El Propósito de las Parábolas
Mateo 13:10-17; Marcos 4:10-12; Lucas 8:9-10
Introducción:
A. Parábolas en el Antiguo Testamento. Isa. 5:1-7, la par bola de la viña. Un dicho común entre rabinos judíos era "¿A qué lo compararé?" (Mateo 11:16).
B. Jesús las usaba más que nadie. Ni antes ni después ha habido otro maestro que tanto haya enseñado en par bolas. Marcos 4:33,34, "Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo".
I. ¿Qué es una "parábola"?
A. "'Parabole' denota lit., un poner al lado (relacionado con 'paraballo', arrojar o depositar al lado, comparar). Significa la puesta de una cosa al lado de otra con el propósito de comparar ... Por lo general se usa de un relato algo largo sacado de la naturaleza o de circunstancias humanas, siendo su objeto la enseñanza de una lección espiritual".
B. No es "fábula" (véase Jueces 9:14,15). Las fábulas quebrantan las reglas de la naturaleza, dando a los árboles y animales poderes humanos. Las fábulas no podrían servir el propósito de Jesús. Las fábulas enseñan lecciones prácticas que tienen que ver solamente con relaciones humanas. Las parábolas tratan de nuestras relaciones con Dios; tienen significado celestial y eterno.
C. No es "alegoría" (véase Gál. 4:21-26), porque cada detalle de una alegoría representa algo o alguien. Es verdad que a veces los elementos particulares de una parábola tienen significado (como en la parábola del sembrador), pero comúnmente cada parábola tiene una sola lección central.
1. Un error grande en el uso de las parábolas es el de buscar el significado de cada detalle de la parábola, aunque Jesús no lo haga.
2. Por ejemplo, cierto predicador presentó un sermón sobre "El Buen Samaritano", y dijo que el viajero representa la raza humana; el dejar Jerusalén representa el apartarse de Dios; Jericó representa la tentación; los ladrones, el diablo y sus ángeles; el sacerdote, el Antiguo Testamento; los levitas, la ley de Moisés; y el samaritano, el Salvador del mundo. Pero ¿qué enseñó Jesús en esta parábola? La lección de usar de misericordia con todos, sin acepción de personas, una sola lección muy sencilla y muy preciosa.
3. Más de una lección. Es verdad que puede haber en algunas de las parábolas más de una lección. Por ejemplo, la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) tiene que ver con la responsabilidad individual, pero también se refiere claramente al juicio final, de recompensa para los fieles y castigo para los infieles.
4. Las circunstancias no tienen importancia. Esta regla es importante. En la mayoría de las parábolas las circunstancias no tienen significado. Por ejemplo, Mat. 13:44, el pensamiento principal es simplemente el gozo del hombre que halló un tesoro. En seguida, Mat. 13:45,46, habla de la perla de gran precio, y el pensamiento principal es el valor del reino.
D. Una ilustración. Una parábola es simplemente una ilustración basada en eventos comunes, las actividades diarias de la gente. Jesús conoce al hombre, y conocía perfectamente a la gente de Palestina, todo aspecto y detalle de su vida diaria.
1. Leemos sus parábolas y los hogares de aquel tiempo se nos abren. Vemos una mujer haciendo pan; a otra en la costura; la emergencia de aquel que pide pan a media noche para la visita; los ricos con bodegas llenas; el trabajador que no se atreve a comer hasta que el patrón haya comido.
2. Hay muchos contrastes: judíos escogidos y samaritanos aborrecidos; el rico que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez, y el mendigo que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas.
3. Todo el panorama se presenta: el agricultor arando, el pescador con sus redes, la alegría de los que se recibían en las bodas y la tristeza de los que no podían entrar, el edificador construyendo una torre, la viuda ante el juez pidiendo justicia.
II. ¿Por Qué Habló Jesús en Parábolas?
A. Para revelar la verdad. Las parábolas son "ventanas" que dejan entrar la luz. Nos ayudan mucho en nuestro entendimiento de verdades celestiales. Jesús podía "colgar la verdad" sobre las cosas y actividades más comunes para que la veamos y entendamos mejor.
1. Por ejemplo, en este capítulo (Mateo 13) Jesús dice varias veces, "El reino de los cielos es semejante a" y luego sigue la comparación.
2. Jesús habla de "Los misterios del reino de los cielos". La palabra "misterio" se usa en el Nuevo Testamento en un sentido especial. No significa algo misterioso, oscuro y difícil o imposible de entender, sino simplemente cosas que no se podían saber sin revelación de Dios (1 Cor. 2:9-13; Efes. 3:3-6).
