DIOS NOS HA HABLADO (HEBREOS 1:1,2)
PERO MUCHOS PREFIEREN LO QUE HABLAN LOS HOMBRES
INTRODUCCIÓN
A. Sin lugar a dudas este es el error principal del mundo religioso.
B. El verdadero problema es que la mayoría de los hombres “religiosos” simple y
sencillamente no quieren lo que Dios dice, pensando que es mejor lo que
dicen los hombres.
C. Dios y su palabra son inseparables. Génesis 1 dice repetidas veces “dijo
Dios” y con su PALABRA fueron creadas todas las cosas. Salmo 33:9, “habló y fue
hecho”. Cristo dice, “Las PALABRAS que yo os he hablado son
espíritu y son vida” (Juan 6:63). Los que no creen y no aceptan la PALABRA
DE DIOS no creen en Dios.
D. Debemos hablar donde la Biblia habla y callar donde ésta calla. Debemos usar
lenguaje bíblico para hablar de temas bíblicas. 1 Pedro 4:11, “Si alguno
habla, hable conforme a las PALABRAS de Dios”. 2 Timoteo 1:13,
“Retén la forma de las sanas PALABRAS que de mí oíste, en la fe y amor
que es en Cristo Jesús”. Es precisamente lo que la mayoría de los que profesan
la religión de Cristo deben hacer.
I. LOS “RELIGIOSOS” (CATÓLICOS, EVANGÉLICOS, OTROS) RECHAZAN EL PLAN DE
SALVACIÓN REVELADO POR DIOS MISMO.
A. Dios ha hablado. Hebreos 1:1, 2, “Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo”. Dios ha hablado pero por la
mayor parte el mundo religioso no le escucha. No le hace caso. Dan la espalda a
la misma PALABRA de Dios.
B. ¿Cuál es el plan de salvación que la misma palabra de Dios revela? Oír
el evangelio puro (Romanos 10:17); creer en Dios, creer en Cristo como el Hijo
de Dios (significa que Cristo es Dios, Juan 1:1; Romanos 9:5; Tito 2:13);
arrepentirse de los pecados (Hechos 17:30); confesar que Cristo es el Hijo de
Dios (Hechos 8:37; Romanos 10:10) y ser bautizados (sepultados, Romanos 6:4) en
agua (Hechos 8:36; 10:48) para el perdón de los pecados (Hechos 2:38). La misma
palabra de Dios revela este plan de salvación pero la mayoría de los que
profesan la religión de Cristo lo rechazan. No escuchan al Dios que creó el
mundo y que será nuestro Juez en el Día Final. No escuchan a Cristo quien murió
en la cruz por ellos y por todos.
C. Prefieren enseñar “como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15:9).”Mirad
que nadie os engañe por medio de … tradiciones de los hombres” (Colosenses
2:8).Todas las iglesias que tienen nombres humanos (nombres no
encontrados en las Escrituras) enseñan "tradiciones de hombres”, comenzando
con la Iglesia Católica Romana, luego los Protestantes o Evangélicos, y muchos
otros (pentecostales, mormones, testigos, etc.).
D. Esto
se demuestra claramente en su nombre, sus doctrinas y prácticas, su organización
(gobierno) y en la adoración que ofrecen supuestamente al Dios de la Biblia, ¡PERO
NO CONFORME A LA PALABRA DEL DIOS DE LA BIBLIA!
II. DIOS HABLA CLARAMENTE DE LA IGLESIA DE CRISTO, LA IGLESIA QUE CRISTO EDIFICÓ
PERO LOS HOMBRES NO ESCUCHAN A DIOS Y ESTABLECEN SUS PROPIAS IGLESIAS CONFORME A
SUS PROPIAS PREFERENCIAS.
A. Mateo 16:18, “sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella”. Esa “roca” sobre la cual Cristo edificaría a
su iglesia era la confesión de Pedro de que Jesús de Nazaret es “el Cristo, el
Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).
B. Cristo cumplió su promesa. Primero tuvo que morir en la cruz para comprar su
iglesia.Hechos 20:28, la “ganó (compró, adquirió) por su propia sangre”;
es decir, en su muerte en la cruz Cristo pagó el precio de nuestra redención (1
Pedro 1:18, 19). De esa manera “compró” la iglesia (los salvos). Entonces
Cristo estableció su iglesia el día de Pentecostés (Hechos 2), porque en
ese día el evangelio puro, LA PALABRA DE DIOS, fue predicado en su
plenitud por los apóstoles y tres mil personas fueron bautizadas para el perdón
de sus pecados y fueron añadidas a la iglesia de Cristo (Hechos 2:38-47).
