LAS REFORMAS DE EZEQUÍAS

2 CRÓNICAS 29, 30; 2 REYES 18

 

Introducción.

--Su lugar en la historia del pueblo de Israel. El Reino Unido tenía tres reyes: Saúl, David, Salomón.

-- Durante el reinado de Roboam, hijo de Salomón, el reino se dividió. Jeroboam llevó a diez tribus en rebelión contra Roboam y se formó el reino del norte (“Israel”).

-- Jeroboam llevó al pueblo a la apostasía (idolatría). Reyes del norte y algunos del sur eran malos, pero algunos de los reyes de Judá (por ej., Ezequías) eran buenos.

-- Durante el sexto año del reinado de Ezequías el reino de Israel (el reino del norte) dejó de existir. Fueron llevados al cautiverio por los asirios. 2 Reyes 18:10,11

 

I. Su padre, Acaz, era infiel, Ezequías era fiel. Su padre era como los reyes del norte. 2 Crón. 28:2-4. Dejó en manos de Ezequías un reino desorganizado, pagó tributos a Asiria.

-- ¿Cómo podía un hombre tan corrupto y perverso tener un hijo tan fiel y ejemplar como Ezequías? Muchísimos hijos siguen en los pasos de sus padres, pero no todos.

-- Ezequías era de los mejores reyes. 2 Crón. 29:2, “E hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre David había hecho”.

-- 2 Reyes 18:3, “El hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre David había hecho”.

-- No se dice esto de ningún otro rey. David era hombre “conforme al corazón de Dios” (1 Sam. 13:14) y Ezequías siguió su ejemplo. David, Ezequías nunca cayeron en idolatría.

-- Como David él no era sin faltas (2 Crón. 32:25, 31), pero “puso su esperanza en el Dios de Israel. Ni antes ni después de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá” (2 Reyes 18:5).

-- “Porque se apegó al Señor; no se apartó de El, sino que guardó los mandamientos que el Señor había ordenado a Moisés”. 2 Reyes 18:6.

 

II. Entendía que los problemas del reino fueron causados por la rebeldía del pueblo contra Dios (como la apostasía de su propio padre Acaz, 2 Crón. 28:2-5).

-- 2 Crón 29:6, 7 Infieles… han hecho lo malo ante los ojos de Dios, le han abandonado, han apartado sus rostros de la morada del Señor y le han vuelto las espaldas.

-- También han cerrado las puertas del pórtico y han apagado las lámparas, y no han quemado incienso ni ofrecido holocaustos en el lugar santo al Dios de Israel.

-- 2 Crón 29:8, 9, “Y vino la ira del Señor contra Judá y Jerusalén”. Bajo David ningu-na nación podía vencerles, pero ahora era muy diferente.

-- El mensaje de los profetas: ser fiel, serán victoriosos. Servir ídolos, serán llevados al cautiverio por sus enemigos.

-- 2 Crón. 29:10, Ezequías hizo pacto con el Señor e incluía al pueblo en el pacto.

 

III. Ezequías abrió y limpió el templo. No preocupado primero por asuntos civiles sino por la casa de Dios.

-- Su padre había cerrado el templo. 2 Crón. 28:24; 29:6, 7.

-- 2 Crón. 29:6, 7 describe la condición lamentable del templo y su servicio.

-- Pero Ezequías “En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa del Señor y las reparó” (2 Crón. 29:3).

-- No pidió consejos de los “sabios” (como lo hizo Roboam).. No esperó para ver cual sería la actitud del pueblo… No cojeaba entre dos opiniones (1 Reyes 18:21).

 

IV. El primer paso: que los sacerdotes y levitas se santificaran a sí mismos. 2 Crón. 29:5, 15. No sólo limpieza “ceremonial”.

-- 2 Crón. 29:11, “no seáis ahora negligentes, porque el Señor os ha escogido a fin de que estéis delante de El, para servirle y para ser sus ministros y quemar incienso”.

-- Eran los escogidos de Dios para ser sus ministros en su servicio. Por eso, deberían santificarse y cumplir con sus deberes y no deberían ser negligentes.

-- No podemos limpiar la casa de Dios sin primero purificarnos y santificarnos para su servicio, 2 Cor. 7:1.

-- Josué 7:7, 10, 11. Israel derrotado por Hai. Josué pregunta, “¿Por qué?” Tuvieron que castigar el pecado para purificarse delante de Dios.

