HUIR DEL INFIERNO DE FUEGO ETERNO

 

INTRODUCCIÓN.
          A. La palabra “huir” sugiere peligro. ¿Quién rehúsa huir de un edificio encendido? Huye porque ve la llama y el humo. Muchos han huido de huracanes, terremotos, ciclones, y peligros semejantes. Todos huyen del peligro apercibido por los sentidos físicos.

          B. No se puede ver el infierno, pero ¿debemos rehusar creer en Dios porque no lo podemos ver? ¿Debe uno rehusar creer que existe su propio espíritu porque no lo puede ver?

          C. En este estudio damos un repaso de los ejemplos bíblicos que requerían que la gente huyera para salvarse y los textos que nos dicen cómo huir de la ira de Dios ahora.

 

I. GÉNESIS 6-9 EL DILUVIO.

            A. Génesis 6:5-7, “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho”.

          B. Génesis 7:14-22, Dios dijo a Noé: “Hazte un arca de madera de gofer”.

          C. 2 Pedro 2:5, Dios “no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, predicador (heraldo) de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos”. Estando enterado del diluvio venidero, ¿qué predicó Noé? ¿Cuántos le hicieron caso?

          D. Mateo 24:38, 39 “en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”.

          E. La única salvación del diluvio era el arca de Noé y nadie hizo caso de este “predicador de justicia”. Se salvó solamente la familia de Noé. ¿Por qué? Porque no podían percibir esta catástrofe con los cinco sentidos y, por eso, no la tomaron en cuenta. A pesar de la amenaza del diluvio, todos siguieron por su camino normal de comer, beber, casarse, etc. como si Noé fuera un tonto hablando fuera de sí.

          F. ¿Cuándo entendieron? “Hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos” a su muerte y perdición.

          G. Cristo usa este ejemplo en conexión de su venida: Mateo 24:37, “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”. Pablo dice la misma cosa en 1 Tesalonicenses 5:2, 3, “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;

que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”. Ahora mismo es cuando todos deben “escapar” de “la ira de Dios” que “se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres” (Romanos 1:18).

 

II. GÉNESIS 18, 19 SODOMA Y GOMORRA. “Escapa por tu vida”.

          A. Génesis 18:20, “Entonces Jehová le dijo: … el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo” … Los ángeles dijeron a Lot (Génesis 19:13), “vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo” …

          B. Génesis 19:15, “Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad”. V. 17,  Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas”.

          C. Génesis 19:24, 25 “Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; 25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra”.

          D. 2 Pedro 2:6-9, Dios “condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente…  sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”. Judas 7, “Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”. Este texto enseña claramente lo abominable de la homosexualidad ante los ojos de Dios y los países como Estados Unidos o cualquier otro no escaparán el juicio de Dios por aceptar a los homosexuales y su “matrimonio”.

          E. Los de Sodoma y Gomorra sufrieron “el castigo del fuego eterno”; es decir, además de ser quemados con fuego y azufre, comparando este texto con Lucas 16:24, vemos que había extensión de su sufrimiento en el Hades (“estoy atormentado en esta llama”).

          F. Al pensar en esto debemos tomar muy en serio la exhortación de los ángeles: ¡“Escapa por tu vida”! (Del infierno de fuego eterno).

 

III. NÚMEROS 16, APARTAOS DE LAS TIENDAS DE ESTOS HOMBRES IMPÍOS.

          A. Números 16:1, 2, “Coré, Datán y Abiram tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre”.

          B. Números 16:26, “Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados”.

          C. Números 16:32-35, “Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. 34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. 35 También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso”.

          D. Es otro ejemplo de huir (apartarse) de la destrucción. Romanos 15:4, “Porque las cosas que se escribieron antes para nuestra enseñanza se escribieron”.

 

IV. MATEO 24 DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN. “Huyan a los montes”.

          A. Mateo 24:1, 2, “Los discípulos de Jesús eran muy orgullosos de esplendidez del templo, pero Jesús les dice, “¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”.

          B. Ellos querían saber cuándo y Jesús les da ciertas señales: Mateo 24:6, 7, “ Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”. Muchos sectarios erróneamente aplican este texto al fin del mundo, pero una simple lectura del capítulo y una comparación con textos paralelos en Marcos y Lucas demuestran claramente que se refiere al “fin” (destrucción) de Jerusalén.

