La lotería, otro juego de azar

          Muchos condenan el jugar, hablando de las malas consecuencias, pero no me refiero a lo que esta práctica pueda llevar, sino a lo que es en sí. Se entrega dinero -- al igual que en el casino -- y todo depende de la "suerte". La lotería tiene todas las características básicas del juego de azar, porque no se gana el dinero por los medios legítimos: es decir, (1) no se gana por medio de trabajar, (2) no se gana por medio de invertir y sacar como ganancia de algún negocio, (3) no se recibe como regalo.

          La lotería no es cuestión de opinión (porque el jugar no es cuestión de opinión), sino una violación de las enseñanzas bíblicas en cuanto a cómo recibir dinero.

          La lotería es otra forma de avaricia (Luc. 12:15; Col. 3:5) y es un vicio (una adicción). 1 Tes. 5:22 dice, "Absteneos de toda forma de mal" LBLA. El que compra un billete de lotería (muchos lo hacen con el dinero que debe usarse para comprar comida y ropa) quiere recibir algo sin ganarlo de manera legítima ante los ojos de Dios.

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