ROMANOS 10:1-10

 

PALABRAS CLAVES:

ANHELO … CELO SIN CIENCIA … FIN … JUSTICIA … CONFESIÓN

 

     ¿DE QUÉ TEMA TRATA PABLO EN ROMANOS 9, 10, 11? El rechazo de los judíos desobedientes y endurecidos.

    ¿CÓMO EXPRESÓ PABLO SU PREOCUPACIÓN POR ISRAEL? 9:1-3; 10:1

    ¿QUÉ ERA EL ANHELO Y ORACIÓN DE PABLO POR ISRAEL? La salvación.

 

    10:1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.

     9:1-3  Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 2 que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne”.

     El anhelo principal de nuestra vida debe ser la salvación propia y la de otros, mayormente la salvación de los hermanos en Cristo y de los seres queridos. No hay otro deseo o anhelo que se puedan comparar con esto. Todos los deseos de esta vida son relativamente insignificantes al contemplar la vida sublime y eterna con Dios, los ángeles y los redimidos.

     Sería bueno examinar los deseos principales de nuestro corazón. ¿Qué es lo que deseamos? ¿Dinero? ¿Placeres? ¿Popularidad? ¿Poder y fama? ¿Cuál será el valor de todas estas cosas cuando estemos delante de Cristo en Aquel Día Final?

     El otro anhelo de suma importancia es el no ser echado en el lago de fuego para  sufrir la tortura del fuego eterno. Cristo habló franca y abiertamente de este castigo. Mateo 522, “quedará expuesto al infierno de fuego”; 5:29, 30, “mejor te es que se pierda uno de tus miembros (ojo derecho, mano derecha) y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”; 10:28, “temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”; 13:49, 50, “49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”; 25:46, “irán éstos al castigo eterno”; Lucas 16:23, 24, “Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos… dijo: ten misericordia de mí… porque estoy atormentado en esta llama”.

     ¿Quiénes serán echados en el lago de fuego? Los que no obedecen al evangelio y perseveran hasta el fin.

     2 Tesalonicenses 1:7, 8 cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo”.

     El anhelo de Pablo era que su pueblo no cayera en esa condenación eterna. Es un lugar espantoso de sufrimiento más allá de toda imaginación humana. Y no tiene fin. ¿Puede haber otro anhelo más importante que este?

 

     SI TENEMOS EL ANHELO QUE PABLO TENÍA ¿SOLAMENTE ORAMOS POR LOS PERDIDOS?

    El anhelo de Pablo no consistía solamente de palabras sino también de hechos. Hizo un esfuerzo constante y diligente para salvarles y rescatarles del fuego del infierno.

   Y nosotros ¿tenemos tal anhelo y lo demostramos estudiando para estar bien preparados y luego dedicarnos a la tarea de enseñarles y convertirles?

 

    CUANDO PABLO ORABA POR ISRAEL ¿QUÉ PIDIÓ? Que oyeran el evangelio y que lo obedecieran.

    -- y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.

     ¡Qué bueno si pudiéramos oír una de sus oraciones!

 

     ¿DEBEMOS PEDIR POR TODOS LOS PERDIDOS SI MUCHOS DE ELLOS FUERON REPROBADOS Y CONDENADOS AL INFIERNO ANTES DE NACER?    

     Si el Calvinismo fuera cierto, si muchas personas de todas las naciones (incluyendo judíos) hubieran quedado reprobadas al infierno antes de nacer, ¿por qué orar por ellos?

     ¿Qué pedir? Que oigan el evangelio. Hechos 3:22, “a él oiréis en todas las cosa que os hable”. Conviene pedir que muchos oigan la palabra de Cristo para obedecerla. Romanos 10:17. En cada caso de conversión registrado en el libro de los Hechos de los Apóstoles el primer paso era el oír el evangelio.

     Cristo oró por los perdidos. Juan 17:20, cuando oró por sus apóstoles, dijo “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”.

     Lucas 24:46, 47, “y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Sería muy apropiado que oremos por los que oigan el evangelio, que se arrepientan.

     ¿Oramos fervientemente por los que no han obedecido al evangelio?

 

     ¿POR QUÉ ERA DEFECTUOSO EL CELO DE LOS JUDÍOS? Era celo sin ciencia.

     10:3, Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.

     Celo es bueno. Juan 2:17, cuando Cristo limpió el templo el texto dice “El celo de tu casa me consume”.

     Hechos 21:20, muchos hermanos judíos todavía eran celosos por la ley de Moisés. “Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley”. ¿Era correcto que fueran celosos por la ley de Moisés? Claro que sí, mientras estuviera de vigencia. Mateo 5:18, 19.

     Pablo mismo era uno de ellos. Filipenses 3:6, “en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia”. Gálatas 1:14, 14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres”. Hechos 22:3  Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.

     Pedro era celoso. Juan 18:10 10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.

