“PECADO
ORIGINAL”; “DEPRAVACIÓN TOTAL”; “PECADO HEREDADO”;
“ESTADO DE PECADO”
I.
UN MEDIO PODEROSO DE SATANÁS PARA ENGAÑAR AL HOMBRE.
A. Mateo 7:15-23.
En este texto Jesús nos advierte de los falsos maestros. ¿Quiénes son? Los que
desobedecen 1 Pedro 4:11, “Si alguno
habla, hable conforme a las palabras de Dios”. Pero los que enseñan el pecado
original, la depravación total, naturaleza pecaminosa, estado de pecado, etc.,
no hablan “conforme a las palabras de Dios”.
B. Estos términos son pura
ficción, invención de hombres. Desde
Génesis hasta Apocalipsis la Biblia enseña que el hombre – todo hombre – tiene
libre albedrío y que es moralmente responsable delante de Dios. Explica que el
pecado se comete. 1
Juan 3:4, “Todo
aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción
de la ley”. No hay texto en toda la Biblia que enseñe que el pecado sea
heredado. Tal enseñanza viene de la
imaginación chueca del hombre y es táctica de Satanás para hacer que el hombre
disminuya su propio pecado por culpar a Adán o a sus propios padres. Suena como
juego de niños y si no fuera tan serio daría risa.
C. Estos falsos conceptos proveen una
excusa para pecar. Estando
convencidos que su condición o estado normal y natural es el estado de pecado
los hombres se consuelan con la idea de que “así es el hombre, es humano pecar,
el hombre peca porque es hombre”, etc. Se enseña que estamos tan corrompidos que
somos totalmente incapaces de hacer el bien y que estamos totalmente inclinados
a todo mal. Estas ideas son pura basura y contradicen la enseñanza bíblica de
pasta a pasta sobre la responsabilidad del hombre delante de Dios y su Palabra.
D. Los falsos maestros enseñan que al nacer el hombre
hereda la supuesta naturaleza pecaminosa de Adán y, por eso, no es moralmente
responsable, que no puede escoger entre el bien y el mal. Muchos enseñan que el
hombre ni siquiera tiene libre albedrío. Se enseña que Adán lo tenía antes de
pecar, pero que cuando pecó él y sus descendientes lo perdieron. Todo esto es
pura ficción, invención humana para tratar de aminorar o quitar su culpabilidad.
E. Satanás persuade al hombre carnal a culpar a otros.
Según la doctrina falsa del “pecado original” el hombre puede y debe culpar a
Adán. Se dice que Adán pecó, y que por causa de un solo pecado él “cayó” a un
“estado de pecado” con “naturaleza pecaminosa” y que todo ser humano como
descendiente de Adán “hereda” esa “naturaleza pecaminosa” al nacer. Por eso, al
pecar el hombre puede culpar a Adán. Puede razonar de esta manera: “Yo no soy
responsable por mis pecados. Al nacer yo heredé la naturaleza pecaminosa de Adán
y por ser totalmente corrupto no puedo hacer nada de mi parte para cambiar mi
pobre situación desdichada. Si soy uno de los
elegidos Dios me salvará. Si no, si
soy predestinado para el infierno ¡ay de mí!”
F. Con estos conceptos falsos y mentirosos Satanás
persuade a millones que ellos no tienen libre albedrío y que no pueden hacer
nada con respecto a su salvación, que todo depende de Dios y que Él solamente
salva a los que ha predestinado para salvación.
II.
LOS FALSOS MAESTROS TUERCEN ROMANOS 7:14.
15,
“Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal,
vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo
que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago”. De ninguna manera enseña Pablo que
el hombre haya nacido pecador incapaz de obedecer a Dios y llevar una vida
recta. Todo el capítulo 7 describe la triste condición del judío, por sincero
que fuera, bajo la ley de Moisés. Pablo habla claramente de la ley de Moisés, y
dice “yo” como representante de la situación del judío. Concluye el capítulo (v.
24) hablando de la condición desventurada del judío y luego (8:1) habla del
evangelio de Cristo que es el remedio del problema.
III.
CREEN QUE EXALTAN LA SOBERANÍA DE DIOS.
A. Otra doctrina falsa es que disminuimos y negamos la soberanía de
Dios si decimos que el hombre tiene libre albedrío, que puede y debe entender y
obedecer la divina voluntad para ser salvo, y de esa manera tener parte en el
proceso de su salvación.
B. Por el contrario, exaltamos la soberanía de Dios
cuando enfatizamos la obediencia del hombre porque esto significa la humillación
del hombre y la exaltación de Dios.
