Evangelismo Personal (2)
I. ¿Qué Es el Evangelismo Personal?
-- Sobre todo debemos aprender que el ser cristiano y el evangelismo personal no son dos cosas distintas. No es posible ser cristiano sin hacer la obra personal. Cuando hablamos de la “obra personal” o “el evangelismo personal” estamos hablando de la vida del cristiano.
-- Mat. 28:19 – evangelizar a todas las naciones. He participado en comenzar la obra en varios en este país, en México y en otros países. Se establece una congregación y luego se trabaja para extender la obra. Pero también hay que reconocer que aquí mismo, esta ciudad, Odessa, Texas, es un campo tremendo de muchos miles de personas perdidas. Y esta congregación está bien capacitada para hacer una obra estupenda en este gran campo de labor, pero no se llevará a cabo dentro de estas cuatro paredes. Más bien se tiene que hacer donde vivimos, donde trabajamos, donde estamos en contacto a diario con la gente de esta ciudad.
-- Hech. 8:35, “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús”.
-- Luego instruir, edificar a los conversos.
-- Hech. 18:26, enseñar el camino del Señor más perfectamente.
-- 1 Tes. 5:14, animar a los débiles.
-- 2 Tim. 4:2 exhortar, reprender, como Natán a David, 2 Sam. 12:7, “Tú eres el hombre”.
-- Restaurar, Gál. 6:1-3.
-- Mat. 13:3-8, 18-23, el evangelismo personal es sembrar la semilla de la palabra de Dios en los corazones de la gente. Hay diferentes clases de oyentes, y la mayoría de la gente no recibe la palabra, pero nos toca a nosotros enseñar a todos y luego dejar el asunto en manos de Dios.
-- Mat. 4:19, “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. La obra de ganar almas es como la obra de pescar. La red que echamos es el evangelio verdadero (no evangelios falsos, Gál. 1:8, 9). Hay muchos pescadores que usan otras clases de red: toda clase de actividades sociales (recreo, diversiones de toda clase, deportes, bailes), música instrumental (con varios grupos musicales, coros, etc.), clínicas, escuelas y varias otras instituciones y sociedades. Pero el cristiano solamente usa la red de Dios, el evangelio (Rom. 1:16). (Imagínese el apóstol Pablo o el apóstol Pedro usando los deportes para atraer a los jóvenes y otros).
-- Sal. 40:9, no refrené mis labios,
-- Decimos “evangelismo personal porque otros no lo pueden hacer por nosotros. No pueden ser bautizados por mí, no pueden asistir por mí, no pueden participar de la cena por mí, tampoco pueden hacer la obra personal por mí.
II. ¿Quiénes deben hacer el Evangelismo Personal? Todo cristiano.
-- No solamente en el local de la iglesia. Desde luego, aquí en la asamblea y en las clases bíblicas se enseña mucha Biblia, pero el local con sus cuatro paredes no es como “tanque” donde la gente tiene que llegar para beber, sino más bien es como una “fuente o noria”, de la cual fluye el agua de la vida a toda la comunidad. El local de la iglesia no es como “fuerte” a prueba de bomba para defendernos, sino más bien es como “cabeza de playa” que se establece para hacer ataques contra el territorio del enemigo.
-- La iglesia es el cuerpo de Cristo (Efes. 1:22, 23; 1 Cor. 12:14-20) y como cuerpo la iglesia hace la obra de Cristo en el mundo. Cristo quiere hablar por medio de nuestros labios. El quiere trabajar por medios de nuestras manos. El quiere ir y llevar el evangelio usando nuestro pies. El quiere usar nuestro dinero para la edificación del cuerpo, para evangelizar y para ayudar a los santos necesitados. ¿Cuántas veces hemos explicado que el día de los dones milagrosos ya pasó? Entonces, ¿cómo obra Dios ahora? ¿Tiene manos, pies, boca, aparte de estos miembros nuestros?
-- Todos tienen por lo menos un talento, Mat. 25:14-30. Los de un solo talento son a veces los mejores obreros. Hasta los analfabetos son buenos para la obra personal.
