II. La sanidad divina.

A. La proposición:

       1. Todos admitimos que Cristo y los apóstoles hacían milagros.

       2. No es cuestión de poder de parte de Dios.

       3. No es cuestión de oración por los enfermos.

       4. No es cuestión del carácter de Dios.

       5. Estamos de acuerdo en que Dios tiene parte muy especial y esencial en la sanidad.

       6. Los testimonios de sanidad de los hombres no pueden servir como factor en este estudio. (La verdad no es determi­nada por testimonios contradictorios de hombres, sino por la Palabra de Dios, Jn. 17:17).

       7. La cuestión fundamental: ¿Enseña la Biblia que los mila­gros (no de sanidad solamente sino de cualquier clase) y los dones espirituales iban a continuar hasta el fin del mundo, o solamente hasta el fin de la época apostólica?

 

B.- Unos pasajes que deben estudiarse bien:

       1. Heb. 13:8. Este texto trata del carácter de Cristo, y no de sus medios para hacer las cosas.

      2. Mat. 28:20. Este texto no dice nada acerca de milagros. Cier­tamente El está con sus apóstoles hasta la fecha (por medio de las escrituras de los apóstoles).

      3. Isaías 53:4,5. De este pasaje muchos concluyen que la sanidad del cuerpo es parte integral de la expiación o propiciación de Cristo, tanto como de la salvación del alma.

      (a)- Mat. 8:16,17 es el cumplimiento de Isa. 53:4; pero Isa. 53:5 es citado por Pedro (1 Ped. 2:24) después de la crucifixión. Isa. 53:5, la última parte, dice "Y por su llaga fuimos nosotros cu­rados". Este pasaje no se refiere, como muchos afirman, a la cu­ración del cuerpo físico, y en conexión con los milagros de Cristo (Mat. 8:16-17). El versículo 5 no es citado en Mateo (sino sola-mente el 4). Pero Pedro aplica el versículo 5 a la muerte de Cristo (1 Ped. 2:24).

      (b)- La expiación, la reconciliación, la propiciación, estas palabras todas tratan del efecto redentor de la muerte de Cristo. 1 Ped. 2:24; 1 Jn. 2:2; Heb. 9:26-28; 10:10-12. Tuercen las Escrituras los que dicen que la propiciación de Cristo incluye la sanidad física de todo creyente.

       (c)- Cristo no murió por nuestras enfermedades físicas. Murió en expiación por el pecado. Isa.. 53:10; 1 Cor. 15:3; 1 Ped 1:18,19; Heb. 9:26-28; 10:10-12.

      (d)- Esta doctrina falsa enseña que todo creyente debe es­perar la sanidad de su cuerpo enfermo. ¿Qué tal Pablo? 2 Cor. 12: 8,9; ¿Timoteo? 1 Tim. 5:23; y ¿Trófimo? 2 Tim. 4:20. ¿No eran ellos creyentes? ¿No estaban reconciliados con Dios?

      (e)- Si Cristo murió para salvar el alma y también para sanar el cuerpo, ¿cae de la gracia el creyente que se enferma?

      (f)- La consecuencia completamente antibíblica de esta doc­trina es que en todo caso la enfermedad del individuo es causada por el diablo.

 

C.- ¿Por qué solamente el milagro de sanidad?

       1.- Marcos 16:17-20 menciona otras señales aparte de sanar en­fermos (tomar en las manos serpientes, beber cosa mortífera sin que cause daño, hablar lenguas desconocidas).

       2.- Mateo 10:5-8. Cristo mandó a los apóstoles en esta forma: "sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios". ¿Se levantan muertos hoy? ¿Por qué no? ¿Hablan los "curanderos" nuevas lenguas, lenguas que nunca estudiaron? (Hech. 2:8).

 

D. ¿Se incluye el cuerpo físico en la propiciación de Cristo?

       1.- Definición de la palabra "propiciación": quiere decir ex­piación, satisfacción, u ofrenda favorable. Lleva la idea de miseri­cordia, pues el sacrificio de Cristo en la cruz da ocasión a Dios de mostrar misericordia al pecador. Ahora Dios le puede cubrir sus pecados.

       2.- Si se incluye el cuerpo en la propiciación, entonces:

       (a)- el cuerpo es sanado cuando el alma es perdonada.

       (b)- el alma no es perdonada hasta que el cuerpo sea sanado.

       (c)- el cuerpo defectuoso indica una alma pecaminosa.

       (d)- las enfermedades e imperfecciones del cuerpo son el resultado del pecado.

       (e)- son cristianos solamente los perfectos de salud.

       3.- La profecía --- el cumplimiento

       -- Isa. 53:4 el cuerpo --- Mat. 8:17

       -- Isa. 53:5 el alma --- 1 Ped. 2:24

 

E.- Textos de prueba examinados.

