JOCABED, LA MADRE DE MOISÉS
INTRODUCCIÓN
Génesis 12:1-3. Dice Dios a Abraham, “haré de ti una gran
nación”.
Dio promesas de cuidado y protección a él y sus descendientes (Isaac, Jacob,
doce hijos de Jacob (Israel).
Génesis 37-50 La historia de José. El pueblo de Israel (70
personas) fueron a Egipto, muy bendecidos y prosperaron de gran manera.
Pero se levantó otro rey que no conoció a José y reconoció
que el pueblo de Israel (los hebreos) se multiplicaron y él creía que serían una
amenaza para los egipcios.
Este es un estudio de la vida de Jocabed, hija de Leví, uno
de los doce hijos de Israel.
Números 26:58-59.
58Estas
son las familias de los levitas: …
Coat (hijo de Levi) engendró a Amram.
59La
mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví
en Egipto; ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a Miriam su hermana.”
(Éxodo
6:20).
Éxodo1:15, 16,
El rey de Egipto habló con las parteras diciendo “Cuando
asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo”.
Pero las parteras temieron a Dios y no obedecieron al rey. Le dijeron que las
hebreas son robustas y dan a luz antes de llegar las parteras.
Entonces el rey entregó un decreto a todo el pueblo
diciendo, “Echad al río a todo hijo que nazca” (Éxodo
15:22).
Jocabed era hija de Leví y, desde luego,
había oído enseñanzas y promesas de Dios de cuidar y proteger su pueblo y, por
eso, “no temieron el decreto del rey”.
Éxodo 1:7-22.
Las parteras rehusaron obedecer el edicto del Faraón. Su
defensa. El edicto, “Echad al río todo hijo que nazca, y a toda hija preservad
la vida”. Pero las parteras dijeron que las mujeres hebreas eran muy fuertes y
robustas y dieron a luz antes de llegar la partera y el texto no dice que fueron
castigadas. Pero entonces dio el edicto para todos los hebreos de echar al río
todo varón que naciera, una crueldad más de toda descripción.
Las parteras tenían fe en Dios y estaban dispuestas a
aceptar la consecuencia de desobedecer al rey.
Hebreos 11:23,
“Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por
sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no
temieron el decreto del rey."
Hermoso – agradable para Dios
(Hechos 7:20, 21). Era obvio que Dios tenía plan especial
para ese niño.
Temieron a Dios y le obedecieron en lugar de temer y
obedecer al rey. Hechos 4:19, “Juzgad si es justo delante de Dios
obedecer a vosotros antes que a Dios”.
Éxodo
2:1-10,
1Un
varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví,2la
que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, (agradable
para Dios, Hechos 7:20) le tuvo escondido tres meses.
3Pero
no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con
asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla
del río.
4Y
una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería.
5Y
la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la
ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a
que la tomase.
6Y
cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo
compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.
7Entonces
su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas,
para que te críe este niño?
8Y
la hija de Faraón respondió: Ve.”
¿A quién crees que fue a buscar? ¡Claro! A su propia madre.
Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño,
a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo
pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió.
10Y
cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo
prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.”
Pregunta para
las madres ahora, ¿qué sentirías si estuvieras embarazada y el gobierno de
tu país decretara que cada niño (varón) que nazca debe ser tirado al río como si
fuera basura.
Este plan de los padres de Moisés era muy
juicioso. No solamente salvó su vida sino
también por la providencia de Dios era adoptado por la hija de Faraón para ser
entrenado para ser un gran libertador y líder del pueblo de Abraham (Génesis
12:1-2).
El plan para la protección de Moisés requería que fuera
sacado muy pronto del agua para no ser llevado por la corriente o comido por
algún cocodrilo.
La hermana de Moisés lo amaba y ella también era muy
valiente. Estaba dispuesta a hacer la voluntad de Dios
“cueste lo que cueste”.
“Un niño hermoso”.
No significa esto que si el niño es feo lo puede echar en río. Era hermoso a los
ojos de Dios (Hechos 7:20. 21), porque lo había escogido para ser el
libertador de su pueblo Israel de la esclavitud en Egipto.
Éxodo 2:3-10.
Aquí vemos que la mujer tomó un gran riesgo y escondió al
niño, pero al pasar los primeros tres meses, se
dio cuenta que no podría esconderlo más.
Sin embargo, Dios le dio la oportunidad de criar a su hijo
pero tuvo que dejar de ser su madre durante su niñez y juventud porque Moisés
tuvo que ser un príncipe egipcio para ser entrenado para ser el libertador y
líder del pueblo de Dios.
Ella aceptó que otra mujer fuera la madre de su hijo para
criarlo porque en realidad esta era la manera de entregarlo a la protección de
Dios.
Jocabed era
una madre con mucha fe. Por eso, se encuentra entre los personajes de verdadera
fe en Hebreos 11.
Además ella enseñó a Moisés a poner su confianza en Dios.
Vemos la evidencia de esto durante su vida como libertador y líder del pueblo de
Israel.
Jocabed estaba en peligro de ser castigada
severamente. Sabía que si la descubrían, tendría que enfrentarse a la ira
del faraón. Sin embargo, estaba resuelta a preservar la vida de su bebé “cueste
lo que cueste”.
Hay pruebas severas para cristianos y debemos estar bien
resueltos a hacer la voluntad de Dios “cueste lo que cueste”.
Entonces el bebé vuelve a los brazos de su madre, para devolverlo a la princesa
para ser su madre. La hija del faraón le nombró Moisés a este bebé, que
significa “sacado de las aguas”. (Éxodo 2:3-10).
La madre de Moisés manifiesta mucha nobleza, sabiendo que aunque ella lo hubiera
dado a luz, ella era solamente la
nodriza que lo criaba para la princesa.
Pero en realidad no estaba confiando a su hijo a otra mujer, sino a Dios.
Toda madre
cristiana debe confiar a sus hijos a Dios.
Entregárselos al Señor, para que Él se encargue de cuidarlos. Ella fue una madre
valiente que tomó acción con sabiduría, creyendo que Dios haría lo necesario
para salvar la vida de su bebé.
Toda madre debe reconocer que sus hijos son de Dios, porque todos los seres
humanos le pertenecemos a Él (Salmo 24:1). Él los ha regalado a nosotros para
que los cuidemos y los eduquemos para su servicio.
Hebreos 11:24-27 habla de la fe de Moisés, la fe que le motivó a llevar a cabo
el plan de Dios, de que fuera el libertador y líder del pueblo de Israel.
Repito: La tribu de Leví era la tribu
encargada del servicio religioso y recibió muchas instrucciones de Dios y
también muchas promesas de protección y preservación.
Repetimos esto porque la fe viene por oír la palabra de
Dios (Romanos 10:17) y aunque el texto en Éxodo no revela los detalles de la
providencia de Dios en esta historia de Jocabed y Moisés, en realidad ya habían
recibido enseñanzas y promesas de Dios para servir como la base y fuente de su
fe.