Colosenses 4

 

4:1 Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, (tratad con justicia y equidad a vuestros siervos, LBLA) -- Los siervos (esclavos) no tenían derechos y no esperaban un trato justo de parte de sus amos; más bien eran considerados como herramientas vivas. Dios, sin embargo, los veía como seres humanos hechos a la imagen de Dios que deberían ser tratados con justicia y rectitud (equidad). En la iglesia del Señor había esclavos y amos. Filemón era un amo y Onésimo era su esclavo. Los amos eran tentados a proferir amenazas y asustar a los siervos para que trabajaran mejor y se sujetaran, pero el evangelio re­quería que los amos buscaran el bienes­tar de los siervos, porque en Cristo "no hay esclavo ni libre" (Gál. 3:28). Los siervos deberían servir a sus amos "de buena voluntad, como al Señor ... Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas" (Efes. 6:7, 9). Los amos empezarían a tratar con justicia y equidad a sus siervos, y la esclavitud terminaría desapareciendo.

          Hoy en día esta enseñanza es para los patrones también, pues igual que los amos a los esclavos, deben tratar a los obreros con justicia y rectitud.

          -- sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos. -- "sabiendo que el Señor de ellos y vues­tro está en los cielos, y que para El no hay acepción de personas" (Efes. 6:9). Su Amo en los cielos los tratarían como ellos trataban a sus siervos. Dios no reconoce las distinciones de clase hechas por los hombres; los amos también tienen Amo. Dios es el Defensor de los siervos, de los pobres, de las viudas y los huérfanos y de todo necesitado. Los que maltraten a los tales -- o no cuidan de ellos --  darán cuenta a Dios.

          Los amos deberían tratar a los siervos, pues, como les gustaría ser tratados. "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas" (Mat. 7:12).

 

4:2 Perseverad en la oración, -- (Gén. 32:26; Hech. 1:14; 2:42; 6:4; Rom. 12:12; Efes. 6:18; 1 Tes. 5:17); Luc. 11:5-13; 18:1-8). Esta exhortación viene inmediatamente después de ciertas instrucciones; la iglesia, pues, debería pedir la ayuda de Dios para que todos (maridos, esposas, padres, hijos, siervos, amos) practicaran estas enseñanzas (JM). La oración (1) es el medio de obtener para nosotros y para otros la satisfacción de las cosas necesarias, tanto físicas como espirituales; (2) es el arma contra el ataque del diablo y sus ángeles; (3) es el vehículo para la confesión de los pecados; (4) y el medio por el cual el alma agradecida ofrece su adoración espontánea delante del trono de Dios (GH).

          -- velando en ella -- La oración no es, pues, una ceremonia o formalidad. Más bien, al orar debemos estar conscientes de la seriedad que este mandamiento encierra. Debemos velar contra el desaliento o la indiferencia; Mat. 24:42; 25:13; 26:40, "¿no habéis podido velar conmigo una hora?"; Mar. 13:35; Hech. 20:31; 1 Cor. 16:13; Efes. 6:18; 1 Tes. 5:6; 1 Ped. 5:8. Nos dirigimos a Dios para ofrecerle palabras de alabanza, para darle gracias por tantos favores, para hacer súplicas por la obra del evangelio para la extensión del reino, por nosotros, por los seres queridos, por los hermanos, por los enfermos, y por todos los hombres. Al orar debemos estar pensando en los peligros espirituales que nos rodean y amenazan nuestras almas. En fin, debemos recordar cómo orar (de acuerdo con la enseñanza de Cristo y los apóstoles) y, sobre todo, pedir que se haga la voluntad de Dios. Por muchas razones, pues, es necesario velar (estar alerta) al orar.

          -- con acción de gracias; -- "sed agradecidos" (véase 3:15, notas) por todos los innumerables favores de Dios, "por todas las cosas, sean gozosas o tristes, misericordias temporales y espirituales, nacionales, familiares e individuales" (JFB). Si estamos agradecidos y siempre oramos con mucha acción de gracias, seremos motivados a cumplir con todo deber. "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias" (Fil. 4:6). "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús" (1 Tes. 5:18). Lo muy impresionante de este texto (y otros relacionados) es que en calidad de preso Pablo habla de acción de gracias.

 

4:3 orando también al mismo tiempo por nosotros, -- Rom. 15:30; Efes. 6:19; 1 Tes. 5:25; 2 Tes. 3:1, como él oraba por ellos (1:9).

          -- para que el Señor nos abra puerta (oportunidad) para la palabra, -- Desde luego, si fuera la voluntad del Señor él quería ser puesto en libertad para poder seguir haciendo viajes para predicar, pero también estando preso tenía puerta abierta y un ministerio muy exitoso (Fil. 1:12-14; 4:22). Compárense otros textos que hablan de abrirse puertas: "Se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios" (1 Cor. 16:9); "Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo ... se me abrió puerta en el Señor" (2 Cor. 2:12); "he puesto delante de ti una puerta abierta" (Apoc. 3:8).

