Lecciones que Israel no aprendió

Introducción:

          A. "Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros" (1 Cor. 10:6, 11).

          B. Si no aprendemos las lecciones de la historia, entonces hay peligro de que la historia se repita en nuestras vidas (p. ej., los hijos cometen los errores de sus padres).

          C. Israel tuvo muchas oportunidades para aprender - Deut. 31:11; Jos. 8:35; Hech. 15:21; Oseas 4:6.

          D. Jesús dijo a los apóstoles, "¿No entendéis ni comprendéis? Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?" (Mar. 8:17, 18).

          E. "El que lea entienda" (Mat. 24:15).

I. Los judíos no aprendieron que por medio del evangelio los gentiles serían hijos de Dios e iguales a ellos.

          A. Dios dijo a Abraham, "serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Gén. 12:3).

               1. La simiente de Abraham era Cristo (Gál. 3:16), y "todos (tanto gentiles como judíos) sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús" (Gál. 3:26).

               2. Pero los judíos creían que hasta el fin del mundo los gentiles que quisieran ser hijos de Dios tendrían que circuncidarse para ser judíos primero.

          B. Juan el bautista dijo a los judíos, "y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por Padre" (Mat. 3:9); es decir, no penséis que por ser judíos serían salvos.

          C. Léanse también Juan 3:3, 5; 8:39; Rom. 4:12.

II. Los judíos no aprendieron que Dios no quiere solamente los servicios externos sino también el servicio del corazón.

          A. "Y tu corazón guarde mis mandamientos" (Prov. 3:1). "Guarda tu corazón, porque de él mana la vida" (Prov. 4:23).

          B. "Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón" (Sal. 119:34).

          C. ¿Quería Dios solamente el sacrificio de animales y ofrendas de grano y aceite? El quería la justicia, la misericordia y la humildad (Miqueas 6:8).

          D. "¡Ay de vosotros ... porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia" (Mat. 23:25).

          E. En fin, Dios quería poner sus leyes en la mente de ellos, y escribirlas sobre su corazón (Heb. 8:10).

III. No aprendieron que sus pecados los separaron de Dios.

          A. "Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios" (Isa. 59:2).

          B. "Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos... no los recibiré... Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo" (Amós 5:21-24).

          C. Por la experiencia triste el rey Saúl tuvo que aprender que "el obedecer es mejor que los sacrificios" (1 Sam. 15:22).

IV. No aprendieron que el Mesías iba a sufrir y morir.

          A. Isa. 53:4-6 lo explicó claramente, pero los judíos no lo creyeron. El etíope asistía a las reuniones solemnes de Jerusalén pero al leer este texto no lo entendía.

          B. Ofrecían sacrificios pero no entendían que las cosas de la ley no perfeccionaban a los adoradores, sino que eran una sombra o figura de cosas venideras (Heb. 7:11; 8:5, 7; 9:9). Por eso, no entendían que la pascua que ofrecían anualmente era representación del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo (Jn. 1:29).

          C. Durante el ministerio de Jesús aquí en la tierra aun sus apóstoles no querían aceptar esta verdad (Mat. 16:21-23). Después de su resurrección Jesús explicó esto a sus discípulos (Luc. 24:25, 44-47).

          D. Al predicar en las sinagogas Pablo lo explicó (Hech. 13:27; 17:3). Esta fue una de las causas de la persecución que sufrió.

V. Los judíos no aprendieron que el reino del Mesías es espiritual.

          A. "Entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo" (Jn. 6:15). Al ver sus milagros se convencieron que El era el Mesías (un Mesías político).

          B. Pero El había enseñado muchas parábolas para explicar la naturaleza de su reino espiritual y dijo a Pilato, "Mi reino no es de este mundo" (Jn. 18:36).

VI. Los judíos no entendían que solamente un remanente (resto) fiel sería salvo.

          A. Ellos creían que, por ser hijos de Abraham, todos los judíos serían salvos.

          B. Pero cuando los profetas hablaron del futuro glorioso de Israel, se referían al remanente fiel, es decir, los que obedecen al evangelio de Cristo.

          C. "Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra" (Isa. 1:9). "De Jerusalén saldrá un remanente, y del monte de Sion los que se salven" (Isa. 37:32).

          D. Pablo explica este tema ampliamente en Rom. 9-11. La traducción correcta de Rom. 11:26 es "y así (de esta manera) todo Israel será salvo", es decir, por medio del evangelio. Pablo no dice que todos los judíos serían salvos; desde esa fecha millares de judíos han muerto sin Cristo. Pedro dijo algo semejante en Hech. 15:11, "por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos".

Conclusión:

           Ahora repítanse las lecciones que Israel nunca aprendió y pregúntese cuántas personas de la actualidad las han aprendido. ¿Cuántos entienden la necesidad de la obediencia? ¿Cuántos entienden que Dios no solamente quiere actos de culto, sino que también le adoremos en espíritu y en verdad? ¿Cuántos entienden que si hay pecado en nuestra vida Dios no aceptará nuestro culto? ¿Cuántos entienden que no todos los que profesen ser hijos de Dios serán salvos sino el "remanente fiel"?

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