El Predicador Debe Estudiar
Introducción.
A. 1 Tim. 4:13-16, "ocúpate ... no descuides el don que hay en ti ... ocúpate ... ten cuidado de ti y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren".
1. Los evangelistas no tienen el don espiritual que Timoteo tenía, pero si estamos enseñando y predicando la palabra, esto indica que por lo menos nosotros mismos creemos que tenemos la capacidad para comprender y enseñar la palabra de Dios.
2. Si aun el don espiritual de Timoteo podía descuidarse, cuánto más el "talento" (habilidad, capacidad) que el Señor nos ha dado puede ser descuidado; por eso debe ser utilizado y desarrollado y nunca descuidado.
B. Lo primero es estudiar, estudiar, estudiar. Hemos aceptado un cargo serio y pesado. No hay otra responsabilidad más seria, porque el evangelista dirige muchas almas hacia Dios (o hacia la perdición). El mundo está lleno de falsos maestros (Mat. 7:15-20; 15:14). Tenemos que aplicarnos con toda diligencia para no ser guías falsos.
I. "El Hombre De Dios".
A. Para que se aprenda a honrar debidamente el ministerio de la palabra (para apreciar la seriedad y la dignidad de esta obra) recuérdese que el evangelista se llama "hombre de Dios".
1. 1 Tim. 6:11,12, "Mas tú, oh hombre de Dios ... "
2. 2 Tim. 3:16,17, "a fin de que el hombre de Dios sea perfecto". Es verdad que todo siervo de Dios se hace perfecto o completo por medio del uso correcto de las Escrituras, pero en este texto la expresión "hombre de Dios" se refiere al evangelista.
3. 1 Reyes 13:1, los profetas eran "hombres de Dios".
B. Si se recuerda esta verdad solemne, se tomará muy en serio la exhortación de 2 Tim. 2:15, "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de Dios". Es imposible usar bien la palabra si no estudiamos diligentemente.
C. El evangelista tiene el deber solemne de predicar "todo el consejo de Dios" (Hech. 20:20, 27). ¿Cómo puede hacerlo si no lo ha aprendido?
II. "Enteramente Preparado".
A. La Biblia es el libro adecuado para lograr que seamos completamente idóneos como evangelistas. Si no estamos enteramente preparados, no es culpa ni falta de las Escrituras.
1. Dios no quiere que ningún "hombre de Dios" esté preparado a medias.
2. Se usa lenguaje militar. El soldado que sale a la batalla debe llevar toda la armadura que Dios provee.
3. Es armadura completa y adecuada. Véanse 2 Cor. 10:3-5; Efes. 6:10-19.
B. ¿Qué tan preparados estamos nosotros? ¿Podemos defender la verdad en todo conflicto? ¿Podemos utilizar bien la espada del Espíritu? (Efes. 6:17).
1. Léase con cuidado "Hechos de los Apóstoles" para observar que este libro habla del triunfo del evangelio. Hech. 19:20 bien describe lo que sucedió también dondequiera que se predicaba el evangelio: "Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor".
2. Los apóstoles tuvieron que combatir con la espada del Espíritu el judaísmo, el paganismo, el gnosticismo, y toda clase de error y maldad.
3. Ahora tenemos que combatir toda forma de sectarismo: el catolicismo, el mormonismo, el adventismo, el humanismo, los errores de los "testigos", el calvinismo (de los evangélicos), el pentecostalismo, etc.
4. También tenemos que combatir el liberalismo entre hermanos: el institucionalismo, la iglesia patrocinadora, el evangelio social, perversiones de la doctrina de Cristo con respecto al divorcio y segundas nupcias, su deidad, etc.
5. Es necesario combatir constantemente las prácticas mundanas, la negligencia, la indiferencia y el desaliento.
6. El evangelista tiene que ayudar a resolver desacuerdos entre hermanos (sin complicarlos más), aconsejar a los hermanos con problemas matrimoniales, problemas en el negocio o el empleo, etc. Se requiere mucha sabiduría para dar consejos sanos. El "hombre de Dios" debe conocer su Biblia, y pedir mucha sabiduría divina (Sant. 1:5).
