Gedeón – “Ve con esta tu fuerza” Jueces 6:14
Jueces 6, 7; Hebreos 11:32
I. Breve historia del pueblo de Israel, desde Abraham (Gén. 12) hasta Jueces.
A. Abraham (escogido para ser cabeza de una nación
especial), Isaac, Jacob (Israel), doce hijos (tribus)… José vendido por sus
hermanos, pero llegó a ser gobernador de Egipto…
B. Familia (75) descendió a Egipto… Después
esclavizados… Moisés, libertador,
“Éxodo” de Egipto para
ir a Canaán…
Monte Sinaí, “Ley de Moisés”…
C. En el desierto 40 años por temor de entrar en
Canaán… Josué, General que los metió en Canaán…
Despedida de Josué (24:15).
D. “Jueces”, el séptimo libro de la Biblia. Después de Josué y antes del
principio del reino (1 Samuel).
E.
Después de Josué el pueblo cayó en idolatría. Jueces
2:10, “se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR”.
Jueces 2:13, “dejaron a Jehová y adoraron a Baal y a Astarot”.
F. Jueces registra un ciclo de eventos
(Jueces 2:11-23): 1)
el pueblo se aparta de Dios; 2) Dios permite que sus enemigos les opriman por
varios años; 3) claman a Dios, pidiendo su ayuda; 4) Dios levanta a un
libertador (en realidad, los “jueces” eran libertadores); 5) luego la historia
se repite…. Uno de estos libertadores o jueces se llamaba Gedeón. Jueces 6-8.
II. El pueblo de Israel oprimido por los madianitas y amalecitas, 6:1-5.
A. Dios los había sacado de la esclavitud en Egipto y les mandó que no sirvieran
a los dioses ajenos, pero desobedecieron su voz.
B. Como consecuencia fueron perseguidos por los
madianitas y amalecitas (y otros cananeos).
C. Entonces pedían ayuda, pero Dios quería que
reconocieran por qué estaban sufriendo y quedaban indefensos.
Estaban cosechando lo que habían sembrado.
Gál.
6:7, “No
os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará”.
D. Dios les envía un profeta, 6:8-10.
Dios quería librarles no solamente de los madianitas sino sobre todo de su
iniquidad. El verdadero problema no era
madianitas sino desobediencia.
Lo mismo sucede ahora.
Muchos quieren alivio de su miseria, pero no quieren corregir el mero problema.
IV. Gedeón escogido por Dios para ser libertador.
A. Jueces 6:11, 12, Era “valiente guerrero”. Obviamente Gedeón ya había mostrado
su fe en Dios.
B. Jueces 6:13, La reacción de Gedeón. ¿El Señor
está con nosotros? Más bien, “nos ha abandonado”. Sí, pero ¿por qué? 2 Crón.
15:2, “Jehová
estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será
hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará”.
C. El Señor acaba con dudas: 6:14, “Ve con esta tu
fuerza (fortaleza)”, la fuerza del Señor. Deje de esconderse en cuevas y
cavernas.
D. Humildad de Gedeón. 6:15. No creía que él era el
hombre indicado para ese trabajo, pero Dios sabía que sí lo era. Compárense
Moisés (Ex. 4); Isaías (6:5); Jeremías (1:6, 7), etc. Su humildad se ve otra vez
en Jueces 8:22, 23. Él les dice, “Jehová señoreará sobre vosotros”.
E.
Gedeón pide señales.
Jueces
6:17-21, su sacrificio aceptado. 6:36-40, vellón de lana, con rocío y sin rocío.
Doble milagro le convenció.
V. Gedeón comenzó sus reformas en su propia casa. Jueces 6:25,26.
A. Requería mucho valor… los adversarios de muchos
hijos de Dios son los de su propia casa, pero Mat. 10:34-37.
B. Imposible quitar la opresión de los madianitas si
había pecado en su propia casa.
Josué 7, Israel derrotado porque había pecado en el campamento.
C. Habitantes de la ciudad querían matar a Gedeón
pero su padre, Joas, defendió a su hijo, diciendo con mucha razón (Jueces 6:31),
“¿Contenderéis
vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que
muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su
altar”.
VI. Dios le dio la victoria sobre los madianitas, cap. 7.
A. Gedeón tenía 32,000 soldados. 7:2, Dios dijo, “El
pueblo que está contigo es mucho”.
¡Imagínese,
tener exceso de soldados!
B. Jueces 7:2, “Y
Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a
los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi
mano me ha salvado”.
C. La victoria sobre Madián no habría tenido mérito
alguno si el pueblo no estuviera completamente convencido que el triunfo sobre
sus enemigos era por la mano de Dios.
D. Sin fe en Dios y arrepentimiento hacia Dios, todo
seguiría igual. Era indispensable que todos entendieran que Dios, y sólo Dios,
les daba la victoria sobre sus enemigos.
VII. ¿Cómo reducir el número?
A. Jueces 7:3, “cualquiera que tenga miedo y
tiemble, que regrese”. 22,000 regresaron, quedaron 10,000. Dios dijo (v. 4),
“Aún es mucho”.
B. Jueces 7:5-7, Otra prueba: 300 bebieron agua de
la mano en lugar de arrodillarse para beber.
“Con estos 300… os salvaré”.
C. Sueño de un madianita da plena confianza a
Gedeón. 7:9-15. “El Señor ha entregado el campamento de Madián en vuestras
manos”.
D. El “armamento” de Gedeón y los 300. Jueces
7:16-18, rodearon a los madianitas, tocaron trompetas y quebraron cántaros
exponiendo antorchas.
E. Jueces 7:20, Imagínese el efecto de esta
estrategia. 300 antorchas, 300 trompetas, 300 voces gritando “La espada del
SEÑOR y de Gedeón!”
VIII. Causó gran espanto, pánico y confusión.
A. Creían que estaban rodeados por un gran ejército,
se mataban unos a otros y huyeron.
B. Un detalle muy importante: 7:21, hablando de los
300 el texto dice, “Cada uno permaneció en su lugar alrededor del campamento”.
No corrieron. No huyeron.
Conclusión.
A. El pecado era la causa de sus problemas. Estaban
oprimidos porque se habían apartado de Dios.
Siempre es así.
B. Si hubieran seguido fieles como en los días de
Josué, si hubieran dicho lo que Josué dijo (24:15), nada de esto les habría
acontecido.
C. Rom. 15:4, hay lecciones valiosas en esto para
nosotros. El apartarse de Dios siempre produce problemas, dificultades, miseria,
pero si nos arrepentimos y nos esforzamos “con esta tu fortaleza” (la fuerza del
Señor) seremos vencedores.
D. Con pocos fieles Dios puede hacer cosas grandes.
Ejemplos: Sansón…
David… Luc. 12:32, “No temáis, manada pequeña”…
Trastornaron el mundo entero (Hechos 17:6).
E. Cuando quebraron los cántaros exponiendo las
antorchas, sonaron las trompetas y gritaron, los enemigos se llenaron de espanto
y pánico.
F. 1 Tes. 4:16, “el Señor mismo descenderá del cielo
con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios”. Imagínese el
espanto y pánico entre los que no han obedecido al evangelio (2 Tesalonicenses
1:7-10).