El Crecimiento Del Reino

Introducción:

     A. Las fronteras de los reinos terre­nales se extienden en varias formas: por

ejemplo,  por medio de uniones políticas, por medio del casamiento entre príncipes y princesas de diversas naciones,  por medio de la conquista militar, por medio de compras de territorio, etc.

     B. Pero esta clase de crecimiento no requiere que haya cambio de mente en los ciudadanos, sino solamente se cambia la nación o el reino en forma externa.

     C. El crecimiento del reino de Dios requiere el cambio de mente de los que entren en él.

I. El Crecimiento Del Reino Se Realiza A Través De Enseñar La Palabra.

     A. El único método de hacer crecer al reino es a través de persuadir.

          1. Hech. 19:8 "discutiendo y persua­diendo acerca del reino de Dios".

          2. Hech. 28:23 "persuadiéndoles acerca de Jesús".

          3. 2 Cor. 5:11 "persuadimos a los hombres".

     B. Jn. 6:45 "serán todos enseñados por Dios".

     C. Luc. 1:17, Juan "irá delante de él...para hacer volver los corazones..."

     D. Cristo dedicó su tiempo a enseñar en las sinagogas, sobre el monte, en la playa, en la plaza, en el templo,  siempre enseñando, día tras día.

     E. Cristo envió a los doce a predicar, Mat. 10:7; 28:19.

     F. Cristo envió a los setenta a decir, "Se ha acercado a vosotros el reino de Dios", Luc. 10:9.

II. Cristo Empleó El Proceso De Enseñar Y Rechazó A Cualquier Otro.

     A. Las tentaciones de Satanás, Mat. 4:1-11.

          1. La tentación de ser rey de pan.

          2. La tentación de ser rey sensacional.

          3. La tentación de ser rey de una vez, sin sufrir.

          4. Los métodos propuestos por Sa­tanás hubieran eliminado el proceso de enseñar y persuadir para ganar súbditos para su reino.

     B. La impaciencia de Juan, Mat. 11:2,3. ¿Por qué esta pregunta? Tres posibles explicaciones:

          1. Dudaba. Posiblemente, pero re­cuérdese Jn. 1:31-34.

          2. Quería que Jesús afirmara su dei­dad para el beneficio de los discípulos de Juan (y tal vez quería que El les explicara por qué no había liberado a Juan). Pero Jesús dijo, "haced saber a Juan".

         3. La explicación más lógica es que Juan se sentía frustrado por los métodos de Jesús.

             a. Las multitudes vinieron a Juan, y él les dijo que "el reino de los cielos se ha acer­cado". Les apuntaba a Jesús, "He aquí el Cordero de Dios", Jn. 1:29. Habló de juicios duros ("Su aventador está en su mano, y limpiará su era", Mat. 3:12).

            b. Pero Jesús simplemente seguía en­señando, enseñando, día tras día; el reino no vino, tampoco los juicios anunciados por Juan.

            c. Es decir, es muy posible que Juan hubiera pensado que Jesús no se aprovechó del movimiento iniciado por Juan.

            d. Ahora quería que, por lo menos, Cristo afirmara abiertamente que El era el Cristo.

     C. Pero no fue posible apresurar a Cristo.

          1. El respondió, "haced saber a Juan las cosas que oís y veis".

          2. El cumplía las profecías. Sus obras hablaron por El.

          3. Muchos textos bíblicos nos enseñan a esperar al Señor: Prov. 30:5; Isa. 40:31; Jer. 14:22; Lam. 3:25; Hab. 2:3, etc.

     D. Mat. 11:12 "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arre­batan".

          1. Jn. 6:15 "iban a venir para apode­rarse de él y hacerle rey".

          2. La gente tenía mucha prisa. Quería un reino terrenal, para librarse del yugo de Roma.

III. No Debemos Sacudir El Árbol Cuando La Fruta Todavía Es Verde.

     A. Cristo sabía que el proceso de en­señar requiere tiempo. El invitaba, pero no apresuraba a nadie a convertirse en discípulo.

      B. El explicó lo difícil de ser discípulo. Mat. 10:34-37; 16:24.

     C. El habló de calcular gastos, Luc. 14:25-33.

     D. Nunca sacudió al árbol para hacer caer fruta verde.

     E. No hay nada que substituya a la en­señanza de la Palabra, como algunos suponen. He aquí algunas cosas que la gente emplea en lugar de enseñar el evangelio sencillo para persuadir y cam­biar corazones:

          1. "Vengan con nosotros, tenemos un buen grupo, muy amistoso".

          2. "Vengan, es grande la iglesia, será bueno para su negocio".

          3. "Vengan, tenemos una escuelita, un kindergarten".

          4. "Vengan, hay recreo para todos, ac­tividades sociales".

          5. "Vengan, nuestro predicador es un gran orador, muy elocuente".

          6. "Vengan, tenemos un edificio có­modo, conveniente para usted".

          7. En algunas clases de adies­tramiento para la obra personal, se en­señan tácticas como las que usan los vendedores: por ejemplo, hacer preguntas que serán contestadas afirmativamente, hasta que se compre la mercancía.

     F. ¿Por qué no emplear pistola mejor? En cuanto al crecimiento ver­dadero del reino, el resultado es igual. ¿Por qué no hacer como los españoles hicieron con los indios (meter la espada en sus costillas y preguntarles "¿Quieren ser Católicos?)"