     Pero hay celo malo. Gálatas 4:17, 17 Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos”,    

     Lamentablemente muchos tienen celo que según ellos es “celo de Dios”, pero su “fe” no está fundada en la palabra de Dios sino en la sabiduría de los hombres” (1 Corintios 2:5).

 

     ¿QUÉ IGNORABAN LOS JUDÍOS? ¿QUÉ SIGNIFICA “LA JUSTICIA DE DIOS”?

     -- porque ignorando la justicia de Dios -- La “justicia de Dios” es el evangelio, el plan de salvación, por medio del cual Dios puede justificar a los que lo obedecen, pero la mayoría de los judíos no querían oírlo. Procuraban establecer su propia justicia, “guardando” (a su manera) la ley de Moisés y las múltiples tradiciones que la sustituyeron (Mateo 15:6-9), y sobre todo procuraron establecer su justicia diciendo que eran hijos de Abraham (Mateo 3:9; Juan 8:33). Sin embargo, Jesús les dijo que si en verdad fueran hijos de Abraham harían las obras de Abraham (Juan 8:39). Luego concluyó diciéndoles que su padre no era Abraham sino el diablo (Juan 8:44).

     Hechos 13:27,  “Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle”.

 

     ¿ERAN RESPONSABLES LOS JUDÍOS POR SU IGNORANCIA DE CRISTO Y EL EVANGELIO? Si, y no solamente ellos sino todos los que se encuentran en los espirales del error religioso son responsables porque tienen las Escrituras y muchos oyen la predicación del evangelio verdadero.

     Romanos 10:6-8, Pablo enfatiza que el evangelio es alcanzable, entendible y no lejos de nadie. Por eso, los que andan en error no tienen excusa.

     Romanos 10:18, “¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras”.

 

    ¿QUÉ HICIERON LOS JUDÍOS PARA TRATAR DE ESTABLECER SU PROPIA JUSTICIA?

    -- y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.

     Esto explica por qué los judíos no entendieron el evangelio. Se dedicaban a establecer su propia justicia. Se sentían confiados y satisfechos porque tenían la ley de Moisés, pero muchos textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento (por ejemplo, Mateo 23) indican que no eran fieles en guardarla. Más bien confiaban en sus tradiciones (Mateo 15:1-9). Y sobre todo confiaban en ser hijos de Abraham (Mateo 3:9;  Juan 8:33).

 

     ¿EN QUÉ SENTIDO ERA CRISTO EL FIN DE LA LEY DE MOISÉS?

      10:4  porque el fin de la ley es Cristo,

     El “fin” o propósito de la ley era justicia o justificación, pero la ley no pudo justificar al culpable de pecado. Ese “fin” o propósito se realiza solamente en Cristo y el evangelio, porque los que obedecen al evangelio son justificados (perdonados de sus pecados). Mateo 5:17, 18; Lucas 24:44-46. El cordero de la pascua (Éxodo 12) era tipo de Cristo (Juan 1:29; 1 Corintios 5:7; 1 Pedro 1:18, 19).

     A través del Nuevo Testamento encontramos muchas citas del Antiguo Testamento que son cumplidas en el Nuevo Testamento. Pablo dice (Romanos 15:4), “Porque las cosas que se escribieron antes para nuestra enseñanza se escribieron a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. En realidad sería imposible entender el Nuevo Testamento sin leer y estudiar el Antiguo Testamento. La carta a los Hebreos se basa en gran parte sobre los varios aspectos del culto a Dios descrito en Levítico. Las cartas de Pablo a los romanos y gálatas contienen varias referencias a la Ley de Moisés. El lenguaje de Apocalipsis es muy similar al simbolismo de los libros proféticos como Ezequiel y otros. Isaías se considera como profeta mesiánico por las muchas referencias a Cristo.

     -- para justicia = para justificación.

 

     ¿CÓMO SABEMOS QUE ESTE TEXTO (V. 4) NO SE REFIERE A LA TERMINACIÓN DE LA LEY DE MOISÉS? Al decir “a todo aquel que cree” indica que Pablo no habla de la abrogación de la ley de Moisés, porque la ley de Moisés fue terminada no solamente para todo aquel que cree sino también para los incrédulos. Pablo dice que “el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”. Aquí no habla de abrogación sino de cumplimiento. 

    -- a todo aquel que cree =  todo aquel que obedece al evangelio. En muchos textos del Nuevo Testamento una sola palabra representa el obedecer al evangelio. Oír = obedecer al evangelio (Juan 5:25).  Creer (Juan 3:16) = obedecer al evangelio. Invocar (Hechos 2:21) = obedecer al evangelio (Hechos 2:38, mismo sermón). Arrepentimiento = obedecer al evangelio (Hechos 11:18). Confesión = obedecer al evangelio (Romanos 10:9, 10). Bautismo = obedecer al evangelio (1 Pedro 3:21).

 

     ¿CUÁNTOS  TEXTOS PODEMOS CITAR QUE ENSEÑAN QUE LA LEY DE MOISÉS FUE QUITADA?  Este tema se trata en varios textos (por ejemplo, Romanos 7:4; 2 Corintios 3:7-11; Efesios 2:14, 15; Colosenses 2:14; Hebreos 7:8, 12, 24).

