SEREMOS MÁS FUERTES SI PERSEVERAMOS EN TRIBULACIONES

ROMANOS 12:12

 

I. DEFINICIÓN Y EXPLICACIÓN DE “TRIBULACIÓN” (SUFRIMIENTO).

   -- Tribulación. thilipsis, presión, tribulación, aflicción, sufrimiento … Dice el Diccionario de la Lengua Española: tribulación: congoja, pena, tormento o aflicción moral; persecución o adversidad. 2 Cor. 4:8; 7:5; 2 Tesal. 1:4-7. La palabra griega thlipsis se traduce “aflicción” o “tribulación”. “Significa principalmente presión, cualquier cosa que abrume el espíritu”. (Dicc. Vine). Otras palabras que se combinan con “tribulación” son angustia y  estrechez. Se usa de necesidades y del sufrimiento en general.

   -- Paciencia. hupomone, paciente, en sentido pasivo, sobrellevar, soportar; en sentido activo, perseverar, persistir, constancia. Romanos 2:7, perseverar en bien hacer.

 

II. El ejemplo de Pablo.

   -- Algunas de las tribulaciones de Pablo son enumeradas en 2 Corintios 11:23-28, “en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias”.

   -- Al leer este texto nosotros tenemos que concluir que no sabemos nada de tribulaciones. Comparadas con las de Pablo nuestras “tribulaciones” son insignificantes.

   -- Además, las de Pablo tenían que ver su obra en el evangelio. ¿Cuáles son las tribulaciones que sufrimos por causa de Cristo y el evangelio?

 

III. ¿Cómo les afectaron a Pablo y otros cristianos tantas tribulaciones?

   -- ¿Vivió Pablo quejándose y murmurando contra Dios por dejarle sufrir tantas tribulaciones? ¿Destruyeron su fe en la providencia de Dios? Claro que no. Más bien, él dijo “me gozo” en las tribulaciones.

   -- Aparte de los sufrimientos mencionados en 2 Cor. 11:23-28, Pablo agrega otra tribulación en 2 Corintios 12:7-10. Tenía "una espina en la carne". No explica lo que era, pero dice, "Tres veces rogué al Señor que quite ese aguijón de mí. Y me dijo: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por eso, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo. Por eso, por causa de Cristo, me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".

   -- Además, dice en Romanos 5:3, 4, “…nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; y la esperanza no desilusiona porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado”.

     -- La perseverancia produce el carácter aprobado, la prueba de fe. La palabra griega es dokime y se refiere al efecto o resultado de haber sido probado y aprobado. (Dicc. Vine).

     -- Esto indica que habiendo perseverado durante sus tribulaciones el cristiano llega al estado de madurez con carácter aprobado por Dios.

     -- Entonces el carácter aprobado produce esperanza. Desde luego, esto produce la esperanza basada en la Palabra de Dios. En la esperanza están involucrados el deseo y la expectación. Muchas veces la gente usa la palabra “esperanza” solamente en el sentido de deseo, pero la palabra griega (elpida) requiere no solamente el deseo sino también la confianza o convicción que recibirá lo esperado. Tito 1:1, 2, “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos”.

     -- Romanos 2:6, 7, “el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:

vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad”. Tito 3:1, 2; 3:7.

     -- Mateo 5:10-12, “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”.

     -- Hechos 5:40, 41, “Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. 41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre”.

     -- 1 Pedro 4:12, 13, “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”.

   -- Santiago 1: 2, 3 "Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, porque vosotros sabéis que la prueba de vuestra fe produce paciencia". Todos tenemos problemas, enfermedades y aflicciones de varias clases; por eso, conviene poner estos textos en el espejo en el baño y en la puerta del refrigerador para poder leerlos todos los días. El cristiano no se alegra solamente en tiempos de prosperidad sino también en tiempos de aflicción.

   -- Muchos textos enseñan que los que son “pacientes” (los que perseveran) son y serán bendecidos. Mat. 10:22; Hech. 14:22; Rom. 2:7; 2 Tim. 2:3-5; 4:5; Heb. 3:6, 14; Heb. 10:36-38; 12:1,4-8; Sant. 1:4; 5:7.

   

IV. ¿DE QUÉ MANERA NOS HACE MÁS FUERTES EL PERSEVERAR EN TRIBULACIONES?

     1. Las tribulaciones nos hacen ser más compasivos. Hebreos 2:18, “Pues en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”. "Y como Él mismo (Cristo) padeció al ser tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados"; Él es capaz de simpatizar con nuestras debilidades (Hebreos 4:15). Así también nosotros. Cuando sufrimos nosotros estamos más conscientes de los sufrimientos de otros y queremos apoyarles en su dolor, porque estamos pensando, “Yo sé lo que está sufriendo”.

    2. Los problemas de la vida (enfermedades, pérdidas, dificultades de toda clase) nos hacen anhelar el hogar celestial: Abraham habitó en tiendas pero "esperaba la ciudad con fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Hebreos 11:10). Los fieles de Dios han confesado que son "peregrinos y forasteros sobre la tierra... dan a entender que buscan una patria... deseaban la mejor, a saber, la celestial" (Hebreos 11:13-16). Como dice el himno, “No puede el mundo ser mi hogar.”

     3. Las pruebas son para disciplina. "Soportad las pruebas como disciplina, pues Dios os trata como a hijos. Porque, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?" (Hebreos 12:7). (2) El sufrimiento es necesario para el desarrollo del carácter:

     4. Las tribulaciones nos hacen depender de Dios. 

   -- ¿Cuándo oramos más a Dios? ¿Cuando todo nos va bien o en tiempos de mucha tristeza y dolor? Esto significa que las tribulaciones nos acercan más a Dios. En tiempos de mucha prosperidad es más fácil alejarnos de Dios.

     Deuteronomio 6:10, “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac  y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,  11  y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,  12  cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”. Es lo que pasó. Cuando eran grandemente bendecidos se apartaron de Dios. Luego en tiempos de aflicción clamaron a Dios.

     5. Las tribulaciones son para disciplina. Hebreos 12:7, “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? … 11 es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”. Salmos 119:67, “Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;  Mas ahora guardo tu palabra … 71 Bueno me es haber sido humillado,  Para que aprenda tus estatutos”.

     6. Cuando nos alejamos de Dios, las tribulaciones nos humillan y nos hacen volver a Dios. 2 Crónicas 33:12, “Mas luego que (el rey Manasés) fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres.  13  Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró”. Lucas 15:14, “Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.  15  Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.  16  Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.  17  Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18  Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.  19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.  20  Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.  21  Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.  22  Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.  23  Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;  24  porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”. ¿Cuándo se arrepintió el hijo pródigo? Cuando estaba muy afligido.