"Estaba la tierra llena de violencia"
"Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia" (Génesis 6:11). Estaba llena de violencia y está llena de violencia. En el tiempo de Noé cuando la tierra estaba llena de violencia, Dios decidió destruirla. ¿Qué estará pensando ahora? Prometió que no "habrá más diluvio para destruir la tierra" (Génesis 9:11), pero el apóstol Pedro dice que "por la palabra de Dios... el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos" (2 Pedro 3:5-7).
La Biblia explica el origen de tal violencia: "¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís" (Santiago 4:1-2); es decir, no se entregan a Dios sino a sus pasiones.
Pero ¿qué es lo que promueve hoy en día tanta violencia? Una causa principal es que la mayoría de los que producen las películas para el cine, la televisión y los vídeos promueven la violencia y todas "las obras de la carne" que son: "adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas" (Gálatas 5:19-21). Según muchas películas la violencia es el medio de resolver problemas. Cuando hay desacuerdos y disgustos, el problema "se resuelve" con lenguaje muy fuerte y pesado (incluyendo maldiciones), con gritería, pleitos, y homicidios. De esta manera todos -- y mayormente los niños y jóvenes -- aprenden que la mejor manera de resolver problemas es con violencia, con pistolas y armas automáticas (aun armas militares cuando éstas se puedan conseguir).
Lo triste del caso es que todos los días los altos funcionarios de la ciudad, del estado y del gobierno federal lamentan tanta violencia pero ¿cuántos admitirán que el verdadero problema es que la nación se está olvidando de Dios? ¿Que la familia se está destruyendo? ¿Que la Biblia no se respeta? ¿Que Dios ya no se toma en cuenta? ¿Cuántos tendrán el valor para decir que el único remedio es que se busque a Dios y su Palabra?
Muchos creen que en la violencia hay poder, pero les urge entender que hay mucho más poder en la Palabra de Dios. El evangelio es "poder de Dios para salvación" (Romanos 1:16). La violencia humana no resuelve los problemas de la vida sino que solamente los hace peores, pero el evangelio es la solución perfecta.
Al Estudio Anterior: Varón sin camisa | Al Siguiente Estudio: No quieren soluciones |