La esposa que trabaja fuera del hogar

 

Introducción

Lamentablemente el espíritu del movimiento feminista afecta no solamente a las mujeres del mundo sino que a veces a nuestras hermanas en Cristo también, pues a algunas no les gusta que se predique sobre este tema.

 

I. Hay mujeres que están obligadas a trabajar fuera del hogar

A.   Mujeres que nunca se casan deben trabajar fuera del hogar para sostenerse.

B.   Viudas no solamente deben trabajar fuera del hogar, sino que lamentablemente muchas de ellas tienen que trabajar por el sueldo mínimo, aunque tengan que sostener a varios hijos.

C.   Mujeres abandonadas por sus maridos son como si fueran viudas, porque aunque el marido debe ayudar con el mantenimiento del hogar que dejó, muchos de ellos no lo hacen aunque la ley se lo exija.

D.   Mujeres con maridos incapacitados (enfermos, accidentados, etc.) tienen que trabajar en algo para proveer para la familia.

E.    Por eso, es obvio que toda joven debe educarse y estar preparada para algún empleo o negocio para ganarse la vida, porque cualquier mujer puede encontrarse en la necesidad de proveer no sólo para su propia vida, sino también para sus hijos u otros dependientes.

 

II. Pero, la Biblia claramente revela que la mujer casada debe ser “ama de casa”

A.   1 Tim. 2:12,15, “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio… Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”.

B.   1 Tim. 5:14, “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia”.

C.   Tito 2:3-5, “Las ancianas asimismo… que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa (“hacendosas en el hogar”, LBLA), buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.  

D.   Las responsabilidades espirituales vienen primero. Son más importantes que los deseos y ambiciones personales (Fil. 3:7,8). La mujer cristiana debe amar su hogar más que las “cosas” que pueda comprar con un cheque adicional. Muchas mujeres no han aprendido el significado de 1 Timoteo 6:6-10, o no lo quieren aceptar. Muchas no han aprendido el contentamiento de Filipenses 4:11.

E.    Sin duda alguna el marido tiene el deber de proveer para su familia (1 Tes. 4:9-12; 2 Tes. 6-12; 1 Tim. 5:8). La responsabilidad de proveer para su familia no le toca a su esposa sino a él mismo. El deber de la esposa es el de ser cuidadosa de la casa (familia). Debe ser “hacendosa en el hogar”. Se debe recalcar que este es un empleo de “tiempo completo”. Hay un refrán en inglés que dice, “man works from sun to sun but woman’s work in never done” (“el hombre trabaja de sol a sol pero el trabajo de la mujer nunca termina”). Esto es muy cierto. La mujer no está obligada a casarse, pero si opta por casarse entonces esta decisión requiere que sea ama de casa (que gobierne su hogar).

F.    Muchas jóvenes hablan acerca de “carreras” y la que les gusta más, pero si quieren casarse entonces en eso ya escogieron su “carrera”. El ser esposa y madre es la carrera más elevada, la más dichosa de todas las carreras para la mujer. La palabra traducida “hacendosa en el hogar” es OIKOOURGOUS; está compuesta de OIKOS, casa, y de OUROS, una trabajadora o cuidadora. Obviamente, el Espíritu Santo enseña que la casada debe trabajar en el hogar, cuidar de la casa (tanto la casa material como la familia). Su lugar de trabajo no es la oficina, ni la planta, sino su propia casa.

G.   1 Tim. 5:14, “gobiernen su casa”, traduce OIKODESPOTEO. Otra vez, casa y luego guiar o supervisar. Ella está sujeta a su marido, pero cualquier marido sensato aceptará con alegría que su esposa se encargue del trabajo que le está asignado por Dios. El dinero que él gane es de ella también y él debe poner plena confianza en ella en cuanto a las compras necesarias para mantener la casa.

H.   1 Tim. 2:15, “engendrando hijos” es de TEKNOGONIA, que significa cumplir en papel de la maternidad. ¡Qué trabajo más significativo e importante! Ella tiene a sus hijos bajo su cuidado e instrucción desde que nazcan y les puede moldear como el alfarero moldea vasijas. ¿Cómo puede alguna mujer cristiana suponer que este trabajo sea menos importante que las cosas materiales que su cheque (salario) pueda comprar?

