DOS PROPÓSITOS PRINCIPALES DE LA OFRENDA
1 CORINTIOS 16:1-2; FILIPENSES 4:15, 16
Introducción.
A. “Ahora bien, en cuanto a la ofrenda para los
santos, haced vosotros también como instruí a las iglesias de Galacia.2 Que
el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya
prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas”.
Este texto revela un mandamiento del
apóstol Pablo en lenguaje explícito (expresa y claramente).
B. “Y vosotros mismos también sabéis, filipenses, que al comienzo de la
predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó
conmigo en cuestión de dar y recibir, sino vosotros solos; porque aun a
Tesalónica enviasteis una y otra vez para mis necesidades”.
Usando lenguaje explícito Pablo
revela que una iglesia le envió ayuda cuando predicaba en Tesalónica.
C. Estos textos autorizan que cada iglesia (1) recoja la ofrenda; (2)
cada primer día de la semana; (3) “para
los santos” necesitados, y (4) para ayudar a los que prediquen en campos
lejanos. De estos dos propósitos la
Biblia habla explícitamente.
D El Señor no quiere que se descuiden los santos de cualquier lugar. Hay
suficientes iglesias de Cristo que pueden suplir la “escasez” o necesidad (2
Cor. 8:14) de “los pobres de entre los santos” (Rom. 15:26) de cualquier lugar
en el mundo y el Señor requiere y espera que lo hagan. Aun las iglesias
que están “en profunda pobreza” participan en esto si primero se entregan al
Señor (2 Cor. 8:1-5). En efecto, simple y sencillamente,
no debe haber santos descuidados
(dejados en su necesidad o escasez) en el vasto mundo.
E. Al mismo tiempo Dios quiere que toda iglesia de Cristo participe en
llevar a cabo la Gran Comisión, llevando el evangelio a todas las naciones. Cada
iglesia debe ser cumplida en ayudar a los evangelistas que con sacrificio van a
los campos nuevos para llevarles el evangelio de salvación. En el primer siglo,
sin automóviles, trenes ni aviones, sin radio, televisión ni Internet, Pablo
podía hablar del evangelio “que se predica en toda la creación que está debajo
del cielo” (Colosenses 1:23). Ahora, con
todos los medios modernos de comunicación y transportación, ¿se puede decir
esto?
F. La Biblia autoriza que la iglesia tenga sitio de reunión y “predicador
de pie”, pero no hay texto alguno que
enseñe que la mayor parte de la ofrenda debe ser usada para estos dos propósitos
y que los “pobres de entre los santos” y los evangelistas que trabajen en campos
lejanos pueden ser descuidados e ignorados.
G. Obsérvese que no hay texto que hable explícitamente de “sitio
de reunión" ni de “predicador de pie”.
No menospreciamos ni el uno ni el otro, pero simplemente observamos que no
debemos descuidar mandamientos y ejemplos apostólicos revelados
explícitamente y dar toda la importancia a otras cosas.
I. Es indispensable que las iglesias de Cristo imiten el patrón divino en todo.
A. El plan de salvación: oír el evangelio (Rom. 10:17); creer
(Heb. 11:6; Jn.8:24); arrepentirse (Luc. 13:3, 5); confesar a Cristo
(Mat. 10:32; Hech.8:37); ser bautizado para el perdón de pecados (Hech. 2:38).
B. El culto: cantar (sin instrumentos) (Efes. 5:19; Col. 3:16); orar
(Efes. 6:18); predicar (Hech. 20:7); cena del Señor (Hech.2:42; 20:7; 1 Cor.
11:23-27); ofrenda (1 Cor. 16:1, 2).
C. Santidad de vida: Rom. 6:3-7; Efes. 4:22-32; Col. 3:5-10).
D. Servir a Dios según las instrucciones del Nuevo Testamento.
E. Ofrenda para santos necesitados y para el evangelismo local y en
campos lejanos.
II. El patrón bíblico con respecto a la ofrenda.
A. “Cada uno de vosotros” debe ofrendar “según haya prosperado”. Este
patrón excluye la ley del diezmo que era ley de Moisés para sostener a los
levitas (Números 18:21).
B. Ofrendar el primer día de la semana. Este patrón excluye las ofrendas
en otros días de la semana. También excluye otros medios de recaudar fondos para
la iglesia.
C. Ofrendar “para los santos”; es decir, para
“los pobres de entre los santos” en algún lugar. La ofrenda enseñada en 1
Cor. 16:1, 2 era para los pobres de entre los santos de Jerusalén (Romanos
15:26) y es patrón o ejemplo para las iglesias de Cristo de toda época de
ofrendar para ayudar a los santos necesitados de cualquier lugar.
D. Algunos hermanos no toman en serio estos textos diciendo “Pero, eso
tuvo que ver con una gran hambre”.
Hechos 11:28 sí habla de “una gran hambre en toda la tierra” pero los textos que
estamos estudiando que hablan de la ofrenda para los santos (Rom.
15:26; 1 Cor. 16:1, 2; 2 Cor. 8, 9) no dicen nada de “hambre”.
Romanos 15:26 dice, “los pobres de entre los santos” y como Jesús dice en Mateo
26:11, “a los pobres siempre los tendréis con vosotros”.
