OBEDECER AL EVANGELIO
Introducción:
A. 2 Tesalonicenses 1:7-9,
“Porque, es justo delante de
Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, 7 y a vosotros que
sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús
desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para
dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio
de nuestro Señor Jesucristo; 9 los cuales sufrirán pena de eterna
perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder …”
B. Este texto enseña claramente que los que no obedecen al evangelio de
Cristo “sufrirán pena de eterna perdición”. No es lenguaje figurado. No es
exageración. Es una sencilla afirmación pero millones no la creen y no la hacen
caso.
C. 1 Pedro 1:22, “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia
a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos
unos a otros entrañablemente, de corazón puro…” Pedro afirma enfáticamente que
la obediencia a la verdad (el evangelio) es necesaria para purificar el alma
(recibir el perdón de Dios).
I. LA
SUPUESTA SALVACIÓN POR LA “FE SOLA”.
A. Esta es la creencia más popular del mundo “evangélico”, y es FALSA.
B. Muchos textos dicen que la fe salva, pero no hay texto bíblico que
diga que somos salvos por la fe SOLA. La enseñanza de “salvación por fe sola” es
falsa doctrina. Es enfáticamente negada por Santiago 2:24, “Vosotros veis, pues,
que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”.
Algunos tuercen este texto diciendo que Santiago no se refiere a la
justificación por Dios sino por los hombres.
¿Abraham y Rahab no eran justificados
por Dios sino solamente por los hombres?
Con su “explicación” errónea de este texto tuercen las Escrituras (2
Pedro 3:16) y engañan a muchos.
C. El texto más conocido y popular es Juan 3:16, “ Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
La palabra “cree” abarca la obediencia
(el arrepentimiento, la confesión de fe y el bautismo, v. 3-5). Juan 5:25 dice,
“Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y
los que la oyeren vivirán”. Según este versículo el único requisito para ser
salvo es oír la voz del Hijo de Dios. Entonces, ¿uno no tiene que creer?
Los que enseñan que Jn. 3:16 enseña la
salvación por la “fe sola” están obligados a enseñar que Jn. 5:25 enseña que la
salvación es por el “oír solo”.
D. A los debatistas sectarios les gusta afirmar que hay cien textos que
dicen que la fe salva, pero no quieren admitir que ninguno de esos muchos textos
dice que somos salvos por la FE SOLA. ¡Ni un solo texto! Claro que sí, la fe
salva pero la fe que salva es la fe
obediente. Lea Hebreos 11, cada ejemplo de fe en este capítulo es ejemplo de
la fe obediente.
E. Citan Lucas 8:50, cuando murió la hija de Jairo Jesús le dijo, “No
temas; cree solamente, y será salva”. La Biblia de las América traduce
correctamente la palabra sozo; dice
“sanada”. Este verbo se puede traducir “salvar” o “sanar” (véase Diccionario de
W. E. Vine), y obviamente en este texto debe ser “sanada” porque no tiene nada
que ver con salvación sino con sanar (liberar de la muerte) a una niña.
F. Otro texto muy citado es Hechos 16:30, 31, “y sacándolos, les dijo:
Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el
Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. Este es uno de los muchos textos
que enseñan que para ser salvo uno debe creer en Cristo. Claro que sí, pero
¿este carcelero no tenía que arrepentirse? ¿Qué clase de conversión o de
salvación excluyan el arrepentimiento? ¿No confesó su fe? (Mateo 10:32, 33; Juan
10:42; Hechos 8:37). ¿Puede uno ser salvo sin confesar a Cristo?
Y si uno tiene que arrepentirse y
confesar a Cristo para ser salvo, entonces obviamente no le salva la “fe sola”.
No les gusta a los pastores citar el resto de este texto (Hechos 16:32-34)
porque no quieren explicar por qué el carcelero y su casa fueron bautizados “en
aquella misma hora de la noche” (media noche, v. 25). ¿Cuántos pastores
evangélicos bautizan a media noche? Muchos no practican el bautismo nunca,
mucho menos a media noche.
¿Por qué Pablo y Silas los bautizaron a media noche? Porque el bautismo
es “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38). Jesús dice, “El que creyere y
fuere bautizado será salvo”; por eso, el carcelero y su casa querían ser salvos
en ese mismo momento y, por eso, fueron bautizados en ese momento.
Los que enseñan el llamado “bautizo infantil” enseñan que en “la casa”
del carcelero seguramente había infantes pero lea el texto: v. 34, “se
regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”. Obvia y razonablemente los
que fueron bautizados habían “creído” y eso excluye a los infantes. Hay que ser
sinceros con las Escrituras y no torcerlas.
II.
“RECIBIR A CRISTO EN SU CORAZÓN”
A. ¿Cuántas veces ha escuchado esta expresión? Es el “plan de salvación”
predicado por muchos pastores y evangelistas, pero ¿dónde se encuentra esta
expresión en la Biblia?
