No Ahogar sino Abortar
La nación que se olvida de Dios deja de razonar, y las cosas iguales ya no son iguales. El gobierno de Estados Unidos no permite que la mujer ahogue a sus hijos, pero ha decretado que es legal matarlos, sólo que se haga antes de que nazcan.
Pero ante los ojos de Dios un niño es un niño, antes o después de nacer. "Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre" (Lucas 1:41). La palabra "criatura" es "brephos" que "denota (a) un niño aún no nacido, como en Lc 1:41,44 "criatura"; (b) un recién nacido, o un niño ya más grande Lc 2:12,16; 18:15; Hch 7:19; 2 Ti 3:15; 1 Pe 2:2" (WEV).
El ángel dijo a los pastores, "Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre". La palabra "niño" en este texto es "brephos", la misma palabra usada de Juan en Lucas 1:41.
Por lo tanto, para Dios un niño es un niño, antes o después de nacer. Con toda insensatez mucha gente dice que lo que está en el vientre de la mujer es solamente "una masa de células" que son parte del cuerpo de la mujer como un tumor o apéndice, y que ella tiene el derecho de hacer lo que quiera con "su cuerpo".
Desde luego, nadie cree esto, sino que todos -- las madres más que nadie -- saben que lo que está en el vientre de la mujer es un niño vivo, una persona viva. Por eso la Biblia dice, "Concibió Rebeca su mujer. Y los hijos luchaban dentro de ella" (Génesis 25:21, 22). No dice que Rebeca concibió y que "la masa de células" luchaba dentro de ella. No dice que Rebeca tuvo dos tumores, sino dos hijos. Todos saben de Esaú y Jacob y los pleitos entre ellos, pero ellos luchaban aun antes de nacer, en el vientre de su madre. Muchísimas mujeres de Estados Unidos hubieran abortado a los dos, pero si Rebeca lo hubiera hecho, el mundo nunca habría oído de Esaú y Jacob (éste llegó a ser el padre de las doce tribus, o sea, la nación de Israel).
Algunos citan (erróneamente) Exodo 21:22-25 para probar que no es nada serio el aborto. Dice el texto, "Y si algunos hombres luchan entre sí y golpean a una mujer encinta, y ella aborta, sin haber otro daño, ciertamente el culpable será multado según lo que el esposo de la mujer demande de él; y pagará según lo que los jueces decidan. Pero si hubiera algún otro daño, entonces pondrás como castigo vida por vida". La expresión "y ella aborta" es, literalmente, "sus hijos salen", es decir, si a causa del accidente ella da a luz prematuramente. Este texto no minimiza en absoluto el aborto porque, según esa ley, si hubiera "daño" (a la madre o a su niño), entonces deberían poner como castigo vida por vida.
Sin duda alguna la Palabra de Dios enseña que el aborto practicado tan carnalmente por millones de mujeres en este país es pecado, porque el derramar sangre inocente es una de las seis cosas que Dios aborrece (Proverbios 6:16,17). Es homicidio, pues, al igual que el ahogar a sus hijos.
Pero para el gobierno de Estados Unidos, que representa a la mayoría de la gente, la moralidad bíblica no importa. La Corte Suprema está completamente bajo el control de los humanistas y los senadores y representantes saben que para ganar elecciones deben aprobar la legalización del aborto, y aun que el gobierno lo pague.
Pero todos darán cuenta a Dios en el Día final!
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