E. Aparte de la colección el primer día de la semana no había otra manera
de “recaudar fondos”. Por eso, de esa ofrenda del primer día de la semana la
iglesia de Filipos ayudó a Pablo y de la misma manera las iglesias de Cristo de
la actualidad deben imitar a Filipos ayudando a los evangelistas que vayan a
campos nuevos para predicar el evangelio y establecer iglesias.
La iglesia de Filipos (Hechos 16) ayudó a Pablo cuando predicó en Tesalónica
(Hechos 17).
G. Hay mucho énfasis en la predicación de hermanos en general sobre los
primeros dos puntos del patrón revelado en 1 Cor. 16:1, 2 -- (1) ofrenda; (2) el
primer día de la semana, pero hasta allí llegan muchos hermanos. Se descuida por
completo el propósito de la ofrenda (según este mismo texto) como si no
fuera importante.
H. La ofrenda de muchas congregaciones se usa principalmente para los
gastos de la iglesia, el sitio de reunión, ayudar a los miembros necesitados de
la congregación, y pagar al predicador, etc. pero pasan semanas y meses (tal vez
años) sin ayudar a los santos necesitados de otros lugares (según el ejemplo en
1 Cor. 16:1, 2) y sin participar con evangelistas que abran nuevos campos (Fil.
4:15, 16). Desde luego, hay que evangelizar localmente, pero sin descuidar los
países que no han oído el evangelio.
III. Son
ejemplos para las iglesias de Cristo ahora.
A. Fil. 4:9, “Lo que también habéis prendido y
recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con
vosotros”. 1 Cor. 4:16, 17, “Por tanto, os ruego que me imitéis. Por esto mismo
os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os
recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en
todas las iglesias”.
B. Algunos hermanos dicen, “pero somos tan pobres”. Lea 2 Cor. 8:2, las
iglesias de Macedonia (Filipos por ejemplo) estaban en “profunda pobreza” pero
querían participar en ayudar a los pobres de entre los santos en Jerusalén.
Además, Filipos (a pesar de su profunda pobreza) envió una y otra vez al apóstol
Pablo cuando predicaba en Tesalónica (Filipenses 2:25; 4:15, 16).
Por eso, los hermanos de iglesias más
pobres no deben pensar que estos textos solamente obligan a las iglesias con más
dinero.
C. Estos EJEMPLOS enseñados y aprobados por los apóstoles son ejemplos
para nosotros ahora, precisamente como los ejemplos de conversión y los ejemplos
del culto aceptable, la autonomía de cada congregación, etc. Obsérvese que Pablo
alaba a ciertas iglesias como ejemplos para otras (2 Cor. 8:1-5; 9:2). De la
misma manera son ejemplos para las iglesias de la actualidad.
D. ¿Cuántas iglesias de Cristo siguen estos ejemplos de 1 Cor.16:1, 2,
ofrenda para los santos en otro lugar, y Fil. 4:15, 16, ayudar
al evangelista que trabaje en campos lejanos? ¿Solamente seguimos el patrón
donde nos conviene? (Ofrenda, primer día). ¿Hasta allí nada más?
E. Compárese Hechos 2:36-38, exponemos y condenamos el error de sectarios
que acepten el creer en Cristo y el arrepentimiento y aun el bautismo con tal
que no sea “para perdón de pecados” (el propósito del bautismo), pero
entonces aceptamos la parte de 1 Cor. 16:1, 2 que nos conviene (ofrenda, primer
día) y no hacemos caso al propósito: que es “para los santos” necesitados
de otros lugares y el ejemplo de Filipenses 4:15, 16, enviar ayuda a los
evangelistas en campos nuevos.
Conclusión.
A. Es muy importante recordar que el dinero de la ofrenda no es dinero de la
iglesia sino del Señor. La iglesia no tiene el derecho de usar el dinero de
la ofrenda según sus propias ideas y conveniencias. ¡ES DEL SEÑOR Y DEBE SER
USADO SEGÚN LAS INSTRUCCIONES DEL SEÑOR!
B. ¿Pero no es necesario usar el dinero de la ofrenda para el sitio de
reunión? Claro que sí porque la Biblia requiere la asamblea y por inferencia
necesaria hay que haber lugar para las reuniones, pero obsérvese que no hay
texto alguno que hable de usar la ofrenda para ese propósito. Para el Señor el
sitio de reunión no es la necesidad primordial de la iglesia, es cosa muy
secundaria. Varios textos hablan de la iglesia en las casas de los hermanos.
C. Lo mismo el sostenimiento del “predicador de pie”. Es bíblico (1 Cor.
9:14; Fil. 4:15, 16), pero ¿es correcto dedicar toda la ofrenda al sitio de
reunión y al salario del predicador y no tener nada para santos necesitados y
evangelistas en campos extranjeros? Por tener sitio y predicador de planta ¿la
iglesia queda exenta del propósito explícitamente revelado con respecto al uso
de la ofrenda?
D. Insistimos mucho en que el mundo religioso respete el patrón bíblico.
Citamos 2 Tim.1:13, “Retén la norma (forma, dechado, patrón) de las palabras
sanas que has oído de mí…” mayormente con respecto al plan de salvación y los
actos del culto. Muy bien, pero “tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a
ti mismo?” (Romanos 2:21).