B. Es otra enseñanza que contradice el plan de salvación revelada en las
Escrituras.
C. Revise los casos de conversión en Hechos de los Apóstoles. ¿A cuál de
ellos dijo algún apóstol, “Reciba a Cristo en su corazón”? No hay tal caso. Es
doctrina humana. Mat. 15:9, Jesús dice, “En vano me honran, enseñando como
doctrinas, mandamientos de hombres”.
D. Desde luego, recibimos a Cristo en el corazón pero ¿cuándo, cómo?
Cuando obedecemos al evangelio para recibir el perdón de pecados.
III.
MUCHOS CONFÍAN EN SIMPLEMENTE SER “BUENA GENTE”.
A. Creen que no es posible que sean condenados al infierno porque no son
malas personas (criminales, borrachos, maldicientes, ladrones, etc.). Entonces,
¿Cristo no murió por los tales? Si tales personas no necesitan salvación es
porque no han pecado, pero Romanos 3:23 dice que “todos pecaron” y si todos
pecaron, todos necesitan salvación (el perdón de Dios).
B. Hechos 10 y 11 habla de un Centurión Romano que era muy buen hombre.
Hechos 10:2 dice que él era “piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que
hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre”. También el v. 22,
“varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación
de los judíos”.
Si la “buena gente” no necesita
obedecer al evangelio, seguramente no había necesidad de que este hombre lo
hiciera, pero lea el v. 48, “mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús” y
recuerde que el bautismo es para “perdón de pecados”.
IV. NO
SALVA LA “ORACIÓN DE PECADOR”.
A. Este es otro plan de salvación muy popular. ¿Quién no ha escuchado
esto de labios de pastores y televangelistas? Suena muy bonito a oídos de mucha
gente. Es un plan muy sencillo, muy fácil, pero el problema es que no es
bíblico.
B. Se basa este concepto en Lucas 18:10-14, la parábola del fariseo y el
publicano. “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro
publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta
manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones,
injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 2 ayuno dos veces a
la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano,
estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste
descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.(A)
Desde
luego, esta parábola enseña la humildad e incluye la contrición por los pecados
y el arrepentimiento, pero no enseña que, por eso, nosotros no tenemos que
obedecer al evangelio. Es cierto que esta parábola no dice nada del bautismo
pero tampoco habla de creer en Cristo ni mucho menos de confesarle. Esta
parábola tiene que ver con los judíos que vivían bajo la ley de Moisés. Jesús
todavía no había muerto en la cruz y no había dado a los apóstoles los
mandamientos de la “Gran Comisión”
de ir y predicar el evangelio a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, “enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado”. (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-20; Lucas 24:47-49).
Por eso, la oración del publicano no es
el plan de salvación para nosotros.
C . LADRÓN EN LA CRUZ. Conviene mencionar también el caso del “ladrón en
la cruz” que es el ejemplo principal de los que niegan la importancia del
bautismo para perdón de pecados. ¡Cuántos evangélicos hablan de este hombre como
ejemplo para nosotros de no tener que obedecer al evangelio! Pero 2
Timoteo 2:15 dice que debemos usar bien la Palabra. En esos momentos Jesús
estaba clavando la ley de Moisés a la cruz (Colosenses 2:14) pero todavía no
había dado el mandamiento de la Gran Comisión que se aplica a todos los que
vivimos después de la resurrección de Cristo. En el día de Pentecostés (Hechos
2) los apóstoles comenzaron a predicar lo que Jesús les había mandado (Mateo
28:19; Hechos 1:2; Hechos 2:4, 36-38).
V. NO ESTAMOS BAJO LA LEY DE MOISÉS.
A. Recuerde que las personas que fueron perdonadas por Jesús durante su
ministerio personal (Marcos 2:5; Lucas 7:48) vivieron bajo la ley de Moisés y
todavía no estaba de vigencia el mandamiento de la Gran Comisión (Mateo 28:19;
Marcos 16:15, 16). Nosotros no vivimos bajo la ley de Moisés.
B. Esa ley terminó cuando terminó el sacerdocio levítico. Hebreos 7:11,
12, “ Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico
(porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se
levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado
según el orden de Aarón? 12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario
es que haya también cambio de ley…”
BAJO EL SACERDOCIO LEVITICO EL
PUEBLO RECIBIÓ LA LEY DE MOISÉS. Dice La Biblia de las Américas: “sobre esa base
recibió el pueblo la ley”. Esto significa que el sacerdocio levítico era el
fundamento de la ley. Con ese sacerdocio la ley estaba de pie o cayó. En
esto vemos claramente que cuando hubo cambio del sacerdocio era necesario que
hubiera cambio de ley.