-- Todos pueden ser grandes ante los ojos del Señor. Mat. 20:25-28. La única grandeza verdadera es la del servicio, y no hay servicio más importante que el de enseñar la palabra para salvar almas.
-- Explicamos que la palabra “iglesia” significa “los llamados”. Somos llamados a la salvación y también al servicio de Dios. No somos llamados solamente a ocupar bancas.
-- El “reposo” de Mat. 11:28-20 es el reposo o alivio para el alma cuando los pecados son perdonados, pero no es el reposo de la inactividad en la iglesia. Jesús dice “Vengan a mí” y luego dice “vayan y prediquen el evangelio a otros”.
-- Hay muchos miembros que ni siquiera asisten a menos que les visitemos, llamemos y roguemos que asistan. Nunca en su vida se les ocurre que fueron bautizados para servir. ¿Servir? ¡Ni siquiera quieren asistir!
-- Un concepto común es que la fiel asistencia es garantía de fidelidad, pero si solamente asistimos fielmente y no estamos trabajando en la viña del Señor ¿qué tan fieles somos?
-- “Pero ¿no dice Santiago 3:1 que “no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación”. Esto tiene que ver con aquellos que quieren el renombre de ser maestro sin aceptar la responsabilidad. Quieren enseñar sin hacer el trabajo necesario de prepararse. De esa manera pueden enseñar error y causar que la gente tropiece (Mat. 18:7). También pueden causar división (Rom. 16:17).
--Heb. 5:12, después de un tiempo todos deben ser capacitados para enseñar según sus oportunidades.
III. Los Beneficios del Evangelismo Personal.
-- En primer lugar recibimos los beneficios de obedecer al Señor.
-- Oramos más y con más sinceridad, más fervientes. Orar por personas que estamos enseñando, que el Señor abra corazones, Hech. 16:13, “hablamos a las mujeres que se habían reunido. 14 Entonces una mujer llamada Lidia …estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella”.
-- Al hacerlo estamos sirviendo al Señor (no sirviendo al diablo). Hay que escoger.
-- Crecimiento espiritual, 2 Pet. 3:18.
-- Menos tentación de ser mundanos. Tenemos un propósito noble, estamos ganando almas y no queremos ser tropiezo para nadie. Sabemos que para ganar almas la regla número uno es que tenemos que ser buenos ejemplos para ellos en todo. 1 Tim. 4:12, 16.
-- Aumenta el interés en la iglesia, asistencia, puntualidad, participación.
-- Seremos más calificados para otros servicios.
-- Ganamos amigos para esta vida y para siempre.
IV. Ocasión de gran gozo y regocijo.
-- Hech. 8:39, “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino”.
-- Hech. 16:33, “Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”.
-- Luc. 15:7, “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”.
-- 3 Jn. 3, “3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.”
V. Oportunidades para el Evangelismo Personal abundan.
-- Hay muchísimas oportunidades. ¿Dónde comenzar? Para comenzar, estemos muy conscientes de NUESTROS VISITANTES. Su presencia indica que hay por lo menos algo de interés. Debemos estar seguros de que ellos se sientan bienvenidos. Todos deben llegar un poco antes de la hora de comenzar el servicio para saludar no solamente los unos a los otros, sino también a los visitantes. Entonces, después de la reunión el visitar con los amados hermanos puede esperar hasta que primero hablemos con los visitantes, para expresar nuestro gozo por su visita e invitarles a volver. Debemos apuntar sus nombres, direcciones, teléfono y si es posible aun más información para mostrar interés sincero en ellos. Luego mantener el contacto por medio de llamadas telefónicas, tarjetas y la visita personal. Tratar de arreglar un estudio bíblico con ellos y si aceptan programar un estudio para cierta noche cada semana. PERDEMOS GRANDES Y VALIOSAS OPORTU-NIDADES CUANDO DESCUIDAMOS A LOS VISITANTES.
-- Dondequiera que estemos, entre parientes y amigos (o enemigos), en el trabajo, en la escuela, en los deportes, en los eventos sociales.
