LA RELIGIÓN DE “SIEMPRE”

 

I. DIOS ES ETERNO.

         A. Eterno Dios. Deuteronomio 33:37, “El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos”.

         B. Eterno poder y Deidad. Romanos 1:20, “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”

         C. Rey de los Siglos. 1 Timoteo 1:17, “Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén”.

         D. Gloria eterna. 1 Pedro 5:10, “ Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.

 

II. EL PROPÓSITO ETERNO DE DIOS.

         A. Propósito eterno. Efesios 3:10, 11, “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor”. El propósito de salvarnos por medio del sacrificio de Cristo no comenzó durante la vida de Cristo aquí en la tierra; más bien, era el “propósito eterno” de Dios. 1 Pedro 1:18-20.

         B. Eterna salvación. Hebreos 5:8, 9, “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”.

         C. Eterna redención. Hebreos 9:12, “ Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”.

         D. Eterno peso de gloria. 2 Corintios 4:17, “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”.

         E. Vida eterna. Cristo murió en la cruz para darnos vida eterna. Juan 3:14, 15, “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 4:36; 5:39; 6:54, 68; 10:28; Rom. 2:7; 6:23; 1 Jn. 2:25; 5:11, 13). 1 Tesalonicenses 4:17, “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

 

III. POR LO TANTO, DEBEMOS OBEDECERLE Y SERVIRLE SIEMPRE.

         A. Cristo nuestro ejemplo perfecto en esto. Juan 8:29, “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada”. Mateo 18:20, “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”; Mateo 28:20, “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

         B. Obedecer “todos los días”. Deuteronomio 5:29, “Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre”. Deut. 11:1, “Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días”. Deut. 14:23, “… para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días”. Salmo 16:8, “A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido”. Salmo 119:112, “Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin”.

         C. Crecer en la obra siempre. 1 Corintios 15:58, Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Aprender más, entender más, enseñar más este año que el año pasado. Crecer, no ser niños fluctuantes (Efes. 4:14), niños que requieran leche (Hebreos 5:12-14). Seamos maduros, adultos, completos, equipados para la obra del Señor, 2 Tim. 3:16, 17.

                   1. “Siempre” significa “siempre”. No significa “de vez en cuando”. No significa “cuando nos convenga”. No significa “si no hay visita”. No significa “si no tengo que trabajar”. No significa “cuando no haya problemas en la iglesia”.

                   2. “Siempre” significa “a tiempo y fuera de tiempo” (2 Timoteo 4:2).

         D. Siempre habéis obedecido. Filipenses 2:12, “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”.

         E. Siempre preparados. 1 Pedro 3:15, santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. Esto requiere diligente estudio de las Escrituras. También es necesario entender los errores doctrinales que con mucha astucia engañan a los ingenuos.

         F. Orar sin cesar, 1 Tesalonicenses 5:17. Lucas 18:1, “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar”. Lucas 21:36, “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. Cornelio, un gentil “temeroso de Dios” “oraba a Dios siempre” (Hechos 10:2) y Dios le oyó (v. 4).

         G. No dejar de congregarse, Hebreos 10:25. Algunos hermanos no se reúnen con la iglesia “siempre” (“todo el tiempo”), sino que tienen “por costumbre” dejar de congregarse. Esta es una falta grave que indica falta de fe en Dios. Indica que no buscan primeramente el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33), sino que dan primer lugar a los placeres, a la familia, o al empleo (negocio) y creen que Dios acepta “segundo lugar”. ¿Qué texto enseña que Dios aceptará segundo o décimo lugar? Judas capítulo 2.

 

IV. LOS QUE NO OBEDECEN Y SIRVEN A DIOS “SIEMPRE” SERÁN PERDIDOS ETERNAMENTE.

         A. Eterna Perdición. 2 Tesalonicenses 1:6-10, “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)”.

         B. Substitutos. Este castigo será para los que “no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo”. La mayoría de los pastores/evangelistas evangélicos no enseñan esto. Más bien, lo sustituyen con enseñanza no bíblica, como, por ejemplo, el “orar la oración de pecador”, “recibir a Cristo en su corazón”, “salvación por fe sola”, etc. y no les explican los mandamientos de Cristo y los apóstoles para “obedecer al evangelio” para ser salvo.

         C. Estos mandamientos son revelados claramente en Romanos 10:17; Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos 2:38; Hechos 8:37 (Rom. 10:9, 10). Además, tenemos ejemplos bien claros en Hechos de los Apóstoles de las personas que obedecieron al evangelio: al oír la predicación del evangelio, la gente creía, se arrepentía de sus pecados, confesaban a Cristo como Hijo de Dios y eran bautizados en agua en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo para el perdón de sus pecados (Hecho 2:38). Véanse los capítulos 2, 8, 9, 10, 16, 18 de Hechos de los Apóstoles.

         D. ¿Por qué no enseñan esto los muchos pastores/evangelistas evangélicos? Porque no predican el evangelio revelado por Cristo y los apóstoles sino los errores de Agustín/Calvino/Lutero. ¡Qué tragedia! Que el Señor abra los ojos de la pobre gente engañada por ellos.

 

CONCLUSIÓN

         A. Si servimos a Dios “siempre” (todo el tiempo), Él seguirá bendiciéndonos “siempre”. 2 Corintios 9:8, “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”.

         B. Entonces, escuchemos la voz de Cristo que nos dice, “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre” (Juan 6:27).

         C. Adoremos a Dios fielmente, no de vez en cuando, sino “siempre”. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13:15, 16).

         D. De esta manera podemos tener siempre una buena conciencia. Hechos 24:16, “Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres”.

         E. Al mismo tiempo vivir gozosos en el Señor. Filipenses 4:4-7, “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.