          Si era necesaria la oración a Dios para que abriera puertas aun para el apóstol Pablo, cuánto más debemos nosotros orar que nos abra puertas para la palabra. Al mismo tiempo hay que estar alerta para aprovechar toda oportunidad.

          -- a fin de dar a conocer el misterio de Cristo (1:25-27), por el cual también estoy preso, -- Su predicación a los gentiles era la verdadera causa de sus prisiones (Hech. 21:28; 22:21, 22; 24:5, 6; 25:6-8). Aun estando preso Pablo siguió siendo el embajador de Cristo (2 Cor. 5:20): "por el cual soy embajador en cadenas" (Efes. 6:20).

 

4:4 para que lo manifieste como debo hablar. -- La palabra manifestar corresponde a la palabra misterio. El evangelio había sido un misterio antes de ser revelado (Efes. 4:3, 4). Pablo no tenía más alto concepto de sí que el que debía tener (Rom. 12:3) y, por eso, hizo esta petición. Es necesario predicar y defender la verdad con toda claridad, porque siempre habrá falsos maestros (como los de Colosas y de Galacia) que buscan la manera de pervertir el evangelio e introducir alguna hueca filosofía humana.

          Todo predicador del evangelio debe orar "para que lo manifieste como debo hablar", porque "un buen mensaje puede ser proclamado incorrectamente" (WF).

 

4:5 Andad sabiamente -- Dios nos proporciona la inteligencia y la sabiduría necesarias para evitar los lazos de Satanás (véanse 1:8, 17, 18; 3:3-5, 18; Col. 1:9, 28; 3:16; 4:5). Desde el sermón del monte (Mat. 7:24-27) hasta la conclusión del Nuevo Testamento, hay con­trastes fuertes entre lo necios y los sabios. Por lo tanto, no andéis como "anduvisteis en otro tiempo" (3:7), "como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente" (Efes. 4:17); más bien "andéis como es digno del Señor" (1:10); "andad como es digno de la vocación con que fuisteis llamados" (Efes. 4:1); "andad en amor, como también Cristo nos amó" (Efes. 5:2); "andad como hijos de luz" (Efes. 5:8). Recordemos que de antemano Dios preparó buenas obras "para que anduviésemos en ellas" (Efes. 2:10).

          Los cristianos son fervientes en espíritu (Rom. 12:11) y, por eso, condenan los vicios de los paganos (mundanos) y buscan su salvación, pero en todo esto deben andar sabiamente. "He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas" (Mat. 10:16).

          "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios" (Efes. 5:15), mirando alrededor, a todos lados. El cristiano debe tener mucho cuidado, estar alerta, y nunca descuidar sus pasos. Debe mostrar claramente que se ha des­pojado del viejo hombre, y que se ha vestido del nuevo hombre. Esto requiere diligencia. El mundo está lleno de perver­sidad. Satanás ha colocado trampas en el camino para hacernos tropezar. En la carta a los efesios (6:10-20), Pablo dice que debemos vestirnos "de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo". Dice Pedro, "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adver­sario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Ped. 5:8). En 2 Tim. 2:26 Pablo habla del "lazo del diablo" y de los "que están cau­tivos a voluntad de él". Pero afirma en 2 Cor. 2:11 que "no ignoramos sus maquina­ciones", y esto será  cierto si miramos cómo an­damos.

          -- para con los de afuera, -- Mar. 4:11; 1 Cor. 5:12, 13. Que los de afuera vean sabiduría en la vida de los santos. Los de afuera tienen mucho prejuicio contra los cristianos; que no hagamos nada, pues, que pudiera causar aun más prejuicio en contra de la verdad. Busquemos oportunidades para hacerles bien para ganar su favor.

          El buen ejemplo de los santos es de suma importancia. Los pastores (ancianos) de la iglesia guían al rebaño siendo ejemplos de la grey (1 Ped. 5:3). El evangelista de ser "ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Tim. 4:12). Al ser ejemplos para los hermanos, los pastores y evangelistas también lo serán para los de afuera. Para éstos el sermón de la vida de los hermanos lleva más peso que los argumentos que se hagan sobre la necesidad de obedecer al evangelio. A veces los miembros de la iglesia quieren atraer a la gente con argumentos, pero a veces ahuyenta a la gente con su vida (actitud, genio, habla, hechos). Los inconversos observan todo aspecto de la vida de los cristianos, algunos para saber más del evangelio y otros para buscar ocasión contra ellos. Pablo dijo que los corintios eran cartas "conocidas y leídas por todos los hombres" (2 Cor. 3:2).