 

V. Entonces limpiar la casa de Dios – por dentro (el santuario) y por fuera (atrios). Acaz lo contaminó (2 Crón. 28:24, 25) y su hijo Ezequías la limpió (2 Chron. 29:5, 16).

-- Solamente los sacerdotes podían entrar en el santuario (lugar santo). Sacaron la inmundicia de allí al atrio, levitas la llevaron “al arroyo de Quedrón” (2 Crón. 29:16).

-- Es imposible adorar a Dios si hay inmundicia en la iglesia. No esconderla. No hacer excusas. Sacarla, quitarla. 1 Ped. 4:17

-- 2 Crón. 29:18, 19, “Y fueron al rey Ezequías, y le dijeron: Hemos limpiado toda la casa del Señor…” ¡En sólo 16 días!

 

VI. Entonces ofrecer sacrificios a Dios. 2 Crón. 29:20-24, el día siguiente, según la ley de Moisés.

-- Primero sacrificios para “expiación por el reino, por el santuario y por Judá” (2 Crón. 29:21). Lev. 16:15 un “macho cabrío”. Ofrecieron siete.

-- Después ofrecieron sacrificios para expiar los pecados de todo Israel (2 Crón 29:23, 24). Ezequías era rey de Judá pero amaba al pueblo de Israel que se había apartado.

-- Después de ofrecer sacrificios por los pecados, alababan a Dios, dieron gracias, y se regocijaban grandemente (2 Crón. 29:30).

-- 2 Crón. 29:25-28, restableció la música: “címbalos.. arpas… liras… el mandamiento procedía del Señor por medio de sus profetas”.

-- Instrumentos de música autorizados por Dios bajo la ley de Moisés. Pero no hay texto alguno en el NT que los autorice para la adoración de Dios en la iglesia.

-- Las iglesias fundadas por hombres usan instrumentos de música pero no ofrecen holocaustos y otros sacrificios requeridos por la ley de Moisés.

-- Esto indica capricho y prejuicio. Sólo sacan de la ley de Moisés lo que les gustan como el diezmo y los instrumentos de música en el culto y omiten lo que no les gusta.

-- Así adoraron a Dios, 2 Crón. 29:29 y lo hicieron con mucha alegría, v. 30. Presenta-ron numerosas ofrendas a Dios.

 

VII. Celebración de la Pascua. 2 Crón. 30. Invitaron a todas las tribus de Israel: Volver a Dios, no endurecer el cerviz, Dios les tendrá misericordia (2 Crón. 30:6-9).

-- Algunos “se reían y burlaban de ellos”, pero algunos de Aser, Manasés, Zabulón, aun de Efraín vinieron a Jerusalén” (2 Crón. 30:10, 11, 18).

-- “Celebraron con gran alegría la fiesta de los panes sin levadura por siete días”, y debido a su gran alegría la celebraron otros siete días (2 Crón. 30:23).

-- “Y hubo gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén”. 2 Crón. 30:26.

 

VIII. Destruyeron ídolos.  2 Crón. 31:1, luego salieron a las ciudades de Judá, destruyen-do ídolos. 2 Reyes 18:4, también la serpiente de bronce (Núm. 21:9).

-- 2 Crón. 31:21, “Y toda obra que emprendió en el servicio de la casa de Dios por ley y por mandamiento, buscando a su Dios, lo hizo con todo su corazón y prosperó”.

 

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Ezequías (2)

2 Reyes 18-20; 2 Crón. 29-32; Isa. 36-39

Introducción.

         A. Habiendo estudiado “Las Reformas de Ezequías”, ahora observamos otros eventos de su vida.

         B. La narración continúa de esta manera (2 Crón. 32:1), “Después de estas cosas y de esta fidelidad…”

 

I. La invasión de Senaquerib, rey de los asirios. 2 Crón. 32:1.

         A. En el sexto año del reinado de Ezequías el rey Salmanasar llevó cautivo a Israel a Asiria, 2 Reyes 18:9-12, “por cuanto no habían atendido a la voz de Jehová su Dios”.

                   1. Ezequías se había rebelado contra el rey de Asiria (2 Reyes 18:7) y “A los catorce años del rey Ezequías, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó”. (2 Reyes 18:13).

