EL PAPEL DEL GOBIERNO NO INCLUYE EL MATRIMONIO

 

          En todos los países hay parejas que se comprometen a ser esposos y hacen público este compromiso (pacto) con alguna actividad familiar (fiesta, comida) antes de vivir juntos. No simplemente “viven juntos” porque antes de vivir juntos dan clara evidencia a su familia y amigos que tienen el propósito de ser esposos y, por eso, que su unión no es fornicación sino matrimonio. Reciben la bendición de los que les acompañan en tal actividad y luego viven juntos. Sin lugar a duda Dios junta a los tales porque esto es lo que constituye el matrimonio en la Biblia.

          Amados hermanos, presento este estudio con el propósito de evitar,  si es por todo posible, la práctica de algunos hermanos de acusar de fornicación a los que se casen conforme al ejemplo del matrimonio en la Biblia y luego tratar de separarlos, basándose erróneamente en Romanos 13:1. Les ruego que no lo hagan porque es una gran injusticia contra tales personas y es uso incorrecto de este texto.

 

El matrimonio según la Biblia

Algunos hermanos persisten en usar la expresión “unidos sin casarse”. Obviamente los que practiquen esto son fornicarios, pero acusar de fornicación a los que se casen conforme al matrimonio bíblico es acusación falsa(Apocalipsis 21:8).

En la Biblia el matrimonio se efectúa cuando (1) un hombre y una mujer forman pacto con Dios para ser esposos (Proverbios 2:17; Malaquías 2:14); (2) confirman (ratifican) su pacto en la presencia de su familia y amigos en una fiesta de bodas (Mateo 22:2; Juan 2:1), de esta manera manifestando públicamente que serán esposos y no fornicarios; y (3) Dios los junta y llegan a ser una sola carne. Están casados y viven juntos como esposos (Mateo 19:6) y nadie debe separarlos. Y al propósito de la fiesta de bodas, que a veces duraba siete días, era el plan bíblico para confirmar el pacto, o sea, confirmar que la pareja sería marido y esposa y no una unión fornicaria. Lo mismo ahora, la fiesta o comida con familia y amigos confirma el pacto mucho mejor que una mera licencia de matrimonio sin la fiesta o comida de bodas.

          Repito: En toda esta controversia lo más urgente es que se abandone y se denuncie la acusación de que los casados por Dios pero sin licencia del gobierno son fornicarios y que se debe separar lo que Dios juntó. Si se afirma que Dios no junta a menos que haya licencia, es afirmación sin prueba. No se debe asumir o aceptar como verdad una proposición que no puede ser probada y confirmada con Biblia.

También se debe abandonar el rehusar tener comunión con los que practiquen o enseñen el matrimonio bíblico. Cortar comunión sobre la ausencia de la licencia en tales matrimonios, basándose erróneamente en Romanos 13, es acción totalmente impropia.

 

¿Cuál es el papel del gobierno según Rom. 13 y 1 Pedro 2?

Precisamente ¿cuál es el papel del gobierno según Romanos 13:1-7? Para “infundir temor … al malo … no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”.

Este papel bien explicado no tiene nada que ver con el matrimonio. 1 Pedro 2:13, 14 lo repite: “someteos … a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores”. ¿Quién no puede entender este papel del gobierno? Es sencillo: Es establecido por Dios y autorizado para castigar a los malhechores (criminales). Acusar de fornicación a los hermanos y otros que se hayan casado conforme al ejemplo del matrimonio en la Biblia es acusarles de ser malhechores (criminales). ¿Es lo que piensan de ellos?

          Además, los dos textos (Romanos, 1 Pedro) enfatizan que los que hagan “lo malo” (los “malhechores” o criminales) deben ser castigados por el gobierno, en algunos casos aun con “espada” (pena de muerte). El papel divino del gobierno civil es precisamente eso, castigar a los malos y malhechores. Tal lenguaje no encaja en el tema del matrimonio. Por eso es en extremo absurdo y pecaminoso decir que las parejas que sigan los ejemplos bíblicos del matrimonio están en fornicación.

          No hay palabra alguna ni en estos textos ni en otros que hablen del supuesto papel del gobierno con respecto al matrimonio. Al discutir el tema del matrimonio frecuentemente se afirma que “Dios ha ordenado el gobierno civil” como si Dios hubiera dado al gobierno el derecho de casar y regular el matrimonio. Dios ha ordenado el gobierno civil, claro que sí, pero ¿para qué? No para legislar sobre el matrimonioNo para nombrar requisitos y reglamentos para el matrimonio y el divorcio. Al hacer esto el gobierno se mete donde no le toca y comete puras tonterías, casando a los adúlteros, homosexuales y lesbianas y separando lo que Dios juntó. El juez civil se siente capaz de presidir en la ceremonia de boda aunque él mismo sea incrédulo y bien mundano. Obviamente todo esto está completamente fuera de orden ante los ojos de Dios y los gobernantes darán cuenta a Dios en el Día Final por sus transgresiones.