          Los santos deben adornar la doctrina de Cristo con sus vidas fieles. Recuérdese Tito 2:10, "en todo adornen la doctrina". Los de afuera siempre piensan que los santos no sólo deben predicar a Cristo, sino que también deben mostrarlo. El sermón predicado por la vida del cristiano es convincente. Es posible que la hermana de "conducta casta y respetuosa" y con "espíritu afable y apacible" convierta a su marido incrédulo (1 Ped. 3:1-4), pero la palabra de Dios es blasfemada por causa de hermanas que no son "prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos" (Tito 2:5).

          Al Señor le importa mucho lo que los de afuera piensen acerca de los discípulos de Cristo.          Espera que sus discípulos tengan una actitud buena hacia los inconversos. Si no nos importa lo que la gente piense o diga de nosotros ¿cómo seremos sal o luz para ellos? Estos términos indican una influencia positiva. El Señor quiere que los de afuera tengan un concepto positivo del evangelio representado por las vidas de sus discípulos. Por lo tanto, no debemos ser indiferentes, pues, con respecto a la opinión que los del mundo tengan de nosotros. "Los hermanos, por amor, disculparán alguna acción o palabra indiscreta de un hermano en la fe; el mundo no hará excusa para el creyente. Por lo tanto, tened tanto más cuidado en vuestro trato con los del mundo para no ser un tropiezo para su conversión" (JFB). "El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros (los judíos)" (Rom. 2:24; 2 Sam. 12:14). "Procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente, para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada" (1 Tes. 4:11, 12). "Si alguno anhela obispado ... es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera" (1 Tim. 3:7). "Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?" (1 Cor. 14:23). Dios no quiere que los indoctos o incrédulos piensen que los cristianos están locos. En los primeros siglos "los de afuera" acusaban a los cristianos de ser ateístas sin patriotismo por no creer en los ídolos oficiales del gobierno; por eso, Pedro dice, "manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación al considerar vuestras buenas obras" (1 Ped. 2:12).

          -- redimiendo el tiempo. -- es decir, aprovechando la oportunidad. El tiempo pasado no puede ser redimido como si fuera un aparato electrónico empeñado. El tiempo perdido está perdido para siempre. Más bien, la expresión quiere decir "aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos" (Efes. 5:16), "aprovechando cada oportunidad" (VM). Pablo emplea la figura de los comerciantes que observan bien el mercado, para saber el momento más oportuno para comprar y vender. Somos mayordomos de todo lo que Dios nos da, y no hay otra bendición más grande que el tiempo mismo. Tendremos que dar cuenta a Dios en cuanto a su uso. Nos da tiempo para toda actividad nece­saria, pero es necesario ser prudentes y no necios en la administración de esta bendi­ción. La oportunidad perdida nunca se recobrará. Tiempo es vida; no debemos desperdiciarlo.

          La oportunidad no se encuentra sólo en alguna circunstancia especial, sino en las actividades normales de la vida diaria, porque el cristiano siempre puede tener una influencia positiva sobre otros (es decir, enseñarles con el ejemplo bueno) y frecuentemente se abre una puerta para enseñar con palabras también.

          Jesús es nuestro ejemplo perfecto en el buen uso del tiempo. Mar. 1:21-34 relata los eventos de un solo día en su vida. El eterno Señor estaba muy consciente de la brevedad del tiempo (véanse Luc. 13:32, 33; Jn. 7:33 "un poco de tiempo estaré con vosotros"; 13:33 "aún estaré con vosotros un poco"). Era diligente en aprovechar cada minuto de su vida.

          Dice Pablo que "el tiempo es corto" (1 Cor. 7:29), y que no debemos dejar que nada (ni familia, ni lágrimas, ni alegría, ni comercio ni otro interés terrenal) nos estorbe, espiritualmente hablando. El tiempo es el haber más valioso que el hombre posee. El tiempo es vida, es riqueza. Todo hombre vivo es hombre rico, porque el tiempo mismo es su capital más importante. Es capital que se puede invertir para el bien eterno. El tiempo es sumamente valioso. Mídase con reloj o con almanaque o como uno quiera, pero siempre es precioso.

          Para no desperdiciar el tiempo debemos or­ganizarnos; es decir, formular un plan u horario (aunque sea algo flexible) para que podamos programar todas las actividades cotidianas, pero sin descuidar lo más importante. Como proponemos en el corazón lo que ofrendaremos, de la misma forma debe­mos proponer en el corazón con respecto a la administración sabia del tiempo, siempre buscando primeramente el reino de Dios.

