EMANUEL, DIOS CON NOSOTROS

 

 

INTRODUCCIÓN.

          El estudio de la omnipresencia de Dios debe incluir el tema de la presencia de Dios con nosotros en la Persona de Cristo. Mateo 1:23, “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros”.

          En el último versículo de Mateo (28:20) Cristo promete, “yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

          Juan 14:9, “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” Al ver a Cristo ¡podemos ver al Padre!

          Juan 1:18, “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”. Cristo tuvo que ser Dios para revelar a Dios.

          Juan  8:46, “Si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?” ¡Imagínese! Dios estaba con ellos y no le creyeron. Compárese  Números 14:11  “¿Hasta cuándo no me creerán con todas las señales que he hecho en medio de ellos?”

          Cristo está con sus discípulos para ayudarles en los momentos difíciles de aflicción, pruebas de toda clase, tentaciones, etc. pero sobre todo está con nosotros en la obra de ganar almas para Él.  Para ser efectivos en la obra de ganar almas es indispensable que Cristo nos acompañe. La obra es de Él. Lucas 19:10, “el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Si esperamos que Cristo esté con nosotros, tenemos que estar ocupados en la misma obra. 1 Timoteo 3:15 la iglesia es “columna y baluarte de la verdad”.

         

 

¿QUÉ HACEMOS PARA QUE CRISTO NOS ACOMPAÑE EN LA OBRA?

          Si queremos que Cristo esté con nosotros, tenemos que andar con Él. ¿Cómo? Acompañarle leyendo y aprendiendo Mateo, Marcos, Lucas y Juan para conocerle bien, para creer en él y para amarle con todo el corazón, toda el alma, toda la mente y todas las fuerzas. ¿Cómo podemos obedecer y predicar a Cristo si no conocemos a Cristo y si no creemos lo que la Biblia dice de Él y si no le amamos de todo el corazón, toda el alma, toda la mente y toda la fuerza?

          “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17), siempre pidiendo la dirección divina, dando gracias por los que obedezcan al evangelio (Hechos 2:37-47) y pidiendo la ayuda de Dios para confirmarlos en la fe (Hechos 14:22).

          Oír y meditar sobre su enseñanza … pública (sinagoga, templo, sermón del monte, junto al mar) y también escuchar cuando enseña a ciertos individuos: Nicodemo, Marta, Zaqueo, la samaritana, la mujer pecadora, etc.

          Observar e imitar su ejemplo (1 Pedro 2:21), pero no solamente sus actos de compasión sino también sus actos de valentía.

            Predicar el evangelio puro que fue revelado por Cristo y el Espíritu Santo. Mateo 28:19, 20, Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.         Cristo estará con nosotros si predicamos este evangelio que fue entregado a los apóstoles y predicado a través del Imperio Romano (Hechos de los Apóstoles). ¿Qué significa “predicar a Cristo”?

         

 

CRISTO, AQUÍ EN LA TIERRA, ERA DIOS:

Textos que lo afirman: Juan 1:1; Romanos 9:5; Tito 2:13; Hebreos 1:8; 2 Pedro 1:1; 1 Juan 5:20.

                  

ESTANDO AQUÍ EN LA TIERRA CRISTO POSEÍA Y USABA LOS ATRIBUTOS DE DIOS

Omnipotente. Todopoderoso. Apocalipsis 1:8; 22:13;  Marcos 6:51, 52

OmniscienteMateo 9:4; 17:27; 21:2; Juan 2:25.

Era adorado por varias personas. Mateo 4:10; 2:11, magos; 8:2, leproso; 9:18, Jairo;  28:17, los once; Juan 9:38, el ciego; Hebreos 1:8

Perdonó pecados. Marcos 2:5, el paralítico; Lucas 7:48, mujer pecadora

Cristo el CreadorJuan 1:3; Colosenses 1:15-17; Hebreos 1:3

Cristo el gran “YO SOY”Éxodo 3:14; Juan 8:58 (8:24).

 

CRISTO ES JEHOVÁ:

Isaías 40:3, Preparad camino a Jehová, Cumplimiento – Cristo, Mateo 3:3.

Isaías 44:6, Jehová primero, postrero, Cristo es primero, postrero, Apocalipsis 1:8, 11, 17.

