ALTERCAR CON DIOS
Introducción:
A.
Romanos 9:20, “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres
tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por
qué me has hecho así?”
B.
Romanos 11:34, “Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su
consejero?”
C.
1 Corintios 1:19, “Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el
entendimiento de los entendidos”.
I. Los pensamientos y caminos de Dios no son nuestros.
A.
Isaías 55:8, 9, “Porque
mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos”. Pero lamentablemente muchos hombres creen que sus propios
pensamientos y sus propios caminos son mejores que los de Dios.
B.
Prov. 14:12, “Hay camino que al hombre le parece
derecho; Pero su fin es camino de muerte”.
C.
Jeremías 10:23, “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni
del hombre que camina es el ordenar sus pasos”. Sin embargo, a pesar de esto
muchos hombres se atreven a discutir con Dios.
I. Debemos aceptar la voluntad de Dios incondicionalmente.
A.
Ejemplo de Moisés. Éxodo 3:10-12, “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón,
para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 11 Entonces
Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto
a los hijos de Israel? 12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré
contigo…” Dios no se equivoca. Conoció a Moisés mejor que Moisés conoció a sí
mismo. Pero ante este encargo de Dios Moisés se sintió muy pequeño y nada
adecuado para la tarea.
B.
Ejemplo de Jeremías: Jeremías 1:5-8, así era la reacción de Jeremías cuando Dios
le llamó: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te
santifiqué, te di por profeta a las naciones. 6 Y yo dije:
¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. 7 Y
me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y
dirás todo lo que te mande. 8 No temas delante de ellos,
porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”. Es bueno ser humilde. Es muy
importante que uno “no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener” (Rom.
12:3), pero al mismo tiempo no conviene tener más bajo concepto de sí al
llevar a cabo la obra del Señor.
C.
Ejemplo de Zacarías: Lucas 1:13-17, Un ángel apareció a Zacarías prometiéndole
que su esposa Elisabet tendría un hijo y le explicó algo del ministerio de Juan,
pero entonces, v. 18, “Dijo
Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de
edad avanzada”. Zacarías discutió con el ángel porque se le olvidó que con Dios
todo es posible y que nada le es difícil.
D.
Ejemplo de Pablo: Hechos 22:17-21, aun el apóstol Pablo
(autor de nuestro texto en Romanos 9:20) no estuvo completamente sumiso a la
instrucción de Dios. Tenía sus propios pensamientos y los presentó al Señor
(como si Dios no estuviera consciente de lo que decía). “Y
me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un
éxtasis. 18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal
prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. 19 Yo
dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a
los que creían en ti; 20 y cuando se derramaba la sangre de
Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte,
y guardaba las ropas de los que le mataban. 21 Pero me dijo:
Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles”.
II. Ejemplos de altercar con Dios.
A.
Ejemplo de Naamán. 2 Reyes 5:10-12, Naamán, el leproso quería ser limpiado de su
lepra. “Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces
en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y
Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y
estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará
el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de
Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos,
¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado”.
1.
Dios dijo, a través de su profeta Eliseo, que Naamán se lavara (se sumergiera,
v. 14) en el Río Jordán siete veces para limpiarse de su lepra, pero a Naamán no
le gustó el plan de Dios para su limpieza. Creía que Eliseo debiera invocar el
nombre de Jehová y alzar su mano y tocar el lugar y que sería mejor lavarse en
los ríos de Damasco.
2.
¡Cuántas personas hacen lo mismo ahora! Discuten con Dios sobre el plan de
salvación como si ellos tuvieran mejor comprensión del tema que Dios. Hasta el
fin del mundo el hombre seguirá discutiendo y altercando con Dios sobre los
requisitos para ser limpiados de la lepra espiritual.
B.
Ejemplo de Pedro: Mateo 16:21-23, “Desde
entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a
Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de
los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces
Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión
de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él,
volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres
tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los
hombres”. Pedro se atrevió a contradecir lo que Jesús dijo porque tenía
conceptos errados de la misión de Jesús. Él y los otros apóstoles y discípulos
pensaban que Cristo iba a establecer un reino terrenal. Lamentablemente muchos
comparten esa idea ahora enseñando que cuando Cristo venga establecer su reino
en Jerusalén para reinar mil años. Estos contradicen Juan 18:36, “mi reino no es
de este mundo”.
C.
Ejemplo de los discípulos de Cristo sobre el matrimonio: Mateo 19:9, 10, “Y
yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada,
adultera. 10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición
del hombre con su mujer, no conviene casarse”.
1.
