LO QUE LA BIBLIA REVELA
ACERCA DEL ESPÍRITU SANTO
Introducción.
Poco antes de morir, Jesús dijo a los apóstoles, "Os he dicho estas cosas
estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que
yo os he dicho" (Juan 14:25, 26). Este texto describe la obra del
Espíritu Santo.
Poco después que Jesús ascendió al cielo, el Espíritu Santo fue enviado a los
apóstoles para recordarles todo lo que Jesús les había enseñado en persona y
para enseñarles todas las cosas.
La obra del Espíritu Santo no es, pues, un gran misterio. No es algo
inexplicable que solamente se pueda sentir en el corazón, sino más bien es la
obra de enseñar la voluntad de Dios a través de los apóstoles.
La gente religiosa habla mucho del Espíritu Santo. Le atribuyen muchísimas cosas
que El no hace. Se hacen muchas promesas en el nombre del Espíritu Santo que El
no promete, y de esta manera mucha gente se engaña y queda decepcionada.
Recuérdese Mateo 7:22, 23, “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí,
apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Cuando vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles el día de Pentecostés (Hechos
2), la promesa de Jesús (Juan 14:26; 16:13) comenzó a cumplirse. El
sermón registrado en ese capítulo fue el mensaje del Espíritu Santo a través de
los apóstoles. Jesús había dicho que "Cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio" (Juan 16:8), y esto es precisamente lo
que El hizo en ese día a través de la predicación de los apóstoles. Convenció a
muchos judíos del pecado de haber crucificado a Jesús. "Así que, los que
recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos
con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:41, 42).
Marcos 16:20 explica que los apóstoles "saliendo, predicaron en
todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que
la seguían". Hebreos 2:3, 4 explica que la palabra anunciada "nos fue
confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con
señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo
según su voluntad".
Estos textos nos hacen entender el propósito de los milagros hechos por el
Espíritu Santo en el primer siglo: confirmaron la predicación de los apóstoles.
Por eso, es obvio que la obra del Espíritu Santo tuvo que ver con la revelación
y la confirmación del evangelio. Ahora todo el mundo tiene (o puede tener) su
ejemplar del Nuevo Testamento, pero en aquel tiempo apenas se estaba revelando.
Ahora la inspiración está en el Nuevo Testamento, pero en el primer siglo la
inspiración estuvo en los santos hombres de Dios que fueron escogidos para
predicar y escribir el Nuevo Testamento.
El libro llamado Hechos de los Apóstoles, el quinto libro del Nuevo
Testamento, bien describe la obra del Espíritu Santo. Conviene estudiar con
mucho cuidado este libro importante.
I. EL ESPÍRITU SANTO ES LA TERCERA PERSONA DE LA DEIDAD
A.
El término “Dios” es plural. Génesis
1:26; 3:22; 11:6, 7. Se
refiere a las Tres Personas de la Deidad.
B. Padre, Hijo, Espíritu Santo. Mateo 28:19. Véase también Mateo
3:16, 17.
C.
El Espíritu Santo es Dios, Hechos 5:3,4. Cuando
Ananías mintió al Espíritu Santo mintió a Dios.
D.
El Espíritu Santo es una Persona: Habla, Hechos 8:29; enseña, Juan
14:26; testifica, Juan 15:26. No es una mera “fuerza” como dicen los
falsos testigos de La Atalaya, sino una Persona. Sufre como Persona, Efesios
4:30. (¡Imagínese que Pablo hablara de entristecer la “fuerza”!).
II. LAS ESCRITURAS SON INSPIRADAS POR EL ESPÍRITU SANTO.
A. 2
Pedro 1:20, 21, “entendiendo primero esto, que ninguna profecía
de la Escritura es de interpretación privada” (es decir, ninguna Escritura tiene
su origen en el análisis del individuo. Pedro no habla aquí de la explicación de
la Escritura sino del origen de la Escritura, como explica en el
siguiente versículo), 21 porque nunca la profecía fue traída
por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo”. El versículo 21 es explicación perfecta de
la inspiración.
Algunos
interpretan mal el versículo 20 enseñando que la Escritura no puede ser
entendida (interpretada) por cada persona sino que es necesario que algún
maestro “preparado” (algún sacerdote, pastor, etc.) les enseñe el significado
del texto, pero Pedro no dice tal cosa. Más bien, como vemos en el siguiente
versículo, él habla del origen de la Escritura. No viene del hombre sino
de Dios.
B. 2 Timoteo 3:16-17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios,
y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra”. La inspiración de las Escrituras es obra del Espíritu Santo.