Isaías 45:18, 23, Toda rodilla, toda lengua. Cumplimiento – Cristo, Filipenses 2:11.

Zacarías 11:13, Jehová, 30 piezas de plata, Mateo 26:14, 15.

 


El CRISTO DINÁMICO

          El aspecto físico de Jesús era el aspecto de un judío ordinario. Juan 4:9, la mujer samaritana no sabía nada de Jesús pero a simple vista lo vio como “judío” y, como todos sabemos, el varón judío no era alto, rubio con cabello de mujer como algunos erróneamente piensan cuando intentan pintar imágenes de Cristo.

          Cristo era el Mesías, el Rey de los judíos, pero en cuanto a su apariencia física la gente no vio nada de la gloria real que esperaban ver en su Mesías. Por lo tanto, el profeta Isaías dijo, “no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos” (Isaías 53:2, 3).

          Sin embargo, a través de los relatos inspirados de Mateo, Marcos, Lucas y Juan vemos la demostración no solamente de amor y compasión sino también la valentía del Perfecto Líder de los hombres.

          En varios textos observamos el Cristo dinámico:

          Mateo 23, repetidas veces a través de este capítulo Jesús demuestra valentía diciendo, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas …” y especifica su hipocresía.

          Lucas 4:28-30, “Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue”.

          Juan 2:14, 15, “y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas”.

          Mateo 21:12, 13, (La segunda vez que limpió el templo). “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.

          Juan 18:4-6, “Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo Soy, retrocedieron, y cayeron a tierra”.

          Apocalipsis 1:13-15, “ Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas”.

 

 

FALSOS “CRISTOS”

2 Corintios 11:4, Pablo habla de “alguno predicando a otro Jesús”

         

          Los calvinistas han creado un “cristo” cuya religión se basa en una cadena de errores:  el pecado original, la elección incondicional, la expiación limitada (su “cristo” no murió por todos), la gracia irresistible y la perseverancia de los santos. De principio a fin son falsas doctrinas que tuvieron su origen en la enseñanza de “San Agustín” quien en turno era discípulo de los gnósticos.

 

          Los testigos de La Atalaya predican otro “Cristo”. Han creado su propio “cristo”.

          La PERversión de las Escrituras de ellos (Traducción del Nuevo Mundo) cambia radicalmente los textos que afirman que Cristo es Dios (Juan 1:1; Romanos 9:5; Tito 2:13; 2 Pedro 1:1; 1 Juan 5:20), lo cual muestra claramente que el “cristo” de ellos no es de ninguna manera el Cristo de la Biblia.

          El “cristo” de los “testigos” es una cosa creada. Dice Colosenses 1:16 (en su TNM), “en él fueron creadas todas las otras cosas”. La palabra “otras” no está en el texto griego, ni siquiera en el texto griego que ellos han publicado. Tengo un libro publicado por La Atalaya que se llama “The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures” (“La Traducción Interlineal del Reino de Las Escrituras Griegas”) (griego-español) y el texto griego no dice “all other things” (“todas las otras cosas”) sino “all things” (“todas las cosas”). Deliberadamente agregan a la Palabra de Dios para negar la Deidad de Cristo. Tuercen este texto para blasfemar a Cristo, enseñando que Él era “cosa creada”.

            Su texto favorito para “probar” que Cristo fue creado es Juan 14:28, “El Padre mayor es que yo”. ¿En qué sentido “mayor”? Filipenses 2:6-8 lo explica: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Los “testigos” desprecian la humillación de Cristo que era necesaria para salvarnos.

          Desde luego, no les interesa a los “testigos” la salvación porque no tienen salvador. El “cristo” de ellos es una “cosa creada” y una cosa creada no puede salvar a nadie.

          Los oficiales de La Atalaya no revelan la identidad del comité de traductores de su llamada “versión” (PERversión) de la Biblia, pero el Sr. Raymond Franz, ex miembro del Cuerpo Gobernante de esa secta, afirma que su tío, Fred Franz, era el traductor y que él había estudiado el griego apenas dos años en la Universidad de Cincinnati, Ohio. (Véase su testimonio en el libro Crisis de Conciencia, página 57). Lo que esta secta ha hecho con las Escrituras para despreciar a Cristo es escandalosa en extremo y tendrán que dar cuenta de sus blasfemias en el Día Final. (Mateo 10:32, 33).

