LA FUENTE DE LA TENTACIÓN
1 CORINTIOS 10:13
--- “ No
os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no
os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
--- Santiago 1:14, 15, “cada
uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da
a luz el pecado; y el pecado, siendo
consumado, da a luz la muerte”.
I. Santiago afirma que los deseos malos, los apetitos carnales, nos sujetan a
las tentaciones.
--- Por eso, debemos
culpar a nosotros mismos y no otras personas como lo
hicieron Adán y Saúl. Tampoco culpar a otras cosas (“son jóvenes”, “son pobres”,
“homosexuales nacen así”).
---
Efesios 2:1, 2, “Y él os dio vida a vosotros, cuando
estabais muertos en vuestros delitos
y pecados, 2 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo…” Antes de ser convertidos los efesios
vivieron “en vuestros delitos”. Esto concuerda con Sant. 1:14.
--- 1 Juan 2:16 habla de los “deseos
de la carne”. Satanás nos tienta a través de estos deseos. Nos seduce a
satisfacer tales deseos y de esa manera cometer toda clase de pecado.
--- 1 Pedro 2:11, “Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los
deseos carnales que batallan contra
el alma”.
--- 1 Tim. 6:9, “Porque los que quieren enriquecerse caen
en tentación y lazo, y en muchas
codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y
perdición”.
--- Recuérdese siempre:
cada uno es tentado,
cuando de su propia concupiscencia
es atraído y seducido.
II. Obviamente el pecado “nace” en el corazón.
--- Los hermanos de José
cometieron pecados horribles contra él. Imagínese que hermanos sean capaces de
vender (y aun matar) a su propio hermano como si fuera animal, pero el problema
comenzó en su corazón corrupto lleno de
envidia (Génesis
37).
---
Josué 7:21, Acán
vio,
codició, tomó los despojos
prohibidos. “Pues vi entre los
despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un
lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual
codicié y tomé”.
--- 2 Samuel 11:1-4, David “vio
desde el terrado a una mujer que se estaba bañando”.
Vio, codició, tomó.
---
Mateo 15:19, “Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los
falsos testimonios, las blasfemias”.
--- Mateo 23:25-28, “Ay
de vosotros escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del
vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que
también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la
verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y
de toda inmundicia. 28 Así
también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero
por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad”.
--- Mateo 26:23-25, 48-49. La hipocresía (pecado del corazón) lleva a actos de
traición y muchos otros pecados (Juan 12:6).
--- 2 Tim. 3:2-4, “Porque
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
3 sin
afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, 4 traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”.
¿Cuántos de estos pecados son del
corazón?
--- 1 Juan 3:15, “todo
aquel que aborrece a su hermano es
homicida”; Mateo 5:28, “Pero yo os
digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya
adulteró con ella en su corazón”.
Ante los ojos de Dios el pecado es pecado, sea del corazón o de hecho.
--- Mateo 27:18, Pilato “sabía que por
envidia (los judíos) le habían
entregado”. La envidia lleva al homicidio.
--- Mujeres sin
pudor llevan ropa indecente. 1 Tim. 2:9, “Asimismo que las mujeres se
atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia”.
--- Mateo 12:34, “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis
hablar lo bueno, siendo malos? Porque de
la abundancia del corazón habla la boca”. Los
pensamientos malos producen
palabras malas (Efesios 4:29,
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.
III. Igualmente es obvio que el remedio es la purificación del corazón.
---
Romanos 6:3-4, crucificar el “viejo
hombre” con sus malos pensamientos y malos deseos. “¿O
no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? 4 Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque
si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también
lo seremos en la de su resurrección;
6 sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”.
--- Gálatas 5:16, 24, dejar de
satisfacer los deseos de la carne.
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y
no satisfagáis los deseos de la carne….
los que son de Cristo han crucificado
la carne con sus pasiones y deseos”.
--- Romanos 13:14, dejar de
proveer para los deseos de la carne.
“… vestíos del Señor Jesucristo, y no
proveáis para los deseos de la carne”.
--- No estimular
los deseos malos por medio la pornografía, videos, discos, novelas y
revistas, mala compañía, avaricia (queriendo comprar tantas cosas, “ofertas
especiales”, “Grandes Ahorros”). La tarjeta de crédito es la herramienta
especial de la avaricia). Hundidos en deudas miembros de la iglesia no se reúnen
fielmente para participar de la cena del Señor y demás actos de culto porque
dicen que tienen que trabajar para pagar deudas. ¿Qué texto dice “no dejar de
congregarse a menos que tenga que trabajar”?
--- Llenar el corazón con pensamientos y propósitos sanos de acuerdo a la Palabra de Dios. Fil. 4:8, “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Col. 3:16, “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros…"