7. El evangelista tiene que luchar fuertemente para evitar desavenencias y divisiones en la iglesia. Para hacerlo debe ser maduro y sabio (1 Cor. 6:5; Rom. 15:4).
C. El "hombre de Dios" debe ser apto para enseñar y no debe ser contencioso, sino amable para con todos, y sufrido (2 Tim. 2:24,25). No debe ser caprichoso. El capricho en el predicador destruye la obra.
D. Debe ser un buen ejemplo. El evangelista debe ser un buen ejemplo para los miembros de la iglesia. 1 Tim. 4:12; Rom. 2:19-21.
III. La Iglesia Requiere Dieta Buena, Adecuada.
A. Hay iglesias que reciben alimentación muy limitada. Existe en tales iglesias la anemia espiritual por falta de alimentación adecuada. Es cierto que cada miembro debe estudiar por sí mismo, pero todos sabemos que la membresía depende en gran manera de los sermones y clases que los evangelistas enseñan.
B. Tres o cuatro reuniones. La mayoría de las congregaciones tienen por lo menos tres o cuatro reuniones cada semana para dar clases bíblicas y para la predicación. Estas reuniones (o clases) nos dan la gran oportunidad de doctrinar, exhortar, amonestar, animar y edificar a los miembros y visitantes.
1. ¿Qué hacemos con esos minutos preciosos? ¿Aprovechamos plenamente estas oportunidades? ¿Nos preparamos bien para cada sermón o para cada clase? ¿Hablamos treinta o cuarenta minutos para nada más completar el tiempo, "predicando" y "enseñando" porque tenemos que decir algo? ¿Tenemos en verdad algo que decir? ¿Algo bien preparado? (Hay gran diferencia entre el tener algo que decir y el tener que decir algo).
2. ¿Sale la congregación de la reunión bien instruida, bien edificada, y mejor preparada para el encuentro con los problemas, tareas y oportunidades de la vida? O ¿sale sencillamente habiendo cumplido el deber de "reunirse"?
3. ¿Estimulamos los apetitos espirituales de los miembros con lecciones interesantes? O ¿los adormecemos con los temas bien usados que no requieren estudio y que ellos ya han oído muchas veces?
C. Prediquemos más que los primeros rudimentos
1. Los "rudimentos de la doctrina de Cristo" son necesarios -- son indispensables -- y es imperativo que todo miembro de la iglesia sea bien instruido en ellos.
2. Pero Heb. 5:11-6:4 enseña que la leche (los rudimentos) no es suficiente para producir el crecimiento que Dios quiere. Se requiere también el "alimento sólido" (la enseñanza más avanzada).
3. Si alguna congregación está compuesta de "niños" solamente, ¿de quién será la culpa?
4. Amado hermano, revise sus sermones, los sermones que ha predicado el último año o los últimos dos o tres años. ¿Cuántos de ellos son pura leche? ¿Cuántos son carne? ¿Estamos capacitados para dar comida (alimento sólido) aun a los miembros más maduros o estamos limitados a las lecciones básicas?
5. Desde luego, no decimos esto para disminuir la importancia de lecciones básicas y fundamentales. Es necesario enseñarlas porque siempre habrá jóvenes que las necesitan, como también visitantes. Pero léase otra vez Heb. 5:11 - 6:2-4: dice el texto que es imposible que la iglesia crezca como debe crecer sin el alimento sólido. Los miembros deben desarrollarse y entrenarse para hacer la obra del Señor, y para solucionar problemas. Un buen fundamento es necesario, pero ¿de qué sirve un buen fundamento si no se construye la casa?
D. Es necesario predicar toda la Biblia, usándola bien.
1. Las tres dispensaciones. Es necesario explicar las tres dispensaciones (la de los patriarcas, la de la ley de Moisés, y la de Cristo).