C. Esa iglesia es el cuerpo de Cristo (Efesios 1:22, 23). Esa iglesia es
su reino (Colosenses 1:13). Esa iglesia es su esposa (2 Corintios 11:2).
Esa iglesia es el templo de Dios (1 Corintios 3:16). Esa iglesia es la “columna
y apoyo de la verdad” (1 Timoteo 3:15). Dicen muchos, “Oh, pero no es
necesario ser miembro de la iglesia” y tienen razón porque hablan de las
iglesias que conocen, las iglesias establecidas por los hombres, pero es
exagerada insensatez decir que uno no tiene que ser miembro de la iglesia de
Cristo porque todos los salvos son añadidos a ella (Hechos 2:47).
D. Sin embargo, esa iglesia, la única iglesia de Cristo, la verdadera iglesia
del Nuevo Testamento, es rechazada por la mayoría de los que profesan la
religión de Cristo porque prefieren tener sus propias iglesias con sus propios
nombres, su propio culto, su propio todo. Desde luego, es bueno que tales
iglesias tengan sus propios nombres para distinguirlas de la iglesia verdadera
de la cual el Nuevo Testamento habla.
E. ¡Qué tragedia que tanta gente prefiera las iglesias de hombres, las iglesias
que ellos mismos han establecido, la Iglesia Católica Romana, la Iglesia
Luterana, la Iglesia Metodista, la Iglesia Bautista, y cientos de otras. Muchos
prefieren ser testigos de La Atalaya. Prefieren ser mormones. Prefieren ser
pentecostales y de toda clase de iglesia menos la que Cristo estableció.
F. Están muy contentos siendo llamados católicos, bautistas, testigos, etc., nombres
que no se encuentran en las Escrituras. Se glorían en estos nombres y se
avergüenzan de ser llamados simplemente cristianos. Hechos 11:26, “a los
discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”. Y a los
discípulos mencionados en el Nuevo Testamento ¿se les llamó católicos o
bautistas o testigos por primera vez cuándo y dónde? (Busque en el segundo
capítulo de Judas).
G.1 Pedro 4:16, “si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino
glorifique a Dios por ello”. No dice, “si alguno padece como católico o testigo
o bautista no se avergüence” pero los que lleven tales nombres humanos deben
tener mucha vergüenza de negar al Señor que sufrió tanto para salvarles (Mateo
10:32, 33). Jesús dice (Marcos 8:38), “Porque cualquiera que se
avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el
Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su
Padre con los santos ángeles”. Muchos dicen “Pero nosotros sí nos llamamos
cristianos”, pero ¿dónde en el NT leemos de cristianos católicos, cristianos
bautistas, cristianos mormones, etc.?
III. DIOS HA HABLADO EL EVANGELIO PURO, PERO MUCHÍSIMOS RELIGIOSOS PREFIEREN
“OTRO EVANGELIO” (EVANGELIO FALSO).
A. Gálatas 1:6-9, “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado
del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7 No
que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo. 8 Mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si
alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”.
B. El “otro evangelio” de este texto es el evangelio falso de los judaizantes,
los errados hermanos judíos que querían imponer la ley de Moisés sobre la
iglesia, sobre todo la circuncisión y el guardar ciertos días especiales. En las
iglesias establecidas por los hombres y mujeres hay mucho del mismo “judaizar”
(usar instrumentos de música en el culto, imponer el diezmo, guardar el sábado,
etc.).
C. Pero hay muchos otros “evangelios” falsos. La Iglesia Católica Romana existe
como resultado de iglesias de Cristo que dejaron de escuchar a Dios y, dejando
la palabra de Dios, en su lugar establecieron una iglesia humana. Dejaron lo que
Dios dice en Hechos 14:23, “Y designaron ancianos en cada iglesia”. Según
la palabra de Dios debemos escoger hermanos calificados (1 Tim. 3; Tito 1)
como ancianos (obispos, Hechos 20:28, pastores, Hebreos 13:17) en
cada iglesia, pero el catolicismo ha establecido una jerarquía pagana totalmente
opuesta a lo que Dios dice. Enseñan la mentira que los ancianos son
sacerdotes que administran los sacramentos católicos, pero esta doctrina de
demonios contradice la palabra de Dios.
