ACEPTAR TODA LA VERDAD

 

INTRODUCCIÓN.

         A. Sin duda todos pensamos que amamos la verdad, pero ¿amamos toda la verdad o solamente la verdad que nos convenga?

         B. Juan 8:32, “conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Jesús dice “la verdad”; no dice “cierta verdad” o “la verdad que le guste” o “la verdad que ya haya aceptado”, etc. Más bien, dice simplemente “la verdad”, la pura verdad, toda la verdad.

         C. ¿Qué es “la verdad”? Juan 17:17, “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.

         D. Por lo tanto, el apóstol Pablo dice (Hechos 20:20, 27), “y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas …  porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”.

         E. A veces esto nos parece difícil porque somos afectados por algún prejuicio o por no ser imparciales. Por eso Pablo dice (1 Tim. 5:21), “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad”.

         F. En este estudio examinamos ciertas verdades (doctrinas y prácticas) que

son descuidadas aun por algunos que profesan tener y amar la verdad.

        

         1. LOS ESCRIBAS Y FARISEOS DIERON ÉNFASIS DESIGUAL A LAS LEYES DE MOISÉS.

         A. Juan 8:5, “Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?” En esta ocasión los escribas y los fariseos querían mostrar mucha fidelidad a la Ley de Moisés.

         B. Pero Mateo 15:1-6, “¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición”.

 

         2. JUAN 4:24, LA SAMARITANA QUERÍA ENFATIZAR EL LUGAR PERO CRISTO PONE EL ÉNFASIS SOBRE EL ADORAR “EN ESPÍRITU Y EN VERDAD”.  Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.

         A. Explicamos que según el patrón divino hay ciertos actos de culto (adoración) – cantar himnos, orar, predicar/enseñar, participar de la Cena del Señor, ofrendar – y enfatizamos que es necesario practicar estos actos de culto para adorar a Dios “en verdad” (o según la verdad revelada en la Biblia). Esto es correcto y muy necesario.

         B. Pero ¿damos el mismo énfasis a la adoración “en espíritu” (culto espiritual, ofrecido con toda sinceridad)? Efes. 5:19,  hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”. Pablo exhorta sobre la Cena del Señor (1 Cor. 11:26-29), “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. 27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente (de una manera incorrecta), será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí”. Todos los textos sobre la adoración dan énfasis a lo espiritual de cada acto de culto.

         C. Predicamos/enseñamos mucho sobre la asistencia (Hebreos 10:25), pero ¿ponemos el mismo énfasis sobre el adorar “en espíritu”? Aunque asistamos fielmente, siempre estando presentes en cuerpo, ¿dónde está el corazón? Mateo 15:8, “Este pueblo de labios me honra; pero su corazón está lejos de mí”. ¿Podemos dejar los pensamientos que llenan la mente todo el tiempo y concentrarnos en cada palabra de los himnos, oraciones y enseñanza/predicación? Si no lo hacemos, honramos a Dios de labios pero el corazón lejos está de Él.

 

         3. ES FÁCIL VER LAS FALTAS DE OTROS, PERO ¿PODEMOS VER LAS FALTAS NUESTRAS?       

         A. MATEO 7:1-5, “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano!”

         B. Restaurar al hermano pero no olvidar que también nosotros podemos tropezar. Gálatas 6:1, “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”.

 

         4. CONDENAR CIERTAS OBRAS DE LA CARNE SIN DAR ÉNFASIS A LOS PECADOS DEL CORAZÓN Y SIN MENCIONAR EL FRUTO DEL ESPÍRITU.

         A. Gálatas 5:19-21; (Efes. 4:22-32). Condenar adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, contiendas, disensiones, herejías, homicidios, borracheras, orgías, mentira, hurtar … pero ¿condenamos con el mismo énfasis los pecados del corazón: envidias, iras, enojos, amargura?

                   1. Mateo 5:27, 28,  “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”.

                   2. Mateo 5:43, 44,  “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.

                   3. Prov. 4:23, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.

         B. Debemos explicar que no solamente debemos condenar las obras de la carne sino que también debemos  explicar la importancia de llevar el fruto del Espíritu.

                   1. Gál. 5:22, 23, “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

                   2. Efesios 4:22-32, justicia, santidad, no mentir sino hablar verdad, no hurtar sino trabajar, evitar la palabra corrompida y hablar palabras que enseñan y edifican, sed benignos, misericordiosos, perdonándonos unos a otros.

 

         5. MUCHOS PREDICAN LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE SOLA, PERO LA BIBLIA ENFATIZA LA OBEDIENCIA Y LAS OBRAS.

         A. Juan 3:16 y muchos otros textos enfatizan la fe pero no enseñan la salvación por la fe sola, sino que las palabras “fe” o “creer” se usan en sentido comprensivo y abarcan la obediencia a los mandamientos del Señor. Jn. 5:25 no enseña que el oír es la única condición o requisito para obtener la salvación. Rom. 10:10 no enseña que la confesión es el único requisito para obtener salvación. Hech. 11:18 no enseña que el arrepentimiento es el único requisito para ser salvo. Hech.2:21 no enseña que el invocar al nombre del Señor es el único requisito para ser salvo. 1 Ped. 3:21 no enseña que el bautismo es el único requisito para ser salvo. En estos textos una sola palabra representa el aceptar y obedecer los requisitos para obtener la salvación. De la misma manera en Juan 3:16 el creer de ninguna manera significa “fe sola”, sino que representa el aceptar y obedecer los requisitos nombrados por el Señor para obtener la salvación. No somos salvos por la fe sola, ni por el oír solo ni por el arrepentirse solo, ni por el confesar solo, ni por el bautismo solo, ni por el invocar el nombre del Señor solo. Más bien, somos salvos por obedecer al evangelio (Hech. 6:7; 1 Ped. 4:17; 2 Tes. 2:7, 8) y el obedecer al evangelio incluye todos estos pasos.

