentes (aun entre hermanos).

          B. Por esta causa a veces no estamos firmes, constantes.

          C. Pero el trabajo en el Señor nunca es en vano.

               1. "Como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá... así será mi palabra que sale de mí boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero" (Isa. 55:10, 11).

               2. "Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado a su nombre" (Heb. 6:10).

               3. "No perdáis pues vuestra confianza, que tiene grande remuneración..." (Heb. 10:35).

          D. El evangelio hace dos cosas: (1) salva a los hombres o (2) les deja sin excusa alguna. "Para Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden: a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida", (2 Cor. 2:15, 16).

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