2. La ley de Moisés. Debemos explicar acerca de la ley de Moisés: para quiénes fue dada, cuál fue su propósito, cuándo terminó, los usos correctos e incorrectos de ella. Es muy importante este estudio, tanto para hermanos como para visitantes. Es imposible entender y explicar el Nuevo Testamento sin estudiar el Antiguo Testamento. (Por ejemplo, es imposible explicar la carta a los Hebreos sin estudiar el libro de Levítico y otros libros de Moisés).
3. La historia de Israel. El evangelista necesita saber la historia de Israel, desde el principio hasta el fin. Es necesario estudiar, aprender y enseñar los detalles sobresalientes de esa historia: la esclavitud de Israel en Egipto, su salida de Egipto y su peregrinación en el desierto de Arabia, su conquista de Canaán, el período de los jueces, del reino, de la división del reino, del destierro en Babilonia y del retorno a su tierra.
4. Los profetas. ¿Cuáles eran los mensajes principales de los profetas? Es muy importante estudiar y enseñar los libros de los profetas.
5. ¿Quiénes eran Rut y Ester? ¿Por qué están en la Biblia estos libros?
E. Las ilustraciones. ¿Qué ilustraciones usamos en la predicación y en las clases? La Biblia abunda en buenas ilustraciones. Recuérdense Rom. 15:4; 1 Cor. 10:6. De toda cualidad encomendada por Dios hay ejemplo(s) en la Biblia para ilustrarla. Estas ilustraciones son las más importantes.
IV. ¿Que Debemos Hacer Con Los Textos Difíciles? ¿Estudiarlos O Pasarlos Por Alto?
A. ¿Qué hacemos con las palabras que no entendemos? Recuérdese Neh. 8:7, 8, los levitas "hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura"
B. Usense Diccionarios. Un buen diccionario del castellano es indispensable para entender el significado de palabras y explicarlas a la gente. También un léxico griego-español ayuda mucho para entender y explicar las palabras del texto original. Sin embargo, tengan cuidado con los llamados "Diccionarios Bíblicos", porque estos son comentarios redactados por sectarios y definen y explican palabras bíblicas conforme a su teología. Aun los léxicos griegos son preparados por sectarios, y a veces se observa su prejuicio (por ejemplo, Henry Thayer era unitario que no creía en la deidad de Cristo). Pero hablando en forma general los léxicos son más confiables que los comentarios, porque sus autores se sienten más obligados a defender su erudición en el idioma griego. El Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento por W. E. Vine es muy útil.
C. Cuando el texto bajo consideración habla de personajes, eventos y lugares no muy conocidos, ¿qué decimos? ¿Dejamos a los hermanos en oscuras o explicamos, por lo menos en forma breve, algo del tema?
D. El contexto y textos relacionados nos ayudan mucho para entender el tema estudiado. Si se estudian el contexto y otros textos relacionados al tema, muchas veces la Biblia se explica sola.
E. Textos difíciles, libros difíciles. Hay muchos textos bíblicos que son difíciles de entender y explicar. Dice Pedro "como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender ..." (2 Ped. 3:15, 16). Se requiere mucho estudio para entender las cartas a los romanos, a los corintios, a los gálatas, a los hebreos, y, desde luego, se requiere bastante estudio para entender el libro de Apocalipsis. La verdad de Dios es a veces muy sencilla y clara, pero a veces no. Para estudiar varios textos hay que "cavar", porque la verdad no queda sobre la superficie. Hay "tesoros escondidos", y debemos "minarlos".