-- ¿Sabía usted cuando su vecino fue llevado al hospital? ¿Sabe usted dónde el hijo de su vecino está en el servicio militar? ¿Ha visto usted las fotos de los nietos de su vecino? Tomaron muchas fotos cuando andaban de vacaciones; ¿las han visto usted? ¿A usted no le interesan todas estas cosas? No, pero a ellos sí, y si queremos ganar la amistad y atención de los vecinos y amigos, tenemos que abandonar el egoísmo y mostrar interés en los asuntos que les interesan a ellos.
-- ¿Llevó algún plato, algún cacerola, a los nuevos vecinos? ¿Qué dijo Jesús acerca de un vaso de agua fría? ¿Ha ofrecido reparar alguna llave que está tirando agua, o lavar los platos cuando la señora vecina estaba enferma? ¿Ha prestado oído cuando estuvieron afligidos y buscaban simpatía? A veces estamos platicando cuando debemos estar escuchando. Sí, yo sé que hay personas que abusan de esto, pero como regla general es muy importante si en verdad queremos ganar la amistad y confianza de la gente. Si nosotros tratamos de ver las cosas por los ojos de ellos, habrá más esperanza de que ellos vean el evangelio por los ojos nuestros.
-- Jesús habló con la mujer samaritana de lo que era de más interés para ella – el agua. Pablo habló con los atenienses de lo que más les interesaban – sus dioses. No estamos hablando de “tácticas” o “métodos”, sino del genuino interés en otros. Esto es amor.
-- Las buenas obras abren puertas, Mat. 5:16. No queremos que la gente diga, “Oh, sí, se preocupan mucho por mi alma, pues siempre me están invitando a la iglesia; quieren salvar mi alma del infierno pero no les importa nada qué pasa conmigo aquí en esta vida”.
-- 2 Tim. 4:2, “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
-- Dios abre puertas, 1 Cor. 16:9; 2 Cor. 2:12; Col. 4:3; Apoc. 3:8
-- Todos los perdidos.
-- Hermanos nuevos, débiles, enfermos, con problemas, jóvenes, niños.
-- Servicio espontáneo (por eso, estar preparados, 1 Pet. 3:15; Fil. 1:17, “estoy puesto para la defensa del evangelio”.
VI. Habilidad + oportunidad = Respon-sabilidad.
-- Hemos sido salvos para salvar a otros.
-- Debemos servir en lugar de esperar que otros nos sirvan a nosotros.
-- No simplemente asistir y llevar una vida buena.
-- Jn.15:1-8. Debemos llevar mucho fruto para glorificar a Dios. Cristo es la vid y los que obedecen al evangelio son injertados en esta vid para ser sarmientos fructíferos. Si llevamos fruto, Dios es glorificado, almas se salvan, la iglesia se edifica, pero si no llevamos fruto, seremos cortados como sarmientos secos e inútiles. Si los cristianos no llevan fruto para Cristo, ¿quién lo hará? Y si no llevamos fruto, seremos cortados de la vid.
-- Mat. 21:19, La higuera estéril, “Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera”. Este evento muestra la actitud de Cristo hacia los que solamente profesan ser cristianos (“hojas solamente”) pero que no llevan fruto.
-- ¿Cuánto vale el alma humana? Jn. 3:16; 1 Pet. 1:18, 19). ¿Cuánto vale el alma de usted? Mat. 10:28; 16:26.
-- ¿Tenemos la obligación de ayudar a los que están en peligro mortal? ¿Quién no ayudaría a los que se accidentan o están ahogándose o están en una casa encendida?
-- Si conocemos a un especialista o sabemos de algún remedio, ¿hacemos bien en no avisar a los enfermos de esta información?
-- ¿Qué dice Dios a Ezequiel (3:17-21)? “Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 18 Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 19 Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma”.
-- Hech. 20:26, “Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”. ¿Qué hacemos nosotros para ser limpios de la sangre de otros? Desde luego, no les enseñamos y advertimos solamente para salvar nuestras propias almas, sino también porque sinceramente nos preocupamos por su salvación. 2 Ped. 3:9.
-- Una iglesia preocupada por las almas de los perdidos es una iglesia cuyos miembros son activos en el evangelismo personal.