          Los predicadores que reciben salario para dedicarse tiempo completo a la obra están en gran peligro de desperdiciar el tiempo. Somos más o menos independientes, porque no tenemos horas fijas para el trabajo (excepto el horario para los servicios y clases), y son contadas las igle­sias que exigen mucho del predicador (pero Dios lo sabe todo). Por lo tanto, se requiere mucho dominio propio y mucha disciplina de sí mismo, para hacer uso sabio del tiempo. Debemos estudiar dili­gentemente para preparar buenos temas y buenas clases, arreglar estudios en los hogares, y ser diligentes en programar todo el tiempo que debe ser dedicado a la obra.

          También debemos apartar tiempo ade­cuado para la familia. Hay predi­cadores que han hecho una gran obra evangelizando que han perdido a sus hijos.

          "Porque los días son malos" (Efes. 5:16). Había severas persecuciones bajo el emperador romano Nerón en la década de los sesenta (d.C) y en el año 70 Jerusalén fue sitiada y destruida. La única espe­ranza para el mundo era el evangelio puro. Es importante agregar que el "evangelio social" del mundo sectario, y que es cada vez más popular entre los hermanos liberales, no tiene ningún poder ni para corregir la maldad del mundo, ni mucho menos para salvar almas.

 

4:6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, -- "cantando con gracia," 3:16. "A fin de dar gracia a los oyentes" (Efes. 4:29). "Palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros" (Tito 2:8). La conversación de los mundanos es corrupta (Efes. 4:29), violenta y está llena de palabras que excitan las pasiones carnales. El cristiano es conocido por su habla. Los que son de la carne (los que son del mundo) "piensan en las cosas de la carne" (Rom. 8:5) y "hablan del mundo" (1 Jn. 4:5), pero la palabra de los verdaderos cristianos es siempre con gracia porque imitan a Cristo: "Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca" (Luc. 4:22).

          -- sazonada con sal -- Mar. 9:50. Al predicar la palabra y al platicar de las verdades bíblicas nuestra palabra estará "sazonada con sal". Si nuestra palabra está sazonada con sal, (1) no hablaremos palabras corrompidas: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la nece­saria edificación a fin de dar gracia a los oyentes" (Efes. 4:29); (2) tampoco hablaremos "palabras deshonestas", obscenidades, palabras vergonzosas, palabras o expre­siones contrarias al pudor y decencia; (3) ni necedades; (4) ni truhanerías, groserías, disparates, decir bu­fonadas, burlarse de la modestia, la castidad y toda cosa vir­tuosa (Efes. 5:4).

          Ahora cada vez más se están acep­tando las palabras más corrompidas en las con­versaciones ordinarias. Hay muchas pala­bras que se oyen ahora en la televisión, en las canciones populares, se leen en los periódicos y re­vistas, y se oyen en conversaciones que hace quince o veinte años nunca se pronunciaban en público, mucho menos delante de las damas y los niños. Como Pablo bien dice, "irán de mal en peor" (2 Tim. 3:13).

          La degeneración es muy precipitada. Un fenómeno sobresaliente en nuestra época es el llamado "concierto" de la "música" rock and roll. En estos hay de­mostraciones exageradas de la dege­neración. Las emociones de rebelión, de frustración, y de pura malicia se expresan a rienda suelta. Las canciones y todo el lenguaje de los participantes son total­mente corruptos, como también sus gestos que reflejan su identidad con lo oculto y satánico. "Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza" (Efes. 4:19).

          Hay otra especie de "groserías" que son sumamente populares. Se trata del lenguaje de doble sentido, de indirectas o sugerencias vulgares. Las llamadas "comedias" de la televisión moderna se basan en gran parte en este tipo de lenguaje. Lo que no es abiertamente vulgar, pero sutilmente siguiere lo sucio o sensual, ya no se considera gracioso ni de buen gusto. Es como el caso de las novelas de la televisión; si no están repletas de sensualidad, violencia, intriga y traición, etc. no son populares.

          ¿Cómo se puede corregir este problema de hablar palabras corrompida? Limpiar el corazón. "Porque de la abundancia del corazón habla la boca" (Mat. 12:34). Las palabras corrompidas que salen de la boca indican que el corazón (el carácter) es corrupto. "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas" (Mat. 12:35). Véanse también Mat. 15:18,19; Mar. 7:21-23; Prov. 4:23 (del corazón mana la vida").

          La lengua es una fuerza tremenda para bien o para mal. Se usa la lengua para predicar, para enseñar, para exhor­tar, para amonestar y para alentar, pero también se usa para destruir con mentiras, con chismes y con toda clase de ataque contra la persona de otros (Sant. 3:3-12). Hay muchos textos en Proverbios que nos instruyen sobre el uso correcto de la lengua.