                  2. En lugar de clamar a Dios y esperar su ayuda, Ezequías le pagó tributos excesivos. 2 Reyes 18:14.

                   3. Pero aun así el rey de Asiria estaba resuelto a invadir a Jerusalén, y Ezequías hace preparativos para defender la ciudad.

         B. La preparación que Ezequías hizo:

                   1. El primer paso de Ezequías era “cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad”, diciendo, “¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?” 2 Crón. 32:3. Entonces Ezequías hizo el túnel Siloam que trajo agua de la fuente llamada Gihón hasta la ciudad.

                   2. También reparó los muros, hizo alzar las torres, hizo muchas espadas y escudos, y puso capitanes de guerra sobre el pueblo. 2 Crón. 32:5, 6.

         C. Pero sobre todo animó al pueblo a confiar en Dios, 2 Crón. 32:7, 8; Isa. 10:24. El pueblo de Dios teme la furia de los enemigos porque han olvidado a Dios, Isa. 51:12, 13; Rom. 8:31.

         D. Senaquerib envío mensajeros para asustar al pueblo, 2 Crón. 32:9-16

                   1. Se burló de la confianza que el pueblo tenía en Jehová, 2 Reyes 18:22.

                   2. Habló de Jehová como si fuera uno de los muchos dioses paganos, 2 Reyes 18:33-35.

                   3. Imagínese que alguien sea capaz de pensar que el gran Dios y Creador del universo no tiene más ciencia o poder que un ídolo hecho de madera o piedra.

         E. Ezequías se humilló grandemente delante de Dios, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio y entró en la casa de Jehová para orar. 2 Reyes 19:1.

                   1. Describió la crisis diciendo: “"Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz”, 2 Reyes 19:3.

                   2. El profeta Isaías le consuela diciendo, “No temas… He aquí yo pondré en él un espíritu y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada”. 2 Reyes 19:6.

                   2. El mensajero del rey de Asiria, Rabsaces, sigue amenazando a Ezequías y el pueblo de Judá, 2 Reyes 19:10-13.

                   3. “Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová”, 2 Reyes 19:14.

                   4. Y oraba a Dios, 2 Reyes 19:15-19 pidiendo que les salvara.

         F. Isaías le asegura que ni siquiera entrarían en la ciudad, 2 Reyes 19:32.

                   1. El ángel de Dios mató a 185,000 en el campamento de Asiria. 2 Reyes 19:35.

                   2. El rey volvió a Nínive y sus propios hijos lo mataron. 2 Reyes 19:37.

                  

II. Ezequías “cayó enfermo de muerte”, 2 Reyes 20:1.

         A. Dios le dijo, “el profeta Isaías fue a Él y le dijo: --Así ha dicho Jehová: "Pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirás."

                   1. ¡Qué buen consejo para nosotros! Porque es muy cierto que cada uno de nosotros va a morir y debemos poner en orden la vida para el encuentro con Dios.

                   2. Si la vida no está en orden para morir entonces no está en orden para vivir.

                   3. Todos los días debemos tener en mente este consejo. No sólo arreglar todos los negocios, preparar un testamento, etc. sino sobre todo estar seguros que están en buena condición los asuntos del alma.

         B. Ezequías no quería morir. Estaba en medio de reformas importantes y al morir él el pueblo fácilmente caería otra vez en idolatría.

                   1. Sant. 5:13, “¿Está afligido alguno entre vosotros? ¡Que ore!”

                   2. “volvió su rostro a la pared” 2 Reyes 20:2. Sin duda hubiera hecho como antes, yendo a la casa de Dios para orar, 2 Reyes 19:1, 14, pero ahora está muy enfermo y no podía (pero sí lo hizo cuando sanó, 20:5).

Salomón pidió que Dios escuchara a los oraran con el rostro hacia el templo, 1 Reyes 8:44, 45.

                   3. El oró a Dios y “lloró con gran lloro”, 2 Reyes 20:3.

                   4. El recuerda a Dios de cómo le había servido fielmente, haciendo las cosas que le agradaba.

         C. Isaías le dijo que Dios le había oído  y que iba a sanar para vivir otros quince años. 2 Reyes 20:6.

                   1. ¿Le gustaría saber que va a morir en quince años?

                   2. Frecuentemente el médico le dice al paciente, “tienes seis meses” o “tienes uno o dos años”. Es bueno en el sentido de avisarnos cuánto tiempo tenemos para prepararnos para morir.