     G. Los comunistas "convierten" a millones, pero ¿en qué sentido?

     H. Es como el niño cuando la mamá le dijo por tercera vez, "Siéntate", él contestó, "Me siento, pues, pero adentro todavía estaré parado". (Parece que muchos de los miembros que están "sentados" en la iglesia todavía están "parados" en el mundo).

IV. Algunos Creen Que Seguramente Nuestros Métodos No Sirven.

A. Hay poco crecimiento, pocos bautismos, poca asistencia. ¿No será porque debemos cambiar de métodos?

     B. Puede haber cosas que deben co­rregirse. A veces no crecemos porque no trabajamos, o porque hay miembros in­fieles que deben corregirse.

     C. Pero no debemos olvidar la parábola del sembrador (Luc. 8:4-15). Hay cuatro clases de oyentes; sólo una clase buena.

1. Cuando "sembramos" sabemos que el diablo quitará la palabra de muchos corazones para que no crean y así no se salven (v. 5,12).

2. Sabemos que hay mucha tierra con poca profundidad (tierra sobre la piedra); que hay gente que con gozo recibirá la palabra, pero que no durará mucho tiempo (v. 6,13). Entre ellos no habrá crecimiento.

          3. Sabemos que hay muchos espinos (afanes, riquezas, placeres) que ahogan la palabra (v. 7,l4). Tampoco habrá cre­cimiento entre estos. Quieren poner al Señor en un pequeño rincón de su vida; no le dan mucha importancia.

          4. Pero gracias a Dios, cuando sem­bramos sabemos que también hay tierra buena, "los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia" (v. 8,15). Por lo tanto, sembramos con ánimo.

V. "El Reino No Crece Mucho".

     A. "El mundo está lleno de maldad".

            1.  La parábola del trigo y la cizaña (Mat. 13:24-30; 36-43) nos ayuda a entender este problema.

            2. Cristo nunca dijo que su reino sacaría del mundo a todos los malos. Al contrario, dijo que seguirían juntos hasta el juicio final (v. 41).

            3. La doctrina del llamado "Rapto" dice que cuando Cristo venga El sacará a los suyos de entre los malos. Este texto dice lo opuesto.

            4.  Este texto da evidencia de que el Señor no emplea la violencia para hacer que su reino progrese. (Tampoco emplea la política, la fuerza de números, el apoyo del gobierno civil, etc.).

a. 2 Cor. 10:3-5, "las armas de nuestra milicia no son carnales".

                 b. Mat. 26:52, "Vuelve tu espada a su lugar".

                 c. 1 Jn. 3:8, "apareció...para deshacer las obras del diablo", pero no con armas carnales, sino a través del poderoso evan­gelio.

    5. Efes. 6:10-18, es conflicto espiritual, se usa armadura espiritual.

     B. El reino sí crece, pero ¿en qué sen­tido? ¿Qué dice El?

1. "Es semejante al grano de mostaza" (Mat. 13:31,32)." Manada pequeña"

(Luc. 12:32).

           2. "Es semejante a la levadura" (Mat. 13:33). No se oye, ni se ve, pero está obrando.

           3. Algunos lo hallan, como un "tesoro escondido" (Mat. 13:44).

           4. Lo importante es que se siembre mucha semilla. Que se siembre en muchos

corazones, para que obre.

VI. "La Semilla Brota Y Crece Sin Que El Sepa Cómo" (Mar. 4:26-29).

     A. El poder está en la semilla, no en el sembrador. Este ni puede explicar el proceso. "Duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo".

          1. El hombre echa la semilla en la tierra, y espera.

     2. La semilla tiene vida en sí. Brota y crece en una manera misteriosa y secreta. Nadie puede explicar la vida, ni los cientí­ficos.

          3. La semilla es la Palabra (Luc. 8:11). Tiene vida (Heb. 4:12).

     B. Hay muchos cursos de estudio so­bre la obra personal. Hay peligro de concentrar nuestra atención demasiado sobre el adiestramiento del personal, en lugar de concentrar sobre lo más esencial: sembrar la semilla en los corazones de la gente, a tiempo y fuera de tiempo, y dejar que obre.

     C. La semilla produce la nueva vida, 1 Ped. 1:23-25.

     D. El proceso requiere tiempo. Sant. 5:7 "espera el precioso fruto..." El proceso no puede apresurarse. Tal vez Juan el Bautista no entendió esto.

     E. Pero el proceso es seguro. Sal. 126:, "Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas".

Conclusión:

     A. El crecimiento del reino comienza con la conversión genuina.

     B. El crecimiento del reino depende de que todos los discípulos de Cristo sean imitadores de El, andando en sus pisadas. El crecimiento del reino tiene que ver con un verdadero cambio de corazón en todos los miembros del cuerpo de Cristo.

     C. Si existe el crecimiento espiritual en los seguidores de Cristo, entonces habrá crecimiento numérico también.

     D. Sólo se requiere que la semilla se siembre con paciencia. Tiene vida. Por lo tanto debemos enseñar, enseñar y seguir enseñando. El poder está en la semilla, no en el sembrador.

     E. El reino es semejante al grano de mostaza, a la levadura. No busquemos ningún crecimiento "sensacional".

     F. Pero si se busca el crecimiento numérico sin el cambio de corazón y el crecimiento espiritual lo que resulta no es crecimiento del reino, sino la corrupción del reino.

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