 

 

Los “Sólo Jesús” (United Pentecostal Church) han creado otro “cristo”

 

          Enseñan que no hay tres Personas que son Dios. Enseñan que el “jesús” de ellos era el “padre, hijo y espíritu Santo” de ellos. El “jesús” de ellos es la una sola persona que es “deidad” y que se manifiesta a sí mismo en varias funciones identificadas como “padre, hijo, espíritu santo”.

          Citan Juan 10:30, “Yo y el Padre uno somos”, pero este mismo versículo ¡habla de dos personas! Si yo digo que “mi esposa y yo somos uno” ¿quién creerá que estoy diciendo que somos una sola persona? (Mateo 19:5, 6). Juan 17:20, 21Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 2para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. Los discípulos de Cristo deben ser “uno” como el Padre y el Hijo son “uno”.

          Juan 17:1, “Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo”. Los “Sólo jesús” tienen a su “jesús” hablando solo y pidiendo a sí mismo que lo glorificara.  

          Esta falsa doctrina contradice docenas de textos bíblicos bien claros y sencillos.

          La Biblia enseña claramente que el término “DIOS” es palabra plural. Génesis 1:26, “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen”. Génesis 3:22, “el Señor Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros”.  Génesis 11:5-8, “Y descendió Jehová … y dijo Jehová: … descendamos y confundamos allí su lengua … y así los esparció Jehová…”

          El verdadero Dios de la Biblia -- Padre, Hijo, Espíritu Santo -- tienen atributos de personas (intelecto, voluntad, emociones). Saben (conocen), hablan, enseñan, obran. Hay muchos textos que confirman esto.

          Los “Sólo jesús” insisten en que en todo el Antiguo Testamento se dice que había un solo Dios. Por ejemplo, Isaías 44:6, “fuera de mí no hay Dios”. Deuteronomio 6:4, 14, “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es …  No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos”. Es obvio que  estos textos fueron escritos para combatir la idolatría.

 

 

HAY GRAN NÚMERO DE TEXTOS QUE DISTINGUEN ENTRE PADRE, HIJO, ESPÍRITU SANTO.

          Mateo 3:16, 17, Jesús, siendo bautizado; Espíritu descendió como paloma; voz del cielo del Padre, “Este es mi Hijo amado”.

          Marcos 13:32, “de aquel día … nadie sabe … ni el Hijo, sino el Padre”.

          Varios textos dicen que el Padre envió a Cristo quien descendió o vino del cielo: Juan 3:16, 31, 34; 6:33, 41; 8:42; 16:27; 17;8, 25.

          Juan 1:18, “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre él le ha dado a conocer”. Dios es invisible pero Cristo era visible. Por eso, Cristo no es el Padre.

          Juan 8:54, “el Padre es el que me glorifica”. Dos Personas distintas. (Hebreos 9:4).

          Juan 14:16, Cristo rogando al Padre con respecto al Consolador (el Espíritu Santo). Tres Personas.

          1 Corintios 8:6, “hay un solo Dios, el Padre … y un solo Señor Jesucristo”. Dos Personas.

          Efesios 4:4-6. Si no distinguimos entre Padre, Hijo, Espíritu Santo, no debemos distinguir entre cuerpo, esperanza, fe y bautismo.

          Hebreos 10:5, 9. ¿Quién es “me”? ¿Quién preparó el cuerpo?

          Lucas 23:46, “En tus manos encomiendo mi espíritu”. Cuando Cristo oraba al Padre ¿estaba hablando solo?

          Hebreos 5:4,5 da el golpe mortal a la enseñanza falsa de los “Sólo jesús”. “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy”.

          Aarón no se escogió a sí mismo para ser sumo sacerdote. Lo hizo Dios. Pero si no está involucrada otra persona entonces se escogió a sí mismo. Dos personas estuvieron involucradas porque “nadie toma para sí esta honra”.

          Ahora bien, subraye las palabras “Así tampoco Cristo”. Estas palabras dicen clara y enfáticamente que como Aarón no se glorificó a sí mismo, tampoco Cristo se glorificó a sí mismo.

