Clases bíblicas
(En seguida se presentan estudios sobre los errores de los que se oponen a las clases bíblicas organizadas por la iglesia y los errores de los que se oponen al uso de copitas individuales en la cena del Señor. Para ser breve se les llama hermanos anticlases y hermanos anticopitas. El prefijo "anti" significa "contra".
Esto no se hace con espíritu malo, ni mucho menos para representar mal a estos hermanos. Se llaman hermanos anticlases y anticopitas porque ellos abiertamente se oponen a estas cosas. Ellos verdaderamente son anticlases y anticopitas y lo admiten libremente.
Si los hermanos liberales que nos llaman "antis" dijeran la verdad en cuanto a qué nos oponemos, no habría ningún problema, pero cuando nos llaman hermanos anticooperación, mienten. Nos oponemos a la centralización pero no nos oponemos a la cooperación bíblica. Los hermanos liberales han dividido la iglesia por causa de su práctica de centralizar los fondos de muchas iglesias para obrar a través de una iglesia patrocinadora o alguna institución humana. Esta práctica no es bíblica y, por lo tanto, somos hermanos anticentralización. Pero no somos hermanos anticooperación porque en cuanto a la cooperación bíblica de las iglesias, la enseñamos con todo énfasis y la practicamos.
Algunos hermanos liberales nos han incluido con los hermanos anticlases, anticopitas y anti otras cosas pero al hacerlo nos representan mal.)
I. La creencia de los hermanos anticlases.
A. Algunos hermanos afirman que la iglesia debe enseñar solamente en la asamblea. Dicen que no es bíblico que la iglesia haga un arreglo para tener clases bíblicas para niños, jóvenes, etc. (En este estudio diremos simplemente "clases" y "hermanos anticlases", pues el prefijo "anti" significa oposición).
1. Esta doctrina es falsa. La Biblia no especifica los arreglos que la iglesia pueda o no pueda hacer para enseñar. Por lo tanto, la doctrina de los hermanos anticlases es humana, arbitraria y pone trabas a la obra de enseñar.
2. Estos hermanos son inconsecuentes. Dicen que la iglesia puede enseñar solamente en la asamblea, pero hacen varios otros arreglos para enseñar: por ejemplo, tienen programas de radio y televisión, imprimen y reparten literatura (incluyendo cursos bíblicos por correspondencia), tienen debates, tienen una escuela para predicadores en Wichita, Kansas, tienen escuelas de música para entrenar a los directores de cantos, etc.; en fin, según ellos la iglesia puede hacer cualquier arreglo para enseñar menos el arreglo para enseñar por medio de clases.
B. Dicen que la iglesia puede enseñar solamente en la asamblea, pero dicen esto solamente para negar que la iglesia puede acordar y llevar a cabo las clases. Rehusan reconocer que son inconsecuentes al afirmar que la iglesia puede enseñar solamente en la asamblea pero al mismo tiempo está enseñando a través de otros arreglos (radio, televisión, la hoja impresa, debates, etc.).
C. Dicen que este arreglo es "público", y que la iglesia no puede hacer un arreglo "privado".
1. El Nuevo Testamento no habla de "arreglos" ("maneras de enseñar") públicos y privados. Ellos citan Hech. 20:20, "y como nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas", y afirman que aquí hay "dos arreglos" (dos "maneras de enseñar"), pero Pablo no habla de "dos arreglos" o "dos maneras de enseñar", sino que habla de lugares públicos y lugares privados.
2. La palabra "públicamente" es demosía que, según el léxico Thayer, significa "lugares públicos" y, desde luego, "casas" son lugares privados. Pero ¿quién no sabe que muchas iglesias del primer siglo se reunían en "casas" (lugares privados)? Rom. 16:5; Col. 4:15; Filemón 2.
3. Por lo tanto, estos hermanos están equivocados cuando usan este texto para hablar de "dos maneras de enseñar".
D. Los hermanos anticlases aplican "la regla de asamblea", una regla humana basada en una interpretación errónea de 1 Cor. 14. Dicen que varios textos afirman que la iglesia se reunía para adorar a Dios y para edificarse, pero que no hay autoridad para "dividir" la asamblea y enseñar en clases.
1. Su "regla de asamblea" consiste de tres reglas principales:
a. Que en la asamblea hablen uno por uno. Hacen esta regla para condenar la práctica de tener clases en las cuales hablan varios maestros (si hay cinco clases hablan cinco maestros).
b. Que la asamblea no se debe dividir. Ellos creen que si la iglesia hace un arreglo para tener clases, divide la asamblea. No saben la diferencia entre la asamblea y una clase. Creen que toda clase que la iglesia acuerda tener es una asamblea de la iglesia. La iglesia de Corinto pecó por dividir la asamblea (1 Cor. 11:17-34) pero las clases no constituyen una asamblea dividida.
b. Que la mujer no hable. Hacen esta regla para que la mujer no sea maestra en una clase.
2. Dicen que 1 Cor. 14 establece estas reglas para la asamblea. 1 Cor. 14 presenta varias lecciones para nosotros: que en la reunión haya edificación y no confusión, que hablen uno por uno, que la mujer no hable, que todo se haga decentemente y con orden, etc., pero esta asamblea no tiene nada que ver con clases para niños, jóvenes, etc. Las clases no son asambleas de la iglesia. La asamblea y las clases son dos cosas completamente distintas.