          El lenguaje de Pablo y Pedro obviamente no puede aplicarse al no obtener licencia de matrimonio del gobierno y comparecer ante un juez civil para que “los casen”. ¿Los que no lo  hacen son “malhechores” (criminales)? ¿Hacen “lo malo”? ¿Son castigados? ¿Cómo? ¿Con espada? Ni siquiera con multa o encarcelamiento. ¿Qué clase de “crimen” es este que no reciba castigo alguno? Podemos estar muy seguros que al escribir Rom. 13 Pablo no tuvo en mente ningún aspecto del MATRIMONIO y no conviene acusarle de tal cosa. ¡Tengamos mucho cuidado cómo usamos Romanos 13!

 

Lo que implica esta enseñanza

          La enseñanza de que el papel del gobierno es imprescindible para la existencia del matrimonio implica erróneamente que el gobierno no solamente casa sino que también controla el matrimonio; es decir, que el gobierno tiene requisitos y reglamentos respecto al matrimonio que los que reciban su licencia tienen que cumplir y si en realidad son leyes “con dientes” tendrán que sufrir las consecuencias de multas o peor (encarcelamiento) si no las cumplen.

          ¿El gobierno tiene tal “LEY” sobre el conseguir licencia de matrimonio y otros reglamentos cuya violación será castigada? Compárese la ley que requiere el obtener licencia para conducir auto. ¿Es castigada la infracción de esta ley? Sí, Señor. Aun el que conduzca un vehículo sin licencia es castigado con multa, pero ¿quién nos puede citar caso de una pareja citada y multada por no casarse con licencia de matrimonio (y por el juez civil)? ¿Por qué no castiga a estos terribles “criminales”?

          “Algunos de mis hermanos hablan mucho acerca de que el cristiano obedezca las leyes del país (Rom. 13; etc.) pero hasta la fecha ninguno de ellos cita ley civil alguna que requiera que para vivir un hombre y una mujer como esposos es exigida una ceremonia civil para ello y que si una pareja intenta hacerlo sin dicha ceremonia la ley les castigará con multa o cárcel. Tengo muchos años de estar pidiendo esto; nadie me cita nada porque ¡no hay tal ley que ellos sepan! Si no hay tal ley, ¿qué hay que obedecer? Ellos suponen lo que no pueden probar y basan su argumento en Rom. 13”. (Bill H. Reeves).

 

          Obviamente estamos hablando de algo que no es crimen, que no es violación de ley y, por lo tanto, no cabe en las instrucciones y prohibiciones de Romanos 13 y 1 Pedro 2. Hermanos, como decimos a los sectarios y hermanos liberales, tengamos cuidado de no usar mal la palabra de Dios (2 Tim. 2:15). Al repetir Rom. 13:1, “Sométase toda persona a la autoridades superiores” no enseñemos que debemos dejar que el gobierno se encargue de esta institución divina para regularla y controlarla según sus ideas seculares y paganas y hacer burla del arreglo divino.

 

¿Leyes sobre el matrimonio?

Es muy importante reconocer que no estamos hablando de “leyes” en el sentido de crímenes y violaciones que requieran castigo. No hay tales “leyes” sobre el matrimonio. Por eso, tengamos cuidado de cómo enseñamos nuestro deber de “someternos” a las leyes del gobierno. En esta controversia es indispensable que se haga clara distinción entre la desobediencia de los malos y malhechores (criminales) que resulta en castigo (multa, encarcelamiento, ejecución) y la mera negligencia de ciertos arreglos que a fin de cuentas ni siquiera pueden ser llamados leyes. Después de todo dicho, el no obtener licencia de matrimonio se debe colocar en esta última categoría.

 

Además las “leyes” del gobierno son absurdas y contradicen la ley de Dios.

          1. Por ejemplo, en algunos países/estados/departamentos establecen límites en cuanto a la edad de los que se puedan casar. Dicen que tienen que tener 16 ó 18 años de edad para contraer matrimonio. ¿Dónde dice la Biblia que para casarse la pareja tiene que tener 16 ó 18 años de edad? Aquí hay conflicto entre la Biblia y el gobierno. ¿Una joven de 15 años (o menos) puede dar a luz pero no puede casarse para que su bebé tenga padre y madre en el santo matrimonio? Este reglamento del gobierno refleja su ignorancia e incapacidad para hacer reglas para el matrimonio. El gobierno no sabe tiddlywinks del matrimonio y su manejo del asunto es pura insensatez y rebelión contra Dios.