D. Habiendo rechazado a Dios (su palabra) esa jerarquía pagana cambió todo (el
evangelio, la iglesia, el culto, en fin, todo lo que Dios había revelado con
respecto al evangelio y la iglesia de Cristo) y en su lugar establecieron
docenas de doctrinas y prácticas diabólicas (1 Timoteo 4:1-4),
basadas por la mayor parte en los “siete sacramentos” imaginarios, actos
religiosos no enseñados por Dios en su palabra.
E. Los famosos
“reformadores” protestantes no reformaron nada. Más bien imitaron al clero
romano al rechazar la palabra de Dios para establecer otras iglesias humanas(luterana,
presbiteriana, metodista, bautista, etc.). Retuvieron la doctrina básica de “San
Agustín” del siglo cinco quien era uno de los principales fundadores de la
iglesia católica y establecieron otras religiones, otras doctrinas y
mandamientos de hombres (otras doctrinas de demonios, 1 Timoteo 4:1).
F. El corazón de religiones protestantes o evangélicas es el calvinismo que es
una teología tan diabólica como el sistema católico. El calvinismo
completamente abandona y hace burla de la palabra de Dios. Tiene su propio
“dios” que hace acepción de personas, que no tiene amor porque ha reprobado
(destinado para el infierno) a todos los que no son elegidos incondicionalmente
por su “dios” para ser salvos. Tienen su propio “cristo” que murió solamente por
los supuestamente elegidos.
G. El calvinismo que es el corazón de las iglesias protestantes o evangélicas es
una teología totalmente falsa que rechaza a Dios, a Cristo, su evangelio y su
iglesia. Estas iglesias deben imitar a los testigos que tienen su propia
“biblia” porque el calvinismo no es producto de la Biblia verdadera sino que es
totalmente anti-bíblico. Los calvinistas imitan a los católicos dando
espaldas a la palabra de Dios.
H. Toda religión falsa fundada por hombres es como la religión falsa del
tiempo del profeta Jeremías, la cual Dios describe como “Cosa que no les
mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento” (Jeremías 19:5). Así son las
tradiciones católicas, protestantes, mormones, etc. Son cosas que nunca
vinieron al pensamiento de Dios. De principio a fin son doctrinas y
mandamientos de los hombres.
I. Muchos se engañan pensando y diciendo que “Hay muy buena gente en todas las
iglesias”. Claro que sí, son buena gente en cuanto a ser buenos vecinos,
benévolos, amables, etc. pero de eso no hablamos, sino de las doctrinas y
mandamientos de hombres que les gobiernan. Por ejemplo, entre los bautistas hay
muy buena gente pero enseñan la mentira de la salvación por la fe sola y que una
vez salvo uno no puede caer de la gracia (calvinismo). Cristo dice “el que crea
y sea bautizado será salvo” (Marcos 16:16) pero esta “buena gente”
contradice a Cristo y enseña que no es necesario bautizarse para ser salvo.
Pedro (el Espíritu Santo) dice, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros
en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hechos 2:38), pero esta “buena gente” contradice a Pedro
y al Espíritu Santo diciendo que el ser bautizado no es para el perdón de
los pecados. Dicen que el bautismo es solamente una señal externa de una obra de
gracia interna, que en realidad lo que salva es la fe sola. Obviamente rechazan
la palabra de Dios y prefieren las doctrinas y mandamientos de los hombres
que no salvan (Mateo 15:9).
IV. MUCHOS GRUPOS RELIGIOSOS EXISTEN COMO RESULTADO DE RECHAZAR LA PALABRA DE
DIOS Y SUSTITUIRLA CON DOCTRINAS Y MANDAMIENTOS DE HOMBRES.
A. Los Adventistas del Séptimo Día siguen la ley de Moisés guardando el
sábado. Han rechazado el Nuevo Testamento para vivir con los judíos bajo el
Antiguo Testamento. Rechazan todo lo que Dios dice en la carta a los Hebreos.
No están en el Nuevo Testamento el evangelio que predican, la iglesia de la cual
son miembros, las doctrinas que propagan. En fin, rechazan la palabra de
Dios. Prefieren las palabras de sus fundadores, William Miller y Ellen White.
B. Los mormones tienen sus propias “escrituras” que enseñan “otro evangelio”. Su
“dios” es de carne y hueso. No hacen caso a lo que Dios dice y se someten a
lo que dijo José Smith, hombre completamente carnal, pero no les importa la
palabra de Dios.