3. Pablo enseñó a los ancianos de Efeso (Hech. 20: 17-38) pero no lo hizo en la asamblea. Si puede haber una clase especial para los ancianos y las mujeres jóvenes, entonces puede haber clases especiales para niños, jóvenes, miembros nuevos, o para los que se preparan para predicar, etc. Nadie puede negar la necesidad de estudios especiales para cada uno de estos distintos grupos. ¿Debe reunirse toda la iglesia con el propósito de enseñar, por ejemplo, a los niños, debe reunirse otra vez para enseñar a los jóvenes, y otra vez para enseñar a los miembros nuevos? La iglesia debe ser edificada, pero si el estudio que se presenta en la asamblea es para niños de ocho o nueve años de edad, la iglesia no se edifica.
E. Condenan "La Escuela Dominical" y dicen que es una organización dentro de la iglesia local. Dicen que "La Escuela Dominical" fue la invención de un tal Robert Raikes de Gloucester, Inglaterra en el año 1780 d. de J. C., pero la escuela del Sr. Raikes fue una institución humana y aun enseñaba materia secular. Si los hermanos anticlases nos acusan de tener tal escuela, es una acusación falsa.
1. Si alguna iglesia establece cualquier organización llamada "Escuela Dominical" con presidente, vicepresidente, secretario(a), tesorero(a), etc. y recoge ofrendas en las clases para hacer buenas obras, tal organización es antibíblica.
2. Pero ¿qué iglesia fiel tiene tal organización?
3. Esta acusación es una cortina de humo para confundir a los que no estudian.
II. ¿Cuál es la verdadera cuestión en esta controversia?
A. No tiene que ver con las siguientes cosas:
1. No tiene que ver con la responsabilidad que tiene el individuo de enseñar. Los hermanos anticlases dicen que todas las clases son la responsabilidad de individuos y no de la iglesia. Dicen que la iglesia se reúne solamente en la asamblea y que enseña solamente en la asamblea. Reconocemos y enseñamos que cada individuo debe enseñar, 2 Tim. 2:2. Todos los miembros -- como individuos -- deben enseñar la palabra según tenga oportunidad.
2. No tiene que ver con alguna organización llamada "Escuela Dominical". Tal organización no es bíblica, y además las iglesias fieles no tienen tales organizaciones.
B. ¿Cuál es, pues, la verdadera cuestión?
1. Tiene que ver con la responsabilidad que la iglesia tiene de enseñar, 1 Tim. 3:15; 1 Tes. 1:8; Efes. 4:11-16, etc. Todo individuo debe enseñar la palabra a individuos y a grupos, pero esto no prueba que la iglesia no tiene la obligación de enseñar a las diferentes clases de gente mencionadas en la Biblia.
2. Tiene que ver con la responsabilidad de la mujer de enseñar, 2 Tim. 2:2; Tito 2:3-5.
C. La controversia tiene que ver con lo siguiente:
1. Los hermanos anticlases creen que la Biblia enseña que la iglesia puede emplear varios métodos de enseñar (por ejemplo, radio y televisión, la hoja impresa, debates, escuelas, etc.).
2. Entonces, ¿Puede la iglesia enseñar también por medio de clases -- que es simplemente otro medio o método de enseñar -- y puede la mujer enseñar en estas clases con tal que ella no viole 1 Tim. 2:12?
III. Las clases bíblicas establecidas por la iglesia son autorizadas por el mandamiento genérico de enseñar.
A. Cualquier cosa autorizada por la Biblia es autorizada por una o más de las siguientes cosas: por una declaración explícita, por un mandamiento, por un ejemplo apostólico aprobado o por la inferencia necesaria. Las clases establecidas por la iglesia son autorizadas por el mandamiento genérico de enseñar. La iglesia es columna y apoyo de la verdad (1 Tim. 3:15); este texto significa que la iglesia está obligada a enseñar la verdad.
B. Ha habido dos extremos en cuanto a la cuestión de autoridad en la religión: algunos creen que la Biblia permite cualquier cosa que no sea específicamente prohibida (por ejemplo, los instrumentos de música en el culto) mientras que otros creen que la Biblia prohibe cualquier cosa que no sea específicamente mencionada. Las dos creencias han llevado a muchos errores doctrinales. Es verdad que Dios ha prohibido específicamente muchas cosas y también que ha aprobado específicamente otras cosas, pero la voluntad de Dios no siempre se revela a través de mandamientos específicos o prohibiciones específicas. Muchas prácticas que no se han mencionado específicamente en las Escrituras son autorizadas por la autoridad genérica.
1. Cuando Dios hace una ley, la práctica que viola esa ley no se permite aunque no haya prohibición específica de tal práctica.
2. Por el otro lado, lo que sea necesario para llevar a cabo alguna enseñanza es autorizado por Dios aunque no se haya mencionado específicamente.
3. Este último punto tiene que ver con la autoridad genérica.
C. El mandamiento de enseñar es genérico y para obedecerlo es necesario usar ciertos medios o métodos. A veces los hermanos anticlases nos preguntan: "¿Son esenciales las clases para la salvación?"
1. Que ellos contesten la pregunta: "¿Son esenciales para la salvación sus programas de radio, su distribución de literatura, sus debates, sus cursos por correspondencia, sus escuelas, etc.?"
2. Cuando ellos contesten esta pregunta, tendrán la respuesta a su propia pregunta.
3. La verdad es que es esencial que la iglesia aproveche cualquier método bíblico por medio del cual pueda llevar a cabo su obra de enseñar. (Los hermanos liberales afirman que son "métodos" bíblicos las instituciones, iglesias patrocinadoras, institutos para entrenar predicadores, etc., pero estas cosas son más bien organizaciones humanas y no simplemente métodos o medios de obrar).