C. 1 Corintios 2. Todo el capítulo tiene que ver con las “palabras” de
los apóstoles que son las palabras de Dios para revelar la sabiduría de
Dios (el evangelio). Dicen los versículos 11-13, “Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?
Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y
nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene
de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual
también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino
con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”.
III. EL ESPÍRITU SANTO REVELA Y CONFIRMA LA PALABRA DE DIOS.
A. Jesús
dijo a los apóstoles que el Espíritu Santo “os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que os he dicho”,Juan 14:26.
B.
El Espíritu Santo “os guiará (a los apóstoles) a toda la verdad”, Juan 16:13;
por eso, tenemos “toda la verdad” en la Biblia.
C.
El Espíritu Santo confirmó la palabra con milagros, Hebreos 2:3, 4.
D. No hay profecías ahora, 1 Corintios 13:8-10. Cesaron cuando
llegó “lo perfecto” (la revelación completa).
E.
El Espíritu Santo nos habla ahora, pero no en visiones o en sueños, sino por
medio de las Escrituras.
IV. PROMESA
DE CRISTO A LOS APÓSTOLES ACERCA DEL ESPÍRITU SANTO
Mateo 10:19, 20, “Mas
cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en
aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 20 Porque no
sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en
vosotros”.
Juan 14:26, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho”.
Juan 15:26, “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí”.
Juan 16:13, “3 Pero cuando venga el Espíritu
de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán
de venir”. Este texto entrega la sentencia de muerte al Libro de Mormón y otras
falsas “revelaciones” modernas de varias iglesias humanas, tradiciones
católicas, etc. ¡TODA LA VERDAD ES TODA LA VERDAD !
Hechos 2:4, comenzando
el día de Pentecostés los apóstoles predicaron y enseñaron “toda la verdad”
“según el Espíritu les daban que hablasen”.
V. ¿CUÁL ES EL PAPEL DEL ESPÍRITU SANTO EN LA CONVERSIÓN?
A.
Doctrina de Juan Calvino, que el hombre nace pecador, corrupto, no puede hacer
nada. Que ni siquiera puede creer, que el Espíritu obra directamente sobre el
corazón… Que le da al pecador una experiencia de gracia, y con esto es
convertido, es salvo y no puede caer de la gracia. La
Biblia no enseña tal doctrina. Las doctrinas del Calvinismo son “doctrinas de
demonios” (1 Timoteo 4:1).
B. La Biblia enseña que la palabra del Espíritu Santo es enseñada por
los apóstoles y otros y que todos pueden oír el evangelio y obedecerlo. Juan
3:5, nacidos del Espíritu = convertidos por la palabra del Espíritu, 1
Pedro 1:23, 25 (la palabra, evangelio, es la “simiente” que produce la nueva
vida). Juan 16:7, 8, Espíritu Santo convence al pecador. ¿Cómo? Por la
predicación de su palabra. Véanse los casos de conversión en Hechos
de los Apóstoles. No
se ve el Espíritu Santo, como no se ve el viento, Juan 3:8, pero se puede
ver el resultado de su obra porque produce cambio de corazón y obediencia
de los oyentes. El agua = bautismo para el perdón de los pecados, Hechos
2:38; 10:48; 22:16. Por
eso, Mateo 28:19, “haced discípulos de todas las naciones”; Marcos
16:15, “predicad el evangelio a toda criatura”.
VI. BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO.
A.
Nunca fue prometido a todo creyente. Hay solamente dos casos del bautismo con el
Espíritu Santo: los apóstoles el día de Pentecostés (Hechos 2) y Cornelio y su
casa (Hechos 10 y 11).
B. No era mandamiento sino promesa. Fue prometido a los apóstoles, Hechos
1:4, 5; 2:1-4. Propósito: para
revelar y confirmar el evangelio.
C. Cuando
los apóstoles fueron bautizados con el Espíritu Santo, ¿qué hicieron y que
dijeron?
1. ¿Fue una experiencia extática? ¿Comenzaron a gritar repetidas veces "¡Gloria
a Dios!" y "¡Aleluya!"? ¿Saltaron y brincaron? ¿Hablaron con mucha emoción de su
experiencia? ¿Describieron la sensación de recibir poder? ¿Dijeron que fue una
experiencia que solamente se podía sentir pero que no se podía describir?
Estas preguntas se hacen porque tales ideas describen algunos de los conceptos
que la gente tiene cuando hablan del bautismo con el Espíritu Santo.
2. También conviene preguntar si los apóstoles explicaron que el bautismo con el
Espíritu Santo sirvió el propósito de borrar el pecado original (otro concepto
antibíblico).
