Requisitos para obispos No avaro
1 Tim. 3:3

I. No codicioso de ganancias deshonestas.

            A. 1 Ped. 5:2, “Apacentad la grey de Dios {5.2:-Jn. 21. 15-17.} que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto”.

            B. 1 Tim. 5:17, “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.  18  Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario”. (Mat. 10:10; Luc. 10:7). Aunque había mucha pobreza en las iglesias, podían pagar salario a los ancianos que dedicaban su tiempo completo a la obra. Cf. 1 Cor. 9:14.

                        1. Pero, como dice 1 Tim. 6:5, algunos “toman la piedad como fuente de ganancia”; los ancianos podrían abusar de esta bendición; por ejemplo, algunos podrían “anhelar obispado” pensando en la compensación monetaria.

                        2. De esa manera, se volverían “asalariados” (Jn. 10:12).

                        3. 2 Cor. 2:17, “Pues no somos como muchos, que medran falsificando (comerciando con, LBLA) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”.

                        4. Ezeq. 34:2, “Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y dí a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?  3  Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.  4  No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habeis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.  5  Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado.  6  Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas”. Compárese Mat. 9:36.

            C. La ofrenda de la iglesia ha de ser administrada por los ancianos, lo cual representa otra tentación para ellos. Muchos hombres han caído en el lazo del diablo por causa de ella.

            D. Por lo tanto, los que se escojan para obispos deberían ser hombres rectos en sus negocios. Recuérdese lo que la ley de Moisés dijo sobre esto:

                        1. Lev. 19:35, “No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida.  36  Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis”

                        2. Deut. 25:13, “No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica,  14  ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño.  15  Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.  16  Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia”.

II. El amor al dinero paraliza a la iglesia, tanto como al anciano.

            A. 1 Tim. 6:9, “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;  10  porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

            B. Los que son movidos, motivados por el amor al dinero simplemente no pueden llevar a cabo la obra de obispos.

                        1. Estos no son movidos por el amor al rebaño; más bien, son egoístas como los pastores descritos por Ezequiel.

                        2. 2 Tim. 3:2-4 describe a los tales como “amadores de sí mismos, avaros … amadores de los deleites más que de Dios”.

            C. Algunas iglesias tienen mucho dinero en el banco, porque los ancianos no quieren soltar el dinero. Quieren guardarlo. Hay muchos cientos de miles de dólares en las cuentas de las iglesias que deben usarse para predicar el evangelio, para ayudar a los santos necesitados y aun para reparar el sitio de reunión o construir otro o construir salas para clases.

III. ¿Por qué dice Pablo que la avaricia es idolatría?

            A. Efes. 5:5, “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios”; Col. 3:5, “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría”.

            A. ¿Qué es, exactamente, el ídolo? ¿Por qué Dios lo condena tan fuertemente? Porque toma el lugar de Dios en el corazón de la gente. Los que aman al dinero no aman a Dios de todo el corazón.

            B. ¿Por qué le mandó Jesús al joven rico, “vende lo que tienes, y dalo a los pobres” (Mat. 19:21)? Obviamente sus posesiones habían llegado a ser su dios.

            C. Léase Luc. 12:15-21 y obsérvense los pronombres personales (“yo”, “mis”, etc.)

IV. La iglesia debe apartarse de los avaros.

            A. 1 Cor. 5:9, “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios;  10  no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.  11  Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”.

            B. ¿Cómo se puede saber si algún hermano es avaro?

                        1. Si deja de asistir a las reuniones, no ofrenda; de esa manera él roba a Dios. Compárese Mal. 3:8-10.

                        2. Si algún hermano no ofrenda como Dios le haya prosperado, es avaro. 1 Cor. 16:2; 2 Cor. 9:6, 7; 2 Cor. 8:1-9.

                        3. Si algún hermano no comparte con el que tiene necesidad, es avaro. Es mezquino, tacaño. Efes. 4:28, “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad”. Rom. 12:13, “compartiendo para las necesidades de los santos”. 1 Jn. 3:16, “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.  17  Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?  18  Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. Véase Luc. 6:35.

                        4. Si algún hermano recibe aumento de sueldo o si su negocio prospera mucho, ¿qué hace con el aumento de dinero? ¿Hace más por el Señor o sólo más por sí mismo? Parece que muchos hermanos ya tienen planes bien hechos para el dinero que ganen o reciban.

                        5. También son avaros los hermanos que no quieren proveer salario adecuado para evangelistas. A veces ni siquiera quieren ayudarles con los gastos para ir a predicar a algún lugar.

V. Si no estamos contentos, ¿qué somos?

            A. Heb. 13:5, “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6  de manera que podemos decir confiadamente:  El Señor es mi ayudador; no temeré  Lo que me pueda hacer el hombre”. La palabra contentos se pone en contraste con avaricia.

            B. Fil. 4:11, “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.  12  Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.  13  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

VI. La avaricia es otro “cáncer” del corazón.

            A. Mar. 7:22, “los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.  23  Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.

            B. Josué 7, el caso de Acán es un ejemplo claro de cómo el problema empieza en el corazón: “Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello”. Entonces, todo el pueblo apedreó a Acán.

            B. Rom. 1:29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades”. Este mal se encuentra entre las condiciones depravadas del mundo de los gentiles.

Al Estudio Anterior: Requisitos para obispos Sobrio, prudente, decoroso - 1 Tim. 3:2
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: Requisitos para los diáconos - 1 Tim. 3:8-13