PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS
“UNA VEZ SALVO SIEMPRE SALVO”
El calvinismo enfatiza mucho la soberanía de Dios y, desde luego, todos debemos
enfatizar y exaltar la soberanía de Dios. Sin embargo, según la enseñanza
calvinista la soberanía de Dios implica que el verdadero creyente no puede caer
de la gracia porque su salvación no depende de sí mismo sino que está en manos
de Dios y Dios no puede fallar. Pastores calvinistas insisten en que la
providencia de Dios se encarga del creyente y que son guardados por el poder de
Dios por fe para salvación.
El famoso debatista Bautista (Sam Morris), al predicar sobre este tema, dijo que
“todos los pecados que uno pueda cometer desde la idolatría hasta el homicidio
no someterá su alma a más peligro … la manera de vida no tiene nada que ver con
la salvación del alma”. Tal vez la mayoría de los pastores bautistas no predican
esto pero si niegan lo que dice el Sr. Morris, niegan su propia doctrina de “una
vez salvo siempre salvo”.
Antes de leer estos textos que presentamos recuérdese que el verdadero problema
del calvinismo es el negar el libre
albedrío del hombre.
ALGUNOS TEXTOS TORCIDOS POR CALVINISTAS
PARA
DAR APARENTE APOYO A ESTA FALSA DOCTRINA
Juan 5:24,
“El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y
no vendrá a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida”. Los calvinistas citan este texto y enseñan que el
verdadero creyente no puede dejar de creer, que no puede llegar a ser incrédulo.
Pero leamos otro texto: Juan 3:36,
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo
no verá la vida, sino que la ira de
Dios está sobre él”. Ahora bien, si el Señor quería decir que el verdadero
creyente no puede llegar a ser incrédulo y ser perdido, entonces enseña también
que el incrédulo no puede llegar a ser creyente verdadero para ser salvo porque
en cuanto al creyente dice “no vendrá a condenación” y en cuanto al incrédulo
dice, “no verá la vida”. Si lo del creyente es incondicional, entonces lo del
incrédulo es incondicional.
Juan 10:27,
28,
“Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les
doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”.
Esto no se refiere a lo que el creyente pueda hacer o no hacer, sino de lo que
Cristo puede hacer. Además, es condicional. Dice “Mis ovejas oyen mi voz … y me
siguen”, pero pueden dejar de oír su voz y pueden dejar de seguirle. Si alguien
niega esto, niega el libre albedrío del hombre. Si alguien afirma que el
creyente no puede dejar de seguir a Jesús debe recordar el ejemplo de Demas.
Aprendemos en Col. 4:14 y Filemón 24 que Demas había sido fiel compañero de
Pablo, pero en la 2da carta a Timoteo
(4:10) Pablo dice que
“Demas me ha desamparado, amando este mundo”.
Juan 15:1-10, en este texto
de diez versículos, la palabra “permanecer” aparece diez veces. Jesús enseña
claramente que es posible que “vosotros” (los creyentes) permanezcan en Él pero
al mismo tiempo enseña que es posible que dejen de permanecer en Él. De
otro modo este texto no tiene sentido. Jesús manda, “Permaneced en mí”. ¿Por qué
lo manda si inevitablemente los creyentes permanecen en Él? Luego en el
versículo 6 dice, “El que en mí no
permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los
echan en el fuego, y arden”. El versículo 10 explica que para permanecer en
Él es necesario guardar sus mandamientos.
Colosenses 1:21-23 “Y a vosotros
también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo
malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la
muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
si en verdad permanecéis fundados
y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído…”
Romanos 8:28,
“Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados”. ¿Todas las cosas les
ayudan a quiénes? A los que aman a Dios y ¿qué hacen los que aman a Dios? Le
obedecen. Juan 14:15, 23. En todo texto semejante es obvio que las bendiciones
de Dios dependen de la obediencia y fidelidad del creyente.
Romanos 14:4,
“¿Tú
quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae;
pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme”. No
significa que estará firme delante de Dios a pesar de su conducta mala (como
enseña el calvinista), sino que a pesar de los juicios injustos de otros, si es
fiel será juzgado como fiel (“firme”) por el Señor.