D. La inconsecuencia de los hermanos anticlases se observa en lo siguiente:
1. Dicen que 1 Cor. 14 especifica cómo la iglesia debe enseñar. Nombran estos requisitos: (1) que toda la iglesia se reúna en un lugar; (2) que los varones hablen uno por uno; y (3) que la mujer calle.
2. Ahora bien, si este arreglo es el único que está autorizado, entonces cualquier otro arreglo que la iglesia haga para enseñar está excluido.
3. Entonces es obvio que según esta doctrina la iglesia que enseña por radio y literatura comete pecado.
4. Por lo tanto, las iglesias de las cuales los hermanos anticlases son miembros están en pecado porque hacen precisamente esto, violando su propia doctrina.
E. La verdad es que estos hermanos reconocen la autoridad genérica en cuanto a predicar por radio y literatura y por medio de enviar predicadores a otros campos, pero rehusan reconocerla en cuanto a las clases. Esto indica su prejuicio y que son movidos por el capricho y no por al amor a la verdad, porque las clases bíblicas son simplemente arreglos buenos para enseñar, y están autorizadas por el mandamiento genérico de enseñar.
F. Los hermanos anticlases están obligados a demostrar cómo puede ser posible creer que las clases son pecaminosas pero los arreglos usados por ellos (radio, literatura, curso por correspondencia, debates, etc.) son bíblicos.
G. La autoridad para los medios o arreglos necesarios para llevar a cabo el mandamiento está inherente en el mandamiento. El mandamiento de enseñar requiere tres cosas: (1) el maestro, (2) estudiante(s) y (3) algún arreglo (tiempo, lugar, medio de comunicación, etc.)
1. Compárese el mandamiento de reunirse; es mandamiento genérico y es necesario tener un sitio de reunión (comprado, prestado o alquilado). Si los hermanos anticlases aplicaran este mandamiento como aplican el de enseñar, dirían que hay un solo lugar donde la iglesia puede reunirse, pero ellos reconocen que el mandamiento genérico de reunirse nos da libertad para reunirnos donde sea conveniente. Asimismo deben reconocer que el mandamiento genérico de enseñar le da libertad a la iglesia para emplear varios métodos y arreglos para enseñar.
2. Compárese también el mandamiento de ir a predicar. Es mandamiento genérico y nos da la libertad de escoger el medio de transportación (en barco, a caballo, en auto, etc.). Si los hermanos anticlases aplicaran este mandamiento como aplican el de enseñar dirían que hay una sola manera de ir, pero ellos reconocen que el mandamiento genérico de ir nos da libertad para utilizar varios métodos de ir. Asimismo el mandamiento genérico de enseñar le da a la iglesia la libertad para utilizar varios arreglos para enseñar.
3. El gran error de los hermanos anticlases es que ellos ignoran la autoridad genérica que permite que la iglesia haga el arreglo para tener clases.
H. El mandamiento de enseñar -- al igual que los mandamientos de reunirse y de ir a predicar -- requiere que se usen medios y arreglos. Las clases son simplemente arreglos usados por la iglesia -- y autorizados por el mandamiento genérico de enseñar -- para llevar a cabo esta obra.
1. Hay muchos arreglos que la iglesia puede emplear para predicar y enseñar: puede hacer arreglos para imprimir y repartir literatura, para predicar por radio o televisión, para tener series de servicios, conferencias especiales, debates, etc. (Los hermanos anticlases enseñan que la iglesia puede emplear todos estos arreglos, excepto el arreglo de tener clases).
2. La iglesia puede tener comunión con el evangelista en la predicación del evangelio (Fil. 1:5; 4:14-18). Al hacerlo la iglesia hace lo que el evangelista hace. Si el evangelista predica por radio, la iglesia que le ayuda predica por radio. Si el evangelista reparte literatura, la iglesia que le ayuda reparte literatura. Esta es la idea básica de ser copartícipes en la obra. El evangelista predica en la asamblea y fuera de la asamblea; entonces, la iglesia predica en la asamblea y fuera de la asamblea. Por lo tanto, la iglesia no está en ningún sentido limitada a la asamblea para cumplir con su obra de enseñar, y puede enseñar por medio de clases.
3. Considérese la siguiente ilustración:
Dos ejemplos paralelos:
Predicar por radio:
1. Los ancianos supervisan
2. Los ancianos hacen los arreglos en cuanto a tiempo, lugar, y
participantes.
Clases
bíblicas:
1. Los ancianos supervisan
2. Los ancianos hacen los arreglos en cuanto a tiempo, lugar, y
participantes.
4. Los dos ejemplos de esta ilustración son arreglos hechos por la iglesia para enseñar. Si la iglesia no puede enseñar excepto en la asamblea, entonces el programa de radio de la iglesia es práctica errónea.
5. Los hermanos anticlases deben decirnos cómo puede ser posible que el mandamiento de enseñar sea lo suficientemente general como para justificar su escuela de entrenamiento para predicadores en Wichita, Kansas, los programas de radio, la publicación de folletos, las escuelas para directores de cantos, debates, y otros arreglos de la iglesia, pero no sea lo suficientemente general como para justificar las clases bíblicas de la iglesia.
6. En fin, deben probar que la iglesia está limitada a un solo arreglo (la asamblea) para enseñar. (Esta es la posición doctrinal de ellos aunque se contradigan al emplear otros arreglos).
