El Diezmo y la Ofrenda

      1. Abraham y Jacob. Gén. 14:20, Abraham dio diezmos de los despojos de la batalla cuando rescató a Lot. Gén. 28:20-22, Jacob promete que si Dios le bendice y le cuida, “de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”.

      2. Ley de Moisés sobre el diezmo.

          A. Lev. 27:30, “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.  32  Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová”. Deut. 14:22, “Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año”.

          B. Para los levitas. Cuando el pueblo de Israel ocupó la tierra de Canaán, la tribu de Leví no recibió herencia de tierra (Núm. 18:23). Recibieron 48 ciudades con sus suburbios para su ganado (Núm. 35:2-8), y las demás tribus pagaban el diezmo para sostener a los levitas en su ministerio en el tabernáculo. Núm. 18:21 (23-24), “Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión” (Deut. 12:19; 14:27-29). Heb 7:5 Hijos de Leví tomaban del pueblo los diezmos.

          C. No escoger de antemano el décimo animal. Lev. 27:32, 33, “Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas”. Deut. 15:21; Mal. 1:8, “Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto?”

          D. Los levitas mismos pagaban diezmos de los diezmos que recibían para sostener a los sacerdotes que servían en el santuario. Neh 10:38,39 Levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa.

          E. A veces el diezmo para el levita era descuidado. 2 Crón. 31:4-12; Mal. 3:7-11.

      3. Aparte del diezmo el pueblo de Israel ofrendaba. Hay muchísimos textos que hablan de los sacrificios de toda clase (el holocausto, las ofrendas de olor grato, la ofrenda de paz, las ofrendas por el pecado, la ofrenda de expiación por yerro, ofrenda de libación, las ofrendas mecidas y elevadas). ¿Cómo se compara la ofrenda nuestra con las de los israelitas?

      4. Jesús enseñó que los judíos deberían diezmar. Mat. 5:18, 19; Luc. 11:42, “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”. Pero Jesús cumplió la ley y la clavó a la cruz (Col. 2:14).

      5.  Pero Cristo y los apóstoles no imponen el diezmo sobre la iglesia. Dice el Nuevo diccionario bíblico que el diezmar “No fue prescrito a los cristianos ni por Cristo no por los apóstoles” – pero el diezmar es el medio principal de iglesias sectarias para recaudar fondos. Aunque el NT no lo autoriza les conviene a las iglesias sectarias y por eso lo practican.

      6. Gál. 3:10, “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas”. Por eso, el enseñar el diezmo como doctrina (como mandamiento) es muy peligroso, porque los que lo hacen “dependen de las obras de la ley” de Moisés y caen bajo la condenación. Si imponen una de las leyes de Moisés, están obligados a imponer todas las demás leyes. Gál. 5:4, caer de la gracia.

      7. El cristiano debe al Señor no solamente cierto porcentaje de lo que tiene o gana, sino TODO EL SER. 1 Cor. 6:19, 20; Rom. 12:1, sacrificio vivo; Fil. 4:18, ayudar al evangelista es “sacrificio acepto”; Heb. 13:15, “sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.  16  Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. 1 Ped. 2:5, “sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables”. Pero muchos hermanos creen es un gran sacrificio asistir a los servicios unas cuatro horas cada semana y a las series de servicios de vez en cuando.

      8. Pablo (el Espíritu Santo) nos enseña la gracia de ofrendar, 2 Cor. 8:1-5, 9; 9:6-8.

      9. Imitar a Cristo. 2 Cor 8:9, “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.  Mat. 19:27, los apóstoles dejaron todo. Véase Luc. 14:33, “renuncia a todo”.

      10. Imitar a los macedonios.

          A. Eran hermanos pobres: “en grande prueba de tribulación … su profunda pobreza”. ¡Los santos necesitados que recibían ayuda en el primer siglo de las iglesias estaban aun más pobres que “profunda pobreza”. ¡Imagínese la condición de ellos!

          B. Los pobres pueden ofrendar. Se piensa a veces, “Son muy pobres – por eso, no TIENEN que ofrendar”. Estos hermanos QUERÍAN ofrendar, 2 Cor. 8:4. (¿Por qué no decimos, “Son muy pobres, no tienen que cantar, orar y participar de la cena”? Decimos a los visitantes ustedes no TIENEN que ofrendar; es decir, nosotros sí TENEMOS que ofrendar, pero ustedes no.

          C. La gracia de ofrendar significa que no es un “impuesto”, sino un privilegio depositar nuestro $ en el banco del cielo. Allí tenemos cuenta, Fil. 4:17 (¿cómo está nuestra cuenta celestial? A veces el banco nos avisa que hay ”fondos inadecuados”).  2 Cor. 8:7. Pablo no quería empobrecer a los macedonios. Quería enriquecerles. Cuando ofrendamos no estamos llenando el platillo de Dios; más bien, El está llenando el platillo nuestro. Dios quiere que seamos ricos, que tengamos tesoros en el cielo.

          D. Ofrendaban con sacrificio, pero también con gozo, 2 Cor. 8:2; 2 Cor. 9:7. Compárense Ex. 36:5-7; 1 Crón. 29:1-9; Neh. 12:43. 2 Cor. 8:5 Macedonios, primeramente se dieron a sí mismos al Señor.

      11. Si uno ofrenda solamente porque “debe” ofrendar, es como “impuesto”. Dios quiere que la ofrenda sea con gozo, gratitud, ama al “dador alegre” 2 Cor 9:7. Recordemos que Dios no es pobre (Sal. 50:10-12; 1 Crón. 29:14; Hech. 17:24, 25).

      12. Ejemplos de ofrendar con sacrificio pero con gran gozo. Para el tabernáculo. Ex. 25:1-7, 35; 36:5-7; para reparar el templo, 2 Reyes. 12:4, 5, 9-10; otra vez, 2 Crón. 34:8-11; el sacrificio de David, 2 Sam. 24:18-25 (vea el v. 4).

      13. Dios no quiere “sobrantes”. Mar. 12:43, “esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;  44  porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento”.

      14. Proponer a ofrendar según Dios nos haya prosperado, 1 Cor. 16:2; 2 Cor. 9:7. Significa apartar la ofrenda para Dios PRIMERO QUE TODO – antes de comprar comida, pagar casa, carro, otros compromisos.

15. De esta manera mostramos nuestro “amor” hacia Dios, 2 Cor. 8:24. “Señor, aquí está nuestra ofrenda. Es cuanto te amamos. “¡Oh, cuánto amo a Cristo!” Aquí está la prueba. “Señor, mira lo que hemos gastado para nosotros mismos y aquí está nuestra ofrenda para ti”. ¿Estamos ofreciendo a Dios animales cojos y ciegos?

      16. Dios quiere que ofrendemos generosamente para que nos pueda bendecir, 2 Cor. 9:8-10; Mal. 3:8-10; por no ofrendar generosamente, limitamos las bendiciones de Dios.

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