Así son los argumentos del hombre al reaccionarse a lo “difícil” de la enseñanza
de Cristo, pero es difícil solamente para el hombre carnal que no respeta la
perfecta voluntad de Dios para el hombre. El matrimonio es una bendición
riquísima para el hombre y la mujer y sus hijos, pero el matrimonio como procede
de Dios consta de un solo hombre con una sola mujer unidos hasta que la muerte
les separe.
2.
Es una verdadera tragedia que el matrimonio sea pisoteado y despreciado, pero el
hombre dice que “Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene
casarse” y muchos viven juntos pero sin el compromiso solemne de estar unidos en
el lazo santo del matrimonio.
D.
Ejemplo de los discípulos sobre la riqueza: Mateo 19:23-25, “Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico
en el reino de los cielos. 24 Otra vez os digo, que es más
fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino
de Dios. 25 Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran
manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?” Desde luego, hay muchos
obstáculos grandes en el camino de la salvación, obstáculos creados por el
hombre, pero Dios tiene poder sin límite y ese poder es el evangelio (Romanos
1:16) que puede remover todo obstáculo.
E.
Ejemplo de los que quieran seguir a Jesús sin ponerle “primero”: Lucas 9:59-62,
algunos creen que pueden seguir a Cristo después de hacer lo que sea “primero”
en su vida. “Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya
y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos
entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces
también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los
que están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo
su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”. Hay mucho
estudio y discusión de este texto en cuanto a su verdadero significado, pero la
palabra clave aquí es “primero”. La sencilla verdad es que Cristo no acepta
segundo lugar. Para muchos la familia es primero y se sienten justificados
atendiendo a los asuntos de familia aunque les obligue a descuidar su servicio a
Cristo. Para muchos otros el “primero” de su vida es el empleo o el negocio y
piensan que Cristo entenderá y aceptará el por qué de sus acciones. Estos
piensan que todos, incluyendo a Cristo, reconocen que hay responsabilidades de
empleo o negocio que posiblemente eviten que asistan a los servicios y pierden
domingos enteros y no participan de la cena del Señor y se sienten justificados
diciendo “tuve que trabajar”.
F.
Ejemplo del rico: Lucas 16:27-31, el hombre rico murió “Y en el Hades alzó sus
ojos, estando en tormentos”. Pidió misericordia para sí mismo y luego dijo,
“Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque
tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos
también a este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dijo: A
Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. 30 Él entonces dijo:
No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se
arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a
los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”.
El pensamiento del rico no coincidía con el pensamiento de Dios. Según el pensar
del rico, alguien resucitado de los muertos podría convencer a todos pero Dios
dice no, si no creen las Escrituras no creerán aunque alguien salga de la tumba
para exhortarles. Esta lección es muy valiosa para los llamados carismáticos que
dan tanto énfasis a los dones del Espíritu Santo. Las supuestas revelaciones,
visiones, etc. de ellos son mucho más importante que las Escrituras pero están
tan equivocados como el rico.
G.
Ejemplo de Ananías: Hechos 9:11-14, Y el Señor le dijo:
Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno
llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto
en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para
que recobre la vista. 13 Entonces Ananías respondió: Señor, he
oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en
Jerusalén; 14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes
para prender a todos los que invocan tu nombre”. El Señor le dio a Ananías una
misión peligrosa; por eso, Ananías discutió con el Señor, explicándole algo como
si Cristo lo ignorara. ¿Hasta cuándo sabrá el hombre algo que el Señor ignore?
III. Muchos ejemplos de discutir con Dios.
A.
La Biblia enseña claramente lo que es el plan de salvación: oír el evangelio
(Romanos 10:17; en todos los casos de conversión en Hechos de los Apóstoles la
gente oyó el evangelio predicado); creer (Juan 3:16; Hechos 8:12);
arrepentirse (Lucas 13:3, 5; Hechos 17:30); confesar a Cristo (Mateo 10:32;
Hech. 8:37; Rom. 10:10); bautizarse para perdón de pecados (Mar. 16:16; Hechos
2:38; 22:16), pero muchos discuten con el Señor diciendo “no lo entiendo así”,
“es asunto de interpretación”, “solamente tiene que orar la oración de pecador y
recibir a Cristo en su corazón”, etc.
B.
Cristo dice que “el que crea y sea bautizado será salvo” (Marcos 16:16) pero
muchos discuten con Cristo. En efecto dicen, “No, Señor, no es así, estás
equivocado; yo sé que tú lo dices pero los evangélicos sabemos que no es cierto,
porque uno es salvo por la fe sola”. Creen que saben el plan de salvación
mejor que Cristo. Dicen que somos salvos por la fe sola y que el bautismo no
es para el perdón de pecados. Pedro dice que el bautismo nos salva (1 Pedro
3:21) pero el hombre dice, “No, hermano Pedro, no es así, los evangélicos han
estudiado el tema a fondo y han descubierto que el bautismo NO salva”. ¿QUÉ ES
FE SOLA? ES FE MUERTA (Santiago 2:24-26). Pero en realidad la persona que confíe
en su “fe sola” ni siquiera tiene fe en Dios porque es imposible tener fe en
Dios si no se acepta lo que Dios dice.