3. Así Jesús explica con parábolas la naturaleza verdadera del reino. Vemos la bella armonía entre las parábolas de Jesús y las enseñanza apostólica que se registra en los Hechos y en los otros libros del Nuevo Testamento.
B. Para conservar la verdad. Las parábolas nos ayudan mucho para recordar la enseñanza. ¿Quién no se acuerda del "Hijo Pródigo"? Es fácil recordar las parábolas. Cada una es una "obra maestra", sin igual en los escritos y discursos de los más destacados autores, filósofos, estadistas, etc. del mundo entero. Los nombres de Sócrates y Platón son muy reconocidos, pero ¿qué enseñaron?
C. Para dejar que sus enemigos se condenaran solos. En esta manera Jesús despertó la conciencia de la gente para que pudieran ver su propia rebeldía.
1. Natán usó este medio. 2 Sam. 12:1-7. Dejó que David pronunciara su propio castigo por haber adulterado con Betsabé y por haber muerto a Urías.
2. Jesús usó este medio. Mateo 21:33-46, la parábola de los labradores malvados. Dice el v. 45, "Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos". Sin embargo, éstos estaban endurecidos en su rebelión y tales parábolas ni les detuvieron en su plan de matar a Jesús. Pero ellos se condenaron solos.
D. Para esconder la verdad. Parece que esto contradice lo que ya se afirmó, pero es cierto. Jesús habló por parábolas para ilustrar la verdad para los sinceros y al mismo tiempo para ocultar la verdad de los insinceros. Siempre ha habido personas insinceras que no quieren la verdad, y no la aceptarán cuando se les presente. Jesús dejó en oscuridad a éstos con sus parábolas.
III. "Viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden".
A. Jesús explica por qué les habla por parábolas. Uno de los propósitos principales era para esconder la verdad de los insinceros. Muchos de los judíos de aquel tiempo abusaron de su privilegio de aprender la verdad de Dios. Jesús "a lo suyo (su universo, creado por El), y los suyos (los judíos) no le recibieron" (Jn. 1:11). A consecuencia de esto quedaron aun más confirmados en su desobediencia a pesar de haber escuchado estas bellas enseñanzas.
B. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" (Mateo 5:6). Pero estos no tenían hambre y sed de justicia.
C. Más bien, tenían sus ojos, oídos y corazones cerrados.
1. Como Balaam, Números 22:19. Balac, rey de Moab, ofreció dinero a Balaam para que maldijera a Israel. Dios le dijo, "No vaya con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es" (v. 12), pero Balaam dice a los siervos de Balac, "reposéis aquí esta noche, para que sepa qué me vuelve a decir Jehová".
2. 2 Tes. 2:10-12, "no recibieron el amor de la verdad". Este texto nos debe asustar. Pablo dice, "Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira"; es decir, si nosotros no amamos la verdad sobre cualquier asunto, y si queremos creer algo que no es la verdad, estamos en gran peligro de creer una mentira y perder el alma.
D. Vieron los milagros, oyeron la enseñanza. Pero su corazón era perverso. Debido a esto los milagros no produjeron en ellos la fe (Jn. 20:30,31). No apreciaron la enseñanza, porque Jesús enfatizó no lo material sino lo espiritual. Jesús es la luz del mundo, pero éstos cerraron sus ojos para no verla.
Conclusión:
A. Jesús habló en parábolas para que sus enseñanzas fueran más claras y efectivas. El quiere que todos entiendan y se conviertan. Pero es imposible entender y recibir el beneficio de Su enseñanza si cerramos los ojos.
B. Ojos, oídos ya cerrados. Es importante recordar que estos judíos ya tenían sus ojos y oídos cerrados antes de oír a Jesús. Llegaron a escucharle con sus ojos y oídos cerrados. Por eso les habló en parábolas. Ya hemos visto la hostilidad de ellos (9:11,34; 11:20-24; 12:2,14,24). El reaccionó a ellos de acuerdo a su reacción a El. V. 58, "Y no hizo allí (Nazaret) muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos". Cuando Faraón endureció su corazón, Dios endureció su corazón.
C. Los que predicamos y enseñamos la palabra comprendemos perfectamente lo que Jesús dice en este texto. Por más que prediquemos con convicción y fervor, los oyentes a veces se ven helados en su indiferencia hacia el mensaje. Como dice el comentarista Barclay, "Nuestras palabras se van con el viento; nuestro mensaje choca con la barrera impenetrable de la indiferencia de los hombres".
D. Discípulos bendecidos, v. 16,17. Se enriquecieron cada vez más por su buena actitud hacia la verdad, pero los otros se empobrecieron cada vez por su rebeldía.
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