Comerciar con la Palabra
El apóstol Pedro advierte que algunos "harán mercadería de vosotros" (2 Pedro 2:3). Siempre ha habido mercaderes religiosos. El profeta Ezequiel dijo (34:2), "¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos!" Judas (ver. 12) dice lo mismo acerca de algunos en la iglesia ("se apacientan a sí mismos").
"Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo; Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones" (Mateo 21:12, 13). ¿Qué diría Jesús si visitara los templos religiosos de hoy día? Se venden servicios religiosos, libros, discos, y un gran surtido de artículos religiosos. Además de eso, las iglesias compiten con restaurantes y teatros comerciales. Jesús no derramó su preciosa sangre para comprar una iglesia comercial. La iglesia de Cristo no es un club social. La iglesia del Señor fue establecida para glorificar a Dios, para edificar a los santos, y para evangelizar al mundo.
El diezmo es uno de los medios principales que se usan para recaudar fondos para las iglesias. "Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión" (Números 18:20, 21). ¿No saben los pastores modernos que el diezmo era impuesto sobre los israelitas para sostener a los levitas? ¿No saben que los pastores no son levitas y sacerdotes? Claro que sí, lo saben perfectamente. ¿Por qué, pues, imponen el diezmo sobre las iglesias? Porque es un medio eficaz de recaudar fondos. Las iglesias venden pasteles y toda clase de comida y tienen muchas otras actividades comerciales, pero el medio que rinde más plata es el diezmo. No hay nada que lo substituya, porque es un sólido 10% de la ganancia de los miembros. Este medio funciona porque es precisamente como el income tax de nuestro gobierno.
Al enseñar sobre el diezmo en Levítico 27, Moisés dijo explícitamente, "Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte Sinaí" (ver. 34). Este mandamiento nunca fue dado a la iglesia. Es cierto que Jesús aprobó el diezmar en Mateo 23:23 porque durante su ministerio El aprobó toda la ley de Moisés. La obedeció y la enseñó, pero cuando la cumplió, la quitó "de en medio, clavándola en la cruz" (Colosenses 2:14). ¿Creen los pastores que todavía existe el sacerdocio levítico? Ellos saben que no existe. Hebreos 7:12 dice, "Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley". ¿Cuál? La que requería el diezmo (la ley de Moisés).
Si la ley del diezmo no está en vigor ahora, entonces ¿por qué se requiere el diezmo en tantas iglesias? Porque para iglesias humanas no hay medio mejor para recolectar dinero. Pero el diezmo no es el plan del Nuevo Testamento. El diezmo no se requiere de los cristianos, sino que cada primer día de la semana cada cristiano debe apartar para la ofrenda según Dios le haya prosperado (1 Corintios 16:2); "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Corintios 9:7). Muchos textos hablan de "la ofrenda" pero no hay mandamiento ni ejemplo del diezmar en la iglesia del Señor.
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