C.
Cristo estableció su iglesia (Mateo 16:18) y hay una sola iglesia, el cuerpo de
Cristo (Efesios 1:22, 23, “la iglesia la cual es su cuerpo” y 4:4 “un cuerpo”),
pero muchos no aceptan esto y altercando con el Señor dicen, “No, no, eso no es
cierto, porque como todos sabemos, hay muchas iglesias”, “usted puede irse a la
iglesia de su preferencia, por ejemplo donde la música es mejor, o donde le
guste más el ministro”, “pero en realidad no es necesario ser miembro de
ninguna iglesia”, “la iglesia no salva a nadie”. Ojo: no, la iglesia no salva
porque Cristo es el Salvador, pero los salvos son añadidos a la iglesia,
Hechos 2:47; por eso si usted no está en la iglesia de Cristo no está salvo.
D.
El nombre correcto de la iglesia es “iglesia de Cristo” porque Cristo la
estableció (Mateo 16:18), la compró con su sangre (Hechos 20:28), Cristo es el
Salvador de su iglesia (Efesios 5:23). Sin embargo, muchos, altercando con el
Señor, dicen, “pero el nombre no importa” y se usan cientos de diferentes
nombres religiosos. (1 Corintios 1:2 dice “iglesia de Dios”, pero véase Hechos
20:28, La Biblia de las Américas, “la iglesia de Dios, la cual Él compró con su
propia sangre”).
E.
Efesios 5:29; Colosenses 3:16 enseñan que debemos cantar himnos y solamente la
ley de Moisés autoriza el uso de instrumentos de música (2 Crónicas 29:25), pero
altercando con el Señor algunos dicen, “¿Qué hay de malo en usar instrumentos de
música? No hay diablo en el órgano”. Al hombre no le gusta lo sencillo y lo
espiritual del culto. Más bien, quiere entretenimiento (música
instrumental, coros, solos, etc.) no para honrar y agradar a Dios sino para
agradar a sí mismos.
F.
Hechos 14:23, “constituyeron (designaron) ancianos en cada iglesia”, indicando
la autonomía de cada congregación, pero el hombre piensa que sabe mejor que
Dios. Piensa que debe haber una especie de “jerarquía” semejante a la Iglesia
Católica Romana, con concilios o convenciones, obispos, sacerdotes, etc.
G.
1 Corintios 16:1, 2; 2 Corintios 8 y 9. Dios quiere que haya ofrenda cada primer
día de la semana pero el hombre insiste en el diezmo, otro mandamiento de la ley
de Moisés (Números 18:20, 21). En realidad para muchos que profesan ser
cristianos la ley de Moisés es superior a la ley de Cristo. Les conviene el
diezmo porque rinde más plata para el “pastor” y por eso rechazan el plan de
Dios de que cada cristiano haga su ofrenda voluntaria según Dios le haya
prosperado y como propuso en su corazón.
Conclusión.
A.
Recuérdese que el altercar con el Señor significa que el barro está discutiendo
con el Alfarero, la criatura está contendiendo con el Creador.
B.
Con toda sinceridad ¿cómo ve usted la actitud de Naamán el leproso? ¿Mostró
inteligencia cuando discutió con la instrucción del hombre de Dios? Si hubiera
regresado a su tierra como pensaba hacer sin sumergirse en el Río Jordán, ¿qué
habría pasado con su lepra? ¿La habrían limpiado los ríos de Damasco? ¿Hasta
cuándo aprenderá el hombre que los medios humanos no funcionan? No cumplen con
la voluntad de Dios y no salvan?
C.
¿De veras cree usted que los pensamientos y caminos del hombre son iguales a los
pensamientos y caminos de Dios? ¿Quién murió por usted, el hombre o Cristo?
D.
Es muy necesario discutir con los hombres pero nunca conviene discutir con el
Señor.
E.
Nos conviene a todos tener la actitud de Samuel: “Habla, Jehová, porque tu
siervo oye”. Esta es la actitud de completa sumisión a la voluntad de Dios sin
altercar con Él.
F.
Job 40:1-5, “Además respondió Jehová a Job, y dijo: 2 ¿Es
sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a
esto. 3 Entonces respondió Job a Jehová, y dijo: 4 He
aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.5 Una
vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar”. Y después
de toda la discusión Job dijo, “¿Quién es el que oscurece el consejo sin
entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado
maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4 Oye, te
ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5 De oídas
te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por tanto me
aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:3-6).