1 Ped. 5:6 "Para que os exalte"

Introducción

          A. Hay dos pensamientos en este texto: (1) debemos humillarnos, (2) para que Dios nos pueda exaltar.

          B. ¿Cómo y cuándo nos exalta Dios?

I. Será humillado el que se exalta solo.

          A. "El que se enaltece será humillado", Mat. 23:12; Luc. 18:14.

          B. Cuando el rey Uzías se exaltó a sí mismo, Dios lo humilló (lo hirió con lepra, 2 Crón 26:18-20).

          C. Algunos se exaltan solos por ser inteligentes, ricos, fuertes, educados, o simplemente imponentes.

II. La humildad es el camino que lleva a la exaltación.

          A. "A la honra precede la humildad", Prov. 15:33. "Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová", Prov. 22:4.

          B. Jesús es nuestro perfecto ejemplo de esto, Fil. 2:5-11.

III. La palabra exaltar significa honrar, alabar, respetar.

          A. Los humildes fueron alabados por Jesús, Mat. 8:10; 15:28.

          B. Los ancianos fieles han de ser estimados, apreciados, y obedecidos, 1 Tes. 5:12; 1 Tim. 5:17; Heb. 13:7, 17.

          C. "Los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso", 1 Tim. 3:13.

          D. Los evangelistas fieles son honrados y alabados.

          E. La Biblia habla de muchos que fueron exaltados por causa de su humildad y servicio:

                   1. Dorcas, Hech 9:36, 39.

                   2. Febe y otros, Rom. 16:1-4, 7, 10.

                   3. La casa de Estéfanas, 1 Cor. 16:15.

                   4. Timoteo, Fil. 2:20.

                   5. Otros compañeros de Pablo, Fil. 4:3.

                   6. Todo fiel cristiano es honrado (exaltado).

                   7. Padres son honrados por hijos Efes. 6:1-3

Conclusión

          A. 1 Sam. 2:30, Dios dice, "honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco".

          B. Rom. 2:10, "gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno".

          C. Mat. 25:23, la honra suprema y eterna será la de encontrarnos a la mano derecha de Jesús en el Día Final. Dios exalta a su pueblo, ahora, y para siempre.