IV.
EL FUNDAMENTO, LA RAÍZ, LA FUENTE DE
MUCHOS ERRORES.
A. Esta doctrina llamada “el pecado original” o “la
depravación total” es el fundamento podrido sobre el cual se basan varias otras
doctrinas falsas como consecuencias ineludibles de este primer error: por
ejemplo, la supuesta elección incondicional (o predestinación arbitraria de
ciertos hombres y ángeles para salvación y los demás para condenación), la
supuesta expiación limitada (que Cristo no murió por todos), la supuesta gracia
irresistible (que los elegidos son regenerados exclusivamente por el Espíritu
Santo), y la supuesta perseverancia de los santos (una vez salvo, siempre salvo,
no pueden caer de la gracia).
B. Una de las falsas doctrinas más populares es la
supuesta salvación por la fe sola y aun la fe no viene por el oír la palabra de
Dios como dice Pablo en Romanos 10:17, sino que es don de Dios (torciendo
Efesios 2:8 que enseña que la salvación es don de Dios). Con este error el
diablo ha engañado a multitudes de gente.
C. El “bautizo infantil” para quitar el pecado original.
Desde luego, si el bebé nace con pecado original y si el bautismo es para
remisión de pecados (y lo es), entonces lógicamente hay que “bautizar” al bebé.
(Pero en lugar de bautizar que es sumergir, solamente mojan su frente con el
dedo mojado). No les molesta a los falsos maestros la falta de texto bíblico que
autorice el llamado “bautizo infantil”.
D. Y hay muchas otras enseñanzas falsas. Por ejemplo,
que no importa lo que uno crea, que el bautismo no es necesario para la
salvación, que todas las iglesias son iguales (y no es necesario ser miembro de
la iglesia). En realidad todas estas doctrinas falsas están relacionadas directa
o indirectamente con el error básico de que el hombre nace corrupto y, por eso,
no puede hacer nada para salvarse y lo que él haga no importa, si Dios quiere
salvarlo será salvo. Por lo tanto, destruido este fundamento falso, las demás
falsas doctrinas caen de su propio peso.
V.
LA BIBLIA DICE EXPLÍCITAMENTE QUE LOS NIÑOS SON INOCENTES Y PUROS.
Cristo
mismo lo dice. También Pablo. Por lo tanto, la enseñanza de que los niños nacen
con pecado es falsa doctrina.
A. Mateo 18:3, “y
dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos”. Los falsos maestros creen que saben más
que Cristo. Creen que Cristo no había entendido lo del pecado original.
B. Mateo 19:14, “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños
venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”.
Si los niños nacen corruptos, entonces todos los que están en el reino de los
cielos son corruptos.
C. 1 Corintios 14:20, “sed niños en la malicia”. Si
nacen corruptos ¿cómo es que no tienen malicia?
D. Gálatas 4:4, “Cuando vino el cumplimiento del tiempo,
Dios envió a su Hijo, nacido de mujer …” Si todo hombre nace pecador, totalmente
depravado, como enseñan muchos falsos maestros, entonces Jesús nació pecador
corrupto y totalmente depravado e inclinado al mal. Esto es repugnante aun al
falso maestro y, por eso, se siente obligado a inventar otras doctrinas falsas
para rectificar este error. Una de esas doctrinas es la
llamada “concepción inmaculada” de
María.
E. Zacarías 12:1, “Profecía de la palabra de Jehová
acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el
espíritu del hombre dentro de él” y puesto que “Dios forma el espíritu del
hombre dentro de él” podemos concluir que el espíritu no es corrupto. Sería
blasfemia afirmar que Dios forma un espíritu corrupto en el bebé. Hebreos 12:9,
“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y
los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus,
y viviremos?” Hechos 17:28, 29, somos linaje de Dios.
Por lo tanto, los que enseñan que nacemos con espíritus corruptos y
malvados, ¡están culpando a Dios!
VI.
LOS FALSOS MAESTROS “TUERCEN” LAS
ESCRITURAS.
A. 2 PEDRO 3:15, 16,
“Y
tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como
también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os
ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de
estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los
indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su
propia perdición”.
B. La palabra “tuercen”, “strebloo,
torcer, torturar (de streble,
torno o instrumento de tortura, y
relacionado con strefo, girar). Se emplea metafóricamente en 2 P. 3.16, de
la acción de torcer las Escrituras por parte de los ignorantes e inconstantes”
(Diccionario de W.E. Vine).
C. Esto es precisamente lo que hacen los falsos maestros
con las Escrituras que ellos no quieren aceptar. Giran las Escrituras sobre el
“instrumento de tortura” hasta que digan lo que ellos quieren que digan.
