La omnipresencia de Dios

 

Por Josué I. Hernández

 

Introducción

·        Cualquier conocimiento que asumamos respecto a Dios, la revelación en la Escritura lo rebasa. Pues Dios es tremendamente grande, inmenso.

·        Varias veces la sagrada Escritura testifica la omnipresencia de Dios (Sal. 11:4; Jer. 23:23,24; 1 Rey. 8:27; Hech. 17:24,28).

-      No está confinado a un punto geográfico.

-      No está disperso en el universo.

-      No está localizado físicamente en el cielo.

-      Por lo tanto, Dios está presente totalmente en cada lugar.

·        Esto es algo que Jonás no reconoció (Jon. 1:3; cf. Gen. 3:8). Pero, ¿lo reconocemos nosotros?

 

I. La omnipresencia de Dios (Sal. 139:7-12).

·        ¿Será posible huir? “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?” (v.7).

·        La realidad de la omnipresencia de Dios.

-      La distancia (“alba” [este], “mar” [oeste] v.9).

-      La altura (“los cielos” “el Seol” v.8).

-      El mundo venidero y el presente (“Seol” “alba” “mar” v.8,9).

·        Sobre el Seol

-      “Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás” (v.8).

-      El Nuevo Testamento dará más luz sobre este verso (Hech. 2:24,31).

-      El Seol (Hades) es para el pueblo de Dios un lugar de descanso (Luc. 16:19-25).

·        Una fuga frustrada.

-      “Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra” (v.9,10).

-      “Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz” (v.11,12).

 

II. Aplicaciones prácticas a la omnipresencia de Dios

·        Estímulo:

-      Para perseverar en bien hacer (Rom. 2:7)

-      Para dejar de hacer lo malo (Rom. 2:8)

·        Convicción:

-      Seguridad, paz (cf. Jos. 1:5,9; Heb. 13:5,6).

-      Consuelo (Fil 4:5; 1 Ped. 3:10-12).

-      Temor (1 Ped. 1:17; 3:12; Sal. 51:4; Heb. 4:13).  

 

Conclusión

·        Dios no está restringido por el espacio, no guarda relación con él.

·        No podemos dar por aprendida esta lección sin que controle nuestra vida:

-      Restringiéndonos de hacer lo malo.

-      Motivándonos a hacer lo bueno, procurando complacer el corazón de Dios.