3. ¿Dijeron que el bautismo con el Espíritu Santo era una segunda obra de
gracia? (Otro concepto completamente desconocido en la Biblia).
D. Lo que sucedió en realidad fue lo siguiente:
1. Hablaron los idiomas de las varias naciones representadas en Jerusalén ese
día: Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la
que hemos nacido? … “les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de
Dios" (Hechos 2:8, 11).
2. Los apóstoles refutaron la acusación necia de los que se burlaban de ellos
diciendo que estaban borrachos.
3. Entonces explicaron que los eventos de ese día cumplieron la profecía de Joel
2:28: "Esto es lo dicho por el profeta Joel".
4. Después de aclarar estos asuntos, comenzaron a predicar a Cristo. Acusaron a
los judíos de haber crucificado al "varón aprobado por Dios" (Hechos 2:22).
El tema principal del sermón fue la resurrección de Jesús, como cumplimiento de
la profecía de David en los Salmos. Concluyeron el sermón afirmando que
Jesucristo está sentado a la diestra de Dios y que había derramado el poder
del Espíritu Santo sobre ellos. "Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de
Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor
y Cristo" (Hechos 2:36). Cuando la gente preguntó, "¿qué haremos?" Pedro
les dijo, "Arrepentíos, y bautícese ... para perdón de los pecados" (Hechos
2:38).
5. Cuando los apóstoles fueron bautizados con el Espíritu Santo, predicaron el
evangelio (Mateo 28:19), citando textos bíblicos, convenciendo al pueblo
de su pecado (Juan 16:8) explicando lo que debería hacer para obtener el
perdón de sus pecados. ¡Así fue el comportamiento de los apóstoles de Cristo
que verdaderamente fueron bautizados con el Espíritu Santo!
E. Cornelio
y su casa. Pedro explicó (Hechos 11:16, 17) que a Cornelio y su casa
“se les concedió el mismo don que a nosotros”. Esto ocurrió para convencer a
los hermanos judíos que ahora Dios aceptaba a los gentiles. Estos son los
únicos dos
casos del bautismo con el Espíritu Santo.
VII. LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO.
A.
Tampoco fueron prometidos a todo creyente. Marcos 16:14, los apóstoles
eran “incrédulos” con respecto a la resurrección de Cristo y en el v. 17 les
promete que “estas señales seguirán a los que creen”. Desde el día de
Pentecostés vemos que eran creyentes verdaderos y el Señor. Marcos 16:20, “saliendo,
predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con
las señales que la seguían”.
B. 1
Corintios 12:7-10, nueve dones para revelar y confirmar la
palabra. Iban a cesar cuando “lo perfecto” (la revelación completa) llegó, 1
Corintios 13:8-10. Los
que afirman que "lo perfecto" es Cristo tergiversan el argumento de Pablo.
Obviamente "lo perfecto" tiene que aplicarse a la misma categoría que "lo
que es en parte". Pablo acaba de afirmar que en cierta categoría no había
perfección. ¿De qué categoría habla? De la categoría de los dones; o sea, que
Dios estaba revelando su voluntad a través de los dones.
Ahora bien, sobre ese
mismo tema y en esa misma categoría algo completo o perfecto vendría (todavía
futuro cuando Pablo escribió esta carta). ¿Qué sería? Obviamente, la revelación.
Podemos identificar de
manera positiva "lo que es en parte" porque el texto lo explica claramente. Se
refiere a los dones. Se mencionan tres y estos representan los demás. Por eso,
obviamente Pablo está diciendo que los dones cesarían cuando venga lo perfecto,
o sea, la revelación completa.
C. Hebreos
2:3, 4, la palabra confirmada por los dones del Espíritu Santo.
D. Lenguas eran idiomas, Hechos 2:8-11. Apóstoles hablaron varios
idiomas milagrosamente. Esto cumplió la promesa de Cristo, Marcos 16:17, “hablarán
nuevas lenguas”.
E. La Biblia es completa y confirmada. Los que piden milagros y dones ahora lo
niegan. ¡Quieren
más prueba!
F. Hechos 8:18 revela claramente que solamente los apóstoles podían impartir
los dones. Felipe podía hacer milagros pero no podía impartir ese poder a otros.
Pedro sí. Entonces lógicamente al morir los apóstoles los dones tendrían que
acabarse.
VIII. EL DON DEL ESPÍRITU SANTO.
A. Hechos
2:38, “el don del Espíritu Santo” es lo que el Espíritu Santo da a los
obedientes, todos los beneficios, bendiciones espirituales, privilegios, honores
de la salvación.
