Ezequías (2)

2 Reyes 18-20; 2 Crón. 29-32; Isa. 36-39

Introducción.

       A. Habiendo estudiado “Las Reformas de Ezequías”, ahora observamos otros eventos de su vida.

       B. La narración continúa de esta manera (2 Crón. 32:1), “Después de estas cosas y de esta fidelidad…”

 

I. La invasión de Senaquerib, rey de los asirios. 2 Crón. 32:1.

       A. En el sexto año del reinado de Ezequías el rey Salmanasar llevó cautivo a Israel a Asiria, 2 Reyes 18:9-12, “por cuanto no habían atendido a la voz de Jehová su Dios”.

               1. Ezequías se había rebelado contra el rey de Asiria (2 Reyes 18:7) y “A los catorce años del rey Ezequías, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó”. (2 Reyes 18:13).

               2. En lugar de clamar a Dios y esperar su ayuda, Ezequías le pagó tributos excesivos. 2 Reyes 18:14.

               3. Pero aun así el rey de Asiria estaba resuelto a invadir a Jerusalén, y Ezequías hace preparativos para defender la ciudad.

       B. La preparación que Ezequías hizo:

               1. El primer paso de Ezequías era “cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad”, diciendo, “¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?” 2 Crón. 32:3. Entonces Ezequías hizo el túnel Siloam que trajo agua de la fuente llamada Gihón hasta la ciudad.

               2. También reparó los muros, hizo alzar las torres, hizo muchas espadas y escudos, y puso capitanes de guerra sobre el pueblo. 2 Crón. 32:5, 6.

       C. Pero sobre todo animó al pueblo a confiar en Dios, 2 Crón. 32:7, 8; Isa. 10:24. El pueblo de Dios teme la furia de los enemigos porque han olvidado a Dios, Isa. 51:12, 13; Rom. 8:31.

       D. Senaquerib envío mensajeros para asustar al pueblo, 2 Crón. 32:9-16

               1. Se burló de la confianza que el pueblo tenía en Jehová, 2 Reyes 18:22.

               2. Habló de Jehová como si fuera uno de los muchos dioses paganos, 2 Reyes 18:33-35.

               3. Imagínese que alguien sea capaz de pensar que el gran Dios y Creador del universo no tiene más ciencia o poder que un ídolo hecho de madera o piedra.

       E. Ezequías se humilló grandemente delante de Dios, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio y entró en la casa de Jehová para orar. 2 Reyes 19:1.

               1. Describió la crisis diciendo: “"Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz”, 2 Reyes 19:3.

               2. El profeta Isaías le consuela diciendo, “No temas… He aquí yo pondré en él un espíritu y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada”. 2 Reyes 19:6.

               2. El mensajero del rey de Asiria, Rabsaces, sigue amenazando a Ezequías y el pueblo de Judá, 2 Reyes 19:10-13.

               3. “Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová”, 2 Reyes 19:14.

               4. Y oraba a Dios, 2 Reyes 19:15-19 pidiendo que les salvara.

       F. Isaías le asegura que ni siquiera entrarían en la ciudad, 2 Reyes 19:32.

               1. El ángel de Dios mató a 185,000 en el campamento de Asiria. 2 Reyes 19:35.

               2. El rey volvió a Nínive y sus propios hijos lo mataron. 2 Reyes 19:37.

              

II. Ezequías “cayó enfermo de muerte”, 2 Reyes 20:1.

       A. Dios le dijo, “el profeta Isaías fue a Él y le dijo: --Así ha dicho Jehová: "Pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirás."

               1. ¡Qué buen consejo para nosotros! Porque es muy cierto que cada uno de nosotros va a morir y debemos poner en orden la vida para el encuentro con Dios.

               2. Si la vida no está en orden para morir entonces no está en orden para vivir.

               3. Todos los días debemos tener en mente este consejo. No sólo arreglar todos los negocios, preparar un testamento, etc. sino sobre todo estar seguros que están en buena condición los asuntos del alma.

       B. Ezequías no quería morir. Estaba en medio de reformas importantes y al morir él el pueblo fácilmente caería otra vez en idolatría.

               1. Sant. 5:13, “¿Está afligido alguno entre vosotros? ¡Que ore!”

               2. “volvió su rostro a la pared” 2 Reyes 20:2. Sin duda hubiera hecho como antes, yendo a la casa de Dios para orar, 2 Reyes 19:1, 14, pero ahora está muy enfermo y no podía (pero sí lo hizo cuando sanó, 20:5).

Salomón pidió que Dios escuchara a los oraran con el rostro hacia el templo, 1 Reyes 8:44, 45.