          -- "sino antes bien acciones de gracias". -- ¿Qué relación tiene la gratitud con las palabras deshonestas? Las personas que usan las palabras deshonestas son personas ingratas que no quieren "tener en cuenta a Dios" (Rom. 1:28). Obsérvese esto en 2 Tim. 3:2 "blasfemos, desobe­dientes a los padres, ingratos, impíos ..."

          -- para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. -- 1 Ped. 3:15;

 

4:7 Todo lo que a mí se refiere, -- La predicación del evangelio (compárese Hech. 28:23, 30, 31), el sufrimiento, la oposición de los judaizantes, el éxito entre los gentiles (aun entre los de la casa de César, Fil. 4:22).

          -- os lo hará saber Tíquico (Hech. 20:4; Efes. 6:21, 22; 2 Tim. 4:12; Tito 3:12), amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor, (compárese 1:7, la descripción de Epafras) -- Todos los hermanos fieles querían saber de Pablo (compárese Fil. 1:12); Tíquico podría explicar cualquier pregunta o duda que tuvieran acerca de él. La Biblia no explica acerca de la preparación académica o de los talentos de estos compañeros de Pablo (Tíquico, Epafras, Aristarco, Marcos, Justo, Lucas, Arquipo), pero es muy obvio que eran personajes de suma importancia en la obra. Eran hermanos confiables, dedicados al servicio del Señor, ayudando a Pablo en el ministerio. Se requería valor para ser amigos de Pablo, pues él no andaba de vacaciones en Roma. De hecho él se refiere a Aristarco (4:10) y a Epafras (Filemón 23) como sus compañeros de prisiones.

 

4:8 el cual he enviado a vosotros para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, (nuestras circunstancias, LBLA); "las cosas que nos atañen" (ATR). -- Las cartas de Pablo contienen detalles limitados acerca de su vida personal, pero sus compañeros podían suplir toda la información necesaria. Aunque nos gustaría saber todos estos detalles de la vida de Pablo, será necesario esperar hasta que podamos preguntarle personalmente.

          -- y conforte vuestros corazones, -- Compárese Fil. 1:12-14.

 

4:9 con Onésimo (Filemón 10), amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. -- La carta de Pablo a Filemón, miembro de la iglesia de Colosas, explica acerca de Onésimo, un esclavo fugitivo de Filemón. Habiendo dejado a Filemón y huido a Roma, Onésimo fue convertido por Pablo quien lo envía de vuelta a su amo. También envió la carta que ha formado parte del Nuevo Testamento, en la cual Pablo exhortó a Filemón que aceptara a Onésimo como un hermano en Cristo. "Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado" (Filemón 15, 16). En esta carta (Col. 4:9) Pablo se dirige a la iglesia (de la cual Filemón era un miembro) para dar apoyo a Onésimo, no llamándole "Onésimo el esclavo fugitivo", sino "Onésimo, amado y fiel hermano" (WB). Dice que "es uno de vosotros" para hacerles pensar en el "privilegio para la iglesia en Colosas de dar una apropiada bienvenida a este esclavo convertido que volvía y para que lo trataran como hermano, como Pablo argumenta en su carta a Filemón" (ATR). Es probable que la preservación de la carta a Filemón sea una evidencia de que Onésimo fue recibido por Filemón. El nombre Onésimo significa útil; "en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil" (Filemón 11).

          -- Todo lo que acá pasa, os lo harán saber. -- Esto indica la confianza que Pablo tenía en Onésimo, pues junto con Tíquico les podría dar un reporte confiable acerca de las actividades de Pablo.

 

4:10 Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, -- Hech. 19:29; 20:4; 27:2; Filemón 23, 24. Aristarco, de Tesalónica, fue el compañero íntimo de Pablo por mucho tiempo antes y después de su llegada a Roma. Es muy posible que él haya sido prendido por las autoridades de Roma por causa de su asociación con Pablo. Algunos creen que él aceptó el encarcelamiento para estar con Pablo y servirle, pero es posible que se refiera al encarcelamiento espiritual (compárese Fil. 2:25, Epafrodito, su compañero de milicia).

          -- y Marcos el sobrino (anepsios, primo, LBLA) de Bernabé, -- "En fecha muy posterior este término vino a ser empleado de ‘sobrino’, pero es evidentemente ‘primo’ aquí, y comúnmente así en los papiros" (ATR). Al escribir Hechos de los Apóstoles Lucas se refiere a Juan Marcos la primera vez en 12:12; entonces dice que cuando Pablo y Bernabé fueron a Antioquía de Siria llevaron también consigo a Marcos. En Hech. 13 Lucas registra el primer viaje hecho por Pablo y Bernabé para llevar el evangelio a varios países. Dice el versículo 13, "Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros, arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan (Marcos), apartándose de ellos, volvió a Jerusalén". Entonces en Hech. 15:36-41 explica que cuando Pablo y Bernabé planeaban emprender su segundo viaje, "Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra". Este texto nos ayuda a entender en parte por qué Bernabé insistiera en que Marcos les acompañara (puesto que era su pariente), pero recuérdese cómo Bernabé apoyaba a Saulo de Tarso cuando otros hermanos desconfiaban de él (Hech. 9:27). A consecuencia del desacuerdo entre Pablo y Bernabé con respecto a Marcos, "se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas ... pasó por Siria y Cilicia".

