Levítico 7

 

      7:1-10 -- Este texto contiene la ley del sacrificio por la culpa e instrucciones a los sacerdotes, dando detalles que no apare­cen en el capítulo 5:14-16. Todo detalle es muy importante porque especifica la parte del sacrificio que pertenece a Dios. Aparte de la porción de Dios todo el resto del sacrificio por la culpa pertenecía a los sacerdotes.

 

      7:8 -- "la piel del holocausto será para él". Dios proveyó tanto la piel de algunos animales como la carne de ellos para los sacerdotes. De esta manera tenían pro­visión para hacer ropa, tiendas de cam­paña, etc. Compárese Gén. 3:21.

      7:11-34 -- La ley del sacrificio de paz.

      A. El adorador mismo participaba de este sacrificio, comiendo la parte que le correspondía.

      B. Este sacrificio se ofrecía en acción de gracias (ver. 12), al cumplir un voto (ver. 16) o voluntariamente, presentado como adoración espontánea (ver. 16).

 

      7:12 -- "acción de gracias" por recobrar la salud, por un viaje realizado sin acci­dente, por una infinidad de bendiciones de Dios.

      7:13 -- "pan leudo". Dice el 2:12, "mas no subirán sobre el altar en olor grato", pero sí podía "elevarse" a Jehová.

 

      7:14 -- "ofrenda elevada" quiere decir elevarla y bajarla delante de Dios para presentarla primero a El. Luego fue co­mida.

      7:15 -- El que la ofrecía comía de ella. (1) Se presentó a Dios (2) el sacerdote recibió su parte y (3) el oferente comió su parte aquel mismo día, solamente.

      7:16 -- "al día siguiente". Fue dada más libertad en cuanto al sacrificio para el voto o el voluntario. Es interesante notar estas diferencias que Dios mismo hizo entre los varios sacrificios y ofrendas. Puso leyes más estrictas a veces y si los israelitas en­tendían o no, la cosa más importante era la obediencia explícita de todo detalle.

      -- "voto", por ejemplo, cuando había peligro o temor, se hacía un voto, y el sa­crificio fue hecho en cumplimiento de él. Véase Hech. 21:23-26.

 

      7:17 -- "el tercer día ... quemado". Aunque había más libertad en el caso de estas ofrendas, también había límite: se comían o al primer día o al segundo, pero no al tercero.

      7:19 -- "Toda persona limpia" tomaba parte en esta comida sacrificial.

 

      7:20 -- "estando inmunda". Aun estando inmundos algunos se atreverían a ofrecer culto a Dios. ¡Cuántos miembros de la iglesia hacen esto! Es cosa peligrosa.

      7:21 -- "el cual es de Jehová" aunque se le permitió al oferente comer. No dejaba de ser de Jehová, meramente porque El le permitió al hombre participar de él.

      A. Es importante enfatizar que nosotros participamos de la mesa del Señor. Es de El. 1 Cor. 10:21 dice, "No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis partici­par de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios". Dice Juan, "Este es el mensaje que hemos oído de El, y os anun­ciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en El. Si decimos que tenemos comunión con El, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad" (1 Jn. 1:5, 6). Es imposible participar de la mesa del Señor si persistimos en la in­mundicia y las tinieblas y es peligroso in­tentarlo.

      B. Por lo tanto, 1 Cor. 5, Rom. 16:17, Tito 3:10, 2 Tes. 3:6, 14, etc. enseñan claramente la importancia de la disciplina, la corrección del mal en la iglesia. Como vemos claramente en este libro de Levítico, toda la cuestión del culto a Dios tiene que ver con acercarnos a Dios, aprovechando el acceso a Dios a través de Cristo. Pero si nos acercamos a Dios en nuestra inmundicia, siendo mundanos, estamos en peligro de ser víctimas de su ira divina.

 

      7:23 -- "Ninguna grosura ... comeréis" porque esta parte del animal es la porción de Dios. "Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda que se quema en olor grato a Jehová, toda la gro­sura es de Jehová" (3:16, 17).

 

      7:26 -- "ninguna sangre comeréis", 17:10-14 (ver. 11, "Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona".

      7:30 -- "el pecho ... mecido". Aunque no fue quemado sobre el altar, sí fue con­sagrado a El de esta manera, movido de lado a lado en moción horizontal. Des­pués de mecerlo delante de Dios, llegaba a ser "la porción de Aarón y la porción de sus hijos". Dice Deut. 18:3, "Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la es­paldilla, las quijadas y el cuajar".

 

      7:31-32 -- "el pecho será de Aarón y de sus hijos ... Y daréis al sacerdote para ser ele­vada en ofrenda, la espaldilla derecha de vuestros sacrificios de paz". La palabra "espaldilla" se traduce "pierna" en la Ver­sión Moderna y en las mejores versiones inglesas, y la misma palabra (shoq) se traduce "pierna" aun en la Versión Valera Revisada en Deut. 28:35, Prov. 26:7 y Cantares 5:15.

      7:35 -- "Esta es la porción de Aarón y la porción de sus hijos". Dice Pablo en 1 Cor. 9:13, 14, "¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar par­ticipan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio que vivan del evangelio". El Espíritu Santo hace com­paración entre las dos cosas porque las dos son ordenadas por Dios. Los judíos robaban a Dios cuando no pagaban el diezmo y no ofrendaban para el sosteni­miento de los levitas y sacerdotes. Es co­rrecto afirmar también que los miembros de la iglesia roban a Dios si no dan a la ofrenda generosamente para ayudar a los santos pobres y para sostener a los que predican el evangelio. (Compárese Mal. 3:8, 9).

 

 

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