1
Corintios 3:15,
“15 Si
la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego”. Calvinistas dicen que el creyente puede perder su
obra pero él mismo será salvo, pero la “obra” de este texto son los conversos
del hermano que predique el evangelio (1 Cor. 9:1). Si estos no son fieles se
pierden pero no por eso será perdido el evangelista. Si es fiel, será salvo
aunque su “obra” habiendo sido probada como por fuego se pierda.
Efesios 1:13,
“fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. Calvinistas suponen que
si son sellados con el Espíritu Santo no pueden caer de la gracia, pero el texto
dice “habiendo creído en él”. ¿No pueden dejar de creer en Él? Y si dejan de
creer en Él, ¿todavía son sellados con el Espíritu Santo?
2 Timoteo 2:19,
“Pero
el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que
son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.
Sí, conoce a los suyos y el versículo 18, conoce a los que “se desviaron de la
verdad y trastornan la fe de algunos”. ¿Estos todavía son “suyos” (pueblo
aceptado por Dios) aunque se hayan desviado de la verdad? ¿Todavía son “suyos”
si no se apartan de la iniquidad?
1 Pedro 1:5,
“que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”. Otra
vez, véase la expresión “mediante la fe” y la fe que salva no es fe muerta, fe
que no obedece (Santiago 2:24).
1 Juan 2:19,
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros;
porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero
salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”. Este es uno de
los textos predilectos de Bautistas y otros que enseñan la imposibilidad de
apostasía. Dicen que los que se apartan de la fe no son creyentes verdaderos
sino creyentes superficiales (o hipócritas), que profesan tener fe pero
que en realidad no son cristianos. Tales
maestros hacen el papel de Dios juzgando corazones y motivos.
¿Cuándo
“no eran de nosotros”? Dice Juan que “ahora han surgido muchos
anticristos”. Obviamente después de “surgir” como anticristos “salieron
de nosotros”. ¿Por qué dice Juan “ahora”? Si ya se hubieran manifestado como
anticristos antes de bautizarse ¿cómo podrían los apóstoles y otros cristianos
aceptar su “obediencia” si no querían confesar que Cristo es el Hijo de Dios?
Esta confesión significa que Cristo es Emanuel, Dios con nosotros (Dios y
Hombre). Los anticristos no hacían tal confesión (1 Juan 4:2,3).
Calvinistas
no pueden probar que los anticristos de este texto no habían obedecido al
evangelio. La afirmación que “salieron de nosotros” indica que habían estado
con los apóstoles y otros cristianos.
No es posible salir de un grupo de personas sin haber estado con ellos.
¿No obedecieron al evangelio? ¿No confesaron a Cristo antes de ser bautizados?
Si eran anticristos antes de ser bautizados,
¿lo sabían los apóstoles y comoquiera
los aceptaron aunque rehusaban confesar a Cristo? ¿No eran bautizados para
el perdón de pecados y añadidos a la iglesia de Cristo? (Hechos 2:38, 41, 46).
Si “salieron” de la iglesia, habían sido miembros de la iglesia.
Entonces la cuestión relevante es ¿cuándo
“salieron de nosotros”? Obviamente salieron de ellos después de “surgir”
(manifestarse) como anticristos. Por
eso, de ninguna manera se debe afirmar que todos los que se apartan de la verdad
solamente profesaban ser discípulos de Cristo. Los que enseñen tal cosa
hacen el papel de Dios porque juzgan corazones y motivos. Muchos
textos afirman clara y enfáticamente que algunos de los que obedecieron al
evangelio se apartaron de la fe.
1 Juan 5:13,
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios,
para que sepáis que tenéis vida eterna
…” En base a este texto calvinistas enseñan que la vida eterna es posesión
actual, pero el mismo Juan en la misma carta (1 Juan 2:25) dice, “Y esta es
la promesa que él nos hizo, la vida
eterna”; es decir, antes de decir, “para que sepáis que tenéis vida eterna” ya
había dicho que “esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna”.