          En este texto (Col. 4:10), pues, nos da gusto ver que Pablo haya aceptado a Marcos otra vez como un hermano fiel. Véanse también Filemón 24; 2 Tim. 4:11. El apóstol Pedro habla de Marcos como "mi hijo" (1 Ped. 5:13). Algunos creen que de Pedro Marcos obtuvo muchos de los detalles acerca de Cristo y su ministerio para escribir el Evangelio según Marcos.

          Marcos bien ilustra la importancia de arrepentirse y aprovechar la segunda oportunidad. También es un ejemplo de no dejar que los problemas y obstáculos nos desanimen. Marcos cometió un error, pues "no había ido con ellos a la obra" (Hech. 15:38), pero pronto se arrepintió y estaba listo y dispuesto a salir otra vez. Entonces se enfrentó a un obstáculo grande: Pablo no tenía confianza en él. Muchos hubieran dicho, "Bueno, si Pablo no tiene confianza en mí, me retiro y problema resuelto". También el fuerte desacuerdo entre Pablo y Bernabé acerca de él hubiera desanimado a muchos hermanos. El pudiera haber dicho, "No quiero ser la causa de problemas entre ustedes dos. Sigan con sus planes y ya no se preocupen por mí". También pudiera haber dicho, "Bueno, si no tienen confianza en mí, me quedo aquí en Jerusalén, haciendo obra personal, ayudando en la obra local, etc. para estar a prueba, y entonces vuelvan a tener confianza en mí". Pero eso no era la mentalidad de Marcos.

          A pesar de todo obstáculo y sin buscar salidas, ¿por qué persistió Marcos? ¿Por qué aceptó ir con Bernabé aunque tuviera que salir sin la confianza y aprobación de Pablo? Simplemente porque estaba bien resuelto a servir al Señor, predicando el evangelio en campos nuevos. No era de doble ánimo. Quería ir y estaba resuelto a ir aunque desagradara al gran apóstol Pablo.

          De esa manera se restableció completamente en la obra y incluso volvió a gozar de la completa confianza de Pablo en él. También gozaba de la confianza de Pedro, pero ¿quién más que Pedro podría apreciar la importancia de la segunda oportunidad? ¡Qué buen ejemplo nos es Juan Marcos cuando tropezamos o cuando nos desanimamos!

          -- acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle; -- De alguna forma Pablo ya les había hablado de Marcos.

 

4:11 y Jesús, llamado Justo; que son los únicos de la circuncisión que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo (paregoria, palabra encontrada frecuentemente en los escritos médicos, de la cual viene la palabra paregórico, que durante la niñez de este servidor se usaba comúnmente para el cólico en niños).

          Dice Pablo que estos tres eran los únicos hermanos judíos que le acompañaban. Los hermanos mencionados en 4:12, 14 eran gentiles.

 

4:12 Os saluda Epafras (1:7), el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, -- Este hermano les había predicado el evangelio (1:7), y siendo, "uno de vosotros", se preocupaba mucho por ellos. Según Filemón 23 Epafras era "mi compañero de prisiones por Cristo Jesús".

          -- siempre rogando encarecidamente (esforzándose intensamente, LBLA) por vosotros en sus oraciones (1:29; 2:1; Rom. 15:30) para que estéis firmes, perfectos (1:28, notas; 1 Cor. 2:6, 7, madurez) y completos (con "pleno entendimiento", 2:2) en todo lo que Dios quiere (1 Tes. 5:18, "esta es la voluntad de Dios"). -- La gran necesidad de toda iglesia es la madurez. Todos quieren que sus hijos crezcan y se desarrollen física y mentalmente y, de la misma manera, Dios quiere que sus hijos crezcan y se desarrollen espiritualmente. Esto requiere el crecimiento en "pleno entendimiento", en convicción (Efes. 4:14), en espiritualidad (Gál. 6:1) y en su capacidad para servir a Dios y llevar a cabo su obra.

 

4:13 Porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por vosotros (Fil. 2:20), y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis -- Los hermanos de esta ciudad no habían visto el rostro de Pablo (2:1). Parece que Epafras había evangelizado estas ciudades y todas estaban en peligro de caer en la herejía que Pablo combate en esta carta.