IV. La iglesia puede y debe tener clases para llevar a cabo su obra de evangelizar y edificarse.
A. La iglesia no da origen a las diferentes clases de gente, sino que solamente reconoce las clasificaciones físicas, etc. hechas no por la iglesia sino, se puede decir, por Dios.
B. La iglesia tiene la responsabilidad de evangelizar al mundo (1 Tim. 3:15) y de edificar a todos los miembros (Efes. 4:11-15). Dicen los hermanos anticlases que la iglesia tiene que hacer toda la obra de enseñar en la asamblea; es decir, tiene que enseñar y edificar en una sola asamblea a todas las personas (todas las diversas y distintas clases o clasificaciones de gente). Hay niños, jóvenes y adultos, y hay miembros nuevos y miembros maduros, varones que quieren dirigir cantos y predicar, etc.)
C. La Biblia habla de diferentes clases o clasificaciones de gente.
1. Ancianos, Tito 2:2.
2. Ancianas, Tito 2:3.
3. Las mujeres jóvenes, Tito 2:4.
4. Jóvenes, Tito 2:6.
5. Esposas y esposos, Efes. 5:22-33.
6. Hijos, Efes. 6:1-3.
7. Padres, Efes. 6:4.
8. Siervos, Efes. 6:5.
D. La Biblia habla también de clasificaciones espirituales.
1. Niños (carnales), 1 Cor. 3:1-3.
2. Niños (no maduros en el conocimiento), Heb. 5:12,13.
3. Maduros, Heb. 5:14.
E. El Espíritu Santo revela enseñanzas para cada una de estas clasificaciones, y la iglesia puede enseñar lo que el Espíritu Santo revela a estas diferentes clases de gente, y es en extremo absurdo afirmar que la iglesia puede enseñar solamente en la asamblea. Los hermanos anticlases citan muchos textos tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento que hablan de asambleas para enseñar, pero no quieren citar los muchos textos que se refieren a los grupos (clases) de individuos que también recibieron instrucción.
F. Dicen estos hermanos que si la iglesia hace arreglos para cinco clases, entonces la asamblea está dividida en cinco asambleas. (No saben la diferencia entre una asamblea y una clase).
G. Ellos creen que cuando la iglesia está doctrinando a las diferentes clases de gente, todos los miembros y demás asistentes deben estar presentes para escuchar la enseñanza:
1. Cuando la iglesia instruye a los niños, tiene que hacerlo en la asamblea y todos los demás asistentes (miembros y visitantes) tienen que estar presentes para escuchar la instrucción que se da a los niños.
2. Cuando la iglesia instruye a los ancianitos, todos los demás asistentes (miembros y visitantes) tienen que escuchar la instrucción.
3. Cuando la iglesia instruye a los que quieren predicar y enseñar (2 Tim. 2:2), tiene que hacerlo en la asamblea.
4. Cuando la iglesia instruye a los miembros nuevos que necesitan de la leche de la palabra, tiene que hacerlo en la asamblea y todos los demás asistentes tienen que escuchar las lecciones.
H. Recuérdese que las hermanas ancianas deben enseñar a las mujeres jóvenes y la iglesia no tiene nada que ver con esta obra según la posición de los hermanos anticlases; es decir, ellos enseñan que toda la instrucción de la iglesia para las distintas clases se hace en la asamblea, pero Pablo requiere que las ancianas enseñen a las mujeres jóvenes y no pueden hacerlo en la asamblea (1 Tim. 2:12). Según estos hermanos, si una hermana enseña una clase, está bien, pero si la iglesia acuerda tener una clase en la cual la hermana enseña, es pecado.
I. También tómese en cuenta que según esta doctrina extraña la iglesia no puede participar en sentido alguno en el arreglo de tener clases en las casas para evangelizar, ni en el arreglo de predicar o enseñar a un grupo de personas como lo hicieron los apóstoles y evangelistas:
1. Ante el concilio, Hech. 4 y 5.
2. En el templo y por las casas, Hech. 5:42.
3. En el carro, Hech. 8:28
4. En la casa de Cornelio, Hech. 10:27.
5. Junto al río, Hech. 16:13.
6. En la cárcel, Hech. 16:24-31.
7. En la sinagoga y en la plaza, Hech. 17:17.
8. En el barco, Hech. 27:21-25.
J. Según la doctrina de los hermanos anticlases, la iglesia no tiene nada que ver con los arreglos necesarios para la evangelización aunque tenga comunión con el evangelista (Fil. 1:5; 4:15, 16).
1. Cuando la iglesia envía una parte de sus recursos -- la ofrenda -- a algún predicador para que éste predique "públicamente y por las casas", es en extremo absurdo afirmar que la iglesia no está involucrada en hacer arreglos para enseñar.
2. ¡He aquí el extremismo y el prejuicio de estos hermanos que tan ciegamente se oponen a las clases bíblicas organizadas por iglesias de Cristo!
3. Pero si estos hermanos admitieran esta verdad tan sencilla y obvia, entonces tendrían que abandonar su oposición insensata a las clases. (A propósito de esto, muchísimos hermanos han salido de ese movimiento al considerar las muchas inconsecuencias de esta doctrina).
IV. La Biblia enfatiza el propósito de la reunión en lugar de enfatizar el sitio de reunión.
A. Los hermanos anticlases están aferrados a la idea de que la iglesia no puede tener clases en el sitio de reunión. Esta es su verdadera oposición a las clases, y a consecuencia de esta doctrina son llevados a conclusiones absurdas y antibíblicas: por ejemplo, según esta doctrina, los ancianos no pueden pedir que alguna familia tenga un estudio bíblico en su casa, ni mucho menos que dos o tres familias lo hagan simultáneamente (a la misma hora). ¿Por qué? Porque ellos saben que tal arreglo sería lo mismo que las clases que tanto se oponen en el sitio de reunión. Ellos se esconden tras la "regla de asamblea", o sea, que la iglesia no tiene parte en ningún arreglo sino en el arreglo "público" (refiriéndose al sitio de reunión).