     La ley de Moisés no pudo justificar (Romanos 3:20), pero sí testificó acerca de la justificación por medio de Cristo y el evangelio (Romanos 3:21, 22). “De manera que la ley ha sido nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe”, es decir, por obedecer al evangelio de Cristo (Gálatas 3:24).

 

     ¿CÓMO PODÍAN LOS JUDÍOS “VIVIR” POR LA JUSTICIA QUE ERA POR LA LEY DE MOISÉS?

     10:5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Levítico 18:5. El hombre que obedezca la ley de Moisés perfectamente, sin pecar, “vivirá”; es decir, será justificado y aceptable ante los ojos de Dios, pero habiendo pecado una sola vez es transgresor muerto en pecado.

     Ezequiel 20:11, y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. (20:13, 21).

    Gálatas 3:10-12, “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas”. Vivirá = tendrá comunión con Dios.

 

¿QUÉ DICE LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE (EL EVANGELIO)?

     10:6  Pero la justicia que es por la fe (justificación basada en la cruz de Cristo y el perdón de Dios) dice así:

     La justicia que es por fe es el evangelio, lo cual es personificado y habla. Compárese Proverbios 1:20, “la sabiduría clama en las calles”. Lucas 11:49, “la sabiduría de Dios también dijo”. También Gálatas 3:24, “la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo”.

    Romanos 10:2, 3, hablando de los judíos desobedientes Pablo dice, “Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” y ahora quita sus excusas por no tener “ciencia” del evangelio.

    En esta sección de Romanos 10 Pablo cita Deuteronomio 30:11-14 para enfatizar que la palabra de Dios no está escondida y no está lejos de nosotros. Los que no sabían la ley de Moisés no tenían excusa y los que no aprenden el evangelio no tienen excusa. Moisés dijo,

“Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos” (Deuteronomio 30:11). Pablo cita este texto para quitar las excusas de los que no entendieron el evangelio para obtener la salvación.

     Es alcanzable. No está escondido. No está lejos de nosotros. No es incomprensible (Efesios 3:3-5; 5:17). Dios no ha colocado la salvación fuera del alcance del hombre. El aprender y obedecer al evangelio no es tarea imposible. Por el contrario la salvación se pone al alcance de todos (Mateo 11:28-30; 28:19; Romanos 1:16).

     El problema con los que tienen celo sin ciencia es que leen la Biblia con lentes sectarios (catolicismo, calvinismo, pentecostalismo, etc.), pero si quitan esos lentes pueden entender la verdad. Es difícil vencer el prejuicio pero no imposible.

     No es necesario preguntar “¿Quién subirá al cielo para traerlo a nosotros para que la escuchemos y obedezcamos?” Más bien, la palabra está cerca de nosotros, en la boca y en el corazón para que la hagamos.

     -- No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);

     Cristo ya descendió del cielo y murió en la cruz para salvarnos.

     10:7 “o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). No es necesario porque  Cristo ya subió del sepulcro.

     10:8  Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: (Jeremías 31:31-34).

     La justicia que es por la fe (el evangelio) no hace tales preguntas porque no son necesarias ni apropiadas. Entonces, ¿qué dice la justicia que es por la fe? Que la palabra está cerca de nosotros.

     10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Pablo menciona el confesar primero porque en el texto que cita Moisés pone “boca” antes de “corazón”, pero en seguida en el versículo 10 Pablo pone el creer y el confesar en su orden natural.

    10:10,  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Mateo 10:32, 33; 16:16; Marcos 8:38; Hechos 8:37; Filipenses 2:11; 1 Timoteo 6:12. Cristo hizo esta confesión y le costó la vida.

     Los calvinistas que enseñan que la salvación se obtiene por medio de la “fe sola” no hacen caso a lo que Pablo dice aquí. Afirma que “se cree eis justicia” y “se confiesa eis salvación”. La palabra griega eis, como usada en este texto, significa “para obtener”, como en Mateo 26:28 “…mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada eis remisión de pecados”. Como el derramar sangre era esencial para obtener nuestra salvación, también la confesión es esencial para obtener la salvación. Igualmente uno se arrepiente y se bautiza para (eis) el perdón de los pecados (Hechos 2:38).

     Los proponentes de la falsa doctrina de “la salvación por la fe sola” no pueden ser consecuentes y aceptar que el confesar a Cristo sea esencial para obtener la salvación. Más bien para ser consecuentes tienen que enseñar que la confesión, al igual que el bautismo, se practican después de ser salvo por la fe sola como evidencia de la salvación por la fe. Sin embargo, Juan 12:42 dice que “aun de los gobernantes, muchos creyeron en él, pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga”. Según esto, pues, los proponentes de la doctrina de la supuesta salvación por la fe sola tienen que aceptar que aquellos gobernantes eran salvos porque creyeron en Cristo y no podían confesarle por temor de los fariseos.