Los instrumentos de tortura son sus preconcebidos dogmas y credos que han
inventado para minimizar la responsabilidad y culpabilidad del hombre con
respecto a sus pecados.
VII.
TEXTOS QUE LOS FALSOS MAESTROS TUERCEN.
A. Génesis 2, 3 hablan del pecado de Adán y Eva y las consecuencias de su
pecado, pero estos textos no dicen que habiendo hecho este un solo pecado Adán
cayó en un estado de pecado.
Desde luego, al pecar uno “cae” del favor de Dios (Isaías 59:1,2), pero la
Biblia no dice que habiendo pecado uno cae en un “estado de pecado”, ni mucho
menos que el resultado de un solo pecado sea la “depravación total” o que sea
totalmente corrupto, y que todos sus descendientes nazcan en esa condición.
Tal enseñanza es producto de la imaginación de los hombres que no aman la
verdad (2 Tesalonicenses 2:10). Las Escrituras no dicen que habiendo pecado Adán
él tuviera una supuesta naturaleza pecaminosa, ni mucho menos que sus
descendientes hayan heredado esa naturaleza pecaminosa. En el capítulo 4 leemos
del pecado de su hijo Caín pero no hay inferencia alguna de que él hubiera
nacido predestinado a ser reprobado, habiendo heredado una naturaleza pecaminosa
de su padre. Además, este concepto está rotundamente refutado por la fidelidad
del otro hijo, Abel. Según las doctrinas inventadas por la imaginación de
hombres, Abel también hubiera nacido totalmente corrupto, depravado de toda
justicia, incapaz de obedecer y servir a Dios según su voluntad. Tales
enseñanzas son pura ficción.
B. Desde luego, muchos son corruptos espiritualmente
pero llegaron a esa condición desde la juventud (Génesis
8:21; Eclesiastés 7:29) voluntariamente agregando pecado a pecado hasta
desarrollar esa naturaleza.
C. Efesios 2:1-3,
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en
vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro
tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en
los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.
¿Por qué estaban “muertos”? ¿Cómo llegaron a ser “por naturaleza hijos de ira”?
¿Qué dice el texto? El texto explica: “estabais muertos en vuestros delitos y
pecados, en los cuales anduvisteis”. Eran hijos de desobediencia, viviendo en
los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne”. No hay en todo el
texto la más mínima sugerencia de alguna naturaleza pecaminosa heredada de Adán.
Ellos mismos por haber llevado una vida pecaminosa llegaron a ser “hijos de
ira”. ¡Pablo no culpó a Adán! Él culpó a los efesios mismos. Además, ellos
mismos podían entender el sencillo evangelio y obedecerlo para ser salvos.
D. Romanos 5:12,
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. Este
es otro texto que los falsos maestros tuercen (ponen sobre el instrumento de
tortura). Concluyen erróneamente que este texto enseña que todos nacen pecadores
porque Adán pecó, pero tenemos
la explicación de Pablo en el mismo versículo: “por cuanto
todos pecaron”. La muerte pasó a todos los
hombres. ¿Por qué? ¿Cómo? “Por cuanto todos pecaron”. ¿Cómo puede el lenguaje de
la Escritura ser más claro y obvio? La
muerte no pasó a todos por causa del pecado de Adán, sino porque todos
pecaron. ¡Allí está la responsabilidad individual del hombre! No puede
culpar a Adán. No puede culpar a sus padres, sino solamente a sí mismo.
En este texto
Pablo
dice simplemente que Adán era el AGENTE por el cual entró el pecado en el mundo.
Adán introdujo el pecado en el mundo. Y que Cristo era el AGENTE por el cual
entró la justificación, pero léase el versículo 18, “Así que,
como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la
misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de
vida”.
Si la condenación vino a todos los hombres INCONDICIONALMENTE, entonces
cuando Cristo murió en la cruz la justificación vino a todos los hombres
INCONDICIONALMENTE. ¿Creen los falsos maestros en la salvación universal?
E.
Génesis
8:21,
“…el intento del corazón del hombre es malo desde su
juventud”. Este texto enseña lo
opuesto de la doctrina que el estado natural del hombre es un estado de pecado.
Por el contrario, el texto dice que “desde su juventud” el intento de su corazón
es malo. El mal intento comienza durante su juventud. Además, este texto (8:21)
explica cuándo comenzó la maldad mencionada en Gén. 6:5.