¿Cómo puede una afirmación ser
más clara y entendible? Ya existió el sacerdocio levítico cuando Dios entregó la
ley a Moisés y era “la base” de la ley; es decir, Dios dio el sacerdocio
levítico a los israelitas y luego impuso sobre ellos varias leyes con respecto a
ese sacerdocio. Esto significa que la ley fue agregada al sacerdocio
levítico y, por eso, era parte
del sacerdocio levítico y, por eso, inseparable del sacerdocio levítico.
(La repetición es para énfasis). El sacerdocio levítico y la ley de Moisés
eran mutuamente dependientes la una cosa de la otra; por eso, la ley de
Moisés simple y sencillamente no podía seguir de pie (de vigencia) cuando el
sacerdocio levítico fue quitado.
C. Entonces, han caído en error inexcusable los que imponen la ley de
Moisés en tales doctrinas y prácticas como la guarda del sábado, el diezmo, el
uso del incienso e instrumentos de música en el culto, el prohibir ciertos
alimentos, el esperar un reino terrenal, y el enseñar que “estamos bien con tal
que guardemos los 10 mandamientos”, etc.
porque todos aceptan y enseñan que el sacerdocio levítico ya se quitó, que no
funciona. Entonces automáticamente están admitiendo que la ley de Moisés ya fue
quitada también. Lo dice enfáticamente Hebreos 7:11, 12.
VI. LOS
CASOS DE CONVERSIÓN QUE SON EJEMPLOS PARA NOSOTROS.
Obsérvese que oyeron el evangelio, creyeron, se arrepintieron de sus
pecados, confesaron a Cristo y fueron bautizados para el perdón de pecados. No
se mencionan todos estos actos en cada caso, pero “la suma de tu palabra es
verdad” (Sal. 119:160).
A. Conversión de los 3000. Hechos 2:36-47, el apóstol Pedro predicó el
evangelio a los judíos en el día de Pentecostés, afirmando que Cristo era “Señor
y Cristo” y explicando lo que tenían que hacer para obtener el perdón de Dios: “Arrepentíos,
y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (v.38) y “los que recibieron su
palabra fueron bautizados”. (v. 47), “Y el Señor añadía cada día a la iglesia
los que habían de ser salvos”.
B. Conversión de los samaritanos. Hechos 8:12, “cuando creyeron a Felipe,
que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres”.
C. Conversión del etíope. Hechos 8:36-38, “ Y yendo por el
camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que
yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien
puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y
mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le
bautizó”.
D. Conversión de Saulo de Tarso (Pablo). Hechos 9:18; 22:16, “Ahora,
pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando
su nombre.”
E. Conversión de Cornelio. Hechos 10:48, “ Y mandó bautizarles
en el nombre del Señor Jesús”.
F. Conversión de Lidia. Hechos 16:15, “fue bautizada, y su familia”.
G. Conversión del carcelero de Filipos. Hechos 16:30-34, “les dijo:
Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el
Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la
palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él,
tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida
se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les
puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”.
H. Conversión de los corintios. Hechos 18:8, “y muchos de los corintios,
oyendo, creían y eran bautizados”.
I. Conversión de los efesios. Hechos 19:5, “Cuando oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús”.
J. OJO: No damos más importancia
al bautismo que lo necesario, sino que citamos estos textos para exponer la
falsedad de los pastores y evangelistas que enseñan que el bautismo no es
necesario para ser salvo.
Conclusión:
A. ¿Por
qué tantos pastores y evangelistas no predican el sencillo plan de salvación
mandado por Cristo y llevado a cabo por los apóstoles? ¿Por qué predican la
supuesta salvación por “fe sola”, o por orar la “oración de pecador” o “recibir
a Cristo en su corazón”, u otra doctrina de los hombres (Mateo 15:9)?
B. El problema principal es la falsa doctrina del “pecado original”,
pecado supuestamente heredado de Adán. Por eso, según esa falsa doctrina todo
está en manos de Dios. El hombre solamente cree y muchos enseñan que Dios le da
la fe porque insisten en que Dios es Soberano y el hombre no hace nada, que ni
siquiera tiene libre albedrío.
C. El llamado “pecado original” es
mentira del diablo. Con esta mentira
Satanás engaña a millones y evita que obedezcan al evangelio de Cristo.
D. Pero desde Génesis hasta Apocalipsis la Biblia enseña que el hombre es
responsable. Dios requiere y bendice la obediencia y castiga la desobediencia.
Cristo dice (Mateo 7:21), “ No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos” y en los versículos que siguen Cristo enseña que los que no
obedecen las enseñanzas de Él son como el hombre insensato (v. 26) que edificó
su casa sobre la arena. ¡Cristo Mismo
dice que los que no obedecen su enseñanza son insensatos!
E. 1
Pedro 4:17 hace la pregunta: “¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al
evangelio de Dios?” Pablo contesta (2 Tesalonicenses 1:7-9, “cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en
llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen
al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9 los cuales sufrirán pena
de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder”.