 

4:14 Os saluda Lucas el médico amado -- Aquí aprendemos el oficio o profesión de Lucas. Esto está confirmado por su uso de términos médicos (Luc. 4:38, 39; 8:43). Lucas fue el autor del Evangelio según Lucas y Hechos de los Apóstoles. Los dos libros fueron enviados al mismo hombre (Luc. 1:1-4; Hech. 1:1, 2). Cuando Pablo escribió esta carta, estuvieron con él dos hermanos (Marcos y Lucas) que escribieron relatos de la vida y ministerio de Jesús.

          Lucas viajaba con Pablo. Aprendemos esto porque al escribir Hechos algunas veces usó la primera persona del plural nosotros. En Troas en el segundo viaje (Hech. 16:8-10) él dice, "procuramos partir"; en Hech. 20:5, 6 dice "nos esperaron" y "navegamos". Estuvo con Pablo en el viaje a Roma (Hech. 27:2, "embarcándonos"). Aparte de Col. 4:14 y Filemón 24, también dice a Timoteo (2 Tim. 4:11), "Sólo Lucas está conmigo". "Parece cierto que Lucas se encargaba de la salud de Pablo y que Pablo lo tenía en gran estima" (ATR). Esto tuvo que haber sido de mucha importancia para Pablo si "el aguijón" en su carne (2 Cor. 12:7) era una enfermedad física.

          -- y Demas -- Aquí y en Filemón 24 Demas se menciona como uno de los compañeros de Pablo, y bien podría haber sido recordado como otro Bernabé, o Timoteo, o Tito o Tíquico (WF), pero después Pablo dice, "Demas me ha desamparado, amando este mundo" (2 Tim. 4:10). Este es uno de los textos más tristes de la Biblia. Lamentablemente no hay texto que hable de su arrepentimiento y restauración. Nos extraña que algún hermano pudiera asociarse por algún tiempo con el apóstol Pablo y luego desampararle para ir al mundo (pero, desde luego, aun más extraño es el caso de Judas). Aun aquí en este texto (Col. 4:14) Pablo no describe a Demas como "amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor" (4:7). ¿Ya habría perdido algo de su fe? "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Cor. 10:12).

 

4:15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, -- Debe haber mucho amor entre las iglesias fieles. Es muy sana (bíblica) la práctica de muchas iglesias de enviar y recibir saludos las unas de las otras. Toda iglesia es autónoma e independiente, pero hay lazos fuertes en Cristo, y debe haber cooperación bíblica: p. ej., muchas iglesias enviaron fondos para los santos pobres de Jerusalén. Es muy necesario, sin embargo, que se practique la cooperación y no la centralización. Cuando alguna iglesia se establece como "iglesia patrocinadora" para recibir los fondos de otras iglesias para que los "ancianos patrocinadores" se encarguen de la administración de los fondos, ya no se practica la cooperación sino la centralización. Hay mucha diferencia entre las dos cosas. La práctica de la centralización significa que alguna iglesia se ha exaltado y que las demás se han sometido a ella. Los hermanos liberales vehementemente niegan esto, diciendo que todas las iglesias siguen iguales y autónomas, pero donde hay agencia hay subordinación. Que se evite, pues, toda clase de distinción entre iglesias, para que siempre exista el amor y respeto mutuos.

          -- y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa -- ¿Ninfas es nombre masculino o femenino? La traducción castellana no tiene que determinar el sexo del nombre, porque el pronombre su es ambigua. La traducción inglesa tiene que decir his o her. "Numphan. Es un nombre masculino si autou (su) es genuino ... pero numpha (femenino) si la verdadera lectura es autes" (ATR). Es cuestión de manuscritos.

          Varias textos hablan de iglesias que se reunían en las casas de los hermanos: Rom. 16:5, 23; 1 Cor. 16:19; Filemón 2. Al principio toda iglesia puede reunirse en la casa de algún hermano -- y muchísimas iglesias lo han hecho y lo hacen -- hasta que crezca en número y necesite un sitio más amplio. Al crecer la iglesia en número, la ofrenda también debe aumentar para que la iglesia pueda alquilar o comprar un sitio adecuado. Los edificios construidos o comprados por las iglesias son una gran bendición, pero también en muchas partes han sido una maldición, porque muchísimas iglesias se dividen, y es entonces cuando empieza la pelea por el edificio. Las iglesias que se reúnen en las casas de los hermanos no tienen este problema, porque la casa no pertenece a la iglesia.

          Muchos de los que se interesan por la obra de evangelización en otras partes están dispuestos a ayudar a los evangelistas y también a los hermanos pobres, pero no quieren ayudar en la compra o construcción de sitios de reunión, porque creen que cada iglesia debe valerse por sí misma para adquirir un lugar propio donde reunirse, y también por causa de tantas divisiones.