               3. El oró a Dios y “lloró con gran lloro”, 2 Reyes 20:3.

               4. El recuerda a Dios de cómo le había servido fielmente, haciendo las cosas que le agradaba.

       C. Isaías le dijo que Dios le había oído  y que iba a sanar para vivir otros quince años. 2 Reyes 20:6.

              1. ¿Le gustaría saber que va a morir en quince años?

               2. Frecuentemente el médico le dice al paciente, “tienes seis meses” o “tienes uno o dos años”. Es bueno en el sentido de avisarnos cuánto tiempo tenemos para prepararnos para morir.

               3. Pero ¿vivir con el conocimiento que para tal o cual fecha tenemos que morir? Imagínese el sentimiento de inquietud durante los últimos meses y días.

               4. En verdad el no saber cuándo vamos a morir es misericordia de parte de Dios

       D. Ezequías pidió señal para confirmar esa promesa de que iba a sanar y que otra vez pudiera subir a la casa de Dios para adorarle.

              2. Al orar nosotros pidiendo la salud ¿incluimos esto? ¿Decimos, Señor, pedimos la sanidad para que podamos asistir fielmente a los servicios?” O ¿sólo queremos sanar con propósitos personales?

       E. Dios le concedió su petición. “Hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás”. 2 Reyes 20:11.

               1. ¡Qué milagro tan excepcional e impresionante!

               2. Los de Babilonia se dieron cuenta de esta maravilla, 2 Crón. 32:31.

       F. Dios le mandó que ocupara un remedio natural. “Entonces Isaías dijo: --Tomad pasta de higos... La tomaron y la pusieron sobre la llaga; luego sanó” (2 Reyes 20:7).

               1. ¿Qué tanto efecto tuvo el remedio mismo? ¿Hubiera sanado con nada más aplicar la pasta de higos a la llaga? No. Pero ¿habría sanado si no la hubiera aplicado? Tampoco. Compárese 2 Reyes 2:8; 4:34; 5:14; Jn. 9:7; Mar. 16:16.

               2.  Algunos creen que deben orar por la sanidad y no ir con el médico ni hacer nada ellos mismos excepto orar. Creen que el consultar médico indica falta de fe en el poder de Dios. Por el contrario, el no aprovechar la atención médica muestra falta de fe en Dios porque Dios mismo provee esta bendición. Toda la ciencia médica es don de Dios, Sant. 1:17.

               3. Dios ha dado al hombre la inteligencia para descubrir los remedios eficaces y le da la inteligencia para aplicarlas a “la llaga”.

      

III. Ezequías cometió un grave error. 2 Reyes 20:11-18; 2 Crón. 32:25.

       A. Es alabado como muy fiel y excepcional, pero él, al igual que muchos otros hombres grandes, tenía “pies de barro”; es decir, tenía flaquezas.

       B.  Baladán, rey de Babilonia, le visitó habiendo oído de su enfermedad, 2 Reyes 20:12. También del prodigio con respecto a la sombra por los grados (2 Crón. 32:31).

       C. “Ezequías se alegró por ellos y les mostró toda la casa de sus tesoros: la plata, el oro, los perfumes y los ungüentos finos, su armería y todo lo que había en sus depósitos. No hubo cosa que Ezequías no les mostrase en su casa y en todos sus dominios” 2 Reyes 20:13.

               1. Los tesoros dieron a Judá y  Jerusalén la identidad o reputación de ser un pueblo de importancia, de poder militar, etc.

               2. Pero en esto Ezequías era en extremo imprudente. Al ver estos grandes tesoros sin lugar a dudas los babilonios los codiciaban y estaban resueltos a llevarlos a Babilonia.

       D. Isaías le reprendió por esta indiscreción que era simple y sencillamente una demostración de la vanidad del rey Ezequías.

               1. Le pregunta, “¿Qué vieron en tu casa?” 2 Reyes 20:15. Contesta: “Han visto todo lo que hay en mi casa; nada hay en mis depósitos que no les haya mostrado”. Ezequías no entendía que Babilonia sería el siguiente poder mundial y que llevarían al pueblo de Judá en cautiverio.

               2. Isaías profetiza algo alarmante: “"He aquí, vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará" -- dice el SEÑOR” 2 Reyes 20:17, 18.

               3. 2 Crón. 32:26, “Pero después que se enalteció su corazón, Ezequías se humilló”.

      

Conclusión.

       A. Acaz, rey malo,  era el hijo de un padre piadoso (Jotam) y él (Acaz) era  padre de un hijo bueno (Ezequías). Ezequías, rey bueno, era el hijo de un padre malo y el padre de un hijo malvado (Manasés).

       B. 2 Crón. 32:30, “Fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo”.

       C. 2 Crón 31:21, “Y toda obra que emprendió en el servicio de la casa de Dios por ley y por mandamiento, buscando a su Dios, lo hizo con todo su corazón y prosperó”.