Contentamiento

“Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento”, 1 Tim. 6:5-9

Introducción:

          A. “Piedad” = hacer lo que agrada a Dios. Jn 4:34, “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”. 8:29, “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada”.

      B. “Contentamiento” = Satisfacción con lo que uno tiene; no queriendo algo más o mejor o diferente, como lo que otros tienen, etc.

      C. “Gran ganancia” = Literalmente, un medio o camino o fuente de ganancia.

    D. Religión, una fuente de ganancia para mercaderes, 2 Cor. 2:17.

I. La verdadera fuente de ganancia.

    A. 1 Tim 4:8, “la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera”.

          1. La piedad es provechosa para la buena salud, porque promueve el dominio propio (evitar el fumar, el tomar, las drogas, el comer con exceso). Promueve la salud mental porque nos da “la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento”, una conciencia limpia y esperanza.

          2. Promueve la prosperidad, porque requiere la sobriedad, honestidad, empeño, diligencia, administración cuidadosa de los bienes. El salmista dice, “Joven fui, y he envejecido,  Y no he visto justo desamparado,  Ni su descendencia que mendigue pan” (Sal. 37:25). ¿Cuántos mendigos son cristianos?

          3. La piedad nos da consuelo en medio de las pruebas y tranquilidad cuando confrontamos la muerte.

      B. Mat 16:26, “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

      C. Fil 3:7, 8, “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.  8  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.

II. La piedad más el contentamiento. (¿Qué tan piadosos somos si no estamos contentos?)

    A. ¿Cómo puede uno estar contento? ¿Por aumentar posesiones o por disminuir los deseos?

      B. 1 Tim. 6:7, “porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar”. Job 1:21, “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”.

      C. A veces cuando algún hombre bien acomodado muere, se pregunta, “¿Cuánto dejó?” La respuesta es fácil. ¡Lo dejó todo! ¿Quién recibe lo que dejó? Ecl. 2:18-21, “Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.  19  Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. 20  Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.  21  ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande”.

III. “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” 1 Tim. 6:8.

    A. Es decir, las necesidades básicas: alimento, ropa, techo, atención médica, etc.

      B. Desde luego, está involucrado los medios de obtener estos beneficios (la fuente de los ingresos). Esto es de Dios.

    C. Cada quien determina lo que es suficiente, pero también cada quien dará cuenta a Dios. Ningún predicador o anciano en su juicio cabal se atrevería a preparar el presupuesto para los miembros. Es asunto individual. Cada miembro con su Biblia y con oración determina lo que ofrendará, lo que usará para su familia, lo que compartirá con otros, etc.

      D. Frecuentemente decimos “necesitamos” cuando debemos decir “queremos”. Cada quien debe examinarse. La próxima vez que diga “necesito” pregúntese si “necesita” o simplemente “quiere”.

    E. No nacimos contentos; esto tiene que aprenderse. Fil. 1:11, “he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12  Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.  13  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

IV. ¿Quiénes son los que “quieren enriquecerse”?

      A. ¿Qué tan ricos? ¿Quién es rico? Los que reciben $50 mensuales piensan que los que reciben $100 son ricos; los que reciben $100 creen que los ricos son los que reciben $500, etc.

      B. El problema es que no estamos contentos. Todos quieren “más” y “mejor” (casas, muebles, ropa, zapatos, botas, joyería, vacaciones, juguetes para los niños).

      C. 1 Tim. 6:9, “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;  10  porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

    D. ¿Es malo QUERER enriquecerse? Hay peligro no sólo en TENER riquezas, sino en QUERER tenerlas, porque el problema es con el “corazón”.

          1. Recuérdese el caso de Acán. Josué 7:21, “Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello”. Vio … codició …tomó … escondió.

          2. Y David. 2 Sam. 11:2, “Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa”. Vio … codició … tomó … cometió adulterio …

          3. Mar. 7:22, “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,  22  los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.  23  Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.

      E. ¿Cuáles son los “lazos”? Ganar dinero de manera ilegal … dar prioridad al empleo o negocio y dejar de reunirse fielmente … la hermana deja sus hijos pequeños con otros y trabaja fuera de la casa para que la familia tenga más dinero … trabajar ilegalmente en otro país (con esta práctica van los papeles chuecos, mentiras).

      F. La avaricia es idolatría (servir otro dios), Efes. 5:5; Col. 3:5.

      F. Remedio. Abnegación de sí. Buscar primeramente el reino de Dios. Servir a otros. Mat 7:12; Luc. 6:38, “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.

      G. Crucificar la carne (Rom. 6:6, 7). No proveer para los deseos de la carne, Rom. 13:14, no estimular los deseos, queriendo más y mejor.

Conclusión:

      A. El deseo de tener “más” y “mejor” es la fuerza que mueve a millones, pero los cristianos son peregrinos. “No puede el mundo ser mi hogar”.

      B. La avaricia significa que la persona (el avaro) está paralizada espiritualmente, porque está dominada por el materialismo.

      C. Lucas 12:15, “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”.

      D. La avaricia requiere la cirugía radical. Mat 5:29, “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”. Luc. 12:33,34, “Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.  34  Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.

      E. Recuérdese que la piedad, con contentamiento, es la fuente de gran ganancia.

      F. Heb 13:5 “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”.

Al Estudio Anterior: Esperanza
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: La paz os dejo Juan 14:27