         B. El mismo Pablo, en lugar de enseñar la “fe sola” dice (Gál. 5:6), “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor”.

         C. También a través de la carta a los romanos Pablo enfatiza la obediencia: 1:5; 6:3, 4, 17, 18; 10:18; 16:19,26.

         D. Santiago 2:21-26, “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.

 

         6. ES MUY BUENO SER PODEROSO EN PALABRAS, PERO TAMBIÉN DEBEMOS SER PODEROSOS EN OBRAS.

         A. Hechos 7:22, “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”.

         B. Con todo énfasis esto se puede decir de Jesús, que era poderoso en palabras y también en obras. También se puede decir del apóstol Pablo y varios otros a través de la Biblia.

 

         7. QUE LA ESPOSA ESTÉ SUJETA AL MARIDO, PERO TAMBIÉN QUE EL MARIDO AME A SU ESPOSA.

         A. Efesios 5:22-24, “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”.

         B. Efesios 5:25, 28, “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella …  Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”.

 

         8. PREDICAR/ENSEÑAR PÚBLICAMENTE, PERO TAMBIÉN PRIVADAMENTE.

                   1. Hay mucho énfasis sobre el invitar a la gente a los servicios para oír la predicación, pero Jesús no solamente enseñó públicamente, sino que todos los días andaba enseñando a la gente individualmente. Hay varios casos de individuos que fueron enseñados personalmente por Jesús (Nicodemo, la samaritana, Zaqueo, María y Marta, etc.). En muchas iglesias (tal vez la gran mayoría) se descuida la obra personal. Los miembros deben estar enseñando clases bíblicas en los hogares. Este medio de enseñanza es muy efectivo, da muy buenos resultados.

 

         9. SE ENFATIZA MUCHO LA OFRENDA, QUE DEBEMOS OFRENDAR SEGÚN DIOS NOS HAYA PROSPERADO CADA PRIMER DÍA DE LA SEMANA. ESTO ES CORRECTO, PERO TAMBIÉN DEBE RECIBIR MÁS ÉNFASIS LA AYUDA INDIVIDUAL.      

                   1. Efes. 4:28, “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad”.

                   2, Mateo 25:35-46, Jesús se identifica con sus discípulos necesitados; es decir, si les ayudamos a ellos, ayudamos a Cristo, si no les ayudamos, no ayudamos a Cristo.

 

         10. SE ENFATIZA MUCHO LA DISCIPLINA, QUE DEBEMOS APARTARNOS DE LOS MIEMBROS INFIELES QUE REHÚSEN ARREPENTIRSE. ES CIERTO, PERO ¿QUÉ TANTO ÉNFASIS RECIBE GÁLATAS 6:1?

                   1. “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”. ¿Todos los miembros espirituales hacen un sincero esfuerzo de restaurar al hermano que caiga en pecado?

                   2. También véanse 1 Tes. 5:14; Heb. 12:12, 13, etc.

 

         11. CONDENAR EL FUMAR QUE ES UN VICIO QUE HACE MUCHO DAÑO AL CUERPO QUE ES EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO (1 COR. 6:19, 20).

                   1. PERO ¿DÓNDE ESTÁ EL ÉNFASIS SOBRE EL COMER CON EXCESO?

                   2. Cada vez más la obesidad se reconoce como grave problema que debe ser corregido, pero ¿cuántos predicadores se atreven a predicar sobre el tema cuando hay miembros en la audiencia que son culpables de esta falta de dominio propio?

 

 

 

CONCLUSIÓN.

         A. ENTONCES ¿QUÉ HAREMOS? ¿OBEDECER “TODO EL CONSEJO DE DIOS” O IMITAR A LOS FARISEOS Y ESCRIBAS? Mat.23:23, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”.

         B. Sant. 2:10, “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos”.

         C. Por eso, nos conviene ser consecuentes, esforzándonos a enseñar y practicar “todo el consejo de Dios”.

         D. ¿Por qué no lo hacemos? ¿Por qué no predicamos que todos los mandamientos del Señor deben ser obedecidos?

                   1. En realidad, algunos de los mandamientos y prohibiciones del Señor son difíciles de obedecer. Jesús mismo lo dijo: Mateo 7:1, 14, “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.

                   2. Cuando Jesús enseñó sobre el matrimonio y el divorcio ¿cómo estuvo la reacción de los apóstoles? Mateo 19:9, 10  “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. 10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse”.

                   3. Cuando Jesús enseñó sobre el pan de vida, puso todo el énfasis en lo espiritual y ¿qué fue la reacción de la gente? Juan 6:60, 68  “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?...  Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él”.

         E. Pero si en verdad queremos llegar a la “meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:14) estaremos siempre resueltos a aprender y practicar “todo el consejo de Dios”. De esa manera al llegar al fin de la jornada podremos decir con el apóstol Pablo (2 Tim. 4:7, 8): “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” ¡Que el Señor nos ayude!