Tengamos cuidado de leer todo lo que la Biblia dice sobre el tema que
estudiamos. Nadie tiene como posesión actual y presente aquello de lo cual tiene
esperanza. Romanos 8:24, “Porque en
esperanza fuimos salvos pero la esperanza que se ve, no es esperanza,
porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?”
Mateo 25:46, “Estos irán al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna”. En el día del Juicio Final los justos
irán a la vida eterna.
ALGUNOS TEXTOS QUE ENSEÑAN CLARAMENTE QUE LOS FIELES PUEDEN APARTARSE DEL SEÑOR
Y CAER DE LA GRACIA
1 Corintios 5:1,
“De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación”. El fornicario era
miembro de la iglesia de Corinto. V. 5, “el tal sea entregado a Satanás”.
Estuvo en el reino de Cristo pero siendo miembro infiel debería ser entregado al
reino de Satanás (Col. 1:13, 14). Calvinistas enseñan que los miembros de la
iglesia que son infieles nunca eran cristianos, sino que solamente pretenden
o profesan ser cristianos. Pero
si no son verdaderos cristianos ya están en el reino de Satanás, pero Pablo
dice que este miembro debe ser “entregado” a Satanás. Si ya hubiera estado en el
reino de Satanás Pablo no habría dicho, “el tal sea entregado a Satanás”.
1 Corintios 5:11, “no os
juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fue fornicario”. Varios
comentaristas (aun hermanos) enseñan que el verbo “llamándose” significa que
solamente pretendía ser hermano pero Pablo no habla de la sinceridad de
la profesión de ese miembro sino de su fornicación.
Es puro calvinismo enseñar que si algún miembro cae en pecado o se aparta de la
fe, esto indica que no fue convertido y que, por lo tanto, no era/es hermano.
Además, la
palabra traducida “llamándose”, nunca se usa para indicar pretender o
pretencioso.
La palabra griega es onomazo, que
significa nombrar, llamar por nombre,
designar. Por ej., Romanos 15:20, “no donde Cristo ya hubiese sido
nombrado”; Efes. 1:21, Cristo está exaltado sobre “todo nombre que
se nombra”. Efesios 5:3, “Pero
fornicación y toda inmundicia o avaricia, ni aun
se nombre entre vosotros”. 2 Tim.
2:19, “todo aquel que invoca el
nombre de Cristo” (“mencionar el nombre del Señor en alabanza y adoración”,
Diccionario Vine). Por lo tanto, es error afirmar que la palabra “llamándose” en
1 Cor. 5:11 significa pretencioso o falsa profesión y que el fornicario bajo
consideración no era en realidad un hermano. (Es interesante observar que la
versión bíblica “Ediciones Paulinas” aplica el verbo
onomazo en este texto no a la
palabra “hermano” sino a la palabra “fornicario”: dice, “no os mezcléis con
ningún hermano que sea llamado públicamente fornicario”, porque el texto
griego dice “hermano se llama (y) fuese fornicario”.) Pero sea lo que fuera la
traducción exacta de estas palabras griegas, el
contexto hace claro el significado
de la enseñanza.
¿Por qué decir “llamándose” o
nombrado hermano? Para indicar que el mandamiento, “no os juntéis … con el tal
ni aun comáis” se refiere a los hermanos, los miembros de la iglesia y no a
“los que están fuera”. Esta es obviamente la razón porque Pablo dice en
el v. 12, “Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No
juzgáis a los que están dentro?” Repito: Pablo no dice “nombrándose hermano”
para juzgar el corazón del hombre sino simplemente para indicar que era hermano
y miembro de la iglesia con el cual no deberían asociarse (“con el tal ni aun
comáis”) y que no era de los de afuera con los cuales sí podían comer. En breve,
dice “llamándose hermano” para distinguirlo de los de afuera.
La palabra “porque” conecta el v. 12 con el v. 11 y pone contraste entre los de
la iglesia y “los que están fuera”. El cristiano sí puede imitar a Cristo
comiendo con pecadores del mundo, pero para disciplinar y salvar al hermano
fornicario, miembro de la iglesia, Pablo requiere que los fieles se aparten de
él, que “no os juntéis” con él, “con el tal ni aun comáis”.