C. Los testigos rechazan la Biblia verdadera y rehúsan escuchar a Dios y han
producido su propia “biblia” falsa, que es una perversión diabólica de la Biblia
verdadera, la palabra de Dios. Tienen otro “dios”, otro “cristo”, otro
“evangelio” (de puro materialismo). Son muy atrevidos porque dicen que no habrá
infierno. Están convencidos que Cristo está completamente equivocado cuando
habla del “infierno de fuego” (Mateo 5:22, 29). Dice Cristo “Sí” y ellos
dicen “No”. Me pregunto si en el Día Final seguirán pensando que Cristo era
mentiroso.
D. Los pentecostales no hacen caso a lo que Dios dice acerca del papel del
Espíritu Santo y prefieren basar su religión sobre su propio “espíritu santo”
(que en realidad son sus emociones y sentimientos). Bajo la influencia del
calvinismo ellos creen en una operación directa de su “espíritu santo” para la
“conversión”, diciendo que este es el bautismo con el “espíritu santo” que
resulta en hablar en “lenguas”. Desde luego, las lenguas que los apóstoles
hablaron el día de Pentecostés eran idiomas (Hechos 2:8), pero los
pentecostales dicen que hablan en lenguas celestiales (lenguas de ángeles) para
tratar de explicar y defender su práctica desordenada de producir sonidos con la
boca que no son lengua (idioma) de ninguna clase sino puro balbuceo. El
verdadero Espíritu Santo dice, “hágase todo decentemente y con orden” en la
iglesia (1 Corintios 14:40) y explica (1 Corintios 13:8-10) que los
dones del Espíritu iban a cesar al llegar “lo perfecto” (la revelación completa
del NT), pero los pentecostales prefieren sus propias doctrinas y prácticas
de puro desorden. Dicen que están adorando a Dios pero en realidad no escuchan a
Dios.
V. MUCHÍSIMOS TEXTOS SON RECHAZADOS POR LOS QUE PREFIEREN LAS DOCTRINAS Y
MANDAMIENTOS DE LOS HOMBRES.
A.
Los testigos y otros rechazan Juan 1:1; Romanos 9:5; etc. que afirman
clara y enfáticamente que Cristo es Dios y al hacerlo destruyen la esperanza de
salvación. Si Cristo es una cosa creada como los testigos enseñan (pervirtiendo Colosenses
1:16), entonces no puede salvar a nadie. Ellos rechazan la palabra verdadera
de Dios y publican una PERversión de las Escrituras llamada Traducción del Nuevo
Mundo que contiene una infinidad de “doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).
B. El bautismo es inmersión (Romanos 6:4) y es para creyentes penitentes
(Marcos 16:16; Hechos 2:38), pero católicos, metodistas, presbiterianos,
y otros no hacen caso a estos textos. Los ignoran como si no estuvieran en la
Biblia. Los dejan de lado. Rechazan las verdaderas palabras de Cristo y el
Espíritu Santo y practican el falso “bautizo infantil” (que no es bautismo en
sentido alguno). Enseñan y practican lo que les gusta y dan espaldas a lo que
Dios dice.
C. El bautismo es para el perdón de los pecados (Hechos 2:38) pero
los bautistas y varias otras iglesias establecidas por los hombres dicen que no
es cierto. Rechazan lo que el Espíritu Santo dice por boca de Pedro. Dicen que
el bautismo de Marcos 16:16 y Hechos 2:38 es cuestión de interpretación y
afirman la salvación por la fe sola, o que nada más orar la oración de pecador,
o recibir a Cristo en su corazón y otras doctrinas que nunca entraron en los
pensamientos de Dios. Son planes de salvación que no salvan.
CONCLUSIÓN
A. Es indispensable que todos entiendan que al no hacer caso a lo que Dios dice
no hay esperanza de Salvación.
B. ¿Cómo es posible que el hombre en su juicio cabal rechace al Creador del
cielo y la tierra y prefiera las doctrinas, mandamientos y tradiciones de los
hombres? ¿Es capaz alguien de pensar que estos últimos son superiores a la
palabra de Dios?
C. Este tema es sumamente serio, solemne y hasta alarmante. Está en juego la
salvación de millones. Los testigos y otros dicen que no hay infierno pero
aunque muchos otros admiten la existencia del infierno prefieren las doctrinas y
mandamientos de los hombres que llevan al infierno.