          Entonces, si Cristo no se glorificó a sí mismo para ser sumo sacerdote, ¿quién lo hizo? ¿Quién lo glorificó para ser sumo sacerdote? Obviamente era el Padre. Dijo “Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy”.

          Pero si el Padre no es Persona distinta de Cristo, entonces Cristo se glorificó a sí mismo. Esta es una conclusión irrefutable y da el golpe mortal a la herejía de los “Sólo Jesús”.

 

 

AUN ALGUNOS HERMANOS NUESTROS PREDICAN A “OTRO CRISTO”.

         

          Enseñan que al venir a la tierra Cristo se despojó de sus atributos divinos, que nunca los usó, sino que hizo todo como mero hombre.

          Filipenses 2:5-8, “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

          Este texto explica la humillación de Cristo. Siendo Dios se humilló a sí mismo llegando a ser hombre y no solamente hombre sino siervo de hombres y aun “se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

          Pablo describe esta gran humillación con las palabras, “siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo”.

          Este texto no dice que Cristo se despojó a sí mismo DE sus atributos divinos ni del uso de ellos. Al llegar a ser hombre no dejó de ser Dios. Tal cosa sería imposible. Más bien, “se despojó a sí mismo”, se humilló a sí mismo como Pablo bien explica.

          ¿De dónde vino esta doctrina falsa? ¿Por qué han querido algunos hermanos crear y predicar a “otro cristo”, un cristo que durante su vida terrenal no usó sus atributos divinos?

          Fue inventada esta falsa doctrina en medio del conflicto sobre el neo-calvinismo que se había metido entre varias iglesias de Cristo. El calvinismo enseña que el hombre nace pecador y que peca porque es pecador, peca porque tiene que pecar (así es su naturaleza corrupta).

          Para combatir este error algunos hermanos inventaron otro error, enseñando que el hombre no tiene que pecar porque Cristo, siendo hombre, no pecó.

          Esto es muy cierto, pero en su celo algunos hermanos querían fortalecer su posición enseñando que Cristo no pecó aunque era un mero hombre como nosotros y que no usó ningún atributo divino porque se había despojado del uso de ellos cuando vino a la tierra.

          El “cristo” de estos hermanos tiene dos espíritus. Escuché a uno de los campeones de esta doctrina afirmar que cuando Jesús murió entregó su “espíritu humano” al Padre. No hay texto alguno que enseñe tal doctrina. El hombre (su espíritu) es creado en la imagen de Dios. Por eso, el Espíritu de Cristo (Dios) posee todas las facultades del espíritu humano y. por eso, no tenía necesidad de “espíritu humano”. Hebreos 10:5 no dice “me preparaste espíritu”, sino que “me preparaste cuerpo”.

          Por lo tanto, tales hermanos predican a otro “cristo”, un “cristo” que existe solamente en la imaginación de ellos. En esto imitan a los “testigos” y los “Sólo Jesús”.

 

 

¿QUEREMOS QUE CRISTO ESTÉ A NUESTRO LADO? (2 TIMOTEO 4:17)

          Cuando tentados, Mateo 4:1-11, “Escrito está…” y en todo “momento difícil”.

          Pero no solamente en los momentos difíciles, en las aflicciones y pruebas, sino sobre todo en la obra de ganar y edificar almas para Cristo y para la edificación de la iglesia de Cristo.

          Recuérdese siempre que si queremos que Cristo esté con nosotros, tenemos que andar con Él. ¿Cómo? Acompañarle leyendo Mateo, Marcos, Lucas y Juan y el resto del Nuevo Testamento para conocerle bien, y para saber su voluntad.

          Es indispensable el oír y meditar sobre su enseñanza pública (entregada en la sinagoga, el templo, el sermón del monte, y cuando “se sentó junto al mar”).

          También escucharle cuando enseña a ciertos individuos: Nicodemo, Marta, Zaqueo, la samaritana, la mujer pecadora, etc.

          Observar e imitar su ejemplo (1 Pedro 2:21), pero no solamente sus actos de compasión sino también sus actos de valentía.

          Hebreos 13:5, “No te desampararé, ni te dejaré”. 1 Pedro 3:12, “Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones”.

          ¿CUÁNDO LO NECESITAMOS MÁS? ¡CADA DÍA, CADA MOMENTO DE CADA DÍA!