¿Por qué enseñar que “llamándose” significa pretexto o pretencioso? Según esto
si el fornicario no era hermano verdadero sino que solamente profesaba ser
hermano, por eso, aunque sea ‘disciplinado’ por la iglesia los miembros sí
pueden comer con él porque no era hermano.
Con este calvinismo (razonamiento humano) se evita el mandamiento de no comer
con tal hermano. De esta manera el plan de salvación enseñada por Pablo para tal
hermano se cancela. ¿Qué pensamos de los que niegan el plan de salvación para
los del mundo de oír, creer, arrepentirse, confesar a Cristo y ser bautizado
para el perdón de pecados? ¿Por qué aceptar este plan y rechazar el plan para
salvar al hermano que caiga en pecado?
Véase 2 Tesalonicenses 3:6, 14,15, otro texto muy semejante a 1 Cor. 5, Pablo
dice, “que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente”.
Al hermano que ande desordenadamente Pablo le llama
hermano. Y otra vez en el v. 15,
“Más no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a
hermano”.
1 Cor. 5:11.
Pablo dice, “con el tal ni aun comáis” pero ¿no comer con quién? Si el
fornicario de Corinto no era hermano y aunque él fuera disciplinado los miembros
podían comer con él, entonces se podría decir con los calvinistas que
cualquier miembro de la iglesia que caiga en pecado solamente pretende ser
hermano y por eso aunque la iglesia lo “discipline” está bien juntarse con él y
comer con él. Entonces a fin de cuentas según esto
la iglesia no puede practicar la
disciplina porque el no asociarse con tal hermano y el no comer con él es
precisamente la disciplina que Pablo ordena.
Si alguien dice que la iglesia puede distinguir entre hermanos verdaderos y
hermanos que solamente pretenden ser hermanos, hay que preguntarles
¿cómo van a decidir esto sin hacer el
papel de Dios y juzgar corazones?
En realidad el problema es el calvinismo;
es decir, según el calvinismo los miembros que se caigan o se aparten de la fe
no eran y no son creyentes verdaderos sino creyentes superficiales (hipócritas).
Por eso no es correcto enseñar que
no es hermano la persona de la cual Pablo habla en 1 Cor. 5:11, “con el
tal ni aun comáis”. ¿Cuál es el propósito de esta doctrina? Obviamente no
quieren obedecer este mandamiento. No
quieren dejar de comer y asociarse con el hermano que ande desordenadamente,
pero recuérdese que este es el plan de Dios para salvar su alma.
1 Corintios 10:12,
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. ¡Qué exhortación más
necesitada! Porque en esa iglesia había problemas serios: la división (1 Cor.
1:10-13); carnalidad (1 Cor. 3:1-3); fornicación (1 Cor. 5); litigación (1 Cor.
6); posibles problemas matrimoniales (1 Cor. 7); problemas con respecto a comer
carne que se había ofrecido a ídolos (1 Cor. 8, 10); doctrina errónea sobre la
resurrección (1 Cor. 15:12). Además, las exhortaciones con respecto a estos
problemas vienen del apóstol Pablo que admitió que él mismo podría ser rechazado
(1 Cor. 9:27).
Gálatas 1:6,
“Estoy maravillado de que tan pronto
os hayáis
alejado
del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente”.
El ser alejado de Cristo significa que estaban en Cristo.
Gálatas 5:4, “De
Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis;
de la gracia habéis caído”. ¿Cómo
podría el lenguaje ser más claro? ¡Negar
este texto es negar la Biblia!
Gálatas 2:11,
“Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara,
porque era de condenar. Pues antes
que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después
que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la
circuncisión”. ¿No era el apóstol Pedro “creyente verdadero”?
Filipenses 2:12, “Por tanto,
amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente,
sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor”. Si la salvación del creyente es incondicional ¿por qué tenemos
exhortaciones como este texto?