B. Pero ¿qué dice el Nuevo Testamento acerca del "sitio de reunión"? ¿Qué sabían los hermanos del primer siglo de "templos", "locales" "casas de oración", etc.? Muchas iglesias se reunían en las casas de los hermanos (Rom. 16:5; Col. 4:15; Filemón 2, etc.) ¿Podían estas iglesias tener clases en el sitio de reunión (sus propias casas)?
C. La iglesia se reúne para varios propósitos:
1. Para resolver algún problema, Hech. 6:2.
2. Para orar, Hech. 12:5, 12.
3. Para oír un reporte de la obra, Hech. 14:27; 15:4.
4. Para considerar algún asunto doctrinal, Hech. 15:22.
5. Para disciplinar, 1 Cor. 5.
6. Para edificar, 1 Cor. 14.
7. Para estimular, Heb. 10:24, 25.
8. Para adorar a Dios, (participar de la cena del Señor, Hech. 20:7; 1 Cor. 11:17, y ofrendar, 1 Cor. 16:1-4.
9. Para cantar, Efes. 5:19; Col. 3:16.
D. ¿Cuál de estas reuniones es "la asamblea" de la cual los hermanos anticlases hablan? Es obvio que hay muchas asambleas de la iglesia, y que no es bíblico hablar simplemente de "la asamblea" sin especificar a cuál nos estamos refiriendo.
E. Los hermanos anticlases son inconsecuentes porque ellos también se reúnen a veces en las casas de los miembros para cantar himnos y tener estudios, y la mujeres participan con comentarios y preguntas. Por lo tanto, afirmamos que ellos no se oponen a las clases establecidas por la iglesia, sino que se oponen a las clases establecidas por la iglesia en el sitio de reunión, dando a éste una importancia que la Biblia no le da.
V. No se divide la asamblea.
A. Los hermanos anticlases condenan fuertemente el dividir la asamblea, pero ¿quién la divide? La asamblea y las clases son dos cosas muy distintas.
B. Hech. 15:4, "Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos". Ver. 6, "Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto". ¿Dividieron la asamblea? No la dividieron, sino que había necesidad de una "clase" (un grupo aparte de la asamblea) para considerar el asunto. Recuérdese lo que Pablo dice en Gál. 2:2, texto que se refiere a la misma ocasión: "expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles". Pero después se reunió la iglesia, (Hech. 15:22), "Entonces, pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia ..."
1. Obsérvese que Pablo y Bernabé fueron recibidos por la iglesia; entonces Pablo expuso en privado a un grupo de hermanos lo que predicó a los gentiles; y entonces la iglesia oyó a Bernabé y a Pablo que contaban cuan grandes cosas Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles.
2. No "dividieron la asamblea". La asamblea general de la iglesia fue una cosa, y la "clase" que Pablo tuvo con un grupo de hermanos fue otra diferente.
3. Según la doctrina de los hermanos anticlases la iglesia de Jerusalén cometió un grave error al "dividir la asamblea" para dar lugar a un arreglo "privado" en que Pablo expuso un asunto.
D. Hech. 12:5, "Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él". Ver. 12, muchos hermanos se reunieron en la casa de María la madre de Juan para orar. Ver. 17, "haced saber esto a Jacobo y a los hermanos".
1. Es obvio que la iglesia se reunió en por lo menos dos grupos para orar por Pedro. ¿Pecaron al hacerlo?
2. Si la iglesia puede reunirse en distintos grupos para orar, también puede reunirse en distintos grupos para estudiar la palabra.
E. Esta práctica es la misma que observamos en Mar. 9:2-19. Primero, Jesús llevó a tres apóstoles "aparte solos a un monte alto". Aparte de lo que aprendieron en el monte, recibieron más enseñanza el día siguiente al descender del monte (vers. 9-13; Luc. 9:37). Entonces Jesús enseñó a la multitud otra vez (vers. 14-19).
1. Desde luego, esto no es un ejemplo de la actividad de alguna congregación porque todavía no se estableció la iglesia, sino que se menciona solamente para ilustrar cómo Jesús y los apóstoles enseñaban. Jesús enseñaba a un grupo grande, pero entonces apartó a un grupo pequeño para enseñarles algo, y luego volvió a enseñar al grupo grande.
2. Además, es un ejemplo de la enseñanza simultánea (a la cual los hermanos anticlases se oponen mucho), porque al día siguiente mientras que Jesús descendía del monte con los tres y les enseñaba, los otros apóstoles seguían enseñando a los demás.
F. Hermanos fieles no "dividen la asamblea". Desde el primer canto u oración del culto hasta el momento de despedir la asamblea, están juntos todos. Pablo condenó a los corintios por dividir la asamblea (1 Cor. 11:13-34) pero no esta reprensión no tiene nada que ver con las diferentes clases bíblicas.
VI. Los arreglos "públicos" y los arreglos "privados".
A. Dicen los hermanos anticlases que la iglesia puede hacer solamente arreglos públicos para enseñar y que, por eso, no puede organizar una clase para la enseñanza "privada".