F. Job 14:4, “¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie”. Dios
mismo declaró que ciertas personas y ciertas cosas eran inmundas y nadie podía
cambiar esa clasificación. Pero este texto no enseña que el estado natural del
hombre es un estado de pecado. Tal doctrina falsa es el resultado de torcer las
Escrituras, tratando de forzarlas a enseñar lo que el falso maestro quiere que
enseñen.
G. Salmo 51:5, “He
aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre”.
Este es el texto predilecto de los falsos maestros que enseñan el “pecado
original” o el “estado de pecado” en el cual Adán “cayó” y el estado en el cual
todo ser humano nace. Pero este texto no dice ni explícita ni implícitamente lo
que ellos enseñan. Es otro texto que ponen sobre el instrumento de tortura para
girarlo hasta que diga lo que quieran oír. Léase todo el capítulo, ¿de qué se
trata? No hay la más mínima sugerencia de algún “pecado original”. Más bien el
texto trata ampliamente de las “rebeliones” (v. 2) de David, los pecados (v. 9)
de David y de su arrepentimiento y deseo de obtener el perdón de Dios. No habla
de algún supuesto pecado original sino de sus rebeliones y pecados.
Obviamente este texto emplea lenguaje poético para enfatizar que uno nace
en un mundo lleno de pecado. Compárese el
Salmo 53:3, “Se apartaron los impíos
desde la matriz; se descarriaron hablando mentira desde que nacieron”.
Obviamente es lenguaje poético para enfatizar la mala conducta general de los
hombres. Obsérvese que el texto dice que “se apartaron”, “se descarriaron”.
Salmo 51:5 no habla de haber sido formado David con maldad en él, sino
que ·en maldad he sido formado”; es decir, en un mundo de maldad. Compárese
Hechos 2:8, “¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua
en la que hemos nacido?” Nacieron en cierta lengua. Nacieron en un mundo
en el cual se hablaba cierto idioma.
VIII.
TEXTOS QUE CLARAMENTE REFUTAN LA FALSA DOCTRINA DEL PECADO ORIGINAL.
A. Eclesiastés 7:29,
“Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones”. ¡Ellos!
Este texto no dice que Adán pecó una sola vez, cayó en un “estado de pecado” con
“naturaleza pecaminosa” la cual es heredada por todos sus descendientes. Adán no
se llama “ellos”. “Ellos” son los descendientes de Adán que buscaron muchas
perversiones. De ellas son culpables ante los ojos de Dios y si no obtienen el
perdón de Dios, darán cuenta de ellas en el Día Final.
B. Isaías 59:1, 2, “He
aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su
oído para oír;
pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. Isaías no
dice que el pecado de Adán hizo “división entre vosotros y vuestro Dios”, sino
que “vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. El
hombre es pecador, no por haber heredado el pecado (cosa imposible) sino porque
él mismo voluntariamente ha pecado.
C. El juicio final
será basado en los hechos de cada individuo y no en el pecado de Adán. 2 Cor.
5:10, “Porque
es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para
que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo”. Romanos 2:6 (14:12),
“el
cual pagará a cada uno conforme a sus obras:”
D. Ezequiel 18:20, “El alma
que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre
llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad
del impío será sobre él”. El hijo no llevará el pecado del padre, ni mucho menos
el pecado de Adán.
CONCLUSIÓN.
A. El
“pecado original”, “la depravación total”, “la naturaleza pecaminosa” son
doctrinas falsas.
Para
“sostener” tales doctrinas falsas es necesario poner varias Escrituras sobre el
instrumento de tortura y girarlas hasta que digan lo los falsos maestros quieren
que digan.
B. Estos errores
son el fundamento podrido sobre el cual descansan muchas otras doctrinas y
prácticas que son las consecuencias necesarias del error básico.
C. Estas falsas doctrinas se han inventado para
disminuir la responsabilidad del hombre
pecador ante su Dios y aminorar su culpabilidad.
D. Pero Dios ha revelado su voluntad de una manera
entendible y no solamente da al hombre la inteligencia para entenderla sino
también muchos motivos para obedecerla y obtener las bendiciones resultantes.
E. El poder de Dios para salvarnos no es una imaginaria
“gracia capacitadora” sino el evangelio (Romanos
1:16) que todos deben oír, entender y obedecer y los pasos de obediencia
son: oír el evangelio, creer, arrepentirse, confesar a Cristo como el Hijo de
Dios y ser bautizado (sumergido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo) para el perdón de pecados.
F. De todo corazón le exhortamos que rechacen las falsas
doctrinas que son el producto de la imaginación del hombre, cosas que nunca
entraron en la mente de Dios, y obedecer el bendito evangelio de Cristo.