V. Comprar Libros Buenos. Aprender Inglés.
A. El mecánico o el carpintero tiene que comprar la herramienta necesaria para ejercitar su oficio. Tiene que invertir algo de dinero para hacerlo. También el estudiante serio de la Biblia necesita comprar "herramientas": dos o tres buenas versiones de la Biblia, una concordancia adecuada, diccionarios, comentarios, mapas, debates, libros de sermones, etc
B. Una gramática castellana es una "herramienta" indispensable. El idioma es el instrumento básico para transmitir el mensaje bíblico a la gente. El hermano que tiene el talento necesario para predicar también tiene la inteligencia necesaria para estudiar su idioma. Debe aprender la gramática y la ortografía. Todos cometemos faltas en el uso del idioma, pero nos conviene estudiar diligentemente para usarlo correctamente
1. El castellano de la Biblia es perfecto. Debemos leer con cuidado, pronunciando correctamente cada palabra, dando énfasis apropiado o la inflexión de voz que corresponda al texto leído, para indicar que es una declaración, una interrogación o una exclamación. Al leer la Biblia la interpretamos
2. Una gran parte de la Biblia se entiende cuando se lee. Pero es indispensable que se lea correctamente. Es necesario pronunciar correctamente cada palabra, y con la inflexión de voz indicar el sentido. Esto es, sin comentario alguno, damos el sentido simplemente leyendo correctamente el texto.
3. Pero si algún texto se lee mal, se entiende mal. Si alguna interrogación se lee como si fuera una declaración, ¿quién entenderá que debe ser una interrogación? Muchas veces los que leen la Biblia públicamente no la leen bien, y la gente no entiende la lectura.
C. ¿Por qué aprender inglés? Por los muchos "tesoros" que pueden ser "minados". Hay una infinidad de estudios escritos en inglés (muchos de ellos por hermanos en la fe): comentarios, sermones, debates, tratados y folletos sobre muchísimos temas, etc. Recuérdese que para LEER inglés no se requiere ni la décima parte del esfuerzo necesario que para hablar inglés.
VI. Buenos Hábitos De Estudio Bíblico.
A. Para ser obrero eficaz ("aprobado") se requiere mucha disciplina, el dominio propio. ¿Cuántas horas dedicamos al estudio de la palabra de Dios cada día? ¿cada semana? No debemos predicar si no queremos estudiar.
B. Hay hermanos que hacen una obra tremenda tocando puertas (la llamada "obra personal"). Visitan mucho, tanto a los miembros como a los inconversos. El resultado de esta actividad es una buena asistencia a las reuniones. Pero al llegar tanta gente, ¿qué les enseñan? ¿qué comida les dan? ¿qué aliento provee para los desalentados? ¿qué ayuda para resolver problemas? Ya que han trabajado tanto para llenar el sitio de reunión, ¿están bien preparados para alimentarles según su necesidad? No se puede descuidar el estudio de la palabra de Dios, ni siquiera para hacer la "obra personal".
C. Lugar privado. Hermano predicador, sugiero que usted haga todo lo posible por tener su lugar privado para estudiar. Algunos hermanos hallan muy difícil esta sugerencia importante. Pero aunque sea la recámara misma u otro cuarto que la familia tiene que usar diariamente, el predicador debe tener un lugar específico para estudiar (como también un lugar para guardar sus libros y otros materiales de estudio). Si tiene que usar algún cuarto de la casa para estudiar, es muy importante que la familia entienda y coopere para que usted estudie. Para esto es necesario también que tenga horario más o menos específico, y que la familia respete este arreglo. Muchas veces el predicador puede ocupar un cuarto del sitio de reunión de la iglesia para estudiar. En este caso, los miembros deben entender que él no debe ser interrumpido innecesariamente.
1. Demasiado accesible. Los predicadores con salario que pueden dedicar "tiempo completo" a la obra tienen el problema de ser demasiado accesibles y disponibles para ayudar a su esposa e hijos (y a otros familiares y hermanos); es decir, se cree que él dispone de tiempo ilimitado para ayudar con los niños, para ir a la tienda, y para una infinidad de asuntos domésticos. Por esta razón es muy difícil estudiar en casa, mayormente cuando haya hijos menores. (Durante el año escolar, durante el día, es más fácil).
2. El tiempo del predicador con salario no es de él (y no es de la familia). El tal ha aceptado un compromiso serio de dedicarse a la obra del Señor. La familia debe entender y respetar esto.