                   3. Pero ¿vivir con el conocimiento que para tal o cual fecha tenemos que morir? Imagínese el sentimiento de inquietud durante los últimos meses y días.

                   4. En verdad el no saber cuándo vamos a morir es misericordia de parte de Dios

         D. Ezequías pidió señal para confirmar esa promesa de que iba a sanar y que otra vez pudiera subir a la casa de Dios para adorarle.

                   2. Al orar nosotros pidiendo la salud ¿incluimos esto? ¿Decimos, Señor, pedimos la sanidad para que podamos asistir fielmente a los servicios?” O ¿sólo queremos sanar con propósitos personales?

         E. Dios le concedió su petición. “Hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás”. 2 Reyes 20:11.

                   1. ¡Qué milagro tan excepcional e impresionante!

                   2. Los de Babilonia se dieron cuenta de esta maravilla, 2 Crón. 32:31.

         F. Dios le mandó que ocupara un remedio natural. “Entonces Isaías dijo: --Tomad pasta de higos... La tomaron y la pusieron sobre la llaga; luego sanó” (2 Reyes 20:7).

                   1. ¿Qué tanto efecto tuvo el remedio mismo? ¿Hubiera sanado con nada más aplicar la pasta de higos a la llaga? No. Pero ¿habría sanado si no la hubiera aplicado? Tampoco. Compárese 2 Reyes 2:8; 4:34; 5:14; Jn. 9:7; Mar. 16:16.

                   2.  Algunos creen que deben orar por la sanidad y no ir con el médico ni hacer nada ellos mismos excepto orar. Creen que el consultar médico indica falta de fe en el poder de Dios. Por el contrario, el no aprovechar la atención médica muestra falta de fe en Dios porque Dios mismo provee esta bendición. Toda la ciencia médica es don de Dios, Sant. 1:17.

                   3. Dios ha dado al hombre la inteligencia para descubrir los remedios eficaces y le da la inteligencia para aplicarlas a “la llaga”.

        

III. Ezequías cometió un grave error. 2 Reyes 20:11-18; 2 Crón. 32:25.

         A. Es alabado como muy fiel y excepcional, pero él, al igual que muchos otros hombres grandes, tenía “pies de barro”; es decir, tenía flaquezas.

         B.  Baladán, rey de Babilonia, le visitó habiendo oído de su enfermedad, 2 Reyes 20:12. También del prodigio con respecto a la sombra por los grados (2 Crón. 32:31).

         C. “Ezequías se alegró por ellos y les mostró toda la casa de sus tesoros: la plata, el oro, los perfumes y los ungüentos finos, su armería y todo lo que había en sus depósitos. No hubo cosa que Ezequías no les mostrase en su casa y en todos sus dominios” 2 Reyes 20:13.

                   1. Los tesoros dieron a Judá y  Jerusalén la identidad o reputación de ser un pueblo de importancia, de poder militar, etc.

                   2. Pero en esto Ezequías era en extremo imprudente. Al ver estos grandes tesoros sin lugar a dudas los babilonios los codiciaban y estaban resueltos a llevarlos a Babilonia.

         D. Isaías le reprendió por esta indiscreción que era simple y sencillamente una demostración de la vanidad del rey Ezequías.

                   1. Le pregunta, “¿Qué vieron en tu casa?” 2 Reyes 20:15. Contesta: “Han visto todo lo que hay en mi casa; nada hay en mis depósitos que no les haya mostrado”. Ezequías no entendía que Babilonia sería el siguiente poder mundial y que llevarían al pueblo de Judá en cautiverio.

                   2. Isaías profetiza algo alarmante: “"He aquí, vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará" -- dice el SEÑOR” 2 Reyes 20:17, 18.

                   3. 2 Crón. 32:26, “Pero después que se enalteció su corazón, Ezequías se humilló”.

        

Conclusión.

         A. Acaz, rey malo,  era el hijo de un padre piadoso (Jotam) y él (Acaz) era  padre de un hijo bueno (Ezequías). Ezequías, rey bueno, era el hijo de un padre malo y el padre de un hijo malvado (Manasés).

         B. 2 Crón. 32:30, “Fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo”.

         C. 2 Crón 31:21, “Y toda obra que emprendió en el servicio de la casa de Dios por ley y por mandamiento, buscando a su Dios, lo hizo con todo su corazón y prosperó”.