 

III. Cuidado con su actitud

A.   Al estudiar estos textos, ¿cómo puede la mujer cristiana escoger una carrera profesional que obviamente la sacará del hogar? Como ya hemos afirmado, toda joven debe estudiar y prepararse para algún empleo o negocio por si acaso sea necesario sostenerse sola y posiblemente proveer para su familia. Nadie debe querer que la mujer necesitada tenga que trabajar por un sueldo raquítico siendo reducida a la desgracia.

B.   Pero, la mayoría de las mujeres que aspiran a ser doctoras, dentistas, maestras, abogados, etc., están pensando en dedicar tiempo completo a esa carrera aun cuando se case y tenga hijos. En tal caso ella tendrá dos empleos de tiempo completo, ya que su trabajo como ama de casa es de tiempo completo también. Ni siquiera “superwoman” puede hacerlo.

C.   Cosas materiales. Entonces, sabiendo que piensa casarse y tener familia, ¿cuál es su verdadera motivación al escoger tales carreras? Algunas mujeres halban francamente de querer más dinero para la familia, para tener mejor casa, mejores muebles, más dinero para los hijos, vacaciones más extensas, en fin una “vida mejor”.

D.   Realizar su potencial. Otras mujeres no se sienten satisfechas psicológicamente con ser “simplemente amas de casa”. Muchas mujeres quieren mostrar que son iguales a los hombres, que pueden hacer lo que ellos hacen, e incluso hacerlo mejor que ellos. Quieren mostrar que pueden ganar el mismo dinero (o más) que éstos ganan. De esa manera creen que están de veras realizando su potencial.

E.    Este es otro engaño del diablo. Como Satanás engañó a Eva, también engaña a millones de mujeres modernas, haciéndoles creer que su “potencial” no es doméstico sino que sólo se puede realizar en el mundo educacional, político, comercial, industrial, etc. En esto el diablo gana una gran victoria, porque este concepto es uno de los enemigos principales del hogar. Obra en contra del matrimonio. Obra en contra de la buena crianza de los hijos. Promueve la avaricia. Promueve hasta la fornicación, pues muchísimos matrimonios son destruidos por los amoríos entre hombres y mujeres que trabajan juntos todos los días. Para obedecer 1 Corintios 6:18, muchísimas mujeres debieran ahora mismo huir de su empleo.

F.    Aquí se debe agregar que hay muchas mujeres que no tienen empleos fuera del hogar que tampoco están en casa. Más bien, están de visita, están en las tiendas, están paseando. O estando en casa, están “muertas” delante de su ídolo, el televisor. Tales mujeres están en la misma categoría con las otras que trabajan fuera del hogar.

 

IV. Descuidar a los hijos.

A.   Algunas hermanas que trabajan fuera del hogar creen que hacen bien con tal que dejen a sus hijos con personas responsables (abuelita, tía, hermano o hermana mayor). Creen que hay guarderías competentes con personal profesional, pero aparte de no poder sustituir a la madre, las guarderías son campos fértiles para toda clase de enfermedades contagiosas. Repito: nadie puede sustituir a la madre. Ha habido estudios científicos que comprueban que los niños sufren psicológicamente cuando son dejados al cuidado de otros (aparte de sus padres).

B.   Los hijos tienen necesidades psicológicas que solamente la madre puede suplir. Cuando están enfermos, urgentemente necesitan los cuidados que sólo la madre les puede dar. Cuando hay alguna dificultad en la escuela o alguna actividad que la madre debe presenciar, los niños necesitan a su madre. Dejar a los hijos solos en casa es una gran injusticia. La residencia de la joven cuya madre trabaja fuera del hogar es uno de los lugares principales donde se comete fornicación.

C.   La madre debe estar en casa cuando los hijos salgan y cuando lleguen, y debe estar accesible durante el tiempo que ellos estén ausentes del hogar. Necesitan a su madre cuando tengan tareas escolares. Necesitan consultarle sobre docenas de cosas o simplemente tener su oído para contarle sus actividades y platicar con ella.

D.   “Oh, pero ella puede atenderles en la tarde. Puede darles tiempo de calidad cuando llegue del trabajo”. ¿Oh, sí? Y, ¿cómo llega del trabajo? Cansadísima, frustrada y molesta, con la cabeza llena de los problemas del empleo (con socios, patrones y clientes). Y al llegar a casa, allí están sus preciosos hijos. Allí está su marido. Todos con hambre y ¿qué comerán? Pizzas, hamburguesas con papas fritas, platos ya preparados pero congelados, porque nadie quiere esperar hasta que mamá prepare la cena (y ella está demasiado cansada para cocinar). ¿En qué condición está la casa? ¿La ropa para el día siguiente? ¿Los nervios de todos? Si el marido o los niños le preguntan algo o quieren que ella haga algo por ellos, ella tiene que usar todo el dominio propio para no decir  cosas que no debe decir, porque sus nervios ya se agotaron. ¿Estoy exagerando? Todos saben la respuesta.