          C. Mateo 24:34, “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Fue cumplida en el año 70 de ese primer siglo cuando los ejércitos romanos pusieron sitio a la ciudad, matando a muchos judíos y destruyendo el templo. Lucas 21:20, 21, “ Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. 21 Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella”. Mateo 24:21, “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”. Según esto la catástrofe de la destrucción de Jerusalén era peor que el diluvio o la destrucción de Sodoma y Gomorra.

          D. Lucas 19:41-44, “ Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. 43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, 44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”. Jesús, siendo omnisciente, podía ver el horrible sufrimiento del pueblo durante el sitio. Muchos murieron de hambre. ¡Cuanto más debemos llorar al contemplar el horrible sufrimiento de los que se echarán al infierno de fuego eterno!

          E. Si los discípulos debieran huir de los romanos ¡cuánto más los hombres deben huir del infierno de fuego eterno!

 

V. PARA HUIR DEL INFIERNO DEBEMOS HUIR DEL PECADO.

          A. 1 Corintios 10:14, “Por tanto, amados míos, huid de la idolatría”. Siempre hay mucha tentación de practicar diferentes aspectos de la idolatría literal (1 Corintios 8:10). Pero Colosenses 3:5 dice,  Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”. La avaricia es el deseo de tener más y mejor, se llama idolatría porque pone posesiones materiales en primer lugar (en lugar buscar primeramente el reino de Dios, Mateo 6:33). 1 Timoteo 6:6-11, Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”.

          B. 2 Timoteo 2:22, “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”. Santiago 1:13, 14, Los deseos malos son la verdadera fuente del pecado.

          C. 1 Corintios 6:18 “Huid de la fornicación”. “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”. Huir, escapar, cueste lo que cueste (Génesis 39:12). Huir, escapar, aunque requiera cambio de empleo. La fornicación destruye el matrimonio (hogar), es mala levadura en la iglesia (1 Corintios 5).

                   1. Proverbios 7:5, que la sabiduría y la inteligencia “te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras” (Léase con cuidado todo el capítulo 7).

                   2. Y siempre debemos añadir Mateo 5:27-29, “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”. Por eso, el huir de la fornicación incluye el huir de codiciar la mujer. (La mujer cristiana practica la modestia, viste ropa honesta, ropa no muy ajustada al cuerpo, para no ser tropiezo para hombres).

 

VI. PARA HUIR DEL INFIERNO DEBEMOS HUIR DE LA FALSA DOCTRINA.

          A. Millones han sido engañados por las falsas doctrinas de los hombres (Mateo 15:9): el catolicismo, el calvinismo, el pentecostalismo, el mormonismo, el sabatismo, las blasfemias de los “testigos” (Atalaya), etc. Aparte de blasfemar a Cristo diciendo que él era simplemente una “cosa” creada, niegan muchas de sus enseñanzas incluyendo el infierno. En efecto le acusan de ser mentiroso. Una cosa es muy obvia: los testigos aborrecen a Cristo. Van de casa en casa haciendo todo lo posible por despreciarlo y pisotear sus enseñanzas.

          B. Es difícil huir de los vicios pero para muchos es aún más difícil huir de las falsas doctrinas que son trampas del diablo. Rehúsan huir de las falsas doctrinas porque ya regalaron su cabeza a sus líderes religiosos. Es como si hubieran dicho, “Aquí está mi cabeza, téngala y piense por mí”.

         

VII. ¿QUÉ PASOS DEBEMOS TOMAR PARA HUIR DE LA IRA DE DIOS Y EL CASTIGO ETERNO?

          A. CREER EN DIOS (HEBREOS 11:6) Y TEMER A DIOS. MUCHOS NO TEMEN EL INFIERNO PORQUE NO CONOCEN A DIOS, NO CREEN EN DIOS Y, POR ESO, NO TEMEN A DIOS.

                    1. Hebreos 12:21, “ y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando”. Si pudiéramos estar en la presencia de Dios estaríamos como Moisés, “espantado y temblando”, pero andamos por fe y no por vista.

                    2. Deuteronomio 10:12, “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”.

                    3. Jeremías 32:39, “ Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos.

                    4. Hebreos 12:28, 29 “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia29 porque nuestro Dios es fuego consumidor”. Hebreos 10:31,”¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”

                    5. 2 Corintios 5:10-11  Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. 11 Conociendo, pues, el temor de Diospersuadimos a los hombres”.