1. Limitan la enseñanza de la iglesia al arreglo público (la asamblea) y dicen que los individuos deben hacer la enseñanza privada. Creen que todos los arreglos para enseñar son "públicos" o "privados", y que la iglesia puede hacer solamente arreglos "públicos" (la asamblea). (Estos hermanos agregan la palabra "solamente" como los bautistas la agregan después de la palabra "fe").
2. Dicen que cuando la iglesia enseña, debe hacerlo en un solo lugar; es decir, en la asamblea, cuando toda la iglesia se reúne en un lugar, los varones hablan uno por uno y la mujer calla. El único problema es que ellos agregan la palabra "solamente" para excluir las clases y la ignoran al hacer arreglos para predicar por radio, etc.
B. ¿Qué texto especifica el arreglo exclusivo que la iglesia debe usar para enseñar? ¿Que texto dice que la iglesia puede enseñar solamente en la asamblea? Ninguno.
C. ¿Qué texto usa los términos "público" y "privado" para indicar el método que la iglesia debe usar para enseñar? Ninguno. Estos hermanos preguntan si las clases son arreglos públicos o privados. En primer lugar, no importa, y en segundo lugar son ambos, porque la Biblia no hace esta distinción, sino que habla de lugares públicos y lugares privados (Hech. 20:20). (Una casa, que seguramente es un lugar privado puede servir como el sitio de reunión de una iglesia y, por ende, llega a ser un lugar público).
D. La palabra "públicamente" (Hech. 20:20) no se refiere a un arreglo sino a un lugar. Pablo enseñó en lugares públicos y en las casas, y la iglesia puede reunirse en lugares públicos y también en las casas. (Recuérdese que la palabra "públicamente" es demosía que, según el léxico Thayer, significa "lugares públicos" y, desde luego, "casas" son lugares privados. Las iglesias del primer siglo se reunían en lugares públicos -- por ejemplo, en el templo, Hech. 5:42 o en un aposento alto, Hech. 20:8 -- pero ¿quién no sabe que muchas iglesias se reunían en "casas" que son lugares privados? Rom. 16:5; Col. 4:16; Filemón 2).
E. A los hermanos anticlases les gusta preguntar, "¿Son 'públicas' sus clases bíblicas o son 'privadas'? Si son 'públicas', ¿por qué no participan ahí de la cena del Señor? y sin son 'privadas' ¿por qué no usan ahí el piano?"
1. Está bien tocar el piano en la casa con música secular decente pero ¿quién lo quiere usar en alguna clase bíblica aun en el hogar?
2. Hech. 2:46; 5:42, etc. indican reuniones diarias de varios grupos de la iglesia de Jerusalén para enseñar, pero no participaban de la cena todos los días (compárese los distintos grupos de la iglesia en Hech. 12:5,12 que oraban por Pedro).
2. Tales preguntas indican lo necio (y lo contencioso) de sus argumentos.
F. Es obvio que estos hermanos no se oponen a las clases mismas, sino que se oponen a las clases organizadas por la iglesia en el sitio de reunión. Parece que lo que les ocupa la atención es el lugar donde se enseñan las clases, y a ellos se les olvida que ni siquiera existían "locales" en ese entonces.
VII. La mujer puede y debe enseñar.
A. Los hermanos anticlases dicen que las clases organizadas por la iglesia son asambleas de la iglesia y, por eso, dicen que la iglesia que hace arreglos para que la mujer enseñe una clase para niños ya abrió la puerta para un "ministerio femenil". Usan esta táctica para asustar e intimidar. Desde luego, una clase no es una asamblea de la iglesia y la mujer fiel no enseña ninguna clase en la cual viole la enseñanza de 1 Tim. 2:12.
B. 2 Tim. 2:2, "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros".
1. La palabra "hombres" traduce la palabra anthropos que se usa "de un ser humano, varón o hembra, sin referencia al sexo ni a la nacionalidad".
2. En este texto Pablo no usa la palabra aner (varón), que nunca se usa del sexo femenino, sino que usa la palabra genérica que incluye a la mujer. Equivale, pues, a la palabra "persona". El Espíritu Santo quiere que las personas fieles (hermanos y hermanas) sean instruidas en la sana doctrina para poder enseñarla a otros.
C. Tito 2:3-5, "Las ancianas ... enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada". Esta es una enseñanza muy importante y las hermanas ancianas deben cumplirla, pero los hermanos anticlases se atreven a afirmar que la iglesia no puede hacer arreglo alguno para que las hermanas hagan esta obra tan importante. (Dicen que la pueden hacer ellas mismas en alguna "manera" privada, pero que la iglesia no debe hacer tales arreglos).
1. Dicen los hermanos anticlases que la mujer puede enseñar solamente en arreglos privados (arreglos no hechos por la iglesia). Según ellos si la hermana organiza la clase, está bien, pero si la iglesia la organiza, peca.
2. La Biblia ni siquiera habla de "arreglos públicos" y "arreglos privados". La iglesia se reúne en lugares públicos y en las casas (lugares privados), y puede haber clases en lugares públicos y en lugares privados.
3. Pablo enseña que las hermanas ancianas deben enseñar a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, etc. El Espíritu Santo habla de una clase de personas (las mujeres jóvenes) que deben recibir instrucción y dice quiénes deben ser las maestras, pero no pueden hacerlo en la asamblea (1 Tim. 2:11, 12). Por lo tanto, aunque Dios mismo requiere esta clase bíblica, dicen los hermanos anticlases que la iglesia no puede tener nada que ver con tal arreglo.