          2. El gobierno peca cuando “separa” lo que Dios juntó (concediendo el divorcio por cualquier causa) y cuando “casa” a los adúlteros. Mateo 5:32; 19:9.

          3. El gobierno practica el “casar” a los homosexuales y lesbianas. Rom. 1:26, 27; 1 Cor. 6:9 y esto es abominable ante los ojos de Dios.

          4. A veces las parejas que en todo sentido califican para casarse no pueden conseguir licencia simplemente porque el gobierno está desordenado y no puede suplir los documentos necesarios para casarse “legalmente” o no está el oficial designado para tal función, etc.. Las parejas esperan por meses sin casarse porque los gobernantes son totalmente desobligados, pero aun sin embargo, aun en tales circunstancias si una pareja se casa conforme a lo que la Biblia revela sobre el matrimonio algunos hermanos les llaman “fornicarios”. (Tales hermanos necesitan despertarse y oler las rosas, ellos son los pecadores, no los que acusan).

 

Common Law Marriage

Además, el gobierno de nueve estados de los Estados Unidos (incluyendo Texas y South Carolina) reconoce como legal el “common law marriage” que requiere el compromiso de ser esposos, el hacer público el compromiso, hablar libremente de estar casados diciendo “mi marido” y “mi esposa” (requisitos similares al matrimonio bíblico). Los tales demuestran que están casados al tener cuenta bancaria mutua y al firmar como co-dueños de una casa u otra cosa, etc.,pero la violación de estos requisitos no acarrea multa ni encarcelamiento. Aunque el “common law marriage” no sea aceptable ante todo gobierno, su aceptación en ciertos estados de este país y en otros países indica que el matrimonio sin licencia sí es legítimo (legal) y, por eso, que la licencia no es “imprescindible” para el matrimonio legítimo. Entonces, los que se casen bíblicamente y sin licencia son legales y se someten al gobierno (Rom. 13:1). Por eso, ¿cuál es la diferencia y cuál es el problema? Si el gobierno mismo acepta el common law marriage (que tiene varios nombres en español), entonces es LEGAL y obviamente no es “imprescindible” la licencia (ni la ceremonia de bodas ante un juez civil que es incrédulo o peor).

Por eso ¿es malo conseguir licencia de matrimonio?

          Claro que no, por el contrario hay razones buenas para conseguirla. De esta manera el gobierno registra el matrimonio de los que obtengan licencia y ofrece ciertos beneficios. Vale la pena conseguirla, pero no conseguirla para no ser fornicarios.

 

Hay que proteger la reputación (testimonio) y la influencia

          Tomando en cuenta que aunque estén equivocados, la mayoría de la gente piensa que no están casados los que no tengan licencia, ¿por qué no evitar este problema? Aparte de otros beneficios, la licencia evita esta posible mancha en la reputación. 1 Cor. 9 enseña que no debemos insistir en que “tengo este derecho” o que “tengo este otro derecho”, etc. sino que debemos negarnos para el bien de la obra.

 

Proteger a los hijos

          Niños pueden ser crueles y capaces de decir cosas hirientes a los hijos de padres que según ideas populares “no están casados” (que no tengan licencia). Con la compra de ese papelito (licencia) se evita tales insultos para los hijos. Vale la pena conseguir la licencia.

 

¿Hacer las cosas honradamente?

Con tal que no se enseñe que el ser casado por Dios y sin licencia del gobierno sea algo “deshonrado”.

 

PERO A FIN DE CUENTAS

EL GOBIERNO NO DEBE METERSE EN ASUNTOS DIVINOS

 

          ¿Qué pensaríamos si el gobierno se metiera en asuntos de la iglesia, cuándo y dónde pueda reunirse, cómo debería conducir los servicios, qué debería hacer con la colecta, etc.? ¿Citaríamos Rom. 13 y enseñar que debemos someternos al gobierno?

          Pero el gobierno ha hecho precisamente esto con respecto al matrimonio, otra institución divina. Se ha metido en terreno sagrado y caído sobre su rostro.

