ELOGIAR (ALABAR) LA FIDELIDAD
INTRODUCCIÓN
A. La Biblia condena toda maldad, pero también aprueba y alaba la fidelidad, la
vida buena y obediente.
B. Es de suma importancia que no descuidemos ni la una cosa ni la otra.
C. Muchos textos enseñan la importancia de la humildad y en Romanos 12:3 Pablo
dice, “a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí
que el que debe tener”.
D. Pero tengamos mucho cuidado de no despreciar la obediencia, la fidelidad y
las buenas obras de los hijos de Dios. La doctrina insensata del Calvinismo
tuerce Isaías 64:6 aplicándolo a las buenas obras del cristiano. Apocalipsis
19:7, 8 habla de las bodas del Cordero, “Y a ella se le ha concedido que se
vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las
acciones justas de los santos”. Para según la enseñanza Calvinista, en lugar
de lino fino la esposa de Cristo lleva “trapo de inmundicia”. Apocalipsis
3:4 Cristo dice que los fieles “andarán conmigo en vestiduras blancas, porque
son dignas”.
I. LA BUENA OBRA DE MARÍA (JUAN 12:1-8).
A. Marcos 14:3-9, “Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y
sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo
puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su
cabeza. 4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y
dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? 5 Porque
podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los
pobres. Y murmuraban contra ella. 6 Pero Jesús dijo: Dejadla,
¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. 7 Siempre
tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien;
pero a Mí no siempre me tendréis. 8 Esta ha hecho lo que podía;
porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. 9 De
cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo,
también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella”.
B. Cristo conoció el corazón de María y sabía que ella era sincera y que de
veras estaba haciendo lo que podía, porque el perfume que ella derramó sobre
Cristo valía una fortuna.
C. Jesús alabó a María por “buena obra” y por hacer “lo que podía”. Este texto
nos mueve a preguntarnos si estamos haciendo todo lo que en verdad podemos
hacer, o si estamos sirviendo “a medias” o con motivos cuestionables.
D. Podemos aplicar esto a la asistencia y participación en los servicios de la
iglesia, a la ofrenda, a la obra personal y a la vida en general.
E. ¿Dirá el Señor de nosotros, “Estos han hecho lo que podían”?
II. LAS BUENAS OBRAS Y LIMOSNAS DE DORCAS.
A.
Hechos 9:36, “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido
quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía”.
B. Esta amada hermana murió y dice el v. 39, estuvo en “la sala, donde le
rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que
Dorcas hacía cuando estaba con ellas”. El
Señor resucitó a esta hermana de entre los muertos para que pudiera continuar su
obra tan importante.
C. Hechos de los Apóstoles es un libro importantísimo que relata la obra de los
apóstoles de llevar el evangelio a todas las naciones, estableciendo iglesias de
Cristo y confirmándolas. Sin embargo, en este libro tan importante el Espíritu
Santo relata esta historia acerca de las buenas obras de una fiel cristiana.
D. Dorcas no pudo ser apóstol, ni evangelista ni parte del cuerpo de obispos en
la iglesia pero ¿quién se atreve a decir que su servicio (ministerio) era
insignificante?
III. LOS MACEDONIOS QUE SE DIERON A SÍ MISMOS AL SEÑOR.
A. 2 Corintios 8:1-5, “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios
que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 2 que en grande prueba de
tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en
riquezas de su generosidad. 3 Pues doy testimonio de que con agrado
han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, 4 pidiéndonos
con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este
servicio para los santos. 5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí
mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de
Dios”.
B. Este texto alaba a los macedonios por su tremenda generosidad a pesar de
tribulación y profunda pobreza y da la explicación de la conducta de ellos: “a
sí mismo se dieron primeramente al Señor”.
C. Dios no es pobre. Él mismo nos da todo. 1 Crónicas 29:14, “Porque ¿quién soy
yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas
semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”.
IV. DIOS ALABA A LA IGLESIA QUE PRACTICA LA DISCIPLINA.
A.
1 Corintios 5 explica un problema muy serio en la iglesia de Corinto y las
instrucciones de Pablo para corregirlo. Deberían apartarse del hermano pecador y
ni aun comer con él (v. 11) para avergonzarle y producir su arrepentimiento.
B. La segunda carta indica que la iglesia había aceptado y llevado a cabo las
instrucciones. 2 Corintios 2:4-9, “4 Porque
por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas,
no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor
que os tengo. Pero
si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto
modo (por no exagerar) a todos vosotros. 6 Le basta a tal
persona esta reprensión hecha por muchos;
7 así
que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no
sea consumido de demasiada tristeza. 8 Por
lo cual os ruego que confirméis el amor para con él. 9 Porque
también para este fin os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois
obedientes en todo”.
C. Después (2 Corintios 7:9-11) Pablo alaba el celo de la iglesia en cumplir con
su deber en el asunto: “9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido
contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque
habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por
nuestra parte. 10 Porque la tristeza que es según Dios produce
arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza
del mundo produce muerte.11 Porque he aquí, esto mismo de que
hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué
defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué
vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto”.
D. ¡Qué tremendo ejemplo para iglesias que descuidan la enseñanza de Pablo con
respecto a la corrección de tales miembros infieles!
V. “SANTOS Y FIELES HERMANOS”, COLOSENSES 1:2.
A.
¡Qué tremendo saludo! ¿Así nos saludaría el apóstol Pablo? Espero que sí.
B. 1 Corintios 16:15-18, “15 Hermanos, ya sabéis que la
familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al
servicio de los santos. 16 Os ruego que os sujetéis a personas
como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan. 17 Me
regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han
suplido vuestra ausencia.18 Porque confortaron (refrescaron)
mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas”. ¡Palabras de
aprobación y aliento!
C. Filemón 7, “Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti,
oh hermano, han sido confortados (refrescados) los corazones de los santos.
CONCLUSIÓN:
A. Sobre todo queremos que Cristo nos reciba con estas palabras de aprobación:
Mateo 25:34, “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la fundación del mundo”.
B. Apocalipsis 2:10, “Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la
vida”
C. No se confunda por las doctrinas necias de hombres que desprecien las buenas
obras. Al ver la palabra “obras” y la expresión “no por obras” se vuelven locos
minimizando y menospreciando la obediencia y las buenas obras que son
indispensables para la salvación (Tito 2:14: 3:1,8, 14). Cuando Pablo dice “no
por obras” él habla de las obras de la ley de Moisés o “las obras de justicia
que nosotros hubiéramos hecho” (Tito 3:5), en lugar de obedecer al evangelio.
D. Los ÚNICOS que serán salvos son los que obedecen al evangelio (1 Pedro 4:17;
2 Tesalonicenses 1:7-9) y siguen fieles hasta la muerte en la iglesia que Cristo
estableció.