III.- La salvación por la fe sola.

      A.- Esta doctrina es enseñada por casi toda denominación protes­tante. - Algunas denominaciones aceptan el rociamiento en lugar de la inmersión; algunas creen que el hijo de Dios no puede caer de la gracia, y otras que sí puede; pero la doctrina de la salvación por fe solamente, es aceptada por casi todas ellas.

       B.- Todo el mundo acepta todo pasaje que enseña la importancia de la fe.

      1. La Biblia enseña la salvación por la fe. Hech. 16:31; Rom. 5:1, 2; Jn. 3:16, 36; Rom. 3:22-26; Ef. 2:8,9.

       2. Pero la Biblia no enseña la salvación por la fe sola.

      C.- Esta Doctrina fue Originada por Martín Lutero. Combatiendo la falsa doctrina de la Iglesia Católica Romana que somos salvos por obras solamente (obras que dicha iglesia especificara), Lutero cayó en el otro extremo, al abogar por la doctrina de la salvación por la fe sola.

       D.- Una frase mal entendida.

      1. Muchos entienden mal el uso de la palabra "obras" o la frase "las obras", en las escrituras de Pablo y en las de Santiago.

      2. Por ejemplo, Ef. 2:8,9 dice que somos salvos por la fe y no por obras. Santiago 2:24 dice que somos salvos por obras y no por la fe sola.

       E.- Hay tres clases de obras.

      1. Las obras de Dios. Jn. 6:28,29 revela que aun la fe es obra de Dios. Ciertamente no excluye Pablo esta obra en Ef. 2:8,9. Cuando Dios manda y el hombre obedece, el hombre está obrando las obras de Dios.

      2. Las obras del hombre se refieren a "las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho" (Tito 3:5) en lugar de obedecer al evangelio de Cristo. Ciertamente nosotros no podíamos y no podemos hacer nada por nosotros mismos para proveer un plan de salvación y un salvador. El hombre no puede salvarse solo; no puede morir por sus propios pecados y no puede de ninguna forma merecer la salvación y justificación de Dios. Somos salvos por la gracia de Dios y no por nuestros méritos.

       3. Las obras de la ley de Moisés. Rom. 4 hace referencia a es­tas obras. Rom. 3:20 lo aclara. Abraham es su ejemplo principal, porque Abraham fue justificado y él vivió antes de la ley de Moisés.

       F.- La fe que salva es fe obediente.

       1. Muchas veces el término “fe” indica la fe que salva y el término “creyente” se refiere al cristiano, al salvo. Cuando leemos acerca de un creyente salvo, es un creyente obediente.

       2. Los romanos creyeron, Rom. 13:11, pero también obe­decieron al evangelio, Rom. 6:3,4; 6:18.

       3. Los efesios creyeron y obedecieron, Hech. 19.

       4. Crispo y los corintios, Hech. 18:8; 1 Cor. 1:2; 6:9-11.

       5. El carcelero, Hech. 16:30-34.

       6. Los demás casos de conversión, Hech. 2, 8, 9, 10.

       G.- La fe que no salva. Jn. 12:42.

       H.- Las dos clases de fe: la viva y la muerta, Sant. 2:14-16; 2 Tes. 1:3.

       1.- La fe salva cuando la persona obedece; Heb. 11, Enoc, Noé, Abraham, etc.

       J. La gracia y la fe.

        K- La gracia‑

       1. La actitud de Dios para con nosotros. La gracia sola no salva. Tito 2:11-14.

       2.- La fe es nuestra parte para con Dios. La fe sola no salva, sino que guía a aceptar el evangelio y a obedecerlo, Mar. 16:16; Hech. 2:38.

 

 

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