EL OJO BUENO O MALIGNO

 

INTRODUCCIÓN.

        A. Como todos sabemos la vista es una de las bendiciones más preciosas de Dios.

        B. Hay muchos textos bíblicos relacionados con el ojo.

        C. Uno de los más horribles castigos es el sacar los ojos. Jueces 16:21.

        D. El gran anhelo del ciego era el recobrar la vista. Mateo20:30-34; Marcos 10:46-52.

 

I. “LA LÁMPARA DEL CUERPO ES EL OJO” – Mateo 6:22.

        A. El ojo es el órgano por el cual la luz entra el cuerpo.

        B. Ojo bueno. Mateo 6:22 “Así que, si tu ojo es bueno (haplous,  sano, claro, sencillo, no visión doble, no borroso) todo tu cuerpo estará lleno de luz”.

                1. En este contexto el ojo bueno significa la vida concentrada en lo celestial.

                2. Pablo usa esta palabra en Romanos 12:8; 2 Corintios 8:2 indicando generosidad.

            C. Ojo maligno. Mateo 6:23, “Pero si tu ojo es maligno (enfermo espiritualmente, visión doble, Santiago 4:8), todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?”

                1. El ojo maligno significa la vida dedicada al materialismo (mamón, riquezas), v. 24

                2. Los que viven ocupados con asuntos meramente temporales  están llenos de tinieblas.

 

II. MIRAR A UNA MUJER PARA CODICIARLA.

        A. Uno de los “Diez Mandamientos” bajo la Ley de Moisés era “No codiciarás la mujer de tu prójimo”, Éxodo 20:17.

        B. Mateo 5:28-29, “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”.  Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”.

                1. No imitar a David, 2 Samuel 11:2-4.

                2. Sino a José, Génesis 39:12. 1 Corintios 6:18, “Huid de la fornicación”.

        C. 2 Peter 2:14,  Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición”.

        D. 1 Juan 2:15-17, “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

        E. Santiago 1:14, “cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”.

        F. Job 31.1, “Hice pacto con mis ojos. ¿Cómo, pues, iba yo de mirar a una virgen?”

        G. Isaías 33:5, “El que camina en justicia … el que cierra sus ojos para no ver cosa mala”. ¿Cuántos miembros de la iglesia se regalan la vista con horas y horas de escenas indecentes en las películas de televisión y aun en la pornografía?

 

III. ALGUNOS CIERRAN LOS OJOS PARA NO VER LA VERDAD.

        A. Mateo 13:15, “Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane”.

        B. Este texto que viene de Isaías 6:9, 10 es citado también en Marcos 4:11, 12; Lucas 8:10; Juan 12:40 y Hechos 28:26, 27.

        C. Esta es la tragedia de tragedias, el cerrar los ojos para no ver la verdad de Dios acerca del plan de salvación, la iglesia, los deberes del cristiano, los eventos finales, etc.               

 

IV. ALGUNOS SON CIEGOS.

       A. Mateo 15:14, “Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo”.

       B. Lucas 19:41-44, “ Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, 44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo d tu visitación”.

       C. 2 Corintios 4:4 “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.

       D. “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”.

        E. 2 Pedro 1:5-10, “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.

 

V. LA ORACIÓN DE PABLO: ALUMBRAR LOS OJOS DE VUESTRO ENTENDIMIENTO.

        Efesios 1:15-23, 15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.

 

VI. DEBEMOS ALZAR LOS OJOS.

       A. Salmo 121 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre”.

       B. Juan 4:35, “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”.

        C. Colosenses 3:1-4,  Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”.

        D. 2 Corintios 4:18, “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

 

CONCLUSIÓN

        A. Debemos estar resueltos a tener “ojo bueno” (sano, sencillo, espiritual).

        B. Si es necesario debemos estar dispuestos a sacar el ojo derecho, o sea, cualquier estorbo, cualquier tropiezo, cualquier adicción, etc. que pudiera llevarnos al infierno de fuego.

        C. Hebreos 12:1, 2, “corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.

        D. Salmo 119:18, Digamos con el salmista, “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”.

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