Marcos 16:8-20

       1. El Orador – Jesús.

       2. Los oyentes --- los apóstoles

       3. El tema --- la incredulidad, la gran comisión y las creden­ciales

       4. Las limitaciones --- la fe

       5. Las credenciales --- cinco señales

       6. El resultado --- Mar. 16:20; Heb. 2:4, Rom. 10:16-18

 

       Nótese: El pasaje arriba mencionado (Marcos 16:8-20), ilustra la verdad de que Cristo se dirigió, no a todo cristiano, sino a sus apóstoles solamente, amonestándoles a causa de su incredulidad. Con tal que tuvieran fe, les seguirían esas señales. Este texto no trata de otra cosa.

      ¿A quiénes fueron prometidas estas señales (milagros)? No a todos los que profesan ser "creyentes".

      1. A los apóstoles (los versículos 14,15,19,20). Cristo se dirigía directamente a ellos. Les había reprochado por su incredulidad respecto a Su resurrección (el versículo 14). Tendrían que creer para que Dios obrara por ellos en las referidas señales.

      2. A otros, porque Cristo cambia de la segunda persona plural (vosotros) a la tercera plural (a los que creen).

      (a)- ¿Quiénes son estos creyentes? No todo creyente recién bautizado. En Hechos 8:12 vemos que hombres y mujeres de Samaria creyeron y fueron bautizados, pero que por un tiempo no habían recibido el Espíritu Santo (los versículos 15-17). Habían recibido el "don del Espíritu Santo" fueron bautizados en agua (2:38), pero solamente por la imposición de manos apostólicas "se daba el Espíritu Santo" (8:18). (El "don del Espíritu Santo" no es, pues, la misma cosa que "dones espirituales").

      (b)- La frase "a los que creen" se limita a cristianos sobre los cuales los apóstoles impusieron las manos para impartirles dones. Véanse también Hechos 19:1-6 y 2 Timoteo 1:6. Esto fue por un tiempo limitado y según el propósito de los milagros; a saber, la confirmación de la Palabra que estaba siendo revelada (Marcos 16:20).

      (c)- Sin la imposición de manos apostólicas, los samaritanos, los efesios, y Timoteo, nunca habrían recibido estas señales.

      (d)- Estas señales no fueron prometidas a todo creyente en todo tiempo. La prueba está en la sencilla observación de que todo creyente hoy en día no las puede hacer. Ni todo pentecostal afirma que puede hacer las cinco señales, y muchos de éstos no profesan tener ninguna de ellas; no obstante, afirman que son creyentes.

      (e)-Si una de estas señales (el hablar nuevas lenguas) es para todo creyente en todo tiempo, entonces son para él ¡todas estas señales! ¿Es justo con este pasaje el glosólogo? Los glosólogos tienen reuniones para ejercer el don de "nuevas lenguas"; ¿por qué no las tienen para el don de "beber cosas mortíferas"?

      (f).- Estas señales eran para confirmar la Palabra (el ver­sículo 20). Cuando la Palabra fue confirmada, entonces estas señales cesaron. Cristo prometió ayudar a los apóstoles con estas señales "en todas partes" (el versículo 20); el evangelio llegó a predicarse "en toda la creación debajo del cielo" (Colosenses 1:23). Para entonces ya no eran necesarias las señales, pues ya habían confirmado la Palabra en todas partes.

 

Hebreos  13:8.
¿Ha cambiado Dios?

      1. El hombre fue hecho de polvo.

      2. El maná del cielo.

      3. Ananías y Safira.

      4. La murmuración de María.

      5. La murmuración de Israel.

      6. El Antiguo y El Nuevo Testamentos.

      Con respecto a Hebreos 13:8, debemos tener presente que Dios ha cambiado Sus medios de tratar las cosas, aunque Su carác­ter no ha cambiado. Por ejemplo: (1) Dios en el principio hizo al hombre del polvo, pero no lo hace de la misma manera hoy en día; (2) los mentirosos Ananías y Safira fueron muertos instantáneamente, pero hoy no es así con todos los mentirosos; hágase la misma aplicación a las demás cosas mencionadas arriba.

 

F.- Silogismos.- (El silogismo es un "Argumento que consta de tres proposiciones: la mayor, la menor y la conclusión, deducida la úl­tima de la primera por medio de la segunda. Ej.: Todos los hom­bres son mortales (mayor), tú eres hombre (menor), entonces, eres mortal (conclusión)".

      Por ejemplo:

      1. 2 más 2 equivalen a 4 --- verdad.

      2. 3 más 1 equivalen a 4 --- verdad.

      3. 2 más 2 equivalen a 3 más 1 --- verdad.

      Proposiciones de la misma clase dan como resultado una con­clusión de la misma clase:

      1.- Dios hizo al hombre del polvo – verdad

(manera).