-- 2 Cor. 11:28, habiendo mencionado sus muchos sufrimientos por Cristo, al último Pablo agrega esto: “y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias”.
-- Fil. 2:20, de Timoteo Pablo dice, “pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros”. Debemos imitar a Timoteo, preocupándonos no solamente por los hermanos, sino también por otros.
VII. Evangelismo personal AHORA y hasta morir. El tiempo es limitado.
-- La vida es un vapor, Sant. 4:13, una sombra, agua derramada que no se recoge.
-- Jn. 4:35, “Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”.
-- Jn. 9:4, “ Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar”.
-- Jn. 17:4, “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese”.
-- Efes. 5:16, “ aprovechando bien el tiempo, {5.16:-Col. 4. 5.} porque los días son malos”.
VIII. Vencer el temor, la timidez, Fil. 1:27, 28.
-- Empezar con miembros débiles, enfermos, buscar niños y jóvenes para clases de la iglesia.
-- ¿Qué tememos? Lo que dirán, cómo nos mirarán, el ser insultado, el ser rechazado. Debemos esperar esto. Aun los agentes vendedores ven estos resultados negativos, pero no por eso dejan de seguir esforzándose en su trabajo?
-- El temor de fallar, de no poder responder argumentos o excusas. En primer lugar podemos prepararnos con la verdad, pero si en alguna discusión se propone algún argumento o se cita algún texto que no hemos estudiado bien, entonces con toda humildad expliquemos que debemos estudiar ese punto y que con todo gusto estamos dispuestos a estudiarlo con ellos en otra ocasión. De esa manera mostramos nuestra sinceridad (honestidad) y que estamos dispuestos a aprender, y al mismo tiempo eso nos ayuda a continuar el estudio.
-- No fallamos. Si les hablamos la verdad (si simplemente les leemos unos textos o les invitamos a ellos a leer los textos), no fallamos. Sembramos la preciosa semilla. Iniciamos el proceso de un estudio de la Palabra de salvación.
-- Hay algo más serio que el fallar. Es el error de no intentar. Esta es la falla suprema. Todos cometemos faltas. Todos reconocemos que podíamos haber predicado mejor, o enseñado mejor, pero con el estudio y la práctica vamos progresando y creciendo. Hay personas que demoran porque se sienten inferiores mientras que otros cometen sus fallas y van superando. ¿El apóstol Pedro nunca cometió faltas? Pero ¿qué tal si se hubiera desanimado y dejado de luchar?
-- Rom. 8:31, “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
-- Pero podemos prepararnos bien para discutir cualquier tema, con cualquier grupo religioso. La verdad no teme la investigación. No teme la discusión o el debate. Si tenemos conocimiento limitado – al nivel kindergarten – de ciertas doctrinas, eso se puede remediar muy pronto. Recuérdese que los “testigos” que andan tocando puertas no son estudiantes universitarios. Son del pueblo común. Sin embargo, ellos estudian con todo ahínco y todo tesón para aprender sus argumentos y aun usan el griego para convencer al pueblo de su “conocimiento excepcional” (torcido) de las Escrituras.
-- 1 Tim. 6:12, “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna”.
-- 2 Tim. 2:3, “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”.
-- 2 Tim. 4:7, “ He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”.
-- Efes. 6:10-18, llevar toda la armadura de Dios. 2 Tim. 3:16, 17; 2 Pet. 1:3.
-- Debemos tener gran optimismo como obreros por el Señor. Nuestro Patrón es el Rey de reyes. Es un honor tremendo poder hablar por El. Muchas veces cuando hablamos con la gente, es el primer contacto que ellos han tenido con el evangelio puro y la iglesia verdadera. Nosotros tenemos exactamente lo que la gente necesita. Tenemos el remedio para su alma enferma, porque estamos hablando de parte del Gran Médico. Les ofrecemos la única esperanza que hay en el vasto mundo.
-- Recordemos que Aquila y Priscila le hicieron a Apolos un gran favor cuando le explicaron más perfectamente el camino del Señor.
-- Mar. 8:38, nunca avergonzados de las palabras de Cristo.
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