Sobrellevad los Unos las Cargas de los Otros

Gálatas 6:1-5

Introducción.

A.    Sobrellevar las cargas de otros her­manos quiere decir restaurarlos cuando pecan (Gál..6:1).

B.     Indica responsabilidad. Los miem­bros del cuerpo se preocupan unos por otros (1 Cor. 12:25). No pueden ser indiferentes cuando algún hermano sufre física o espiritualmente.

I. Sorprendido En Alguna Falta.

A. "Sorprendido", "Prolambano ... de ser atrapado en una falta, Gá 6:1, donde el significado no es el de detectar a la per­sona en el acto mismo, sino que esta per­sona sea sorprendida por el pecado, al no estar vigilante". Así entienden la palabra los señores Vine (citado aquí), Vincent, Meyer, Barnes, Lenski y los hermanos McGarvey y Lipscomb. Otros hombres eruditos creen que la palabra significa detectar en alguna falta antes de que pueda escapar o esconder su pecado. Entre estos son los señores Lightfoot, Ellicott, Thayer, Arndt-Gingrich y Robertson.

B.   Debemos "huir" del pecado (1 Cor. 6:18; 10:14; 2 Tim. 2:22), pero aun así el hermano más fiel puede tropezar (puede ser sorprendido por el pecado). ¡Cuánto más si no vigilamos! (Mat. 26:41; 1 Ped. 5:8; Hech. 20:28; 1 Tim. 4:12). Somos sor-prendidos en transgresiones debido a nuestra ignorancia, debilidad, el poder engañador del pecado, el mal ejemplo de otros hermanos, etc.

C.   En alguna falta, no en algún equívoco insignificante, sino paraptoma, "transgresión" (VM). "Denota una infrac­ción, una desviación, de la rectitud y verdad, Mt 6:14,15 (dos veces) ... En Gá 6:1 la referencia es a 'las obras de la carne' (5:19), y el pensamiento es el de que el creyente es sorprendido con la guardia baja, tomando la transgresión ventaja de este hecho". Es lógica esta ex­plicación, porque Pablo acaba de hablar de las obras de la carne.

II. Restauradle.

A.   ¿Qué hacer? Restaurar y no amputar como si tuviera gangrena. Es posible que algún miembro la tenga (2 Tim. 2:17), pero Pablo no habla de los tales en Gál. 6:1. La palabra "restaurar" viene de la palabra " katartizo, remendar, equipar completamente, se traduce 'restaurad(le)' en Gá 6:1, metafóricamente, de la restau­ración, por parte de los que son espiri­tuales, de uno que ha sido sorprendido en una falta, siendo que el tal es como un miembro dislocado del cuerpo espiritual. El tiempo está en presente continuo, lo que siguiere la necesidad de paciencia y perseverancia en el proceso". La palabra se usa en Mat. 4:21, "remendaban sus redes". Heb. 12:12,13 es semejante a Gál. 6:1, "levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado".

B.   ¿Quiénes deben hacerlo? El verbo es plural y se refiere a los "espirituales". Pablo acaba de describir "el fruto del Espíritu" (5:22,23). Desde luego, los espirituales son los que llevan el fruto del Espíritu (los que están "llenos del Espíritu", Efes. 5:18). ¿Somos espirituales o somos carnales? 1 Cor. 3:3, "porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales?" Nos' conviene consultar frecuentemente la lista de las obras de la carne (5:19-21) y preguntarnos si acaso somos en algún sentido carnales. Los tales no deben participar en restaurar a los miembros caídos. ¿Cómo podemos corregir al hermano si estamos mal nosotros mismos? (Mat. 7:1-5). Debemos practicar lo que enseñamos (Rom. 2:17-21) y no ser como los fariseos que "dicen, y no hacen" (Mat. 23:3).