 

V. Descuidar al marido

A.   Es cierto que algunos maridos quieren que sus esposas trabajen fuera del hogar, para que haya más dinero. Esto sucede sobre todo cuando al familia está bien cargada de deudas. Pago de casa. Pago de los autos. Pagos y más pagos. Por eso, el marido la empuja fuera del hogar para que le ayude con las deudas.

B.   Pero, hay maridos responsables que no son avaros, no permiten que hay deudas excesivas, y simplemente quieren proveer para su familia (1 Tim. 5:8). Cuando la esposa de tal marido responsable insiste en trabajar fuera del hogar, él sabe que ahora él no está proveyendo para su familia. Él sabe que ahora la familia tiene que depender no sólo de su cheque, sino también del cheque de su esposa. El simplemente ya no puede proveer para o cuidad de su familia. ¡Qué pensamiento más desalentador!

C.   Tal marido sabe que él y su esposa ahora van en dos direcciones. En lugar de unirse cada vez más, ellos se están alejando cada vez más. Muchísimas parejas de esta categoría van rumbo a la corte de divorcio.

D.   Piénselo bien, hermana. ¿De veras vale la pena?

 

VI. Descuidar la obra personal

A.   Esto requiere mucho estudio para usar bien la palabra (Ef. 6:17; 2 Tim. 2:15) y para estar preparada para presentar defensa de la fe (1 Ped. 3:15).

B.   Y requiere mucho tiempo para hacer visitas, enseñar clases (Tito 2:3-5), imitar a Priscila (Hech. 18:26) y Febe y otras fieles mujeres (Rom. 16;1,6,12).

 

VII. Descuidar la hospitalidad

A.   Practicar la hospitalidad (Rom. 12:13; 1 Tim. 5:10; Heb. 13:2) requiere mucho trabajo que una mujer cansada de su trabajo fuera del hogar no hará. El asear, comprar y preparar comida es trabajo. Requiere mucho tiempo. Por eso, se descuida.

B.   Cuando los hijos quieren invitar a sus amigos (muchas veces los jóvenes de la iglesia) deben sentirse libres para hacerlo, sabiendo que serán bienvenidos. Desde luego, los hijos deben hacer su parte en el trabajo de arreglar la casa y la comida, pero esta actividad necesita la dirección y supervisión de la mamá.

C.   ¿Cuántas hermanas que trabajan fuera del hogar aceptarán que la iglesia se reúna en su casa (Rom. 16:3-5)?

 

VIII. Descuidar la benevolencia y otras buenas obras

A.   ¿Cuántas mujeres que trabajan fuera del hogar en un empleo de tiempo completo pueden hacer lo que Dorcas hacía (Hech. 9:36)? ¿O Febe y las obras mujeres fieles (Rom. 16:1,6,12)?

B.   Al meditar sobre los muchos textos que hablan de hacer buenas obras, pregúntese que tanto tiempo puede dedicarse a esto si tiene empleo de tiempo completo fuera del hogar. Usted debe ser sincera respecto a estos mandamientos.

 

Conclusión

A.   No conviene que ninguna hermana tenga actitud hostil hacia esta enseñanza. Si ella hace bien, no hay problema, pero si el zapato le queda debe llevarlo y aceptar la consecuencia (aunque apriete los dedos un poco).

B.   Hay otro mal que se debe mencionar. Estos textos (1 Tim. 2:15; 5:14; Tito 2:3-5) son tan claros como Marcos 16:16 y Hechos 2:38. No van a desaparecer de la Biblia (y espero que las hermanas no usen tijeras para sacarlos de su Biblia, como algunos sectarios aparentemente cortan Hechos 2:38 de sus Biblias).

C.   Entonces, ¿qué tanto predican y enseñan estos textos los predicadores, ancianos y otros maestros cuyas esposas trabajan fuera del hogar aunque no sea necesario (simplemente están aburridas estando en casa y quieren más dinero)?

D.   Es indispensable que los que predicamos y enseñamos, presentemos la verdad sobre el hogar ideal según las Escrituras, porque esta práctica es uno de los peligros más grandes en el hogar.

E.    “¿Dónde está su mamá?” – “Ella no está, está trabajando”.