4. Una aclaración importante: Según la doctrina de los hermanos anticlases la iglesia no puede arreglar una clase para que las hermanas ancianas enseñen a las mujeres jóvenes. ¿Por qué? Porque según ellos cualquier arreglo hecho por la iglesia es una "asamblea de la iglesia" y es "público", y que la mujer no puede hablar en la asamblea (1 Cor. 14:33-35). Es importante que se entienda bien este punto, porque al saber alguno que estos hermanos se oponen a las clases, preguntarán "¿Para qué hablar del papel de la mujer? Si no puede haber clases, obviamente la mujer no puede enseñar", pero que no se olvide que para estos hermanos toda clase organizada por la iglesia es una asamblea de la iglesia y, por eso, si alguna mujer enseñara en tal "clase", entonces ella hablaría en la "asamblea".
D. ¿Qué deben enseñar las mujeres? No deben enseñar temas seculares; al contrario, "que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada". Estos son temas espirituales, pero según los hermanos anticlases la iglesia no puede hacer arreglo alguno para que las hermanas ancianas enseñen estos temas tan necesarios a las mujeres jóvenes. ¿Por qué enseñan estos hermanos una doctrina tan antibíblica, inconsecuente y absurda? Porque aparentemente a ellos les gustan las doctrinas de los hombres (Mat. 15:9; Col. 2:22). Estas sí son absurdas, pero la Biblia no tiene ninguna doctrina absurda.
E. El argumento popular (usado por varios debatistas) acerca del papel de la mujer es el siguiente:
1. Dicen que la mujer no puede enseñar públicamente, es decir, en la asamblea de la iglesia, (1 Cor. 14:35; 1 Tim. 2:11,12).
2. Dicen que sí puede enseñar privada e informalmente o en calidad de individuo. (A otras mujeres, Tito 2:3,4; a los niños, 2 Tim. 1:5; 3:15; a los hombres, Hech. 18:36). (Los hermanos anticlases son muy liberales en cuanto al derecho de la mujer de enseñar a los hombres, con tal que no sea en la asamblea. En cuanto a enseñar Priscila a Apolos, recuérdese que ella simplemente tuvo parte en esto con su marido Aquila.)
3. Concluyen diciendo que hay solamente estas dos categorías en que se puede enseñar la Biblia, y que la enseñanza de la "Escuela Dominical" no pertenece a ninguna de las dos y, por lo tanto, que no está aprobada por la Biblia.
F. La refutación a este argumento:
1. En primer lugar no defendemos la "Escuela Dominical" de las sectas; ninguna iglesia fiel tiene una "Escuela Dominical".
2. Es verdad que la mujer no debe enseñar en la asamblea, pero no por causa del lugar público, sino por causa de la relación que ella sostiene con el hombre (la de sujeción). Recuérdese que la Biblia sí habla de lugares públicos y lugares privados (Hech. 20:20); la mujer puede enseñar a otras mujeres y a niños tanto en lugares públicos como en lugares privados. La casa de una familia es un lugar privado, pero muchas iglesias tienen servicios públicos en estos lugares privados. Los hermanos anticlases hacen una distinción que no existe al cambiar la palabra lugar por arreglo público o privado.
3. Por lo tanto, la iglesia puede hacer el arreglo necesario para tener clases para los diferentes grupos en cualquier lugar y cuando se desee. Puede ser en un lugar público o en un lugar privado, porque el sitio no tiene nada que ver con el asunto. Además, la mujer puede enseñar en cualquiera de estas clases con tal que no ejerza autoridad sobre el hombre (1 Tim. 2:12). Vemos pues que el dilema propuesto por los hermanos anticlases no es en realidad un dilema. Ellos usan mal la palabra "públicamente" y también ignoran la autoridad genérica que permite que la iglesia haga un arreglo para tener clases.
G. El extremismo de los hermanos anticlases se ve en su actitud hacia las profetisas. El don de profecía fue dado para la edificación de la iglesia (1 Cor. 14:4; Efes. 4:11; 1 Cor. 12:28) y no hay ningún texto que diga que los profetas y profetisas profetizaban en el hogar u otro lugar privado. Los hermanos anticlases dicen enfáticamente que las profetisas no podían hablar en la asamblea, sino que solamente podían profetizar en privado. Sin embargo, aunque el don de profecía fue dado para edificar a la iglesia, la iglesia no podía hacer arreglo alguno para que pudiera ser edificada por las profetisas. Joel 2:28 y Hech. 2:16, 17 dicen claramente que algunas mujeres iban a profetizar, y dice Pablo que la profecía era para edificar a la iglesia. Entonces que los hermanos anticlases nos digan cuándo, dónde y cómo las profetisas edificaban a la iglesia.
1. Según estos hermanos, todas las asambleas o reuniones o clases bíblicas organizadas por la iglesia por cualquier propósito -- por grandes o pequeñas que sean -- son asambleas de la iglesia entera, y ninguna mujer -- aunque fuera profetisa -- podía hablar.
2. Según esto, pues, la obra de las profetisas estuvo totalmente desasociada de la iglesia aunque Dios les había dado este don para edificar a la iglesia.
3. El extremismo y fanatismo de estos hermanos se ve claramente en este punto.
H. Rom. 16:1, 2, "Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa (servidora) de la iglesia en Cencrea ... ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo". ¿Qué hizo Febe? Era servidora de la iglesia. ¿Cuál es la obra de la iglesia? La obra de la iglesia incluye tres cosas: la edificación, la benevolencia, y el evangelismo. Febe y otras hermanas fieles podían colaborar como servidoras de la iglesia en cualquiera de estas obras o en todas.