C.   ¿Cómo hacerlo? "Con espíritu de mansedumbre", fruto del Espíritu. La palabra "mansedumbre" significa la com­pleta humildad delante de Dios y su palabra. Los mansos están sujetos a la corrección de Dios y, por lo tanto, tienen paciencia con sus hermanos caídos. La mansedumbre es fuerza con gentileza. No quiere decir cobarde. No tiene nada que ver con la debilidad o timidez. La persona mansa se enoja cuando debe enojarse, en la forma apropiada y solamente durante el tiempo necesario. La mansedumbre es lo opuesto del orgullo y la arrogancia. Acompaña en muchos textos la humildad (Efes. 4:2; Col. 3:12). El espíritu de mansedumbre es necesario para aprender (Sant. 1:21), para corregir (2 Tim. 2:24,25), para responder (1 Ped. 3:15), para ganar al incrédulo (1 Ped. 3:1-4), y para restaurar al hermano. Hermanos mansos están dispuestos a considerarse a sí mismos, recordando que ellos también pueden ser tentados. En esta misma carta Pablo demuestra la mansedumbre (la gen­tileza) en su manera de escribir a los Gálatas (por ejemplo, 4:19,20, "Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy per­plejo en cuanto a vosotros"). Pablo simpa­tizaba con los hermanos más débiles. 2 Cor. 11:29, "¿Quién enferma, y yo no en­fermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?" De esta manera nosotros también debemos tener compasión para identificamos con los hermanos más dé­biles. El ejemplo perfecto de la manse­dumbre con respecto a los pecadores es Jesús mismo (Luc. 7:36-50).

III. Sobrellevad y Cumplid.

A.      Sobrellevad, "soportar como una carga", ayudar a otro a llevar una carga. Somos miembros unos de otros. Cuando un miembro padece, los demás sufren con él (1 Cor. 12:26,27). La carga del hermano del v. 1 es muy pesada y lo está des­truyendo. Es necesario ayudarle para que pueda vencer sus debilidades.

B.      Los unos ... los otros. Hermanos es­pirituales deben estar muy dispuestos a "sobrellevar" la carga de su hermano. Hay que ayudarle a soportarla. Pablo dice repetidas veces "unos y otros". Nuestra relación con Dios depende de nuestra relación unos con otros.

C.   El v. 2 se explica en el v. 1. No con-viene aislar el v. 2 y aplicar esta ex­hortación a otros asuntos. Es verdad que hay muchas "cargas" y de distintas clases, pero en este texto el sobrellevar las "cargas" de otros hermanos se explica en el v. 1. Las "cargas" son las enfermedades espirituales y sus consecuencias (la tris­teza, la vergüenza, el remordimiento). Si somos espirituales y restauramos con es­píritu de mansedumbre al hermano caído en transgresión recordando que también nosotros podemos caer, entonces de esa manera sobrellevamos las cargas de otros hermanos.

D.   Cumplid la ley de Cristo. Esta frase da énfasis a lo serio del asunto de restau­rar hermanos caídos. Los que poseen las cualidades necesarias y llevan a cabo esta obra cumplen la ley de amor enseñada por Cristo (Gál. 5:14; Jn. 13:34,35; Sant. 2:8). Llevan a cabo la obra de Cristo de salvar almas. Sant. 5:19,20, "Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados". El que practica esto hace la obra de Cristo.

IV. El Que Se Cree Ser Algo.

A.      ¿Quién será? Obviamente es el hermano que no practica la enseñanza del v. 1. No lo hace porque es indiferente ha­cia su hermano, y es indiferente porque cree que él no puede caer. No toma en se­rio lo que Pablo dice en 1 Cor. 10:12, "El que piensa estar firme mire que no caiga". Este es el hermano "vanaglorioso" de 5:26.

