Dios Proveerá

 

         Génesis 22:14, “Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá”.

         ¿Por qué llamó aquel lugar “Jehová proveerá”? ¿Qué sucedió en “aquel lugar”?

Dios dijo: Ofrece a tu hijo

         Gén. 22:1,  “Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  2  Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.

¿Dónde está el cordero?

         Gén 22:6,  “Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.  7  Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. … He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?”

¡Qué pregunta más difícil!

         Sin duda nunca en su vida había escuchado una pregunta tan difícil.

         Seguramente le quebrantó el corazón.

         Podía haber dicho, “ya volvamos”. Pero Abraham era de aquellos que obedecen todo detalle de lo que Dios manda.

Por eso, tuvo que contestar la pregunta: “Dios proveerá”.

         Gén. 22:8  “Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos”.

         V. 9, “Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.  10  Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo”.

“Ya conozco que temes a Dios”

         Gén. 22:11,  “Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  12  Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”.

         Santiago 2:21-23,“¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. Es cuando Dios dijo, “ya conozco que temes a Dios”.

         Si Abraham no hubiera obedecido a Dios, ¿habría sido amigo de Dios? ¿Habría dicho Dios, “ya conozco que temes a Dios”?

         Falsos maestros dicen que la obediencia es buena pero que no es necesaria para ser salvo. Dicen que somos salvos por la “fe sola”. Abraham no sabía nada de “fe sola”.

         Pero ¿qué de Rom. 4:3-5? Pablo no se refiere a las obras de fe (1 Tes. 1:3), sino a  las “obras de la ley” de Moisés (Romanos 3:28).

Dios proveyó un carnero.

         Gén. 22:13, “Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo”.

         Por eso, v. 14, “Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá”.

Nos proveyó el Salvador.

         Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Aquí la palabra “cree” se usa en sentido comprensivo. No se refiere a la fe sola sino la fe obediente. No hay ningún texto bíblico que prometa la salvación en base a la fe sola.

         Rom. 8:32, “El que no escatimó (eximir, exentar) ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”

Dios provee todo don, toda dádiva.

         Santiago 1:17, “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.

         Dios no nos tienta (v. 13), sino que solamente nos da cosas buenas para bendecir y beneficiarnos. Sobre todo: “Nos hizo nacer” otra vez, v.18.

Dios provee toda bendición espiritual en Cristo

         Efes. 1:3, “nos bendijo con toda bendición espiritual en Cristo”.

         Primero: Perdón, redención, justificación, reconciliación, santificación.

         Otras bendiciones: oración, comunión (con Dios, con hermanos), privilegios de hijos, gozo, paz, contentamiento, consuelo, fuerza, esperanza.

         Al último: victoria final, vida eterna.

Dios provee el querer

         Fil. 2:12, “ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13  porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.

         ¿Cómo produce Dios el querer y el hacer?  1 Tes. 2:13, la palabra “actúa” en nosotros; es decir, Dios obra a través de su palabra para producir el querer como el hacer.

         No sólo quiere salvarnos, sino que obra para producir en nosotros el querer también. No estamos solos. Proporciona motivaciones necesarias.

         El poder que obra en nosotros. Efes. 3:20, “Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos según el poder que obra en nosotros”.

         Tenemos que creer que Dios provee poder, fuerza, para soportar pruebas, para ganar la victoria sobre el mundo.

         Provee la fuerza necesaria. Estamos involucrados en un gran conflicto, una lucha mortal pero no estamos solos, ¡Jehová proveerá!

Efes. 6:10-20, Dios provee la armadura necesaria para todo conflicto:

         Ceñidos los lomos con la verdad, coraza (justicia), calzados (evangelio de paz), escudo (fe), yelmo (esperanza) de la salvación, espada del Espíritu (palabra de Dios).

         Sed fuertes en el Señor. Efes. 6:10, “y en el poder de su fuerza.  11  Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Dios obra, actúa, ayuda.

         2 Tim. 2:1, “fortalécete en la gracia”.

         Debemos esforzarnos al límite, pero aun así la fuerza es del Señor. No lo hacemos nosotros solos.

Dios provee la sabiduría. Somos probados como Abraham.

         Sant. 1:2, “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”. ¿Por qué? “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia (perseverancia)”. Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:8-10.

         ¿Cómo soportar pruebas? V. 5, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

Dios provee la salida de la tentación.

         1 Cor. 10:13, “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

         Sant. 1:13, Dios no nos tienta a pecar. Más bien, “Jehová proveerá” la salida de la tentación.

Dios provee toda gracia.

         2 Cor. 9:6, “el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza …” 8, “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”.

Dios provee vuestra sementera

         2 Cor. 9:10, Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia” (puede hacer más).

         Es decir, dará abundante cosecha de bendiciones para recompensar tal generosidad. ¡Los prospera más! Simiente sembrada da aumento.

Dios provee para las aves.

         Mat. 6:26, “Mirad las aves del cielo .. Vuestro Padre celestial las alimenta”

         “¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (“Si El cuida de las aves …”)

         V. 31, “No os afanéis, pues …” V. 32, Padre sabe lo que se necesita

         V. 33, “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia …”

 

Conclusión.

         Dios proveerá. Provee para la vida física de todos.

         Pero aun más importante, provee todo lo necesario para nuestra vida espiritual para que seamos salvos.

         Provee el Salvador, toda bendición espiritual, el querer (motivaciones), fuerza, salida de tentación, sabiduría, toda gracia y sementera (prosperidad para más buenas obras).

         Rom. 8:32, Nos dará todas las cosas.

         Todos deben aprovechar esta gloriosa “provisión” de salvación. ¿Cómo puede uno aprovechar la salvación? Oír el evangelio (Rom. 10:17); amar a Dios con todo el corazón (Mat. 22:37); creer en Cristo (Juan 3:16); arrepentirse de sus pecados (hechos, palabras, pensamientos) (Lucas 13:3, 5); confesar que Cristo es el Hijo de Dios (igual a Dios, de la misma naturaleza) (Mateo 10:32); y ser bautizado (sepultado) en agua en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mateo 28:19), para el perdón de sus pecados (Hechos 2:38) y seguir fiel hasta la muerte.

         De esta manera compartimos la fe de Abraham quien creía en Dios y creía a Dios y siempre era obediente a sus mandamientos.