                    6. ¿Se aplica esto a nosotros, hermanos? ¿Dejamos de persuadir a los hombres porque nos falta el temor de Dios? En lugar de temer a Dios ¿tememos a los hombres? ¿Su rechazo y posible persecución?

          B. NO “ORAR LA ORACIÓN DEL PECADOR”. “Oh, Señor, perdona mis pecados. Por favor, entra en mi vida. Por favor, dame el regalo de la vida eterna”. Esta oración es producto del Calvinismo. No fue originada ni enseñada por Cristo y los apóstoles. Es un pobre sustituto ineficaz de la obediencia al evangelio.

                    1. Los Evangélicos (Calvinistas) enseñan que el pecador se salva repitiendo la siguiente oración: “Crea en su corazón y confiéselo con tu boca en una oración como esta: Señor Jesús, creo que eres el Hijo de Dios que murió por mis pecados y resucitó. Me arrepiento de mis pecados y te pido que me perdones. Envía ahora el Espíritu Santo a mi corazón para darme el poder de rechazar lo malo y caminar en tu verdad. Gracias por haberme salvado y haberme hecho partícipe de tu reino en este día. Amén”. La “oración del pecador” no equivale al obedecer al evangelio (1 Pedro 4:17; 2 Tesalonicenses 1:7-9).

                    2. Esta enseñanza es el fruto del Calvinismo que enseña que Dios forma un espíritu totalmente depravado y corrupto en el bebé y, por eso, el ser humano no puede hacer nada para salvarse, sino creer y orar la oración del pecador. Desde luego, son inconsecuentes porque si el hombre no puede hacer nada para salvarse entonces no puede creer ni orar la oración del pecador. Por el contrario, el apóstol Pedro dijo (Hechos 2:40), “Sed salvos (escapad) de esta perversa generación”.

          CSINO POR OBEDECER AL EVANGELIO. Cristo dice, “El que crea y sea bautizado será salvo” (Marcos 16:16) y el apóstol Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, dijo, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados” (Hechos 2:38).                             1. 1 Pedro 4:17, “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

                   2. 2 Tesalonicenses 1:7-9, “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder”.

                   3. 1 Pedro 1:22, “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”.

                   4. Romanos 1:6, “y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre”. Romanos 16:26 “ pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe”. Romanos 6:3, 4, “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”. Dicen los Evangélicos que uno se salva por la fe sola y después es bautizado. Según esta falsa doctrina, el hombre ya salvo, HOMBRE VIVO, es sepultado. ¿Cuántos creen que debemos sepultar a los hombres vivos? Así es la tontería del Calvinismo.

          D. NO DEBEMOS HUIR DEL DEBER (“LA PRESENCIA DE JEHOVÁ”) (JONÁS 1:3)

                    1. Desde luego, es imposible huir de la presencia de Dios (Salmo 139:7-11), pero n un sentido huimos de la presencia de Dios si huimos de la obediencia a sus mandamientos. Huimos de su presencia de Dios si huimos de los deberes y responsabilidades que Dios requiere de nosotros.

                    2. Jonás aprendió (y todos debemos aprender) que cuando Dios requiere algo que consideremos “desagradable”, es mucho más fácil cumplir con ese deber que huir de él. Si Dios requiere algo y tratamos de huir de su presencia esto siempre provoca tormentas en la vida.

                    3. Nuestro deber hacia los perdidos es semejante al deber de Jonás y si tratamos de partir para Tarsis en lugar de predicar a los de Nínive habrá consecuencias muy desagradables.

                    4. El proceso de huir de la presencia de Jehová siempre es para abajo: V. 3, “descendió a Jope”; V. 5, “había bajado al interior de la nave”; V. 15, “tomaron a Jonás y lo echaron al mar”; V.17, bajó al interior del gran pez. ¡Descender, descender, descender! Es lo que hacemos cuando huimos del deber (“la presencia de Dios”).

           E. Por lo tanto, después de obedecer al evangelio y ser añadido a la iglesia de Cristo (Hechos 2:47), dice el apóstol Pablo (Filipenses 2:12), “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”.