B.      No siendo nada. No tiene fuerza espiritual. No es espiritual sino carnal. Hablando espiritualmente es un "cero" pero él cree que es un "cien". Sería buen negocio comprarlo por lo que vale y venderlo por lo que él cree que vale. Los espirituales que obedecen el v. 1 son hu­mildes, están conscientes de sus propias debilidades, y tienen temor de caer ellos mismos. Están muy conscientes de la lucha entre el Espíritu y la carne (5:16). Por lo tanto saben ayudar al hermano necesitado. Pero el hermano del v. 3 cree que no puede caer y no tiene ningún temor. Las obras de la carne no le presen­tan ningún peligro según él. No es nada, pero se cree ser algo. Se engaña a sí mismo.

C.      Más alto concepto. Rom. 12:3, "que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener". Otra vez vemos que este problema es muy básico, es la raíz de mu­chos males.

V. Cada Uno Someta a Prueba Su Propia Obra.

A.   ¿Por qué? ¿Por qué dice Pablo que cada uno debe someter a prueba su propia obra? ¿Qué tiene esto que ver con lo que acaba de decir? Cada miembro debe examinar su propia vida ante el espejo de la palabra (1 Cor. 11:28; 2 Cor. 13:5; Sant. 1:25). Cada miembro debe examinar con cuidado su propio corazón, su carácter, su obra, su conocimiento, y hacer una evaluación adecuada de sí mismo antes de examinar al hermano. Si no lo hace, es imposible que ayude al hermano, y si lo hace reconocerá que tiene         flaquezas y debilidades. Posiblemente encontrará alguna transgresión de la cual no se ha arrepen­tido. Por lo menos se acordará de trans­gresiones pasadas y aunque sean perdo­nadas servirán para que se humille y sea más tolerante hacia otros sus hermanos.

B.   Tendrá motivo de gloriarse. Si el exa­men de la propia vida ante el espejo de la palabra de Dios indica que en verdad uno es aceptable delante de Dios, bien. 2 Cor. 1:12, "Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros". Pero el que tiene concepto errado de sí mismo (v. 3) será decepcionado.

C.    Sólo respecto de sí mismo. Encon­trará en sí mismo una fuente de puro gozo y no dependerá del aplauso de otros. No tendrá gozo por haberse comparado con otros (Luc. 18:9-12; 2 Cor. 10:12). No será feliz solamente cuando sonrían otros, ni miserable cuando éstos no le aprueben. Tendrá, como Pablo, la aprobación de una conciencia limpia. Pero el que tiene más alto concepto de sí que el que debe tener depende del aplauso inconstante de otros.

D.    Cada uno llevará su propia carga. ¿Choca el v. 5 con el v. 2? En el v. 2 Pablo dice, "Sobrellevad los unos las cargas de los otros", pero en el v. 5 dice que "cada uno llevará su propia carga". El v. 5 significa que cada quien -- el hermano sincero y fiel o el hermano orgulloso y arrogante -- tendrá que aceptar          la consecuencia de su clase de vida. Cada quien será juzgado por lo que es en realidad.

Conclusión.

A Gál. 6 conectado con Gál. 5. La exhortación de Gál. 6:1-2 está relacionada con lo que había dicho en los versos anteriores acerca de las obras de la carne y el fruto del Espíritu; es decir, cuando algún hermano cae en pecado, los otros miembros deben demostrar su espiritualidad (5:22,23) en restaurarlo.

B.   Siervos inútiles somos. Los miembros fieles del cuerpo de Cristo son útiles para el Señor (2 Tim. 2:21), pero es por la gracia de Dios ("por la gracia de Dios soy lo que soy", 1 Cor. 15:10). Nadie puede jactarse (1 Cor. 1:29). Aunque seamos fieles, de todas maneras estamos cons­cientes de muchas flaquezas y tenemos que luchar diariamente contra la carne. Siempre debemos ser "pobres en espíritu" (Mat. 5:3). Con esta actitud no será difícil obedecer lo que Pablo dice en Gál. 6:1,2. Recuérdese la advertencia del v. 3, "el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña".

C.   La disciplina correcta requiere esta actitud porque sin ella no se puede prac­ticar la disciplina bíblica.

 

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