B.
El Espíritu Santo “mora” en nosotros, Romanos 8.9; 1 Corintios 6:19.
C.
Significa que tenemos comunión, participación, con el Espíritu Santo en las
cosas divinas y celestiales reveladas por El (2 Corintios 13:14).
D. Es importante observar que en muchos textos el efecto se pone en
lugar de la causa; por ejemplo, "Yo soy la resurrección y la vida".
Jesús no dice "Yo soy la causa de la resurrección y la vida", sino simplemente
"Yo soy la resurrección y la vida", pero todos entienden que Cristo es la causa,
el que hace posible, estas bendiciones. El efecto se pone en lugar de la causa.
Así también en muchos textos la Biblia dice "Espíritu Santo" (la causa) cuando
se refiere al efecto (las bendiciones, la influencia, la dirección y ayuda) que
El produce en nuestras vidas.
Esto se ilustra en 1 Corintios 14:12, "pues que anheláis dones
espirituales". El griego dice "anheláis espíritus"; es decir, anhelaban los
efectos, las manifestaciones, los dones del Espíritu (v. 1).
¿Qué significa 1 Tesalonicenses 5:19? "No apaguéis al Espíritu". ¿Quién
puede literalmente apagar al Espíritu Santo? Obviamente Pablo se refiere a los
dones del Espíritu (los efectos), pero pone la causa (el
Espíritu) en lugar de los efectos. Este verso se explica en el siguiente verso:
"No menospreciéis las profecías", que son una manifestación del Espíritu.
IX. ¿CÓMO “MORA” EL ESPÍRITU SANTO EN EL CRISTIANO?
A.
No es un sentimiento emocional y misterioso que no se puede explicar (“mejor
sentido que explicado” como muchos dicen). Los que hablan así confunden la obra
del Espíritu Santo con sus propias emociones y su propia imaginación.
B. Romanos
7:20, “el pecado mora en mí”; 7:18, “en mi carne, no mora el bien”. Apocalipsis
2:13, “donde
mora Satanás”. Morar
= dirigir, controlar, guiar, estar bajo la influencia de. Es lo que hace el
Espíritu Santo por medio de la palabra,Efesios 6:17.
C.
El Espíritu Santo mora en nosotros como Dios y Cristo habitan en nosotros 1
Juan 4:12; Gálatas 2:20;
Efesios 3:17.
X. ¿CÓMO SABEMOS SI EL ESPÍRITU SANTO MORA EN NOSOTROS?
A. Romanos
8:1,5, 9, 14, somos guiados por Él. No seremos como Elimas (Hechos 13:10)
“lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia” .. “hijo
del diablo”. No
seremos como Ananías (Hechos 5:3), “¿por
qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo?” No
seremos como el sumo sacerdote y todos los judíos que estaban con él que “se llenaron de
celos”, Hechos
5:17. No
seremos como los de Romanos 1:29-31, “Llenos de toda injusticia,
maldad, avaricia, malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos,
engaños, malignidad; chismosos, 30 detractores, aborrecedores de Dios,
insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los
padres, 31 insensatos, desleales, crueles y sin misericordia …”
B. Gálatas
5:22, 23, llevamos el “fruto del Espíritu”; somos espirituales, Gálatas
6:1. No
simplemente orar con emoción. Es
posible tener un parecer humilde, piadoso y angélico, o un tono de voz
reverente y no ser espirituales. No significa ser siempre “positivos” y nunca
“negativos”. Si fuera así, ni Cristo ni Pablo serían espirituales. En fin, los espirituales son
los que son guiados por la palabra de los apóstoles que fue revelada por el
Espíritu Santo.
C. Efesios
5:18, Llenos del Espíritu. Comparar este texto con Colosenses 3:16,
“Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros”. Son
paralelos. Si
la palabra no habita en abundancia en nosotros, es imposible estar llenos del
Espíritu Santo. ¿Qué hacemos si la palabra mora en abundancia en nosotros y
estamos llenos del Espíritu? “enseñándoos
y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales,
cantando a Dios”. Efesios
6:18; Judas 20,también orar
en el Espíritu, o sea, bajo la dirección del Espíritu Santo, según sus
enseñanzas.
D. Romanos
15:14, estaremos “llenos de bondad .. todo conocimiento”. Efesios
3:19, “llenos
de toda plenitud de Dios”. Filipenses
1:11,
estaremos “llenos del fruto de justicia”. Hechos 9:36, llenos “de buenas
obras y de actos de misericordia”.