1. 1 Tim. 3:15, la iglesia es "columna y baluarte de la verdad" (véanse 1 Tes. 1:8; Fil. 2:15, etc.).
2. Tito 2:3-5; 2 Tim. 2:2, las hermanas están obligadas a enseñar.
3. Efes. 4:16, las hermanas hacen su parte para edificar a la iglesia.
4. Las hermanas no enseñan en la asamblea de la iglesia, pero un grupo de hermanas jóvenes (o un grupo de niños) no es la iglesia.
5. Por lo tanto, las hermanas pueden ser "servidoras" de la iglesia, ayudando en la obra de la iglesia, ya sea en la benevolencia, o en la edificación o en la enseñanza.
6. Pero según los hermanos anticlases, cualquier hermana puede -- en calidad de individuo -- organizar y enseñar una clase para niños u otras mujeres, pero si la iglesia (los ancianos) la organiza, entonces tanto la iglesia como la mujer que enseñe la clase pecan.
VIII. Pablo no dice que la enseñanza de la mujer se limita por causa del arreglo público o privado, sino por causa de la relación de autoridad que tiene hacia el hombre.
A. 1 Tim. 2:11, 12, "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio". La palabra "silencio" no quiere decir que la mujer no puede hablar; traduce la palabra hesuchia, sosiego, "sosegadamente", 2 Tes. 3:12, "tranquilamente", La Biblia de las Américas. Se refiere al espíritu o disposición de la mujer que está en sujeción.
1. Pablo no terminó la frase cuando dijo, "no permito a la mujer enseñar", sino que agregó "ni ejercer dominio sobre el hombre". Pablo no dice, "no permito a la mujer enseñar nunca a nadie", porque dice (Tito 2:3-5) que las ancianas deben enseñar a las mujeres jóvenes y también que la mujer puede enseñar a su marido (1 Cor. 7:16; véase también 1 Ped. 3:1-4), pero si esta prohibición fuera absoluta, entonces la mujer no podría enseñar a nadie, ni siquiera a sus hijos.
2. La construcción gramatical de esta frase equivale a la de Hech. 4:18: "les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús". No les intimaron que en ninguna manera hablasen (punto), sino que no hablasen en el nombre de Jesús. Tampoco prohibe Pablo que la mujer enseñe, porque tal prohibición contradiría la enseñanza de 2 Tim. 2:2; Tito 2:3-5, etc., sino que no ejerza autoridad sobre el hombre. La mujer puede y debe enseñar y la única restricción es que no ejerza autoridad sobre el hombre. El hombre debe exhortar y reprender "con toda autoridad" (Tito 2:15); la mujer no debe hacer esto.
B. Dicen los hermanos anticlases que 1 Tim. 2:11, 12 es un ejemplo de "la regla de asamblea"; es decir, que lo que Pablo enseña se limita a la conducta de la mujer en la asamblea.
1. Pero recuérdese que este texto no habla de algún arreglo, sino que enseña la relación de la mujer con respecto al hombre; es decir, que ella nunca debe ejercer dominio sobre él. Los que limitan este texto a la asamblea tuercen las Escrituras.
2. Obsérvese el ver. 8: "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar". ¿Se limita este texto a la asamblea? Desde luego que no, porque Pablo dice "en todo lugar", y en seguida agrega, "Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa". ¿Solamente en la asamblea? Claro que no. Así también la enseñanza de los vers. 11-15 son de aplicación general, porque la sujeción de la mujer no se limita a la asamblea (1 Cor. 11:1,2).
3. ¿Puede la mujer predicar a los hombres fuera de la asamblea, por ejemplo, en la plaza? Si estos hermanos dicen que no, ¿con qué texto lo prohiben? No pueden citar 1 Tim. 2:11, 12 porque limitan este texto a la asamblea.
Conclusión.
A. Los hermanos anticlases nos invitan a abandonar las clases para tener unidad con ellos, pero si lo hiciéramos estaríamos sujetándonos a los hombres. Nos quieren reducir a la esclavitud de obedecer los mandamientos de hombres (Gál. 2:5; Mat. 15:9; Col. 2:22). Además, la iglesia debe utilizar aun más arreglos legítimos y buenos para enseñar la palabra en lugar de abandonar los que utiliza ahora.
B. Recuérdese que estos hermanos son inconsecuentes, porque ellos enseñan que la iglesia puede hacer varios arreglos para enseñar y rechazan solamente un arreglo: el arreglo de tener clases bíblicas.
C. Los hermanos anticlases son muy astutos. Confunden a muchos hermanos no afirmados en la fe al citar varios textos como 2 Cor. 5:7; Rom. 10:17; Col. 3:17, etc. y agregan, "No leemos nada en la Biblia acerca de clases de la iglesia con maestras". Recuérdese que la autoridad para usar ciertos arreglos para llevar a cabo un mandamiento genérico está inherente en el mandamiento. Además, los hermanos anticlases bien saben esto, porque las iglesias de las cuales son miembros usan varios arreglos para enseñar. Aun tienen una escuela para predicadores en Wichita, Kansas. Por lo tanto, no deben oponerse a las clases.
D. Es bíblico que la iglesia tenga clases. Las iglesias fieles deben tener más clases en lugar de menos clases. Debe haber clases para todos los distintos grupos mencionados en este estudio como también para otros grupos que se pueden incluir en la lista. Todos necesitan de instrucción conforme a su edad y su estado. Dios mismo hace varias de estas categorías, y la iglesia simplemente las reconoce y organiza las clases necesarias para enseñar a todos según su estado y capacidad para aprender.