      2. Dios no cambia --- verdad (carácter).

      3. Por lo tanto, el hombre es hecho del polvo hoy en día ---falso.

      Aunque la proposición mayor y la menor son de verdad, la con­clusión es falsa, porque tratan de dos cosas distintas: tratan de manera y de carácter.

      En esto se ve la astucia de ciertos "argumentos".

      1. Nada hay imposible para Dios – verdad (poder).

      2. Dios puede hacer hombres de las piedras (Mat. 3:9) ---verdad (poder).

      3. Conclusión: Dios hace hombres de las piedras hoy --- falso (promesa).

      La conclusión es falsa porque trata de promesa (Dios no promete hacer tal cosa), mientras que la proposición mayor y la menor tratan de poder. Tiene poder para hacerlo pero no es su voluntad.

      1. Dios no cambia – verdad (carácter).

      2. Dios hacía milagros en tiempos bíblicos – verdad (medios).

      3. Dios hace milagros en la actualidad – falso.

      ¡Podemos ver que la conclusión es falsa! Esta es la manera de argumentar de las personas que afirman la doctrina de la sanidad divina. Si la conclusión del último silogismo es verdad, también son verdad las conclusiones de los silogismos anteriores.

 

G. Referente a los milagros de Cristo:

      1. La autoridad para ellos era Dios. Hech. 10:38.

      2. Las condiciones eran varias.

       (a)- la fe del paciente --- Mat. 9:27-30.

       (b)- la fe de otros --- Mat. 9:1, 2; 8:5-13.

       (c)- ninguna fe --- Jn. 11:43,44.

       3.- Ellos mostraron poder sobre:

       (a)- la naturaleza – Luc. 4:30; Mat.8:23-27.

       (b)- las enfermedades --- Mat. 8:14,15; 12:10-13; Luc. 22:50,51.

       (c)- los demonios --- Mat. 8:16.

       (d)- la materia --- Mat. 15:32-38.

       4.- Su propósito era:

       (a)- probar la divinidad de Jesús -- Hech. 2:22.

       (b)- probar Su poder --- Mat. 9:1-6.

       (c)- Producir fe --- Jn. 20:30, 31.

 

H.- Referente a los milagros de los apóstoles.

       1.- La autoridad para ellos era Cristo --- Mar. 16:8-29; Mat. 10:1-8.

       2.- La condición era: la fe de los apóstoles, nada más -- Mat. 17:14-20; Mar. 16:8-20; Hech. 3:1-16.

       3.- Ellos mostraron poder sobre:

       (a)- los demonios --- Mat. 10:1-8 (también sobre enfermos y la muerte)

       (b)- el estado de otro --- Hech. 5:1-10; 13:6-12.

       (c)- la naturaleza --- Mar. 16:17-20; Hech. 28:1-5.

       4.- Su propósito era:

       (a)- servir de credenciales de autoridad – Luc. 24:47-49; Hech. 1:8.

       (b)- indicar la inspiración del mensaje - Jn. 14:26; 16:13-15.

       (c)- dar testimonio --- Jn. 15:26, 27; Hech. 1:8; 2:1-4.

       (d)- confirmar la palabra --- Mar. 16:20; Heb. 2:1-4.

       (e)- producir fe --- Hech. 13:9-12.

       5.- Iban a cesar --- 1 Cor. 12:31; 13:8-13; Ef. 4:11.

 I - Referente a los milagros de la iglesia primitiva.

       1.- La autoridad para ellos era la imposición de manos de los apóstoles. -- Rom. 1:11; Hech. 8:13; 19:6.

       2.- El requisito para hacerlos era la fe de los obreros -- Hech. 6:6-8; 8:6; 7:13; Ef. 4:11-16; 1 Cor. 12:28-29; Sant. 5:13-17.

       3.- En naturaleza eran como en el caso de los milagros de los apóstoles -- Hech. 6:8; 8:6,7.

       4.- Su propósito era:

       (a)- edificar a la iglesia --- Ef. 4:11-16; 1 Cor. 14:3; 4:12.

       (b)- producir fe --- 1 Cor. 14:22-25.

       (c)- servir de credenciales --- Hech. 8:5-13.

       (d)- confirmar la palabra --- Hech. 8:5,6.

       5.- Iban a cesar --- 1 Cor. 13:8-10; Ef. 4:11-16; Sant. 1:25.

J. Las supuestas sanidades divinas de hoy.

       1. La autoridad para ellas no es ninguna.

       2. El requisito para hacerlas siempre es la fe del paciente. Cuando no se puede obrar una sanidad "milagrosa", se afirma que se debe a que el paciente no tuvo fe. ¡Que conveniente!.

       3. Ellas muestran que aparte de algunos casos de alivio mental y temporal, son fraudes y engaños sostenidos por testimonios de hombres.

       4.- Su propósito es levantar colectas y ganar miembros para las iglesias que participan en las campañas.

 

 

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