EL “NUEVO NACIMIENTO” (JUAN 3:5)
NO ES SEGÚN EL PROCESO FÍSICO
DE ENGENDRAR Y DAR A LUZ
En el Nuevo Testamento leemos varios textos que
hablan de y
describen el nuevo nacimiento. Es lenguaje figurado que simple y
sencillamente se refiere a la conversión.
Juan 3:3, 5, “Respondió Jesús y le dijo:
De cierto, de
cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino
de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un
hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso
entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y
nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto
te digo, que el que no naciere de agua y
del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.
1 Pedro 1:22, 23, “Habiendo purificado
vuestras almas por la
obediencia a la verdad, mediante
el Espíritu, para el amor fraternal
no fingido, amaos unos a otros entrañablemente,
de corazón puro; 23 siendo renacidos, no
de simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra de Dios que vive y permanece para
siempre”.
Santiago 1:18, “El, de su voluntad, nos
hizo nacer por la
palabra de verdad, para que
seamos primicias de sus criaturas”.
Tito 3:5, en este texto vemos que el nuevo nacimiento
también se llama “regeneración”:
“nos salvó, no por obras de justicia
que nosotros hubiéramos
hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación del Espíritu Santo”.
Este texto enseña lo mismo que Hechos 2:38 porque el
“lavamiento de la
regeneración”
se refiere al bautismo y
“el don del Espíritu Santo”
equivale a la
“renovación del Espíritu Santo”. A
esto Jesús se refiere
en Mateo 19:28,
“en la regeneración, cuando el Hijo del
Hombre se
siente en el trono de su gloria…”,
porque cuando Cristo ascendió a su trono
de gloria a la diestra de Dios, envió al Espíritu Santo sobre
los apóstoles para predicar el evangelio y esto
fue el principio de “la regeneración”, o
sea, cuando el pueblo podía obedecer al evangelio
para nacer otra vez o ser regenerado y ser
nuevas criaturas.
Nadie tiene que dudar en cuanto al significado del nuevo
nacimiento descrito en estos
textos porque son bien ilustrados en el
libro de Hechos de los Apóstoles.
La simiente incorruptible es la
palabra de Dios que se predica
(Mat. 28:19) como vemos a través del libro
de Hechos. Muchos oyeron el evangelio, creyeron, se
arrepintieron de sus pecados, confesaron su fe en Cristo y fueron
bautizados para el perdón de los pecados. De
esta manera nacieron otra vez, llegando a
ser nuevas criaturas (Rom. 6:4; 2 Cor. 5:17). Entonces, ¿qué significa el
nacimiento del agua y del Espíritu? La palabra
predicada y obedecida que es la simiente que
produce la nueva vida es del Espíritu Santo y el
agua es el bautismo (inmersión) en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
para el perdón de los pecados y para recibir el
“don del Espíritu Santo” (Hech. 2:38); es
decir, los beneficios y bendiciones
espirituales (Ef. 1:3) que
se reciben al obedecer al evangelio
En cuanto al nuevo nacimiento espiritual enseñado en estos
textos, es error hacer distinción
entre “engendrar” y “dar a luz” (o
“nacer”) como en la reproducción física. El
proceso físico consiste en dos partes
distintas, el engendrar y el dar a luz, pero el nuevo
nacimiento espiritual consiste en un solo
proceso; es decir, el
engendrar y el nacer otra vez son un solo proceso.
Por lo tanto, si enseñamos que el engendrar
produce fe y que el nacer ocurre en el
bautismo estamos usando mal el lenguaje
figurado. La conversión se presenta como un nuevo nacimiento efectuado
por la obediencia al evangelio, la palabra de Dios.
Este estudio tiene que ver con el verbo griego
“gennao” que
en 1 Corintios 4:15 se traduce
“engendrar” y puesto que en este
texto Pablo
es el que engendró, algunos piensan de un papel masculino en el
proceso de efectuar el nuevo nacimiento. (Nunca
explican quién haría el papel femenino).
Por favor, compárense con cuidado 1 Corintios 4:15 con Lucas
1:13,
“Elisabet te dará a luz un hijo” y
la traducción de Lacueva
(Interlineal Griego-Español) dice,
“Elisabet engendrará un hijo”. Una
mujer iba a engendrar un hijo.
No hay diferencia alguna entre
“engendrar” y “dar a luz” (nacer) en el Nuevo
Testamento. Varias
versiones ni siquiera dicen
“engendrar” en 1 Corintios 4:15.
Obsérvese esta lista de textos que usan los términos
“engendrar”
y “nacer” (o dar a luz)
intercambiablemente. Esto indica
que sin lugar a dudas son un solo proceso. No
son de ninguna manera dos procesos
indicando que algunos son meramente engendrados y que
otros no solamente son engendrados sino que
también cumplen el nuevo nacimiento en el
bautismo. En realidad hay muchos textos que traducen
la palabra “gennao” como
“nacer”: (En los siguientes textos
aparecen varias formas de “gennao”).
Mateo 1:16, “Jacob engendró (gennao) a José, marido de
María, de la cual
nació (gennao) Jesús, llamado el Cristo”. Obsérvese
que en el
mismo texto el mismo verbo “gennao” se traduce “engendrar” y
“nacer”.
Mateo 2:1,”Cuando Jesús nació (gennao) en Belén”.
Mateo 19:12, “hay eunucos que nacieron así…” (gennao)
Mateo 26:24, “Bueno le fuera a ese hombre no haber
nacido” (gennao).
Juan 1:13, “los cuales no son engendrados (gennao)” Dice
LBLA “no nacieron”.
Juan 3:3, 4, “el que no naciere (gennao) de nuevo… ¿cómo…
nacer (gennao) siendo viejo?”
Juan 9:2, “para que haya nacido (gennao) ciego?”
Juan 18:37, “para esto he nacido (gennao)”
Hechos 2:8, “lengua en la que hemos nacido (gannao)”
Hechos 22:28, “lo soy de nacimiento” (gennao).
Gálatas 4:24, “el cual da hijos (gennao)”
2 Pedro 2:12, “nacidos (gennao) para presa”.
Por lo tanto, es muy obvio que no se debe enseñar que
“gennao”
es solamente “engendrar”, ni mucho menos que el “engendrar”
solamente produce fe y no
obediencia. Los que confíen en la salvación
por la “fe sola” no son engendrados en ningún
sentido. La fe sola es fe muerta
(Santiago 2:26). Los engendrados son los que nacen otra vez,
son hijos de Dios por haber obedecido al
evangelio (oír, creer, arrepentirse,
confesar su fe, bautizarse para perdón de pecados).
Juan 1:12, 13 debe ser estudiado con mucho cuidado.
“Mas a
todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los
cuales no son engendrados de sangre, ni
de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios”.
Este texto no quiere decir que los que
crean ya hayan sido
engendrados y pueden llegar a ser
hijos de Dios si se arrepienten y
son bautizados.
Obviamente “los que le recibieron”
son “los que creen
en su nombre”,
y estos son los que son engendrados de Dios como el
versículo 13 explica; es decir,
el “creer” de este texto es como el
“creer”
de Juan 3:16 y muchos otros textos.
Es fe comprensiva, fe obediente, fe que
obedece al evangelio. Equivale a “recibieron”
y “son
engendrados”.