 

4:16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, -- Compárese Apoc. 1:3; 1 Tes. 5:27; 2 Ped. 3:15, 16; las cartas de los apóstoles se leían en las asambleas, lo cual sería una maravillosa práctica hoy en día porque (1) hay analfabetos en las iglesias; (2) aunque los miembros tengan Biblias, ¿cuántos hermanos leen estas cartas apostólicas? (3) parece que algunos hermanos piensan que si están en el púlpito con la Biblia en la mano y están hablando, por eso están predicando y enseñando, pero en realidad la lectura de las cartas apostólicas en el culto sería mejor que muchos de los sermones que se predican, porque la mayoría de ellos son temas que contienen muchas palabras del predicador y muy poca Biblia. Es trágico que alguna congregación se reúna para oír la Palabra de Dios y después del servicio se despida y vuelva a sus hogares, habiendo oído muy poca Biblia.

          -- haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, -- La carta dejada con ellos. Algunos hablan de los libros "perdidos" de la Biblia y citan este texto, pero este texto no tiene nada que ver con un libro perdido (o carta perdida). Toda verdad contenida en la carta de los laodicenses se encuentra en los otros libros del Nuevo Testamento. La verdad (todo el consejo de Dios, Hech. 20:20, 27) fue predicada (y escrita) repetidas veces. Hechos de los Apóstoles registra algunos de los sermones de los apóstoles, pero ¿quién cree que todos los sermones predicados por ellos están escritos en el Nuevo Testamento? Lo importante es que toda la verdad está escrita en el Nuevo Testamento (Jn. 16:13; 2 Ped. 1:3).

          -- y que la de Laodicea la leáis también vosotros. -- Es decir, que cada iglesia lea todos los escritos apostólicos disponibles. Ahora hay 21 epístolas inspiradas para la lectura de los santos, pero éstas no alimentan a nadie a menos que se lean, se estudien y se prediquen.

 

4:17 Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor. -- Esto suena como la exhortación de Pablo a Timoteo: "Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos" (1 Tim. 4:15); "haz obra de evangelista, cumple tu ministerio" (2 Tim. 4:5). Tales exhortaciones no significan que Arquipo y Timoteo descuidaran su ministerio, sino que son consejos prácticos para todo predicador en todo momento.

          El no estaba sólo en el ministerio de la iglesia, sino que recibió este ministerio "en el Señor".

 

4:18 La salutación de mi propia mano, de Pablo -- Estas palabras indican que Pablo había dictado la carta y que otra persona la había escrito. Compárense Rom. 16:22; 1 Cor. 16:21; 2 Tes. 3:17. "Que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra" (2 Tes. 2:2); la firma de Pablo era necesaria, pues, para autenticar la carta como de él.

          -- Acordaos de mis prisiones. -- Hech. 28:20; Efes. 3:1; 4:1; 6:20;  Fil. 1:7; 2 Tim. 1:8; Filemón 9, 10, 13;

          -- La gracia sea con vosotros -- "Si el favor de Dios está con nosotros, ¿qué otra cosas podemos pedir en esta vida o en el mundo venidero?" (WF). 2 Cor. 13:14; 1 Tim. 6:21; 2 Tim. 4:22). Amén.

          Al escuchar la lectura de esta carta en la reunión, ¡qué tesoro tan rico recibieron los colosenses! Habían meditado sobre la preeminencia de Cristo (1:18): "El es la imagen del Dios invisible" (1:15); "en él fueron creadas todas las cosas" (1:16); "en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (2:9). Cristo es la cabeza del cuerpo que es la iglesia (1:18, 24) y "estáis completos en él" (2:10).

          Por lo tanto, "andad en él; arraigados y sobreedificados en él" (2:6, 7); no sean movidos por la hueca filosofía de los hombres (2:8); no se sometan a los reglamentos humanos con respecto a comida, bebida, días festivos y reglas ascéticas.

          Más bien, "Buscad las cosas de arriba" (3:1); "haced morir lo terrenal en vosotros" (3:5) y "Vestíos" de misericordia, de benignidad, etc. (3:10-14; 4:1-6); "y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones" (3:15); "La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros ... cantando con gracia" (3:16); que respeten el orden divino en el hogar (3:18-21); y que los siervos y amos se sujeten a un plan nuevo para ellos (3:22 - 4:1).

          ¡Imagínese el impacto que tuvieron estas palabras divinas sobre la congregación! ¡Cuán motivados pudieron haber quedado los santos de Colosas, tanto que aunque la reunión terminara, pudieron haber seguido platicando de estas preciosas verdades que transforman!

 

* * * * * * * * * *

 

 

 

 

 

Al Estudio Anterior: Notas sobre Colosenses - Capítulo 3
Comentarios Index
Al Siguiente Estudio: Notas sobre 1 y 2 Tesalonicenses - Introducción