3. Hablando en forma general, no es práctico que el predicador estudie en casa. No es el lugar ideal. Sin embargo, todo depende de él (el dominio propio), como también de la cooperación de su esposa e hijos. Es muy necesario que eduque a su familia en la gran necesidad de que él estudie muchas horas para poder predicar la palabra de Dios, resolver problemas, dar consejos sanos, etc.
4. El estudiar es trabajo duro. Uno que estudia todo el día o aun medio día está cansado al igual que el que trabaja en otros asuntos. La persona que pasa todo el día escribiendo en máquina sabe lo que es el cansancio.
5. Todo marido debe ayudar a su esposa. Pero ella y los hijos deben reconocer que el estudiar es parte integral del empleo del predicador.
6. El predicador no tiene libertad de ser interrumpido cada rato para cuidar de un niño, o para ir a la tienda para comprar algo, etc. Todos entienden que los demás hermanos (y hermanas) no pueden interrumpirse en medio de sus empleos. No se permite. Muchas veces cuando el predicador empieza un estudio serio de cierto texto, o de cierto tema, y va organizando bien sus pensamientos, entonces viene una interrupción que le quita de su estudio y cuando vuelve, todo queda "frío" y tiene que empezar otra vez.
7. Horas limitadas. El evangelista no dispone de horas sin límite para estudiar. Por lo tanto, el tiempo dedicado al estudio tiene que llevar fruto. Tiene que "producir" instrucción e edificación para todos. (Toda la iglesia y todos los visitantes reciben beneficio de su estudio).
D. La flojera. En un estudio de esta clase es necesario mencionar el peligro de la flojera, tanto la mental como la física. Hay hermanos que son muy diligentes, muy aplicados en la obra de visitar la gente, y muy animados en la predicación, pero no tan dedicados al estudio. ¿Por qué no? Porque es trabajo duro. El estudiar y concentrar cuesta trabajo, trabajo que muchos no quieren hacer. Pero para vencer la ignorancia en la membresía hay que vencer la ignorancia (y, por lo tanto, la flojera) en el predicador.
E. Efes. 5:l6 dice, "aprovechando bien el tiempo". ¿Quien mas que el predicador necesita esta amonestación? También Romanos 2:21 dice, "Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?" Seguramente muchos predicadores malgastan más tiempo que los otros miembros. La mayoría de los demás miembros tienen que levantarse muy de mañana para trabajar para ganarse la vida, pero el que "vive del evangelio" puede dormir hasta aburrirse de la cama. Recibimos salario para dar "tiempo completo" a la obra. ¿Lo hacemos? ¿Cuántas horas diarias dedicamos a la obra del Señor? ¿cuántas horas dedicamos al estudio diligente y en hacer visitas para instruir y edificar? Recuérdese, Pablo dice, "ocúpate".
Conclusión: Recordemos pues:
A. Que somos "hombres de Dios" si somos evangelistas
B. Debemos estar enteramente preparados. Dios nos proporciona las Escrituras perfectas y completas, muy adecuadas para hacernos adecuados.
C. La iglesia requiere dieta adecuada. No basta con repetir los sermones bien conocidos sobre los primeros pasos de la obediencia al evangelio, sobre los cinco actos de culto, y otros temas básicos.
D. Que no pasemos por alto los textos (o términos) difíciles, sino estudiemos para explicarlos y edificar a los hermanos.
E. Es bueno comprar -- según los medios económicos -- buenos libros que nos ayudan en el estudio de la Biblia. Son nuestras herramientas.
F. Es necesario formar buenos hábitos de estudio y apartar tiempo diario para estudiar la Biblia. Es bueno hacer todo lo posible por arreglar algún sitio privado para estudiar y explicar a la familia que no debe ser estorbado a menos que sea cosa muy urgente.
G. Predicar el evangelio es trabajo importantísimo. La salvación de muchas almas depende de nuestra obra. Por lo tanto ¡el predicador debe estudiar!
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