1 Timoteo 4:1-4, “Pero el
Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos
algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. La “fe” es el
evangelio”. Pablo afirma que algunos iban a apostatar (apartarse) de la fe,
pero es imposible apartarse de la fe sin
haber estado en la fe.
Hebreos 3:12, “Mirad,
hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día entre
tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño
del pecado”. Si es imposible que el creyente caiga de la gracia,
este texto no tiene sentido. El
calvinista trata de salir de su dilema diciendo “Pero tales personas nunca eran
verdaderos creyentes”. Sin embargo, es
imposible “apartarse del Dios vivo” si en realidad no estaba con Él. Estar
con Dios significa tener comunión con Dios. Por lo tanto, si el Calvinista tiene
razón y esta persona no era creyente verdadero, entonces era incrédulo y como
incrédulo él tenía comunión con Dios.
¿Los Calvinistas creen que los incrédulos tienen con comunión con Dios?
Hebreos 6:4-6,
4 Porque
es imposible que los que una vez
fueron
iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu
Santo, 5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo
venidero, 6 y recayeron,
sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí
mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio”. ¿Estos no eran “creyentes
verdaderos”? ¿Iluminados? ¿Gustaron el don celestial? ¿Partícipes del Espíritu
Santo? ¿Todo esto y aun así eran “creyentes superficiales” y no verdaderos? Es
muy obvio que los Calvinistas simple y sencillamente
rechazan la Biblia. (Deben imitar a los
testigos de La Atalaya y publicar su propia “biblia”, una que enseñe sus falsas
doctrinas).
Hebreos 6:18, 19,
“ para que
por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos
un fortísimo consuelo los que
hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra
hasta dentro del velo”. Se cita este texto enfatizando las palabras “segura y
firme ancla del alma”, pero no hay “segura y firme ancla del alma” para los que
descuidan la gran salvación (Hebreos 2:3) y se apartan de la fe.
Hebreos 12:6,
“Porque
el Señor al que ama,
disciplina, y azota a todo el que recibe
por hijo”. El calvinista dice que Dios disciplina a sus hijos pero que no les
condena al infierno. Entonces, según tales maestros falsos este texto contradice
los otros textos en Hebreos que dicen enfáticamente que algunos “recayeron”.
Santiago 5:19, 20,
“Hermanos, si alguno de entre vosotros
se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga
volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá
multitud de pecados”. ¿Cómo puede alguien leer este texto y afirmar que el
cristiano (el creyente verdadero) no puede extraviarse de la verdad y perder su
alma?
2 Pedro 1:5-11.
Si la salvación del creyente es incondicional y no es posible que el creyente
caiga de la gracia, ¿por qué insiste Pedro en que se agreguen todas estas
virtudes diciendo, “ Por lo cual, hermanos, tanto más
procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11 Porque
de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Y ¿si no procura hacerlo? Dice
Pedro que tal creyente es “ciego, habiendo olvidado la purificación de sus
antiguos pecados”. ¿Será salvo el creyente “ciego” que ha olvidado la
purificación de sus pecados?
2 Pedro
2:20-22,
“20 Ciertamente,
si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el
conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son
vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. 21 Porque
mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después
de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro
vuelve a su vómito, y
la puerca lavada a revolcarse en el cieno”.
Los que son meros “creyentes superficiales” no han “escapado de las
contaminaciones del mundo”. Es muy obvio que esta expresión equivale a la
conversión. También es muy obvio
que volvieron al mundo.
Conclusión: La doctrina
calvinista enseñada por Presbiterianos, Bautistas y otros es completamente
falsa. Contradice todos estos textos que en términos sencillos indican que el
cristiano (el verdadero creyente) puede pecar y caer de la gracia.
Esta doctrina
se basa en el error calvinista de que el hombre nace pecador, totalmente
depravado de lo bueno e incapaz de entender y obedecer al evangelio de Cristo,
sino que el Espíritu Santo tiene que obrar directamente sobre su corazón para
regenerarlo. Entonces puesto que Dios se encarga de convertirle y salvarle
también tiene que evitar que se caiga para perderse.