Recuérdese en toda esta discusión que ante los ojos de Dios en realidad el gobierno civil no debe estar involucrado en el asunto del matrimonio. Dios NUNCA le dio autoridad para “casar” a nadie. Por eso, es un gran error que el gobierno se haya metido en este asunto sagrado. El matrimonio es de Dios como la iglesia es de Dios. Y el gobierno no debe meterse ni en asuntos de la iglesia ni en asuntos del matrimonio. El gobierno actúa en plena rebelión contra Dios legalizando divorcios (separando lo que Dios juntó) y “casando” a los adúlteros y homosexuales. Hace esto porque se ha metido en asuntos que no le tocan. Repito: Dios NUNCA autorizó al gobierno a casar a nadie, mucho menos a los adúlteros y homosexuales. En esto el gobierno está pisando terreno santo y está cometiendo errores de los más horribles y vergonzosos.

 

¿Casado por un juez civil?

          A veces los mismos hermanos en Cristo se presentan ante un juez civil para que él presida en la ceremonia de bodas. ¿Por qué no le invitan a presidir sobre la participación de la cena del Señor? Los incrédulos no tienen parte alguna en tales asuntos sagrados.

 

          Conclusión. En este estudio he tenido un solo propósito: evitar el acusar de fornicación a los hermanos y otros que se hayan casado imitando los ejemplos bíblicos del matrimonio. Esta es falsa acusación (Apocalipsis 21:8).

          El matrimonio es divino, es de Dios, y Dios no ha autorizado al gobierno de legislar, regular, controlar lo que Dios mismo ha establecido. A través de toda la Biblia no hay texto alguno que diga o implique que el gobierno debería estar involucrado en el matrimonio. Gobiernos modernos se atreven a involucrarse en este terreno sagrado (el santo matrimonio) y al hacerlo están cometiendo actos escandalosos.

          Por eso, aunque sea recomendable conseguir la licencia y dejar que el gobierno registre el matrimonio como registra el nacimiento y muchos otros detalles de la vida de los ciudadanos, no conviene confundirnos con esto y concluir que lo que el gobierno haga con respecto al matrimonio sea “imprescindible” para que sea “legítimo” ante los ojos de Dios.

 

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EL TEMA EN DISCUSIÓN

(Josué I. Hernández)

 

El tema en discusión no es:

1. Si se debe o no registrar el matrimonio.

2. Si los realmente fornicarios son un matrimonio.

 

El tema en discusión es:

1. Si Dios depende, o no, de los Gobiernos paganos para unir en matrimonio a quienes tienen derecho bíblico para hacerlo ya que cumplen con los requisitos bíblicos más básicos para entrar sin pecar en la relación matrimonial.

2. Si es, o no, la acción del Gobierno imprescindible para la existencia del matrimonio como revelado en las Escrituras.

3. Si el Gobierno registra el matrimonio o une en matrimonio. Y si no registra o une en matrimonio, entonces ¿según qué pasaje de las Escrituras el Gobierno recibió de Dios el rol imprescindible para controlar el matrimonio?

4. ¿Por qué los casados bíblicamente desobedecen al Gobierno al no registrar su matrimonio si el Gobierno citado como autoridad desobedecida en la realidad no ha requerido según sus leyes que los casados registren su unión para ser un matrimonio legítimo? Es decir, ¿existe una ley que prohíba a los ciudadanos sujetos a ella el entrar en el vínculo matrimonial sin el previo registro de su matrimonio? ¿Cuál es aquél país que castiga con multa o cárcel a los que violan aquella supuesta ley a la cual se hace referencia cuando se cita (fuera de contexto) Romanos 13?

5. ¿Dónde, en Romanos 13, Dios menciona que el Gobierno ha recibido alguna facultad para unir en matrimonio o para ser parte imprescindible de la legítima unión matrimonial?

6. ¿Los que están bíblicamente casados deben separarse como si fueran fornicarios debido a que no han registrado su matrimonio? ¿A caso nadie, pero absolutamente nadie, puede casarse sin la acción de los Gobiernos de la actualidad?

7. ¿Es el registro del matrimonio la regla para determinar si una relación es fornicación o un matrimonio bíblico?

8. ¿Cómo se explica que los Gobiernos que casan a homosexuales y lesbianas, a la vez que separan lo que Dios juntó, sean imprescindibles para la legitimidad de la bíblica unión matrimonial que Dios instituyó y controla?

9. ¿Cómo se explica que los sistemas de Gobierno modernos, relativamente recientes en la Historia del mundo, de pronto forman parte imprescindible para determinar lo que es o no un matrimonio si los Gobiernos de la Antigüedad no lo fueron? ¿Es que Dios de pronto entregó el control del matrimonio a los Gobiernos paganos modernos?