¿POR QUÉ HACEMOS POCO EVANGELISMO PERSONAL?
1 Pedro 3:15, “… santificad
a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar
defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros”.
Hechos 8:4, “los
que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio”. Seguimos
el “patrón bíblico” con respecto al plan de salvación, los actos de culto, la
organización de la iglesia. ¿Seguimos el “patrón bíblico” con respecto al
evangelismo personal? Esta es la obra principal de la iglesia. 1 Timoteo
3:15,“la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”. Efesios
4:12, La “obra del ministerio” es la obra de cada miembro y la obra
principal de la iglesia es predicar y enseñar la palaba y ganar almas para
Cristo.
FALTA DE FE
No
me refiero a la gente inconversa, sino a nosotros mismos. Nuestra fe es muy
débil. Mateo 8:26, muchos hermanos son de “poca fe” porque si en verdad
hubiera fe fuerte en lo que Dios dice acerca del juicio, el cielo, el
infierno y la eternidad, nos dejaría bien resueltos a ganar almas para
Cristo. Estas cuatro palabras deben estar bien grabadas en nuestra mente para
motivarnos en la obra.
FALTA DEL TEMOR DE DIOS
2 Corintios 5:10, 11, “Porque
es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para
que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo. Conociendo, pues, el temor del Señor,
persuadimos a los hombres”. Amados hermanos, ¿es este el problema?
Como consecuencia de la falta del temor de Dios tememos a los hombres. TIMIDEZ
(TEMOR). ¿Qué
tememos? La reacción desfavorable, la mala cara. Porque la mayor parte la gente no
quiere cambiar. Si no son religiosos no quieren cambiar. Si son
religiosos no quieren cambiar. Por eso, cuando queremos hablarles del
evangelio salen con cualquier excusa, pretexto, etc. para no escucharnos.
Filipenses 1:14, 17, “Y
la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se
atreven mucho más a hablar la palabra sin temor … estoy puesto para la defensa
del evangelio”. 2 Timoteo 1:7, “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio”. Hebreos 13:6, “de manera que
podemos decir confiadamente: El
Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. En este caso
sería, “no temeré lo que me pueda DECIR el hombre”.
Al hablar con la gente del evangelio debemos estar preparados para su reacción
negativa y siempre contestarles con textos bíblicos.
FALTA EL AMOR POR LOS PERDIDOS
Romanos 9:2, 3, “tengo
gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. 3 Porque deseara
yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son
mis parientes según la carne”. ¿Habrá otro hermano en el vasto mundo que ame
tanto a sus parientes? Casi todos los hermanos tenemos parientes que no han
obedecido al evangelio. Si no logramos convertirles a Cristo, ¿cuál será el fin
de ellos?
2 Tesalonicenses 1:7-9,
“cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,8 en
llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen
al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9 los cuales
sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la
gloria de su poder”. Predicamos esto, pero, ¿creemos este texto? ¿De veras creemos
que nuestros seres queridos serán víctimas de esa llama de fuego? En cuanto a
este texto ¿somos “hombres de poca fe”? ¿Y de poco amor?
DECIDIMOS POR LA GENTE
Decimos (y nos convencemos) que nadie tiene interés en el evangelio, que nadie
aceptará un estudio bíblico. Esto es juzgar corazones. Es muy cierto,
como ya dijimos, que la mayoría de la gente no quiere cambiar y no quieren
aceptar una conversación o un estudio más detallado del evangelio, pero hay
excepciones. ¿Quién hubiera pensado que Saulo de Tarso sería prospecto para oír y
obedecer al evangelio?
1 Corintios 2:11 dice,
“ Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino
el espíritu del hombre que está en él?” Esto significa que no podemos saber los
pensamientos del corazón de una persona.
NO OBEDECEMOS LO QUE JESÚS NOS DICE EN MATEO 7:12
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos…” Si nosotros estuviéramos todavía en el mundo,
perdidos y sin esperanza, ¿cuál sería nuestra necesidad principal? ¿Cómo podrían
los cristianos mostrar su ferviente amor por nosotros? ¿Cómo podrían ellos
mostrar su fe en las palabras de Cristo acerca del juicio final, la vida eterna,
el infierno y la eternidad? Este pensamiento debe sacudirnos y motivarnos a ser
muy activos en el evangelismo personal.
NO COMPARTIMOS EL ESPÍRITU DE JEREMIÁS
Jeremías 20:8, 9, "la
palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. 9 Y
dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había
en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de
sufrirlo, y no pude". Su trabajo como predicador no era apreciado por la gente y
quiso dejar de profetizarles, pero la palabra de Dios era como fuego en su
corazón y tuvo que seguir predicándola. Así también nosotros, cuántas veces nos
desanimamos y preguntamos si vale la pena. Queremos sacudir el polvo de los pies
y decir “ya basta”, pero entonces recordamos lo que Pablo dice (2 Timoteo
4:2) “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. “A tiempo y fuera
de tiempo” y con “paciencia” que significa persistencia o perseverancia.